miércoles, 18 de mayo de 2016

Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia


Filipenses 1:20-22. Mi ardiente anhelo y esperanza es que en nada seré avergonzado, sino que con toda libertad, ya sea que yo viva o muera, ahora como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo. Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.

Ninguna muerte es insignificante, mucho menos la mía.

A diario nos mata la indiferencia con que nos tratamos los seres humanos, indiferencia que nos lleva a estar muertos en vida, a no ser contados como nada ni nadie en este mundo, solo una estadística cuando de votos o de gastos se trata.

Dicen que soñar no cuesta nada, lo que vale y arto, es hacer realidad los sueños.

Quiero hablar sobre la muerte, este es el asunto que yo considero más serio en la vida.

La muerte es algo inevitable, así como un día vinimos a este mundo, así mismo un día cualquiera hemos de partir de este mundo. Aunque no lo queramos, el final de los días llega a la vida de cualquier ser vivo.

Cada día en las noticias vemos la muerte recorriendo el mundo a sus anchas, entre guerra y  guerra, crímenes, accidentes, asesinatos y catástrofes que cuestan la vida a miles. Pero casi nunca hacemos conciencia de que la muerte puede llegar a nuestra puerta. Pensamos que la muerte sólo alcanza a los demás, pero no a los nuestros.

Por lo que deberíamos tomar conciencia de ésta realidad, no para asustarnos, sino para reconocer el verdadero sentido de la vida, la verdadera vida, la vida espiritual.
La muerte, es mucho más que sólo el morir del cuerpo material, es decir que la muerte  no elimina la vida, la muerte es sólo un asunto exterior.

La vida fluye a lo largo y ancho del universo, no tiene principio ni fin. La vida cambia constantemente, no está aislada ni desconectada, cambia de formas y estados, pero sigue siendo vida.  Si las estrellas y las galaxias nacen, viven y mueren, y nuestros cuerpos están constituidos por los mismos materiales, no será que también nos corresponde ese mismo ciclo, la muerte renueva la vida.
La muerte nos despoja de todo: de la fama, las riquezas, el poder, la familia, etc. Nos lleva a enfrentarnos con nosotros mismos, a cuestionarnos, ¿soy fiel a mí mismo, a Dios, a los demás, qué he hecho por los demás, por la humanidad?
“Esto no es más que una oportunidad para crecer. Es una oportunidad para  transformarse en lo que uno necesita ser. Pero es algo que se debe enfrentar sin miedo."
El estar consciente de la muerte nos permite vivir cada día y cada momento lleno de gratitud hacia Dios, y hacia todos los que nos rodean.  Para ser verdaderamente felices debemos vivir cada momento como si fuese el último.

El presente nunca volverá, podemos hablar del pasado o del futuro, pero la única realidad que tenemos es este momento presente. Y el confrontar la realidad de la muerte, realmente nos permite generar creatividad ilimitada, valorar con alegría cada momento que vivimos.

Somos muchos los que nos sentimos desubicados, vacíos, raros; "estamos pero no nos sentimos parte de nada".

Estamos a la espera de que haya cambios en nuestras vidas, pero no tenemos ni idea  de qué cambios hablamos, damos vueltas sin parar, moviéndonos hacia todas las direcciones, pero en ningún lado nos sentimos cómodos.

La mayoría solo van hacia adelante aunque desconocen hacía dónde van.

Necesitamos una llenura en todos los niveles, profunda e íntima, que nos lleve a un verdadero gozo en el corazón, no solo en las emociones, superando así la tristeza a través del amor incondicional, a los demás y a nosotros mismos.

Sin renunciar a vivir las emociones como: la tristeza, la pena, la alegría, o cualquiera otra,  pero no podemos dejarnos atrapar por ellas.

En definitiva, limpieza a fondo, nos toca meternos totalmente con nosotros mismos, si queremos resolver nuestras vidas.

Necesitamos liberarnos de los antiguos esquemas y patrones de pensamiento, modos de vivir la vida, de los miedos, preocupaciones y temores, de todo lo que nos amarra al mundo y a la carne, y que no resuelven nada.

Tenemos que enfrentarnos a nosotros mismos, a nuestro yo.

