sábado, 23 de mayo de 2020

Mi búsqueda de Jesucristo.


Existe una necesidad urgente de conocer al mesías, a Jesucristo. Quien es el verdadero origen de la fe cristiana.

Que Dios nos ayude a encontrarlo de una manera genuina.

Es necesario entender nuestro propio legado, ¿de dónde venimos?, para entendernos a nosotros mismos; desde el punto de vista de la fe, saber ¿Quiénes somos?

Jeremías 6:16 Así dice el SEÑOR: Paraos en los caminos y mirad, y preguntad por los senderos antiguos cuál es el buen camino, y andad por él; y hallaréis descanso para vuestras almas.

“El camino es más sabio que el hombre.” Dicho árabe.

Los fundamentos de la fe cristiana se basan en el mensaje sencillo de la “Palabra de Dios” sin que se requieran sus expositores.

La Biblia nos habla de lo sencillo que es vivir la vida, pero esta sencillez sólo se alcanza por medio de la fe.

Para la mayoría, esto es todo un misterio, ‘el misterio del evangelio,’ ‘el misterio de Dios,’ e incluso ‘el misterio de la fe, ‘el misterio de Cristo.’

Pero este misterio está en las profecías del Antiguo Testamento, como en el nuevo; Pedro dice que: “la profecía en ningún caso es de interpretación personal”. 

1 Pedro 1:19-21. Tenemos también la palabra profética más permanente, la cual hacéis bien de estar atentos como una antorcha que alumbra en lugar oscuro hasta que el día esclarezca, y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones: 20 Entendiendo primero esto, ninguna profecía de la Escritura es asunto de interpretación personal; 21 Porque la profecía no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.

En nuestro esfuerzo por conocer a Jesucristo, nos veremos obligados a cruzar el amplio camino del desierto, de la duda, del aburrimiento, de la historia bíblica, del tiempo y del destiempo, etc., hasta la muerte del yo, de nuestros propios conocimientos e interpretaciones. 

Será necesario que nos manejemos con cuidado, los razonamientos son solo un estorbo para avanzar, sin embargo, nuestra fe solo debe estar en Jesucristo. Todo un reto que debemos enfrentar juntos.

Los frutos de este trabajo práctico, solo se verá cuando nuestra teología no sea de meros aficionados, (teología: estudio de la naturaleza de Dios y sus atributos, conocimiento que tiene el ser humano sobre la divinidad.) Dios ha dejado su huella en la creación.

Un hombre fue el primero en saltar al Mar Rojo cuando los israelitas cruzaron por orden de Moisés—luego lo siguieron los demas. 

Siempre habrá una primera vez, y alguien que lo haga primero. Demos nuestro salto de fe hacia ese lugar desconocido. 

Esto puede ser una aventura hacia el foso de los leones, o hacia el horno de fuego de los incrédulos. Pero debemos estar preparados para la guerra espiritual que se nos ha de venir encima, como carbones encendidos sobre nuestra cabeza, sin embargo, procuraremos que la erupción no sea tan desconcertante.

Debemos ser amables y afectuosos con quienes nos lanzan dardos encendidos, en tanto estamos buscando a Dios; podremos ayudar a prender el fuego en casa de nuestro enemigo, ser generosos y amontonarle muchos carbones encendidos en su fogón, de manera que podrá cocinar pan y calentarse.

San Pablo dice: “Si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.”
E ahí, debemos agradar a Dios, quien es el mandamiento. 

En la actualidad la iglesia pasa por una crisis severa de fe, y la única manera de sanear la situación es mediante la adopción de una postura firme en Jesucristo.

Por lo general pesamos muy cuidadosamente lo que hemos de decir para no decir lo que pensamos. De tal manera evadimos enfrentar nuestros propios demonios delante de los demás.

Nuestras discusiones se han basado en temas tan rebuscados que carecen de toda aplicación en la vida cotidiana, evitando así la el definir nuestra postura frente a la fe. Debemos “promover a Jesucristo”; es decir, Jesucristo debe ser el centro de toda nuestra enseñanza y predicación.

En la práctica, el evangelio nos dice “quién es Cristo y qué ha hecho por nosotros.”  Pues “el testimonio de Jesucristo es el espíritu de la profecía.”

