viernes, 22 de marzo de 2019

Estrés postraumático.



Cuando se está en peligro, es natural sentir miedo.

Si éste nos sirve para defendernos del peligro es bueno, de lo contrario, nos paraliza. Una sana respuesta aparece con la intención de protegernos, pero si la reacción no es sana, sino que nos paraliza; causa un daño severo. Ésta reacción te salva o te mata.

Recuerdo aquella vez cuando unos cuantos pillos me pillaron mal parqueado, no solo una vez, sino dos veces. Fue tal el susto que, por poco y me matan.

Esas personas con trastorno severo, primero me tuvieron enserrado toda una noche, luego me quisieron culpar de sus fechorías, pero al no tener con que, a los pocos días me volvieron a agarrar y me quisieron torturar. Con armas en mano amenzaron mi integridad hasta hacerme orinar.

Mi realidad fue que estuve alrededor de unos cinco años con un estrés postraumático que, los primeros meses ni quería salir de casa por el temor a ser pillado de nuevo.  Y eso que había cambiado de ciudad.

El trastorno de estrés postraumático se desarrolla después de una experiencia aterradora que solo con la amenaza de daño, la persona queda traumatizada. Es el caso de la guerra, asaltos, violación, tortura, secuestro o cautiverio, abuso infantil, accidentes automovilísticos o aéreos, bombardeos, o desastres naturales como inundaciones o terremotos.

Los trastornos que se generan después de una experiencia traumática determinan si la persona responderá bien o mal a un tratamiento u otro. Se hacen necesarios programas de tratamiento un tanto personalizados, que incluyan componentes terapéuticos: psicoeducación, respiración, relajación y algún tipo de reexposición a la experiencia traumática pasada, ya sea en imaginación, en vivo, contar la experiencia directamente al terapeuta, de forma escrita, verbal o grabada en un audio. En todo caso, se trata de un trabajo teórico práctico serio, al que hay que dedicarle tiempo y mucha atención.

A través de la historia y más aun en nuestros días nadie puede considerarse exento del riesgo de exposición a algún hecho traumático a lo largo de su vida, más ahora que hay tanto loco suelto. Estudios realizados en EE. UU, ha encontrado cifras de prevalencia de exposición a situaciones traumáticas que van entre un 39 % y un 60% a lo largo de la vida. Debido al creciente aumento de la exposición de la población civil, a hechos traumáticos, existe un gran interés por el tema.

Nadie quiere escuchar en detalle los relatos de horrendos hechos traumáticos, y tampoco quien lo ha sufrido quiere estarlo contando; esto hace más evidente el hecho traumático. Debido al estado de shock emocional que presupone un desencadenante psicológico, hay que considerar que ante una situación traumática la mayoría de sujetos tendrá síntomas postraumáticos.

El estrés postraumatico se hace manifiesto por los siguientes síntomas:

Recuerdos recurrentes e invasores del acontecimiento.
Alteraciones del sueño con pesadillas del acontecimiento.
Comportamiento o sentimiento repentino, como si el acontecimiento traumático estuviera presente debido a una asociación con un estímulo ambiental o ideacional.
Disminución marcada del interés en una o más actividades significativas.
Sentimientos de separación o de extrañeza frente a los demás.
Estado de hiperalerta o respuesta de alarma exagerada.
Sentimientos de culpa por el hecho de sobrevivir cuando otros no pudieron hacerlo o remordimiento por la conducta llevada a cabo para la supervivencia.
Fallas de memoria o dificultades de concentración.
Evitación de las actividades que evocan el recuerdo del acontecimiento traumático.
Intensificación de los síntomas frente a la exposición de acontecimientos que simbolizan o recuerdan el acontecimiento traumático.

Ante la amenaza contra la vida, que puede ocurrir con ocasión de un asalto con violencia, una tortura o cualquiera otra acción en contra de una persona, el sujeto con alta probabilidad experimentará una respuesta de intenso temor, de gran desamparo e indefensión y de horror. La víctima del acontecimiento traumático muchas veces evitará el relato de lo sucedido, justamente, por la reacción emocional extrema que le provoca el recordar el hecho. Asimismo el paciente en ocasiones evita referir a su interlocutor los detalles horrendos del trauma, pero este aspecto debe ser abordado por el médico procurando que el paciente adquiera la confianza suficiente para relatar los hechos sin que la respuesta emocional del facultativo demuestre sorpresa.