Las pruebas son parte de este camino, el conocer a Jesucristo, nos da paz y libertad.
Todavía quedan muchas pruebas que deberemos superar, pero el Señor está en nuestro corazón.  Esfuérzate y se valiente.

Enfrentarse a la vida, sin saber hacia dónde vamos, sin tener un rumbo fijo, sin esperanza,  definitivamente nos lleva al fracaso. Tenemos que poner límites a lo que nos hace daño, ya sean situaciones, personas, pensamientos, actitudes.
La muerte afecta de manera distinta, según las circunstancias personales que estemos viviendo, los sentimientos y la relación que teníamos hacia el ser que ha muerto, las causas del fallecimiento, la empatía, etc.

La muerte genera sentimientos encontrados, podemos sentir rabia, ira, tristeza, angustia, indiferencia, tranquilidad, paz. Necesitamos vivir bien, en equilibrio y armonía con nosotros mismos, por eso es que necesitamos a Dios.

Y si caemos, volvemos a levantarnos, somos responsables de nuestra vida, de nuestra felicidad. Los demás, nos acompañan en nuestro viaje por la vida, del mismo modo, que nosotros lo hacemos con ellos. La vida merece ser vivida en plenitud.

La muerte del cuerpo físico se menciona en la biblia, cuando se usa la frase “pues polvo eres,  y al polvo volverás.

Génesis 3:19. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.

Job 34:15. Toda carne perecería juntamente, Y el hombre volvería al polvo.

La muerte física sucede cuando el cuerpo se separa  del alma y del espíritu.

El hombre desobedeció, entro el pecado y luego la muerte, esto hizo que El hombre espiritualmente se separara de su creador perdiendo la comunión intima con él.

Pero hablando de la muerte, no es solo la muerte carnal o material lo que nos atañe, existe una muerte que sí realmente es terrible, y es la muerte espiritual. Y es esta la que en verdad me inquieta, pues la otra es natural y hay que aceptarla, quiéralo o no.

La muerte espiritual, en la que viven la mayoría de los seres humanos, sí es realmente muerte, ya que es una muerte eterna, para siempre, por secula seculorum.

Esta muerte si es preocupante para mí, y me aterra hasta lo más profundo de mí ser.  Según el evangelio, Jesucristo es la vida, quiere decir que si estoy en Cristo, estoy vivo, pero si no estoy en El, estaré muerto.

La muerte espiritual es la separación del ser humano de Dios.

Hechos 9.26-28.  De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.

Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y lo aceptamos, pero la muerte también proviene como resultado del pecado, esta no puede ser para los hijos de Dios.

Romanos. 6.20-23. Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia. ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte. Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Desde este punto de vista, la muerte no es buena para el cristiano, ya que no lograría el objetivo de nuestro señor Jesucristo, que es la salvación eterna.

La muerte algo natural y biológica, necesaria para el cuerpo natural, ya que el cuerpo se deteriora, se envejece y se debilita, pero los hombres no mueren como simples animales, solo es una muerte física, no espiritual. La vida eterna no anula la muerte física, porque nuestro cuerpo deja de ser, y nuestro espíritu sigue viviendo en Cristo Jesús.

La muerte que proviene del pecado es la muerte espiritual, y va más allá de la muerte física.

Si fuésemos seres inmortales, entonces sí, la muerte física sería algo malo para la persona.

La muerte, como lo dice pablo, es algo que une al hombre con Dios.

Filipenses 1:19-26. Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación, conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada se conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Más si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros. Y confiado en esto, sé que quedaré, que aún permaneceré con todos vosotros, para vuestro provecho y gozo de la fe, para que abunde vuestra gloria de mí en Cristo Jesús por mi presencia otra vez entre vosotros.

Romanos 1.32. Quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.

Hebreos 2:14.  Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo.

Aunque la muerte es lo contrario a la vida, Jesucristo  vino para poner fin a la muerte, así derrotó a Satanás, y por medio de su muerte quitó nuestros pecados para darnos vida.

Jesucristo se ha valido de la muerte para librar a los hombres de ella. Murió a fin de que los hombres pudieran vivir. Jesucristo dice que los creyentes “duermen” en lugar de decir que “mueren”

1 Tesalonicenses 4:13-18 La venida del Señor.
Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.

Jesucristo cargó con el horror de la muerte, “en Cristo” la muerte no es más que un sueño.