Volvamos pues, a las raíces de nuestra fe, somos ramas y necesitamos recibir sustento de la raíz. Con certeza, cuando los vientos arrecien, seguiremos firmes, porque estamos asidos del tronco y sus raíces.

Colosenses 2:6-7. De la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis aprendido, creciendo en ella dando gracias. 

 Esto deseo a todo el que busca a Dios. 

Jesucristo te ama y te bendice.

JoseFercho ZamPer

jueves, 14 de mayo de 2020

La historia de mi historia.



Al tratar de resolver los asuntos pendientes de la vida, muchas veces caemos en otros más jodidos que los anteriores. 

Ese parece ser el caso de mi vida, el cual estoy tratando de evaluar con el apoyo de mi historial de vida y la mirada abstracta de mis congéneres y casi parientes, quienes muchas veces me han llevado al banquillo de los acusados para tratar de corregir mi mal proceder.

La historia ha afectado mi vida, todo lo acontecido dejó una huella en mí. Recuerdo que vivía en mi pueblo de una manera tan relajada, que ni trabajaba, pero si comía. 

Allí no pasaba nada, decían, aunque si pasaban muchas cosas, lo mismo que en otros lugares tranquilos, la gente nacía, crecía, trabajaba, se enamoraba y se casaban, como en todos lados. 

Pero un día cualquiera terminé el bachillerato, tuve mi primera novia, y eso me obligó a pensar en tener algo para compartir, razón por la cual también pensé en salir del pueblo en busca de algo más, pues por esos lados no lo veía.  

Busqué opciones en distintas ciudades, tanto de estudio como de trabajo, pero después de un par de años no logré acomodarme, volví al pueblo y trabajé un tiempo en el campo, todo porque en mi cabeza no me cabía la posibilidad de irme para la capital. Eran tantas las malas historias que se escuchaban de la capital, que no tenia en mis planes ir por allá.

Al cumplir mis dieciocho, o como dirían, “la mayoría de edad”, saqué la cédula de ciudadanía, por esa época estaban en campañas políticas, como sucede muy a menudo en nuestros países, recuerdo que ya tenían más que comprometido mi voto, por el partido de mis padres, y de todas las amistades de la casa, como también sucedía muy a menudo.

Un buen día, llegó en visita de campaña, el único político a quien yo haya estrechado la mano con agrado, el señor Luis Carlos Galán Sarmiento. Ahí en el parque principal del pueblo, recuerdo que hice fila para saludarlo, mis palabras fueron “estamos contigo”, y listo. Por él voté todas las veces que se lanzó, aunque a mi madre le decía otra cosa. Al poco tiempo me marche para Bogotá.

Una de las razones por las cuales no tenía pensado ir, era por la inseguridad y violencia que mostraban en los noticieros, cosa que aun se mantiene rampante, mas aun con alcaldes a los que parece les agrada su presencia en las calles. 

Lo cierto es que me fui a estudiar en un seminario en Choachí, donde solo estuve dos meses, tiempo suficiente para darme cuenta de que, esa no era mi profesión ni oficio, menos la vida a vivir durante toda mi vida.
Salí de allí y me fui a vivir a un barrio del sur de Bogotá, donde unos familiares, y me dediqué a buscar trabajo, pero el trabajo más pesado fue hallarlo, pues ya encontrado me fue fácil mantenerme allí por diez años, luego me retiré y me volví a mi pueblo. 

¿Y por qué razón se tuvo que volver al socorro? 
Me preguntaron muchas veces mis hijos, familiares y amigos. 

Estas son las razones, por si no las conocían.

Debo contar que, a los pocos días de estar en Bogotá, me robaron al subirme al bus, se llevaron mi reloj de pulso, lo más elegante que había podido adquirir con unos cuantos jornales, allá en mi pueblo. Era un reloj plano con pulso de cuero, de marca, bien bonito que era, ¡que vaina mano!

Pero esa no fue la primera, menos la última. Pero tengo a mi favor que siempre ha sido por confiado, por creerle a la gente.

