viernes, 31 de enero de 2020

Perdido en la Selva




La cueva estaba oscura y muy lejos del casco urbano. Tenía varios pasadizos profundos donde cualquier experto se puede perder.

Muchos vivimos en una flagrante dualidad como hombre moderno, tratando de representar una naturaleza audaz, de fuerte a sensible, de seguro a relajado.

Pretendiendo mostrar rasgos opuestos con confianza y sencillez, nos mostramos más como una fragancia de olores variados, que inspiran más debilidad de carácter, que equilibrio emocional.

En la infancia es cuando se manifiesta más ciego el anhelo de acechar, perseguir y matar,

Una tarde Leovigildo salió a dar una vuelta por la finca, pasadas unas horas, al mirar la incomparable vista que se apreciaba desde allí, abrió tanto los ojos que, metió la pata.

Leovigildo salió volando al vacío dando inútiles manotazos y patadas. Al caer descansó unos minutos porque se había quedado sin fuerzas.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por unos ruidos que lo preocuparon mucho.

“No me fío de nada, todo se ve extraño aquí, no quiero ser sorprendido”.

El aullido de una jauría muy cerca de casa, durante largo rato me preocupó, pero logré contenerme. Pensaba en mi hija, una niña, y mi mujer. Y comprendí el valor de una vida ajena, cuando lloré su pérdida en mis pensamientos.

El «hombre», es para los habitantes de la selva un terrible peligro.

Me han hecho prisionero en vez de matarme, pensé.

Salí a explorar el terreno por temor a las fieras, iba a ser una noche de tormentos…

Perdido y con miedo en medio de la selva, vaya situación.  

Cuando la paz triunfe sobre la guerra, “la vida será buena, habrá sosiego y las cosas tendrán su valor”.

Vivía con mi madre y cultivaba café, yuca, fríjol y otros productos que allí se daban. Pero sin más remedio, tuve que irme para el pueblo en busca de trabajo, donde la situación era muy distinta a la del campo.

Se que la ganancia más grande es la tranquilidad, pero la violencia hiere y mata, atemoriza y desplaza.

En el filo de la montaña, le pregunté a Dios si podía lanzarme al vacío sin que me pasara nada, esperé respuesta por varias horas hasta que me quedé dormido.

Por la importancia de la misión, opté por continuar mi camino cuesta abajo.

Por pura necesidad económica pisé tierra maldita, y me quedé atrapado allí.

La vida parece apacible, pero no me da ganas de quedarme quieto. “Más vale entrar al reino de los cielos tuerto, manco, cojo o mocho, que entrar completo al infierno”. Me dije.

Es difícil no convertir la rabia en ríos de sangre, pues en el camino uno pierde la orientación y se pierde en la selva del odio y el olvido.

Algo me ocurre, me dije.

- No me vengas con esas ideas. Estas en una crisis espiritual.

- El pueblo está a uno 15 kilómetros de aquí, como a cinco horas a pie, pero teniendo ambod pies buenos. Respondí.

- No puedes seguir atragantado con tu situación, tienes que dejarlo salir, será mucho mejor si lo gritas ahora. Da un gran salto, hombre.
¿Qué sucede contigo?

- No veo nada en toda esta selva. Respondí.
No puedo moverme, creo que pisé una mina.
¡Dios mío¡, tienes que calmarte, me dije.
¡No puedo moverme, estoy paralizado de miedo!

- Concéntrate, e ignora el asunto. Escuché.

- Oh ¡Cielos! ¡me quedaré sin piernas!
Estoy de pie sobre un explosivo, no entiendo esta situación.
Me quedaré quieto, no me moveré.
¡Este es un campo minado! ¡qué mierda!
Pero ¿Quién puso estas minas aquí?
Oh, Dios mío, no puedo quedarme aquí atrapado por siempre.

- ¿Por qué atrapado?

- Gracias Dios, sé que tú me entiendes.

- Muy bien, ahora relájate y mira para tus adentros.
 ¿Por qué estás aquí y no en casa con tu familia?

- ¿Estás bromeando?
¡Mi pie está sobre una mina! Y tú con esas preguntas. 
 ¿Estoy muerto? O, ¿porque hablo contigo?