Marcos 8:34-35 Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.
Lucas 9:23-24 Después les dijo a todos: Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz cada día y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía, la salvará.

 Mateo 10:37-39.  El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.  

La muerte es el destino, y nosotros caminamos hacia ella. Si nos “negamos a nosotros mismos”, y nos entregamos a la muerte, ya no podemos poner alguna esperanza en este mundo. Al  “tomar nuestra cruz y seguir a Jesucristo”,  le damos muerte a nuestra vida, a todo lo que nos interesaba, para vivir la vida de Cristo. Cuando nos casamos, le dimos muerte a la soltería, y pasamos a ser casados, a vivir para agradar a la pareja, al cónyuge.  

 Hoy día hay tantos santos de yeso, como de carne en nuestras iglesias, porque ninguno hemos querido sufrir la muerte, lo más que hacemos es oír predicaciones sobre su muerte.

Gálatas 5:24 Y los que son de Cristo Jesús, ya han crucificado la naturaleza del hombre pecador junto con sus pasiones y malos deseos.
Gálatas 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos
1 Pedro 2:24a Cristo mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, para que nosotros muramos al pecado y vivamos una vida de rectitud.

Los cristianos ya morimos en Cristo.

Colosenses 3:3-7 porque habéis muerto y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria. Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría. Por estas cosas la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.

Romanos 6:11-14 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus apetitos; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. El pecado no se enseñoreará de vosotros, pues no estáis bajo la Ley, sino bajo la gracia.

Romanos 7:4-6 Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la Ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de entre los muertos [Cristo], a fin de que llevemos fruto para Dios. Mientras vivíamos en la carne, las pasiones pecaminosas, estimuladas por la Ley, obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte. Pero ahora estamos libres de la Ley, por haber muerto para aquella a la que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.

Romanos 8:12-13 Así pues, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir según las inclinaciones de la naturaleza débil. Porque si viven ustedes conforme a tales inclinaciones, morirán; pero si por medio del Espíritu hacen ustedes morir esas inclinaciones, vivirán.
Solo nos falta vivir como muertos a nosotros, pero vivos en Jesucristo, señor nuestro.

La meta que deseamos lograr es la perfección absoluta, la vida verdadera, Jesucristo.

Eclesiastés 12:7 y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.

Estas frases nos llenan esperanza al pueblo de Dios, pues la muerte física nos permite una futura reunión con Jesucristo y otros justos que amaron y sirvieron a Dios aquí en la tierra.

Así también, estos términos dan temor al incrédulo porque luego de su muerte comenzará su tormento.

Lucas 16:23-24. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.

Uno no puede vivir mal y morir bien. Después de la muerte ya no hay oportunidad para el arrepentimiento o salvación, ya que los muertos no pueden alabar al señor.

Salmos 115:17 - Los muertos no pueden cantar alabanzas al SEÑOR porque han entrado en el silencio de la tumba.

Por lo tanto, mientras hay chance, decidamos conocer y obedecer la voluntad de Jesucristo.

Marcos 16:16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

Estamos a tiempo de arrepentirnos y obedecer el evangelio, una eternidad nos espera.

Jesucristo nos ama y bendice.

JoseFercho ZamPer 

domingo, 15 de mayo de 2016

Las religiones y el fariseismo.

El ser humano hoy, está atravesando por un particular sentimiento de naufragio, nihilismo, desesperanza o soledad, llamado  “postmodernismo”.

¿Cómo evolucionar en medio de las nuevas formas de espiritualidad marcadas con el sello del individualismo y el pragmatismo?

¿Cómo comprender esta plétora (Abundancia excesiva) de creencias y prácticas que se despliegan ante nuestros ojos, esa religiosidad flotante, “a la carta”, que se desarrolla dentro de nuestra sociedad?

¿sujetos a qué?  El hombre moderno, fragmentado, disociado, alienado, busca afanosamente un relato, un discurso de que agarrarse, que le de sentido a su existencia.

Mas del 20% de la población sufre depresión. Quizás los medicamentos antidepresivos no le estén trayendo paz a su alma. Aparentemente, la ciencia ha triunfado sobre las fronteras del alma logrando hacer desaparecer el dolor. 