En abril de 1984 entré a laborar en las bodegas de una gran compañía, situadas en Cazucá en Soacha. Como dije antes, vivía en el sur de Bogotá, pero lo más difícil era el trasporte público, demorado y lleno atestado de gente, hasta colgados en las puertas; aún sigue sin mejorar. Pero como estaba acostumbrado a luchar contra las vacas ariscas y al trabajo duro del campo, no me fue difícil el acostumbrarme a luchar por un lugar en el bus urbano donde, incómodo, acosado y con malos olores, llegaba al trabajo.  

La era del terror en Bogotá.  
Con asesinatos selectivos, bombas en espacios públicos, en instituciones y en medios de comunicación, y hasta una explosión en un avión comercial.

Pablo Escobar tuvo la osadía de incursionar en política y, tras una dudosa campaña, consiguió un escaño en el Congreso de la República. 

El entonces ministro de Defensa, Rodrigo Lara Bonilla, informó de sus nexos con el narcotráfico, y la noche del 30 de abril de 1984, cuando viajaba en su Mercedes Benz por el norte de Bogotá, dos hombres en una motocicleta se le atravesaron en el camino y lo acribillaron a tiros. Entonces, el presidente Belisario Betancur, aprobó de inmediato la Ley de Extradición, abriendo la puerta a la guerra contra el narcotráfico. 

Cuando se aprobó la Ley de Extradición, comenzó la sangrienta represalia de la mafia contra el Estado colombiano, incluyendo a la población civil. 

El 26 de noviembre de 1984: Un coche bomba estalla frente a la embajada estadounidense en Bogotá. 1 muerto y 6 heridos es el saldo del ataque atribuido a los Extraditables y al Comando guerrillero Ricardo franco.

23 de julio de 1985: Asesinan en Bogotá al juez Tulio Manuel Castro Gil, que había dictado auto de detención contra Escobar por el caso Lara. Sindicados: Los Priscos como autores materiales. Escobar, como autor intelectual.

Al siguiente año el miércoles 6 de noviembre de 1985, sucedió lo del palacio de Justicia en Bogotá, cosa que todo el mundo conoce lo ocurrido. 

Me encontraba juicioso en la bodega, supervisando el cargue y descargue de camiones; y todos sabemos que los conductores siempre tienen sus radios encendidos oyendo emisoras, por este medio me enteré de lo que estaba pasando. Un comando de guerrilleros del Movimiento 19 de abril (M-19) se toman el Palacio de Justicia, ubicado en el costado norte de la plaza de Bolívar, frente a la sede del Congreso y a una cuadra de la Casa de Nariño, la residencia presidencial. El M-19 mantuvo a cerca de 350 rehenes entre magistrados, consejeros de Estado, servidores judiciales, empleados y visitantes del Palacio de Justicia.  Dicha incursión fue seguida de la reacción de la Policía Nacional y el Ejército Colombiano, rodeando el edificio e iniciando una operación de retoma del mismo que se extendió hasta el jueves 7 de noviembre de 1985. Por estas acciones se incendió el palacio de justicia, además de la balacera que se desató, dejando a su paso una gran cantidad de muertos y heridos, hasta desaparecidos.

Ese fin de semana fui hasta la plaza de Bolívar, con el propósito de ver con mis propios ojos, lo que mi corazón no quería aceptar; “que hombre alguno fuese capaz de cometer tal barbarie”.  Estas eran las cosas a las que le temía de Bogotá. 

Durante varios días, fue esta la única noticia de la televisión, hasta que ocurrió lo de armero, ahí mismo cambiaron de noticia. Y esta sí que duro, no solo días, sino meses y hasta años.

La tragedia de Armero fue el resultado de la erupción del volcán Nevado del Ruiz el miércoles 13 de noviembre de 1985, por la ineficiencia de los cuerpos de control de riesgos de la época. Dicha erupción tomó por sorpresa a los poblados cercanos, a pesar de que el Gobierno había recibido advertencias por parte de múltiples organismos vulcanológicos desde la aparición de los primeros indicios de actividad volcánica en septiembre de 1985.
Los flujos piroclásticos emitidos por el cráter del volcán fundieron cerca del 10% del glaciar de la montaña, enviando flujos de lodo, tierra y escombros producto de la actividad volcánica— que descendieron por las laderas del Nevado a 60 km/h. 