-  No te preocupes, y encuentra tu paz ahora.

- Mi siguiente paso será el último. por favor, toma mi mano y sácame de aquí.
Espera. ¿A dónde vas? ¿por qué te vas? No me dejes solo.
Estoy sobre una mina y no sé qué hacer.

- Necesitas avanzar.

- No puedo moverme. ¿cómo voy a avanzar?
 Vamos, por favor, mírame, no me dejes aquí jodido, carajo.
 Espera, por favor, no, no quise gritarte. Solo quiero que me acompañes hasta que dé mi último paso. Esto será nuestro secreto, tú me protegerás de todo mal, mi querido amigo.

- No te tortures, sé, qué debo que hacer, ¿de acuerdo?
Así que vas a vencer tus propios demonios, como todo valiente guerrero.
Pero no te tardes mucho, gana esta tu guerra y vuelve victorioso, que yo estaré aquí esperándote. Todo va a estar bien. ¿OK?

- Mira, viejo, no estoy de humor para tus bromas.
¿Cómo voy a vencer mis demonios sin tu ayuda?

- Acuérdate de tu hija, y de tu esposa, ellas te darán fuerzas.
 Eres un hombre muy suertudo. ¿no quieres ser un hombre libre?

- Está anocheciendo en esta selva, y los animales vendrán a comerme.
¿Eso es ser un hombre suertudo? Amigo.

- Por qué pusiste el pie sobre esa mina?
¿No sabías que había minas aquí cuando te viniste? 

- A diferencia de usted, yo no sé dónde están las minas.
Solo tú conoces el camino correcto.
Si camino en línea recta, o zigzagueando tarde o temprano, seguro que, piso una mina.

- Sé cuál es tu problema. Tienes miedo.

- Solo sé que quiero ir a casa, con mi familia.
Pero, parece que aquí se acaba mi camino. Creo que este es mi último paso en falso.

- Cada paso puede ser el último. ¿Por qué hoy va a ser diferente?

- Aunque yo sea un hombre suertudo, no sé si salga de esta.

- Eso es solo carreta filosófica, ¿te molestaría concentrarte en enfrentar tus miedos, ahora? O acaso crees tener mucho tiempo para perder.
¿Por qué viniste a esta misión, no sabías que era una misión suicida?

- Estaba perdido en el desierto de mis dudas. Y no sabía que hacer, solo que tenía que trabajar para ganar algo más.

- ¿Por qué peleas guerras ajenas? A cambio de enfrentar las tuyas.

- En realidad no soy ningún soldado. Solo un charlatán.

- Pues, sé un hombre libre y avanza. Porque el camino equivocado no te llevará a casa. Tú fuiste quien se marchó de casa.

- ¿Qué más podía hacer? ¿Como iba a cuidar de ella cuando enfermó? ¿Por qué no me dejas solo? Así podré morir sin más.

- Tú solo desapareces por meses de mi presencia, ¿y ahora quieres solo tener una charla? Entonces, hablemos. Es la oportunidad perfecta.

- ¿Qué quieres que diga? No me atrevo ni a pronunciar tu nombre.

- ¿Con quién estás bravo, mi amigo?
Nos vamos a casa. ¿O crees que ellas te van a esperar para siempre?

- No creo poder ir a ninguna parte hasta no salir de esta. ¿Me entiendes?
O es que esto es solo mi imaginación.

- Es verdad, solo es tu imaginación, nunca tuviste el valor de hablarme de frente, de tus problemas, de todo eso que te destruye por dentro. Apresúrate, ya no te queda tiempo.

- Ok, seré honesto contigo.
Si me sacas de esta, Juro luchar por mi vida y mi familia. Se que lo eché todo a perder, como siempre. Porque rompí nuestro trato. No debí haberme marchado.
Pero ahora estoy aquí, y no puedo escapar sin tu ayuda.
Quiero ser un hombre libre, y ya no puedo hacer nada.
Pero creo que, mi vida con solo una pierna puede seguir siendo buena. ¿me entiendes?