También los sentimientos de vergüenza y desamparo pueden inundar a la víctima del suceso traumático, lo que es más frecuente de encontrar en los niños, especialmente cuando han sido víctimas de algún tipo de abuso. En sujetos que han sido torturados se puede perder absolutamente la confianza en otras personas y por lo tanto dificultarse mucho el tratamiento.

Pero siendo honesto, ni siquiera el tiempo es capas de sanar estas heridas, especialmente las que quedan en el alma. Cualquiera de nosotros puede pasar, sin previo aviso, por un suceso traumático insoportable, aterrador, que amenaza nuestra vida o la de otros y que escapa a nuestro control.
La mayoría de las personas no estamos preparados para que nos ocurran cosas malas, aunque se haya asistido a muchos simulacros, la angustia o el temor de que le pueda suceder algo malo, nos acompaña. 

Mucha gente usa diferentes tipos de antidepresivos con sierta frecuencia, pero estos, no tienen un efecto real sobre el trastorno. Generan algún alivio, pero no son eficaces.

La soledad forzada es un gran sufrimiento.
Se vive sobre todo de noche, cuando afloran los recuerdos, las necesidades afectivas, los miedos. Este duelo tiene que ver con los vínculos y el apego, con el dolor que producen las separaciones.

El miedo.
Se sabe que el miedo físico, el miedo a la pérdida de la integridad física tiene unos efectos mucho más desestabilizadores que el miedo de tipo psicológico, ya que en las situaciones de miedo psíquico hay muchas más posibilidades de respuesta que en las de miedo físico.

La ausencia de sensación de control.
Cuando se padece estrés, pero se conoce la manera de salirse de él reacciona de modo más sereno que cuando no ve la salida al túnel en el que se halla inmerso. Con frecuencia le asaltan recuerdos desagradables acompañados de malestar psicológico intenso. Se muestra incapaz de aceptar los hechos, en especial la muerte de su ser querido. Manifiesta sentimientos de culpa, pensando que no hizo lo suficiente para ayudarle.  

En primer lugar, el miedo y/o ansiedad es presentado como una respuesta aprendida que puede ocurrir a nivel conductual, cognitivo y autónomo. Las respuestas por miedo a una diversidad de estímulos (incluidos pensamientos) y evitación de los mismos son explicadas en términos de condicionamiento clásico, condicionamiento de orden superior, generalización de estímulos y reforzamiento negativo de las conductas de evitación.

Es necesario reforzar la confianza en Dios.
Una suposición de la terapia de procesamiento cognitivo es que los síntomas están causados normalmente por los denominados puntos de bloqueo: creencias contradictorias o fuertes creencias negativas que originan emociones desagradables y conductas desadaptativas.

Estos puntos de bloqueo tienen dos fuentes principales:
Conflictos entre las creencias previas y la nueva información extraída del trauma. Todo esto tiene repercusiones emocionales y conductuales negativas.
Deben identificarse las creencias implicadas y los sentimientos experimentados por la persona, y ver cómo afecta a sus sentimientos y conductas. Es fundamental que la persona sea capaz de ver el impacto que tal situación ha tenido en diferentes áreas de su vida.
 

        Escribir sobre la situación y leerlo es una técnica de exposición que activa los recuerdos y afectos y facilita la extinción de las emociones negativas. Además permite identificar puntos de bloqueo. Esto permite desahogar el corazón, al plasmarlo en papel, luego podré romperlo, quemarlo, tacharlo, rayarlo y muchas otras actitudes hasta sentirme liberado, al final he podido destruir todos esos sentimientos que me tenian enfrascado.