Vemos a diario como, a cada persona “normal” que sufre los golpes de alguna penosa pérdida, abandono, desempleo, accidente, se le receta en cada caso la combinación necesaria de ansiolíticos o antidepresivos para sobrellevar su dolor. ¿Sobrellevar su dolor, o acallar su alma?

Son los mismos medicamentos para el cuerpo, los que recetan para el alma.

Vemos hoy día, un increíble auge de hechiceros, videntes, motivadores, que florecen como consecuencia de una concepción ocultista del cuerpo y del espíritu.

Hay quienes tienen estos métodos como su forma de confundir y recoger el fruto de tal confusión.

Cuando se mezclan tantas cosas al final no tenemos nada bueno. 

El mayor problema con todo esto es que cada uno es libre de pensar y creer en lo que le parezca más oportuno. Lo malo es que se aprovecha la manipulación psicológica.

La mayoría de las personas que han estado en terapias dicen haber sufrido abusos verbales por parte del “terapeuta”; se sintieron dañados por la experiencia; recibieron malos tratos; muchos han sufrido de depresión; otros han tenido relaciones sexuales con el “terapeuta”. 

La experiencia nos muestra que estos “terapeutas” terminan siendo verdaderos manipuladores ya que con su forma de actuar denotan un desconocimiento de la ética profesional, trasgrediendo los límites de la misma, hacen un mal uso de las técnicas psicoterapéuticas y llevan a cabo un manejo de la relación terapéutica en su beneficio personal, estos son los llamados “lava cerebros” pues desmantelan el aparato mental.

El deseo de cambiar al mundo está en el corazón del ser humano.

Mateo 23:23-36. 23 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.

24 !!Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello!
25 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia.
26 !!Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.
27 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.
28 Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
29 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos,
30 y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas.
31 Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas.
32 !!Vosotros también llenad la medida de vuestros padres!
33 !!Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?
34 Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad;
35 para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar.
36 De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.

Tanto ha trascendido este concepto que si buscamos la definición de “fariseo” en la RAE una de las definiciones que encontraremos es: “hombre hipócrita”. Craso error.

Los fariseos por lo tanto son vistos como un ejemplo, pero un ejemplo de cómo no se debe ser ni actuar. 

Existe siempre una gran masa aferrada a sus ancestrales costumbres y tradiciones.

Fariseo, del hebreo “perushim” que significa “los puros” o “separados”.

Los fariseos son los sucesores de los “hasidim” (devotos) que habían sido un grupo que surgió en Judea debido a la resistencia y oposición a toda influencia griega, ya que los judíos más ricos y educados y los que se encontraban en las afueras de Israel tenían una tendencia a asimilar la cultura griega. 

porque en su afán de cumplir la ley y tradiciones, se olvidaron del amor y del propósito mismo de la ley, la hipocresía crece en el corazón de la persona.

Es debido a esta realidad que muchos cuestionan la existencia de Dios, pero Dios está ahí. Él es el Creador y Benefactor de todos, pero para muchos, Dios está muy lejos. 

Sólo para aquellos que creen en Jesucristo, las bendiciones de Dios vendrán sobre ellos.

En muchos casos el “hombre de Dios” ha reemplazado al brujo. Se cree que de el emana un poder misterioso que le permite romper las maldiciones impenetrables, que nosotros los mortales no podemos penetrar. Así que, cuando las bendiciones no están fluyendo en nuestro camino a pesar de nuestras oraciones, vamos a ellos en busca de ayuda. Esto explica el porqué las multitudes no están buscando el perdón de Dios. Ellos quieren que el “hombre de Dios” ore por ellos para recibir bendición.

Esto también explica el dominio que "hombres de Dios" tienen en la mente de sus devotos en estos círculos. En el evangelio los "hombres de Dios", fueron principalmente los predicadores de la palabra de Dios, pero en el nuevo entorno son principalmente los sacerdotes que entran en los santuarios interiores para hacer caer bendiciones sobre las personas.

Esto también explica por qué la respuesta a casi cualquier problema que usted lleva a estos "hombres de Dios" es "la liberación". Dios quiere bendecirte, pero hay que romper estos niveles inexpugnables antes de que esas bendiciones puedan llegar a usted. Las oraciones de los "hombres de Dios" le traerá la liberación, porque en la reunión de oración durante la noche o en la colina el traerá un gran avance. 