- Creo que ahora estás viendo la diferencia.
Un hombre libre siempre tiene que avanzar, aunque eso te asuste.
¿Sabes cómo no tener miedo? - Debes ser un hombre libre.

- No te vayas, por favor no me dejes. Realmente tengo problemas.

- Lo sé, deberías intentar relajarte.

- Lo siento Señor, solo intentaba ser valiente.  
Sabes, te respeto demasiado, y siempre creí que no podía hablar contigo así, de frente y en confianza. Solo intento conseguir el pan diario para los míos.
Yo creía que tu me habías abandonado, que te habías alejado de mí, pero ahora puedo ver que fui yo quien lo hizo.

- Quizás deberías intentarlo otra vez. Eso te podría ayudar.
Solo eres un niño asustado, a tu edad ya deberías ser un hombre.

- Bien Señor, siéntate un rato conmigo, la noche esta para que hablemos, y me enseñes a hacerlo bien.

- Entonces hagamos que sea una noche genial. ¿Tienes algo que decir? Te escucho.

 - Ya no puedo más. Necesito concentrarme, esto es demasiado para un hombre temeroso y cansado.

 - Tienes que avanzar. Mírame, aquí estoy. Ven, da un paso en firme. Avanza.

- Creo que estoy muerto, o, ¿porque estoy hablando contigo? Mantenme con vida, por favor. Y déjame ir a casa.

- Tienes que avanzar. Vamos, hijo. Aquí estoy. Tienes que avanzar.

- Está bien Señor, lo haré. Avanzaré un paso a la vez. Aunque no vea nada, lo haré. Te creo, lo haré. Avanzaré hacia ti, una vez más.

- Esa es la actitud hijo mío, ni un paso atrás, siempre adelante. Que yo estoy contigo siempre. Tú solo cree, y avanza con fe.
Aunque las risas y las bromas se pierdan por el camino y no las vuelvas a encontrar, yo siempre estaré conmigo.

- Sé que la vida me ha cambiado, que la edad ha pasado y ha dejado sus estragos.
 Yo te miraba a los ojos con pena, pero, la vida ha sido justa conmigo.

Qué corta ha sido la vida, me alegro de volver a mi tierra, y a mi familia, donde nunca más me he de sentir solo.

 "Eso sí, nunca más volveré a esa vida".


JoseFercho ZamPer

martes, 28 de enero de 2020

La comunidad.



La Comunidad perfecta no existe

He decidido llamar al apóstol Pablo para que me aconseje sobre, en qué comunidad me debo congregar.

Estoy decepcionado por muchas cosas que no me gustan de mi comunidad, y ando buscando otra comunidad mejor ¡Me gustaría tener información sobre algunas comunidades!

- Estoy pensando asistir a la comunidad de Corinto, ¿Qué tal ahí?

- Mira, en la comunidad de Corinto hay (1Corintios1:12): celos, contiendas y disensiones (1 Cor 3: 3), son inmorales, fornicarios (1 Cor 5:1) y cuando tienen peleas van hasta los tribunales (1 Cor 6:1).

- ¡Ah no, mejor ahí no voy!

¿Y qué tal la comunidad de Éfeso?

- Fue una comunidad de (Hechos 19,20), pero últimamente hay muchas personas sin amor en la iglesia. (Apoc 2: 4)

- ¿Sin amor? Allá ni loco voy.
Creo que mejor voy a ir a Tesalónica.

- En Tesalónica hay algunos que caminan desordenadamente y no les gusta trabajar y se entrometen en lo ajeno. (2 Tes 3:11)

- increíble, que difícil es eso, y ¿Sí voy a la comunidad de Filipos?

- Filipos sería una buena opción sino fuera por esas dos hermanas que nunca se ponen de acuerdo en nada, siempre discutiendo (Fil 4: 2)

- Ah, no yo para nada voy ahí. Entonces creo que me mudaré a Colosas y buscaré a Dios allí.

- Mira, los colosenses tienen un problema que es doctrinal, hay herejes que quieren menospreciar a la persona del Mesías, la cosa está un despelote ahí que también están haciendo cultos a los ángeles (Col 2:18)

- Todo mal entonces ¿Y qué pasa si voy a Galacia?

