viernes, 25 de enero de 2019

Y de los impuestos, ! qué!


Después de todo lo que hemos hecho, ¿dónde está la autoridad en la tierra, en el país o en nuestras casas?

¿En dónde nuestro bienestar?

Cada día hay más caos en la ciudad, en la economía y en nuestros pueblos.
 Nuestros gobernantes se han convertido en casa fortunas para alimentar sus propios demonios.

Son una guarida de espíritus inmundos y de forajidos, un nido para todo buitre repugnante, y una cueva para todo animal sucio y espantoso.

 Pues todas las naciones han caído en desgracia debido al vino y a su apasionada inmoralidad.

Los reyes del mundo son unos adúlteros debido a su deseo por lujos excesivos, y se han enriquecido, fruto de los impuestos y demás cargas excesivas que les han puesto sobre los hombros al pueblo.

Por eso, Dios nos dice: No participen en sus pecados o serán castigados junto con ellos.
Sus pecados se han amontonado hasta el cielo, y Dios conoce todas sus maldades. Pronto recibirán el castigo por sus  maldades.

 Su tormento y tristeza será proporcional a sus acciones, tendrán tantos motivos para lamentarse que no tendrán más deseos que hallar su  muerte.

Porque el Señor Dios, es quien  juzga a los poderosos, y a los reyes del mundo que han adulterado todo con tal de enriquecerse.
 De las delicias que tanto amabas, ya no queda nada, ya nunca volverán a ser tuyas.
Los comerciantes se han enriquecido vendiéndoles basura a las naciones, contaminando el mundo hasta destruirlo, ¡Qué terrible será su castigo!

 En un solo instante, todas sus riquezas se esfumaran, no les quedará nada.
Y todos sus amigos y conocidos  se mantendrán a distancia, cuando vean subir el humo maloliente de sus riquezas mal habidas, y se dirán: ¿Dónde está ahora su grandeza? Y llorarán de dolor.

Los gobiernos creen que subiendo cada año los impuestos, van a hacer más obras, pero lo único que logran aumentar es la corrupción.

Hasta que un día revientan al pueblo y éste se les viene encima y los desbarata.
Ahí será el comienzo de un nuevo “principio”.

Jesucristo te ama y te bendice.


JoseFercho Zamper.

sábado, 12 de enero de 2019

La Felicidad


Llegar a una edad adulta no es tan fácil, mucho menos mas de los 90.  Pero hacerlo en buenas condiciones de salud, tanto físicas como mentales, es más difícil aún.
Es realmente agradable compartir con personas así, que a pesar de los años y sus achaques, se ven y se sienten alegres y optimistas.

Conocí a un hombre bien mayor que yo, y tuve el placer de hablar un rato con él.
Me comentó que para alcanzar una vida digna y plena, deberíamos tener en cuenta varios aspectos, cómo estos.

Es importante comenzar el día  temprano, dedicar tiempo a orar, a agradecer a Dios por todas las bendiciones recibidas cada día. Entregar a Dios todo lo que vamos a hacer en el nuevo día; hacer ejercicio cada mañana, desayunarse bien, y aun sabiendo que no se tiene un empleo u obligación de cumplir horario, debemos alistarnos y realizar actividades productivas, para evitar el tedio.

La vida es una paciente espera, donde aprendemos a sonreír o a renegar. Podemos tomar cualquier actitud de esas, pero siempre, lo mejor cuesta más; más esfuerzo, más trabajo, más de todo; pero con toda certeza, sus frutos son más abundantes y duraderos.

¡Esto me encanta! le dije con entusiasmo.
Espera a verlo y le encantará aún más, me respondió.

La felicidad es algo que uno decide vivir, cómo todo lo bueno de la vida, primero decidimos si lo queremos o no.

El hecho de que algo me guste o no me guste, no depende de cómo sea, depende de cómo yo lo tome en mi ser.
“Es una decisión que tomo cada mañana al levantarme”.

Estas son mis posibilidades: puedo pasarme el día hablando de todo lo malo y de las dificultades que tengo con lo que no funciona, o puedo levantarme de la cama y agradecer por lo que si funciona. Usted decide.

Cada día es un regalo, y yo puedo usarlo para mí bien y para el de otros; debo enfocarme en hacerlo bien en este nuevo día.

En la vida se recoge de lo que se siembra, por tanto, deposita amor, cariño, comprensión, amistad,  alegría; y mañana podrás recoger felicidad.

La vida en este mundo es cada vez más dura, en ocasiones  pensamos que el amor es lo último que hallaremos, pero ¡nada de eso! El amor está en todos lados, es como el aire, lo sentimos, lo respiramos, pero  no lo vemos, y nos hemos acostumbrado tanto a su existencia; que ya no lo valoramos.
Por esto, es esencial que te rodees de personas a las que les importas y con las que puedas compartir grandes momentos.
Pero primero libera tu corazón de odio, tu mente de preocupaciones, sé  humilde, generoso, y espera menos de los demás; y entonces irás camino a ser feliz.
No "todo el tiempo pasado fue mejor" siempre habrá una nueva oportunidad de hacerlo mejor.

Deja de estar condenando tu mundo y maldiciendo tu momento. No digas a cada palabra: "las cosas andan mal, allá en mi tiempo…", "recuerdo que antes…"
No vivas de recuerdos, mira hacia el futuro con alegría. Ponte nuevas metas, haz planes, ¡sueña…!

Sé Positivo siempre, estás destinado a ser luz y a dar calor.

Quien escucha con un corazón noble y bueno; y acepta con una actitud obediente y sincera, y persevera, siempre dará  una buena cosecha.

Jesucristo te ama y te bendice.