Historia
Un joven llega con el cura y dice: - Padre no iré más a la Iglesia
El sacerdote respondió: - ¿Pero por qué?
El joven respondió: - Veo a la hermana que habla mal de otra hermana; el hermano que no lee bien; el grupo de canto que vive desafinando; las personas que durante la misa miran el celular, entre tantas y tantas otras cosas malas que veo hacer en la iglesia.
Le dice el sacerdote: - Muy bien, pero antes quiero que me hagas un favor: toma un vaso lleno de agua y da tres vueltas por la iglesia sin derramar una gota de agua en el suelo. Después de eso, puedes salir de la iglesia.
Y el joven pensó: ¡muy fácil!
Y dio las tres vueltas como le pidió el padre. Cuando terminó dijo: - Listo, padre.
Y el cura respondió: - ¿Cuando estabas dando vueltas, viste a la hermana hablar mal de la otra?
El joven: - No
¿Viste a la gente quejarse entre sí?
El joven: - No
¿Viste a alguien mirando celular?
El joven: - No
¿Sabes por qué? Estabas concentrado en el vaso para no tirar el agua. Lo mismo es en nuestra vida. Cuando nuestro enfoque sea nuestro Señor Jesucristo, no tendremos tiempo de ver los errores de la gente.
Quién sale de la iglesia por causa de la gente, nunca entró por Jesús.
Aplícalo en toda tu vida, aunque no seas creyente quédate con el mensaje. Enfócate en tus metas e ignora lo que los otros hacen y llegarás a donde quieres llegar.

¡No Hay Nada Que Temer!
Hay mucha gente que está viajando ahora mismo alrededor del mundo, pero no se han dado cuenta que Dios Padre les está pidiendo que  “Escuchen su Voz”.

Estaba orando el otro día con el dolor más fuerte que alguna vez haya tenido, que lloraba como un bebé, ¿saben por qué? Porque me sentía prisionero por todo ese estrés postraumático, que no aguanté más y reventé con toda.

Vale la pena todo el dolor cuando en verdad buscamos un cambio. Solo Jesucristo puede liberarnos de nuestros traumas y hacernos ralmente libres, ahora puedo ir y venir si ningun temor, exepto ese temor normal que nos ayuda  a estar alertas del mal.

Dios nos dice que debemos Amarlo con todo el corazón, alma, mente y fuerzas. ¿Cómo va eso en ti? En verdad este es el único tratamiento que puede sanar nuestro corazón por siempre.

Te pregunto: ¿hay música en tu vida? ¿Hay esperanza? ¿Meditas en la palabra de Dios, día y noche? En tus pensamientos, en tu modo de hablar, ¿Eres tú? O Dios. Deberíamos ser parecidos a la zarza ardiente, y no estar pensando y ardiendo solo por las cosas que queremos para nosotros mismos.

La fe comineza a funcionar a través de la obediencia a Dios, ésta obediencia trajo liberación a mi vida hace unos 20 años. Ahora me siento caminando en libertad, gracias a la obediencia de someter y rendir todos mis miedos y temores a través de la oración y alabanza  a Jesucristo.

La función del enemigo es desviarnos o alejanos de la voluntad de Dios, si entendemos esto, debemos tomar la mejor decisión, y es, seguir el camino recto, y no desviarnos ni a la derecha ni ala izquierda. Jesucristo es el camino.

Tú estas loco, me dijo alguien una vez, nadie puede simplemente liberarse de toda esa carga por si solo, sin terapias y demás tratamientos médicos. Nadie es capaz de empezar de nuevo, como si nada hubiese pasado.
Tienes razón, le respondí. Por eso necesito que Jesucristo viva en mí, siempre, de otra forma, imposible.

Mi estrategia consiste en pensar como Dios piensa, en cambiar mi forma de pensar y cambiarla por la palabra de Dios, “Jesucristo.”

Los pensamientos del mundo que entran a nuestra mente nos dicen que: tú no puedes, no eres capas, no tienes con que; porque el enemigo, tomó la palabra de Dios y la secuestró, la escondió en una caja fuerte, para que ni tú ni yo la conocieramos tal y como es. Para que no conociéramos de antemano la voluntad del padre, su amor.

La mayoría de las decisiones que tomamos son motivadas por miedo o temor, los demás nos presentan opciones y escogemos la que más nos convensa, más no la que mejor nos convenga. Por tal razón lidiamos con conflictos todo el tiempo.