- En Gálatas hay creyentes que se muerden y se devoran unos a otros, casi casi se están por convertir en perros (Gal 5:15) y también hay quienes satisfacen los deseos de la carne (Gal 5:16)

- Realmente la situación es difícil. Ya que también antes de hablar contigo me puse en contacto con el Apóstol Juan porque pensé primero asistir en Tiatira, pero me dijo que Tiatira es una comunidad muy tolerante, han tolerado una mujer que dice ser profetisa, y enseña a la prostitución y comer sacrificios a ídolos (Apoc 2:20) y ahí ni loco voy.

Luego pensé ir a Laodicea, pero el Apóstol Juan me dijo que allí son tibios (Apoc 3:16) y yo no quiero que Dios me vomite.

Después pensé ir a Pérgamo, pero otra vez el Apóstol Juan me dijo que hay algunas doctrinas extrañas como la de Balaam. (Apoc 2:14) y de los nicolaítas (Apoc 2:15).

Sabes Apóstol Pablo, ya pensé ir a la comunidad en Jerusalén ya que de ahí es nuestro Salvador, pero aun ahora ahí están llenos de murmuraciones y chismes (Hechos 6:1) y muchos creyentes dobles cara, hasta matrimonios que se ponen de acuerdo para engañar al presbítero, (Hechos 5).

¿Es cierto todo esto Apóstol Pablo?

- Así mismo es.

- ¿Y que puedo hacer Pablo?

- Es simple, las comunidades desde el punto de vista humano son imperfectas, pero recuerda que es Dios quien sostiene a su Iglesia.

¿Has olvidado lo que le escribí a los efesios? "A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha." (Efesios 5:27)

Pronto seremos la iglesia perfecta, la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos. (hebreos 12:23)

Entonces, te doy un consejo muy importante: No busques una comunidad perfecta, más bien tienes que estar en la única Iglesia que Cristo fundó, con sus defectos y virtudes, pues no somos seguidores de hombres, sino de Cristo, y aunque haya hermanos que den mal testimonio, no es motivo para salirse de ella o cambiar de comunidad, pues es Cristo quien la sostiene, porque si fuera por nosotros los humanos, ya hubiéramos acabado con las comunidades.

Debes dar todo de ti en tu comunidad, que no te desanimen los problemas que haya, debes alentar a tus hermanos para resolver esos problemas.

No hay comunidad perfecta, pues somos seres humanos con defectos y virtudes, pero de lo que sí estamos seguros es que esta es la Iglesia que fundó Jesús y el nunca nos abandonará.

Cristo dijo que estaría con su Iglesia "todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28,20) y que el Espíritu Santo la guiaría a toda verdad (Juan 16,13) y estaría siempre con ella (Juan 14,16). Y además que "Las fuerzas del mal no la podrían vencer" (Mt 16,18).

- ¡Ok, Pablo! No me cambiaré de comunidad por problemas de otros. Trabajaré con más ahínco, con más amor y misericordia hacia nuestros hermanos. Entiendo que mientras estemos aquí en la tierra no habrá una comunidad perfecta.

Desecharé lo malo y haré mi mejor esfuerzo por perseverar, viviendo una auténtica vida cristiana. ¡, me sirven de mucho tus consejos y sugerencias!

Recuerda esto mi amigo...

Si el diablo te saca de una comunidad por el error de un hermano, cuando vayas a otra hará lo mismo, hasta que llegues a no ir más y ahí, perdiste la batalla.

Busca a Cristo y aférrate a Él, porque no hay ni un pretexto para abandonar la barca.

Aquí en la tierra no hay perfección, solo en el cielo.

San Pablo, aquel que perseguía a los primeros cristianos, fue tirado del caballo de la persecución y se le abrieron los ojos a la verdad.

Hermano, vive y después cuenta tú historia.

Muchas gracias por todo Pablo.

Jesucristo te ama y te bendice.

JoseFercho ZamPer

miércoles, 22 de enero de 2020

Marionetas.




Si por un instante olvidara que soy marioneta del mundo, posiblemente pensaría todo lo que digo, no solo repetiría lo que otros piensan. Les daría valor a las personas, no por lo que tienen, sino por lo que son; “Personas”.