JoseFercho ZamPer.




jueves, 10 de enero de 2019

Mi guerra espiritual

La fe es el destierro de la duda.

A pesar de mí mismo, busqué un cambio para mi vida.

Desde niño en mi hogar había poco amor y mucho caos, entonces comencé a buscar amor y aceptación en todos los lugares y personas, pero con el tiempo pude ver que todos estábamos equivocados.

Cuando uno hace todo lo que cree que debe hacer y las cosas no funcionan, se nos llena de dolor y resentimiento el corazón.

Toda relación superficial cansa y decepciona, por eso necesitamos un cambio drástico en nuestras vidas. Nuestras relaciones han estado equivocadas, por el simple hecho de hacer lo que toca, nuestra vida no va a funcionar bien.

Pasamos de un dolor tras otro, vivimos fracasados y pensamos que todo está bien. Pero no permitas que una época mala te desanime.

Muchas veces pensamos que los demás nos aman, pero cuando llegamos a sentir el amor verdadero, el de Dios, nunca más nos conformaremos con ese amor carnal. Debemos hacer que la relación con Dios sea nuestra máxima prioridad; merece bien la pena.

Después de varios años de sufrimiento y dolor con mi vida “normal”, tuve que huir de mi mismo, pues me era insoportable pensar como un hombre normal, ya no me caían bien mis pensamientos, todo me parecía vacío, sin contenido. Ya ni los negocios me daban ganancia, el sentido de lo que vivía y hacía, no me satisfacían.  

Un día cualquiera tome la decisión de huir de mi mismo, y buscar la verdadera satisfacción, la verdadera vida, el amor puro y sin fingimiento; “JESUCRISTO”.

Desde ese momento mi vida comenzó a cambiar, todo comenzaba a ir de mal en peor, todo comenzó a tornarse color de hormiga, a voltearse de cabeza; y no comprendía el porqué de tal situación. Pero comencé a sentir una mayor sensibilidad al bien, a lo bueno, a lo bien hecho.

Se que todo esto es extraño, de ahí que muchos se echan para atrás en esos momentos. Pero e aprendido algo muy verídico, “que el reino de los cielos sufre violencia y lo arrebatan los violentos”.  

Cuando crees y aceptas lo que dice la palabra de Dios sobre el amor puro y el perdón de Dios hacia ti, tu conciencia será trasformada de una vez y tu sentido de culpa desaparece. Creer y aceptar a Jesucristo, es lo que purifica tu alma.

Cuando estaba en ese desierto pasé por momentos muy difíciles, me sentí perdido, sentía que mi vida no valía nada para nadie, y que todos mis esfuerzos eran insuficientes. Así fue como pude entender que solo Dios podría darle valor a mi vida. De ahí en adelante fui entendiendo con mayor claridad cada día, las palabras de Dios a su iglesia.

Conozco tus obras, tu duro trabajo y tu perseverancia, tus sufrimientos y tu pobreza. Conozco tu amor y tu fe, tu servicio, y sé que tus últimas obras son más abundantes que las primeras.

Sé que te esfuerzas por hacer el bien, y que no soportas a los malvados, y sé que has perseverado y sufrido por mi nombre, sin desanimarte. Y, sin embargo, sigues fiel a mi nombre.

No renegaste de tu fe en mí, ni siquiera en los días en que sufriste la muerte, no obstante, has abandonado tu primer amor. ¡Recuerda de dónde has caído! Y vuelve a practicar las obras que hacías al principio.

Tienes fama de estar vivo, pero en realidad estás muerto. ¡Despierta! Reaviva lo que aún es rescatable, pues he encontrado que tus obras no son perfectas delante de Dios.

Sé que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras lo uno o lo otro!  Por tanto, como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca.

Y no te has dado cuenta de que el infeliz y miserable, el pobre, ciego y desnudo eres tú.

Mira que delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas, pero has obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre.

Deja ya de quejarte y llorar por todo, que ya Jesucristo, ¡ha vencido!

Cuando hui al desierto, hallé un lugar que solo Dios hubiese podido preparar para esconderme. Se desató entonces una guerra en mi espíritu, combatí durante cuarenta días y cuarenta noches al dragón; aquella serpiente antigua que engaña al mundo entero. Ese acusador que nos acusa día y noche delante de nuestro Dios, aquel que pretende convencernos de que somos pecadores y que no merecemos el perdón de Dios.

Pero, no tengas miedo de lo que puedas sufrir, sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. Estas palabras me levantaron el espíritu, y seguí hasta derrotar de dentro de mí, todas esas mentiras y engaños en los que me había formado como persona en este mundo.

Tu pasado no puede dictar tu futuro a menos que tú lo permitas. Me dijo el Señor.

Dios ha cambiado radicalmente mi vida. Jesucristo sanó y liberó mi vida y mi economía, ahora quiero que otros se encuentren con el mismo Dios que salvó mi vida.

Es hora de buscar a Dios todos los días, orando y adorándolo, leyendo la Biblia.  Solo así podremos ser sanos y libres de ataduras pues Dios nos quiere convertir en un ser totalmente nuevo y diferente a lo que el mundo hizo de nosotros.

Dios siempre estará contigo en tu intento de prosperar, quiero que sepas que Dios siempre te ha amado, y lo seguirá haciendo.

Honre sus votos, honre las promesas, hónrese a sí mismo, honrando su relación con Dios.  

¡En esto consiste la perseverancia de los santos, los cuales obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen fieles a Jesucristo!

Que la gracia del Señor Jesucristo esté contigo siempre.

Jesucristo te ama y te bendice.

JoseFercho ZamPer

Sobre lo que crees.

Lo que se puede saber de la biblia se remonta a miles de años atrás. Jesucristo es el personaje central de la historia bíblica, su vida y ...