Esto también explica por qué la oración es, literalmente, una pelea. De hecho, las personas que oran son llamados "guerreros de oración". A pesar de que empiezan por dirigirse a Dios, en los primeros segundos se desvían de Dios y comienzan a luchar contra los espíritus en estos niveles impenetrables con sus manos desnudas. El lenguaje es casi siempre: "¡Atamos todo espíritu inmundo, en el nombre de Jesús! ¡Desatamos el Espíritu que rompe el yugo en el nombre de Jesús!"

Los "guerreros de oración" gritan dando voces y cantan el nombre de Jesús. Ellos sudan, mientras dan la batalla valiente con estos espíritus, esforzándo cada músculo de su ser hasta que prevalecen (eso creen). Es entonces cuando llegan hasta Dios y sus bendiciones empiezan a fluir. Esto no es nada más que una cosmovisión religiosa tradicional africana rociada con una fina capa de cristianismo.

Observe también cómo la enseñanza de la palabra no es el eje central de la predicación, sobreviven con unos pocos, y muy trillados versículos: "Por su llaga fuimos nosotros curados", "Somos cabeza, no cola, merecemos lo mejor, somos hijos del rey, etc".

Se busca que la gente caiga bajo algún trance, de manera embrujada, están manteniendo una influencia sobre la mente popular.¡ A la gente les encanta y están pagando por ello! Los "hombres de Dios" se están convirtiendo en extraordinariamente ricos mientras las multitudes sigan viniendo.

Esto No Es Cristianismo

Siendo algo tan obvio, tan notorio, por qué no estamos advirtiendo a los cristianos. Por el amor al dinero, a la fama, hemos permitido que el paganismo entre en la iglesia por la puerta de atrás. Se ha echado fuera su palabra, la verdad, por eso las iglesias bajo esta bandera no son nada cristianos. 

Esto es muy triste, están llenando iglesias pero no los llevan al cielo. 

Hemos perdido la fe cristiana, mientras mantenemos la Biblia bajo el brazo,  y usamos tal cual cita. 

La Biblia no enseña un Dios que está lejos de nosotros, menos que necesitemos hombres poderosos para que nos repartan dones ni unción. La Biblia enseña a un Dios que está cerca de nosotros. La única barrera entre Dios y nosotros es nuestro pecado, y Jesús se ha ocupado de el, por su muerte en la cruz.

Cuando oramos, estamos ante el trono de la gracia divina, hablando directamente con Dios. No necesitamos hacer frente a los demonios y espíritus ancestrales para acercarnos a él. 

No necesitamos cantar y saltar como brujos alrededor del fuego bajo la luz de la luna de medianoche. Dios es nuestro Padre celestial. Sólo nuestro pecado puede obstaculizar nuestras oraciones.

Por último, no necesitamos "hombres de Dios" para imponer las manos sobre nosotros todos los domingos, o en las reuniones de oración, para que podamos conocer las bendiciones de Dios. Hay  un solo mediador entre Dios y nosotros es Jesucristo. 

Juan 17:17-19. Santifícalos en la Verdad: tu Palabra es Verdad, Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.

Esto fue hacia el final del ministerio de nuestro Señor Jesucristo. Él está en vísperas de ser crucificado, y así Él está terminando con verdades que Él ha estado enseñando durante un largo período. Él está tratando de convencer a sus discípulos sobre cómo se debe vivir, especialmente a la luz de su ausencia. Y luego, cuando se trata de esta oración, Él deliberadamente ora en los oídos de sus discípulos para que ellos puedan quedarse con algo de lo que está en el centro de su propio corazón. Y es esta: Su Palabra, la Palabra de Dios, debe permanecer salvando y santificando Su pueblo. Y Él lo pone en Su oración al Padre que esto es lo que Él desea.

Hoy se han convertido en la dieta habitual de las iglesias: la salud y las riquezas, esto se ha convertido en el alimento básico de muchos del pueblo de Dios.

Indudablemente, esto ha sido montado por la Caja de Pandora que ha sido abierta.