Seguramente soñaría más, pero con los ojos abiertos, entiendo que la vida necesita más y más personas capaces de servir, de amar y trabajar por el bien de todos, y no solo por el propio. Escucharía cuando los demás hablan y hablaría menos y con más amor.  



Si por un instante…, disfrutaría de tu buena compañía, sería más sencillo, dejaría al descubierto, no solo mi cuerpo, sino mi alma, mi corazón y mi espíritu a Dios y a ti.



Escribiría mucho más sobre el amor que siento por ti, más sobre la esperanza que tengo muy, pero muy adentro de mi ser, de que el bien y los buenos somos más, pero, además, de que somos capaces de demostrarlo con hechos.



Me olvidaría del odio que siento por los malos, por los que me han ofendido, y esperaría a que amanezca para comenzar cada día, todo lo que he dejado iniciado y sin terminar; hasta lograrlo.



Escribiría más y más poemas de amor, donde con palabras te pueda demostrar cuanto te amo, te daría muchas más serenatas amorosas junto a la luna. Cultivaría las rosas que tanto te gustan, aunque me espine las manos.



Si por un instante…, No solo viviría enamorado del amor, sino que, mostraría mi amor por ti y por cada uno a quienes amo, para demostrar que el amor no tiene edad ni pasa de moda; y que solo se deja de vivir cuando se deja de amar.



Tantas cosas aprendidas, pero sin vivirlas, tantas, pero tantas cosas que se olvidan al rato, que realmente no sirven porque si solo se guardan en la maleta, allí se quedarán improductivas.



Es hora de salir por el hermano, de abrazar y besar a quienes amas, de perdonar a quienes te han herido, de dejar de creer todo lo que te dicen en la tv, en la radio, y mucho menos en las redes sociales.



Seguramente todos somos marionetas del mundo y de los malos, pero, lamentarse no es la solución. Es hora de despertar y liberarnos de las ataduras, las amarras o los lastres que nos tienen jodidos en esta vida.



Es hora de quitarnos el yugo de la nuca, ese que nos mantiene comiendo mierda de la mano de quienes nos esclavizan.



Dejemos de ser “cristianos secretos”, “buenas personas” con buenos pensamientos e ideas geniales, pero sin ninguna fuerza ni sabiduría para expresarlos y demostrarlo. 



Dejemos tantas oraciones y buenos deseos por los demas, sin acompañarlas de buenas obras, que esas oraciones por sí solas no pueden dar resultados en los demas.



Dios necesita pies y manos que trabajen y liberen a los caídos en esclavitud del pecado y del mundo.



Muchos actuamos como marionetas frente a las redes sociales, damos “me gusta” a todo aquello que parece bonito, pero nunca decimos nada al respecto. Aunque muchos merezcan la pena de un buen y halagador comentario.



Solo ignoramos lo que nos dicen sin decirlo, esperando que nos lo digan de frente, cuando la gran mayoría de las personas no hemos aprendido a ser directos ni honestos.



Infortunadamente muchos no percibimos lo que otros perciben de los nuestros, ni valoramos lo que otros valoran de ellos; en la pareja, en los hijos, en los familiares y amigos.



¿Porqué? Porque estamos tan acostumbrados a verlos y los creemos ya seguros con nosotros, que no hacemos nada por conquistarlos, por valorarlos; pensando que ellos nos deben lo que son. Cuando hay muchos, y bien malosos, que quieren conquistarlos para llevárselos a formar parte de sus legiones de marionetas.



Antes solo hacíamos nuestro trabajo y nos íbamos a casa y ya, todo listo. Incluso nos esforzábamos por no perder lo que creíamos nuestro. Pero ahora, las cosas han cambiado tanto que, casi nada es suficiente para estar bien con los demas, menos con nosotros mismos.



Ser actor principal exige demasiado, no solo en el escenario, sino también en los callejones solitarios, donde nadie te ve, porque, dedíquese a lo que se dedique, siempre necesitarás valores; honestidad, pasión, fe y todo aquello que te dé seguridad para la vida; aunque muchos te digan lo contrario.