Aunque esta tragedia no sucedió en Bogotá, allí fue el centro de operaciones y a donde llegaron muchos heridos y familiares, lo que hizo pensar y sentir como una tragedia local.  

Al año siguiente en marzo de 1986, me casé, y era casi feliz, hasta que volvió la maldita violencia a joder más a los jodidos, a los de a pie, a los que tenemos que caminarnos las calles en busca de un medio de transporte para ir a casa o al trabajo. 

El diario El Espectador empezó a incomodar a los mafiosos quienes se auto llamaron 'Los extraditables'. Por lo que los 'Los Priscos' volvieron al panorama, y la noche del 17 de diciembre de 1986 un sicario le disparó en ocho ocasiones con una ametralladora al director del diario, Guillermo Cano.

En enero de 1988 se inicia guerra contra drogas la rebaja, propiedad de los de a mayo 4 de 1990: se producen 85 atentados terroristas contra drogas La Rebaja Gilberto Rodríguez Orejuela, en Pereira, Cali, Bogotá y Medellín. 

El 16 de enero de 1988, luego de salir de estudiar, y antes de llegar a casa, nos quedamos atascados en un trancón vehicular sin fin. Me bajé del bus y Seguí a pie hasta la casa. Ya allí, supe que habían secuestrado al candidato a la Alcaldía de Bogotá, Andrés Pastrana Arango.

25 de enero de 1988: Durante un intento de secuestro es asesinado el procurador General de la Nación, Carlos Mauro Hoyos. Simultáneamente es liberado Pastrana.

16 de marzo de 1989: Sicarios asesinan en Bogotá al magistrado Carlos Ernesto Valencia, que había ratificado llamamiento a juicio contra Escobar por el crimen de Guillermo Cano. La Policía sindica a Pablo Escobar.

29 de mayo de 1989, es secuestrado por el M-19, el político conservador Álvaro Gómez Hurtado. El 20 de julio es liberado tras 53 días de plagio.

30 de mayo de 1989: Primer atentado contra el director del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), general Miguel Maza Márquez. Ocurrió en la carrera séptima, al norte de Bogotá. Siete muertos dejan la explosión de un carro bomba. 

1989 27 de febrero: Es asesinado en Bogotá el secretario general del Partido Comunista Teófilo Forero junto a su mujer y 2 personas más, por sicarios al servicio de Rodríguez Gacha.

3 de marzo: Es asesinado el abogado y político de la UP, José Antequera en el Aeropuerto El Dorado. En este atentado fue gravemente herido el entonces precandidato presidencial Ernesto Samper Pizano. Sicarios a las órdenes de "El Mexicano", son los responsables.

30 de mayo: una potente explosión al paso de la caravana del jefe del DAS, General Miguel Maza Márquez, mata a 7 personas en el centro de Bogotá.  

5 de julio: Masacre del edificio Altos del Portal en el norte de Bogotá: un grupo de militares al servicio del "mexicano" realizan un falso operativo y masacran a 4 personas.

7 de julio: Una bomba destruye parcialmente las instalaciones de Tecminas en Bogotá, empresa propiedad del "Zar" de las esmeraldas, Víctor Carranza.  

Después de varias bombas en Bogotá, el 18 de agosto de 1989, salí tarde de mi trabajo, como casi todos los días, pero aquella noche se demoró más tiempo en pasar el bus que me serbia para ir a casa, al cabo de una hora lo pude tomar, pero era tal el trancón  que pregunté a la gente por qué la demora, y me dijeron que le habían hecho un atentado a Galán, allá en Soacha y que lo llevaban en ambulancia al hospital de Kennedy, la cual era nuestra ruta, por esa razón era el trancón. Ahí mismito me puse a llorar, y a orar por mi amigo. Al llegar a casa me enteré de que había fallecido. 

El precandidato llegó al municipio a las 8ː30 p.m.18 y luego se dispuso a subir a la tarima donde daría su discurso. Los disparos comenzaron a las 8ː45 p.m.19 y el político recibió 5 disparos, de los cuales 3 resultaron fatales, según se estableció después. Fue llevado con vida y consciente al hospital de Bosa, y luego fue trasladado al Hospital de Kennedy en Bogotá, a media hora del municipio, donde murió a pesar de los esfuerzos médicos.