Por ejemplo, la palabra "avance", lo que realmente está diciendo al hombre común de donde yo vengo es: “"Si usted está luchando en su matrimonio, o luchan para concebir, o luchan por mantener un trabajo, o lucha por ser promovido en el trabajo, lucha incluso con la mala salud – lo que sea con lo que está luchando y a pesar de sus oraciones, nada parece estar sucediendo, es porque entre usted y Dios hay otras capas que necesitan ser tratadas. Una de estas capas es la de los ángeles y los demonios. La otra capa es la de los espíritus ancestrales. Hasta que esas capas no sean atravesadas, usted no conseguirá lo que quiere.”

No dudamos de la existencia de Dios, sino que para nosotros Él es un Dios lejano. Él es un Dios que tiene estas capas en el medio. Y hasta que nos ocupamos de ellas, no nos va a escuchar o actuar en favor nuestro. 

Ahora nos damos cuenta de que eso no es lo que enseña la Biblia. Y sin embargo, esa es la enseñanza que se ha adquirido. Se está usando básicamente el mismo lenguaje que ya ha estado allí desde hace siglos, pero ahora dando una fina capa de versículos de la Biblia. 

Usted puede entender que si los hombres y las mujeres se apresuran en multitud a la guarida del hechicero, se apresuran en multitud a estas llamadas iglesias. Porque, en definitiva, es el mismo “juego de poder” que están buscando.

Y la única razón por la que no somos cristianos bendecidos, es porque la Palabra de Dios ya no juega el papel de gobernar nuestro pensamiento y nuestra práctica.

“Las iglesias están llenas, ¡Hay avivamiento allí!” múltiples servicios, iglesias multiplicándose, pero yo quiero decir esta noche que no es buena noticia. Son malas noticias. Y su mala noticia sobre todo debido a este mismo texto que vimos antes. Jesús es Dios. Él es todopoderoso. Él es el único que puede sacar nuestros corazones de piedra y concedernos corazones de carne. Y por medio de su Espíritu nos llevará de un grado de gloria a otro. Y sin embargo, es este mismo Jesús, que ahora se dirige al Padre, y dice: “Santifícalos, apártalos, hazlos santos a través de la verdad! es Tu Palabra es Verdad! "

Cuando Jesús habla de la santificación en la verdad, y tu palabra es la verdad, es obvio que tiene también en cuenta el hecho de que somos salvos a través de esta misma verdad. Esa Palabra de Dios, predicada, es lo que va a ser usado por el Espíritu Santo para dar vida a los muertos.  

Usted no puede tener vida espiritual cuando este libro está cerrado. Lo que tiene son buenos mensajes, no somos la cola, sino la cabeza. La gente no sabe de donde vino eso. No aprecian el contexto de esa frase. Simplemente lo toman aquí y repiten "Amén" y "Aleluyas!" En todas partes.

Ahora las prédicas son unos 20 minutos de motivación, y cuando eso se acaba, dicen: si tienes problemas, Ven a Jesús. Y venir a Jesús, significa pasar al frente, y luego el “hombre de Dios” le ayudará a obtenerlo. El resultado es este: las iglesias están llenas de lobos con  piel de oveja.

Cuando hago la pregunta si son cristianos dicen que sí, le pregunto cómo sucedió, me dicen algo como esto: “Mi matrimonio se vino abajo. Mi marido me ha abandonado. Un amigo me dijo que ese predicador o ese profeta o apóstol que él tiene poderosas oraciones. Y así empecé a ir a esa iglesia. Y cuando hablé con él me invitó a la reunión de oración durante la noche. Y oró y oró y oró. Un día, mi marido se presentó, se disculpó por lo que había pasado, y ahora van a la iglesia.¡Alabado sea el Señor!.”

Eso supone que es la salvación. El ofensor de Dios ausente. La sangre redentora de Cristo: ausente. La nota de arrepentimiento, fe, confianza en su obra completa: ausente! Pero la afirmación es: “Ahora soy un cristiano.”

La reverencia por Dios nace de un corazón transformado por el Espíritu, y el Espíritu no está divorciado de la Palabra.

Me alegro de ver que hay hermanos que crecen, pero sigue siendo en gran medida un hilito de agua.

Tenemos que orar y hacer todo lo posible, para regresar al cristianismo de la Palabra de Dios.


Jesucristo te ama y te bendice

JoseFercho ZamPer

El cambio es ahora.

El éxito consiste en hacer cada día aquello que amamos, con la misma energía e ilusión. Nuestro ánimo para el cambio debe estar alto en to...