No dejes que te arranquen la esperanza que mantienes de “Ser”, por mucho que el oficio te mantenga doblegado en cuatro patas.



El trabajo nunca tiene un horario laboral, pero no te dejes esclavizar por él, pues siempre habrá mucho por hacer, y eso te roba tu propia vida. Sé libre, tómate tu tiempo para ser feliz, para descansar, y sobre toto, para dedicarle tiempo a los tuyos y a ti mismo.



Hay muchas cosas insoportables en esta vida, que nos hacen sentir mal y producen inseguridad como lo son; los prejuicios, las críticas o el enjuiciamiento; esas miradas de comodidad lanzadas desde el sueldo seguro a fin de mes. Las sentencias hipócritas de personas que señalan con el dedo, aunque ellos estén en peores condiciones que las nuestras.



Y no es que me sea indiferente de dónde proviene el sudor con el que uno se gana el pan, que si el de su frente, o de el del frente, o quizás procede de partes más bajas.



Muchos dicen que uno no deja de ser quien es, pero yo aprendí que sí puedo cambiar lo que soy, aun mucho más puedo cambiar, mi manera de vivir.



Después de todo, hemos sido rechazados por muchas personas en este mundo, pero tal vez ahora haya alguien que se interesa por ti.



Si tu no crees lo que dices, no deberías decirlo públicamente, por lo tanto, no deberíamos juzgar a otros por lo que están diciendo.



Dios mío, si tuviera una vida propia, cuanto más haría por aquellas marionetas que aun penden de la mano del mundo y de los que las manipulan.



Piensa y medita en todo esto, pero principalmente, libérate de la manera de pensar, que sea la tuya, no la de los demás.



Jesucristo te ama y t bendice.



JoseFercho ZamPer.

sábado, 11 de enero de 2020

Viviendo el presente.



Sí no puedo cambiar el pasado, ¿por qué vivir en él?

Aunque nos cueste liberarnos de los recuerdos, y  parezca no poder escapar de ellos, hay que ser sinceros y aceptar que nos hacen daño. Muchos intentan no pensar en ellos, pero nos afecta la vida siempre.

Aparentemente el pasado está detrás nuestro, más la verdad es qué está frente a nosotros, lo estamos mirando a cada instante, y eso es mucho más que dolor; muy importante es no ser consumidos por ellos.

Creo que lo que más nos hace vivir en el pasado es la falta de perdón, pero el solo arrepentirnos no suele ser suficiente. Arrepentirse de los pecados y pedirle perdón a Dios, es el comienzo de la libertad, pero es necesario hacer algo más.

Nuestro pasado nos da una idea de lo que podría venir para nosotros, pero con toda sinceridad, estamos destinados a un futuro mejor, o podemos seguir siendo engañados por el enemigo quien nos dice que “loro viejo no aprende a hablar”, o que: "el que no aprende de la historia se ve obligado a repetirla".

El pasado es como cuando solo se tiene un libro que uno lee, y sigue leyendo hasta que no adquiera otro, pero, yo soy quien lo escribe.

Y ¿Qué hago?
Lo mejor es mirar más de cerca todo aquello que nos afecta, nos duele o nos incomoda de nosotros mismos, o en los demas, Dios está presente en tu corazón y El conoce todo lo pasado, presente y futuro de cada hijo; mira cada asunto que te afecta y perdona, pida perdón, y entrégalo a Jesucristo, para que ya no vivas allí. Simplemente, ahora, ¡PUEDES VIVIR!

Debo tener presente que Dios ha perdonado todos mis pecados y se ha olvidado de ellos, yo también debería hacerlo.

Satanás podría estar distrayéndote, mantente firme en quien has creído. Es muy importante permanecer fiel y firme a la Palabra de Jesucristo, ya que, “el diablo trabaja horas extras”. El diablo está en los detalles.

Jesucristo te ama y te bendice.

JoseFercho ZamPer.


Sobre lo que crees.

Lo que se puede saber de la biblia se remonta a miles de años atrás. Jesucristo es el personaje central de la historia bíblica, su vida y ...