Luis Carlos Galán Sarmiento, ocho años atrás había ordenado expulsar a Escobar del movimiento político Nuevo Liberalismo.

19 de agosto: El gobierno de Virgilio Barco le declara la guerra al cartel de Medellín y establece la extradición por vía administrativa, el secuestro de bienes del narcotráfico y la detención preventiva sin cargos judiciales de sospechosos de pertenecer a la organización narcoterrorista. 

23 de agosto: En una carta abierta a la opinión pública y en respuesta a las decisiones del gobierno Barco tomadas el 19 de agosto anterior, los Extraditables asumen el reto de la guerra total contra el Estado.  

2 de septiembre: Un carro bomba con 100 kilos de dinamita estalla en el periódico El Espectador.
27 de septiembre: Un carro bomba con 50 kilos de dinamita explota en Suba al norte de Bogotá. Dos personas mueren.

2 de noviembre, estalla un carro bomba con 30 kilos de dinamita, debajo del puente de la Calle 13 con Avenida 68 en Bogotá. Mueren 4 vendedores ambulantes.

27 de noviembre: Atentado contra el vuelo 203 de Avianca. Terroristas hacen estallar un avión en pleno vuelo y mueren 107 personas. En este avión viajaba un empleado de la compañía donde yo trabajaba.

El día 6 de diciembre estábamos trabajando en la bodega, era temprano en la mañana, hacía apenas un poco más de una hora de haber empezado labores cuando entró una llamada de la esposa de un compañero de oficina, quien vivía cerca al DAS, ella le informó del atentado al edificio del DAS en el sector de Paloquemao en Bogotá. Aun no habían informado en la radio, en su apartamento se rompieron todos los vidrios y algunos objetos de este, por la onda expansiva. De inmediato el compañero se volvió a casa.

Un bus cargado con explosivos explota junto al costado oriental del edificio y destruye las instalaciones. El General Maza, contra quien iba dirigido el ataque sale ileso, pero hay 63 muertos (10 de ellos funcionarios) y 500 heridos. Fue tal la violencia del atentado que causó destrozos en tres kilómetros a la redonda. La zona quedó devastada y al menos 200 establecimientos comerciales quedaron reducidos a escombros.

26 de abril de 1990: Asesinan, en el interior de un avión de Avianca, en Bogotá, al líder del M-19, Carlos Pizarro León Gómez. La Policía y DAS señalan a Escobar, quien a través de un comunicado niega su participación en el crimen.

12 de mayo de 1990: Carros bomba en los barrios Quiriguá y Niza: cinco niños y 21 adultos mueren y 180 resultan heridos. Acciones similares ocurren el 21 y 26 del mismo mes en el norte de Bogotá.  

19 de septiembre de 1990: Secuestran en Bogotá al jefe de redacción de EL TIEMPO, Francisco Santos Calderón y asesinan a su conductor. 

7 de noviembre de 1990: Son secuestradas en Bogotá Beatriz Villamizar de Guerrero y Maruja Pachón de Villamizar. Los plagiarios asesinan a Ángel María Roa, conductor. Sindicados.

25 de enero de 1991: Muere la directora de la revista Hoy x Hoy, Diana Turbay de Uribe, durante una operación de rescate.

31 de marzo de 1991: El ex ministro de Justicia Enrique Low Multra, es asesinado.


21 de enero de 1993: Explotan dos carros-bomba en Bogotá. El primero en la calle 72 con carrera 7a., y el segundo, en la calle l00 con carrera 33.

30 de enero de 1993: Un carro bomba con 100 kilos de dinamita explota en la carrera 9a. entre las calles 15 y l6, pleno centro de Bogotá. El saldo: 25 personas muertas y 70 heridos.

Después de tanta bomba, y negociaciones entre unos y otros, se armó otra guerra entre el gato y el ratón, pero algo mas lejos de Bogotá. Lo que dio cabida a la formación de pandillas de atracadores y asaltantes de vehículos y locales comerciales. 

Era tal el problema que un día llegaron a donde yo trabajaba. 