Conflictos en el trabajo, en la casa, en la iglesia, con los hermanos de la iglesia y de familia. La mayor parte del tiempo estamos tratando con problemas de la gente; cuando se hace una reunión es para tratar problemas con las personas, y todos dicen querer arreglar sus problemas, pero en verdad “no quieren hacer eso”, solo quieren es que les presten atención, que les den importancia. Porque se está lleno de temor, de ansiedad, más no de Cristo.

Aun no se sabe actuar de manera correcta, teniendo a un Dios poderoso, estamos tratando de solucionar problemas personales; a cambio de estar alabando y gozándonos en Jesucristo, nuestra paz y gozo.

Dios nos dice: escucha y obedece.
Jesucristo quiere cambiar tu vida, tus pensamientos y tus acciones.  El Padre nos ha dado una salida, Jesucristo.

Hebreos 6:1-3. Por eso, dejando a un lado las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos hacia la madurez. No volvamos a poner los fundamentos, tales como el *arrepentimiento de las obras que conducen a la muerte, la fe en Dios, 2 la instrucción sobre bautismos, la imposición de manos, la resurrección de los muertos y el juicio eterno. 3 Así procederemos, si Dios lo permite.

Por tanto, dejemos atrás tanta enseñanza humana y tomemos lo perfecto, la fe en Dios,  su palabra. Si ya lo entiendes, alimentate con comida sólida.

Mira en que lio andamos metidos, el 75% de los adolescentes cristianos al final de su primer año de universidad niegan a Jesucristo.

Y, ¿porque sucede esto? El asunto es que la mayoría de los padres y predicadores en las iglesias, les hablan de Dios, pero “no dan testimono; y ellos están viendo la hipocresía de sus padres y maestros cuando llegan a sus casas. Ellos ven y escuchan lo que sus padres están viendo y escuchando. Ellos ven como sus padres se tratan en el hogar.  Ellos no quieren tener nada que ver con eso. Porque no les importa lo que usted diga. A ellos les importa lo que usted hace. Ustedes saben lo que tienen que hacer. Mostrar ese “Hombre Nuevo”.

"Dios existe mi amigo. Pero no estás comprendiendo la diferencia entre la voluntad de Dios y el libre albedrío. La voluntad de Dios es que nos amemos unos a otros. Sin embargo, tenemos libre albedrío para elegir lo que haremos con nuestras vidas. Lamentablemente, muchas personas no hacen la voluntad de Dios y usan su propia voluntad para hacer el mal. Esta es la voluntad humana.

Si aceptamos a Jesucrsito como nuestro Señor y Salvador, permitamosle que Él sea el Señor sobre nuestras vidas, esto es, arrepentirnos de nuestros pecados, hacer su voluntad y tener una relación con Él. La elección es nuestra.

Nunca estamos realmente solos, cuando hay amor todo se puede, Dios nos lo ha dicho muchas veces; “tu y yo nacimos para estar juntos”. Dios nos tiene para grandes cosas y se que el mismo lo hará realidad.

Hoy, muchos estamos perdidos dentro de nosotros mismos, absortos en nuestros propios pensamientos, no escuchamos ni oímos la vos de nuestra familia, menos la de Dios.

Hay tanta inmadurez.

No hay relaciones personales con los padres, hermanos ni amigos; solo a través de aparatos impersonales. Muchos han perdido a sus hijos estando en sus propios cuartos, pues no tiene ni idea de lo que hacen. “Hoy el pecado se práctica a solas por internet”.

Te invito a poner en practica la palabra de Dios en cada una de las situaciones de la vida, a hablar con tus hijos, con tu pareja, y con el resto de familia y amigos; y mejor aun, te invito a que hables con Dios, a que mantengas una relacion viva y personal con Jesucristo, y comprobarás que El es real, y que su palabra es verdadera.

Esto te mantendrá sano, libre y vivo aquí en este hermoso planeta, y con muchos amigos reales, de carne y hueso.

El siempre está esperando tu regreso, por que te ama.


Jesucristo te ama y te bendice.

JoseFercho ZamPer




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