Mi episodio con la injusticia.

Cualquier día de mi vida me encontraba laborando ya en Bogotá, con gran tesón y berraquera, enseñanza de mis padres, para quienes sus hijos debían ser honestos y trabajadores, si queríamos progresar en la vida.

Lo que parece, no me enseñaron fue a desconfiar de los demás, pues desde el primer día que llegue a la capital, proveniente de la provincia casi sacado con espejo, me comenzaron a joder los malhechores o amigos de lo ajeno. Por poco y me dejan sin los tres chiros que traía. 

Aquel día después de 10 años de arduas labores en dicha empresa, y en medio de la inseguridad reinante en la ciudad, me sucedió una de las cosas que nadie quiere que le sucedan, que lo secuestren o torturen o algo parecido. 

Es bien importante mencionar que desde hacía varios años estaban atracando, robando, asaltando y matando a cuanto negocio había en la ciudad, por ende, a los vehículos que trasportaban las mercancías también. Ya eran muchos los camiones de productos que le habían robado a la empresa donde yo camellaba, tanto en carretera como a las goteras de la bodega. Parece que no les bastó con eso, sino que les fue necesario entrarse a cargar directamente a la bodega.

Un día de mayo, como todos los otros días, me encontraba laborando, pero justo unos minutos antes de salir a casa, se metieron los ladrones a la empresa.

Me cogieron a mí, a un compañero y a dos vigilantes, nos amordazaron, nos tiraron al piso boca abajo y nos retuvieron toda la noche en esas condiciones mientras robaron todo lo que pudieron echar en varios camiones.

Fue una noche negra, sin poder dormir, y bajo amenazas de muerte si no colaborábamos, con frío, ya que en la oficina no se tienen cobijas ni abrigos para arroparse, y al otro día escuchar a nuestras esposas decir lo difícil que la pasaron por no saber nada de nosotros. 

A la madrugada se fueron con su botín, y al rato el vigilante logro soltarse y nos liberó, llamamos a la policía y a los jefes de la empresa. Luego rendimos declaración de lo ocurrido y mas tarde fuimos a casa.

Como el compañero tenía vehículo, le pidieron la llave y llevaron el carro a un parqueadero y le pusieron en el bolsillo el tiquete para que lo reclamara el siguiente día.  Ese informe se le dio a la policía, pero ellos no lo creyeron y pensaron en quedarse con el tiquete con alguna idea de dar por perdido el carro. Esa fue la impresión que nos dio, por lo que se disgustaron con nosotros y días mas tarde, nos hicieron la juagada par inculparnos como autores intelectuales del robo.


E aquí unos apartes de la situación. 

Unidad de delitos contra el Patrimonio Económico

Bogotá, mayo 6 de 1994

Primer Testimonio rendido por: Jairo Arturo G. A. mayor de edad y residente en el sur de Bogotá de profesión Vigilante.

Preguntado. Sírvase decir si sabe porque está aquí y ahora.
Contesto. Sí señor, si se.

Preguntado. Sírvase hacer recuento de los hechos de su conocimiento. 
Contesto. Siendo aproximadamente las 8 pm, del día 4 de mayo de ese año, me disponía salir de la bodega donde laboro como vigilante en la CP company, Zona industrial Montevideo, al salir de dicho lugar en el momento del cambio de turno, me atropellaron dos tipos diciéndome quietos, y nos empujaron hacia dentro de las puertas a mi compañero y a mí. Obligándonos a acostarnos boca abajo debajo de las escaleras, a la vez que nos pedían las llaves de la bodega. A punta de pistola e insultos, nos preguntaban como entraban a las bodegas. 

En ese instante escuchamos el ruido de unos dos o tres más que corrían escaleras arriba al percatarse que en las oficinas había personal de la compañía.

Allí encontraron y redujeron a dos empleados de nombre: H.C. y Fernando Zambrano, después nos subieron a nosotros los vigilantes y nos amararon cada uno en un cubículo u oficina de los vendedores, al cuidado de dos de los tipos, mientras los demás se ocupaban de esculcarlo todo. 

Nos mantuvieron allí como hasta las 3:30 de la mañana, al rato escuchamos como salir camiones de la bodega y cerrar puertas, al no escuchar nada más comenzamos a desatarnos hasta lograrlo, luego soltamos a los otros y llamamos a la defensa civil, a los jefes de la empresa, al rato llegaron ellos y también la policía. 

Preguntado. Sírvase usted decir si pudo identificar a los autores del punible, y cuantos eras y si observó algún vehículo donde se transportaban.

Contesto. En el momento en que nos amararon pude ver uno quien amaraba a mi compañero, era alto y robusto, con tez blanca, pelo liso y negro, sin gafas, pero con cachucha negra y afeitado, de unos treinta y pico de años. No pude ver a ninguno otro, pero eran bastantes como unos 10 o más, todos llegaron a pie.

Preguntado. Sírvase decir si al momento de salir usted observó la calle, si alcanzo a ver a esas personas.
Contesto. No Señor.

Preguntado. Sírvase decir en ese momento que visibilidad había en el lugar, si era frecuentado por peatones, y si había vehículos estacionados allí.
Contesto. El lugar estaba iluminado por una lámpara pública, transitaba mucha gente, y estaba estacionado el carro del Señor H. C. no había más vehículos allí.

Preguntado. Sírvase decir si tiene algo más que decir, agregar o corregir a la presente diligencia. 
Contesto. Cuando nos tenían amarrado preguntaron qué productos son los más costosos, y el señor H.C. contestó que las cremas dentales, entonces esa misma voz gritó que solo cargaran tal producto que los otros no valían nada. A los demás también los habían amarrado, pero a mí me pegaron con patadas y puños.

No siendo otro el objeto de la presente diligencia se termina y firman de conformidad los que en ella intervienen.

Segundo Testimonio, rendido por: H. L. C. E. mayor de edad y residente en Bogotá, de profesión Economista y cargo vendedor.

Preguntado. Sírvase decir si sabe porque está aquí y ahora.
Contesto. Sí señor, si se.

Preguntado. Sírvase hacer recuento de los hechos de su conocimiento. 
Contesto. Yo llegue a la oficina a las cinco de la tarde, con el fin de entregar los pedidos y recibos de caja, como se hace todos los días. Me quede trabajando como hasta las 8 pm, y esperando a mi compañero JF ZP, para acercarlo a donde el cogía el bus a casa.

Yo estaba en mi escritorio, cuando vi un tipo apuntándole con un revolver en la cabeza a Fernando, y dirigiéndose a mi nos dijo quietos, acuéstense en el piso boca abajo. Nos separaron, cada uno en un cubículo, nos amarraron con la corbata y unos lasos, obligándonos a contestar lo que preguntaban apuntándonos con el arma en la cabeza. 

Me preguntaron si el carro que estaba afuera era mío, dije que sí, entonces me pidieron las llaves, los papeles y tarjeta de propiedad y seguro, etc. Todo lo que tuviera del carro. 

Pistola en mano, nos preguntaron cuales productos eran más costosos, que les diéramos lista de precios, amenazándonos con prendernos fuego si no hablábamos.

A los pobres guachimanes los cascaron con el revólver, y con patadas, uno de los picaros nos quiso tratar así a nosotros también, pero otro le dijo: a ellos no, solo son empleados.

Después de un tiempo, decidieron llevar mi carro a un parqueadero y que luego me daban el boleto para reclamarlo. Y así lo hicieron, al tiempo me echaron el recibo en el bolsillo de la camisa.

Estuvimos, así como hasta las 3:30 de la mañana, al rato escuchamos salir camiones de la bodega y cerrar puertas, luego un vigilante nos ayudó a soltar y nos pusimos a llamar a los jefes de oficina y bodega, los vigilantes llamaron a la defensa civil, al rato llego hasta la policía. 

Preguntado. Sírvase usted decir si pudo identificar a los autores del punible, y cuántos eran y si observó algún vehículo donde se transportaban.

Contesto. En el momento en que me apuntaron medio vi a uno de ellos, luego solo escuchaba hablar a varios más, pero no vi a ninguno a la cara. 
  
Preguntado. Sírvase decir si tiene algo más que decir, agregar o corregir a la presente diligencia. 
Contesto. No señor, solo que del susto no recuerdo la cara del que me apunto con el arma.

No siendo otro el objeto de la presente diligencia se termina y firman de conformidad los que en ella intervienen.

Tercer Testimonio rendido por: JoseFercho ZamPer, mayor de edad y residente en el noroccidente de Bogotá de profesión Técnico en Sistemas.

Preguntado. Sírvase decir si sabe porque está aquí y ahora.
Contesto. Sí señor, si se.

Preguntado. Sírvase hacer recuento de los hechos de su conocimiento. 
Contesto. El día de ayer, cuatro de mayo, siendo como las 8 de la noche, estando en mi oficina la cual está ubicada en el tercer piso, ya a punto de salir, escuché unos ruidos fuertes en la puerta de entrada del primer piso, me asome a la escalera a ver qué pasaba cuando un tipo subía corriendo por las escaleras y con revolver en mano me grito: quieto no se mueva, agache la cabeza, me encañonó con el arma y me llevo hacia las oficinas donde estaba el vendedor H. C., al instante llegaron como tres piscos más, y nos tendieron boca abajo y nos amarraron las manos con la corbata, al rato escuchábamos ruidos de martillos o mazos golpeando las chapas de las puertas, y decían habrán esa mierda ya.

Como a la hora de estar allí, escuche el ruido de camiones entrando a la bodega, y se oía como lanzaban cajas a los camiones, sé que era ese ruido pues lo llevaba escuchando durante 10 años de trabajo en esta bodega, cinco de ellos directamente en la bodega y los otros cinco en la oficina frente a ella.

Eso si se dieron garra esculcando todo lo que había en las oficinas, hasta la caja mejor la desbarataron con unas tijeras de la secretaria. 

Recuerdo algo chistoso, que le paso al compañero vendedor, un pisco de esos le quito el reloj y otro se dio cuenta y le dice: ole, no sea ladrón, devuélvale el reloj al hombre, pues no vinimos a robarlos a ellos.

Eran casi las cuatro de la mañana cuando escuchamos salir camiones de la bodega y cerrar las puertas, al ya no ver a nadie por ahí, y como se escuchaba el silencio de la mañana los vigilantes se lograron desatar y nos soltaron, luego cada uno cogió un teléfono y llamo a su respectivo superior, los vigilantes llamaron a la defensa civil y a la empresa de vigilancia, nosotros al jefe de ventas y de bodega, los primeros en llegar fue la defensa civil, como a la media hora comenzaron a llegar los demás, incluida la policía. 

Preguntado. Sírvase decir que labor se encontraba desempeñando esa noche y en compañía de quienes más.

Contesto. Mi labor allí es grabar los pedidos, los despachos y las consignaciones que se elaboran por parte de los empleados de la compañía, como los vendedores generalmente llegan tarde de sus  rondas de ventas me toca esperarlos hasta grabar el ultimo pedido del día, en ese momento estaba ya acomodando todo para irme a casa, a menudo el último vendedor que estuviese allí me hacia el favor de acercarme a la avenida Eldorado para poder coger mi bus a casa, ya  que por esa zona industrial no pasaba nada de buses.

Esa noche estaba mi amigo H. C. a quien le figuró pasar la noche en vela y aburrido, más asustado que yo.

Preguntado. Sírvase decir si tiene algo más que decir, agregar o corregir a la presente diligencia. 
Contesto. No señor.

No siendo otro el objeto de la presente diligencia se termina y firman de conformidad los que en ella intervienen.

Hasta aquí vemos tres indagaciones preliminares a tres personas involucradas en el asunto, las cuales concuerdan casi en todo.

Otro día casi normal para mí, me encontraba viajando en el bus rumbo al trabajo, y justo al momento de bajarme me agarran entre tres individuos y me metieron a la fuerza a un vehículo particular. Esto sucedió un viernes como a las nueve de la mañana, ante la mirada impávida de la gente y mis gritos de auxilio, pero a nadie le importó eso, nadie dijo, ni hizo nada. Esa es la gran ciudad.

Lo peor de esta historia es que fue la misma SIJIN la que me secuestro y me torturó durante unas 6 horas, como hasta las 3 de la tarde. 

¿Qué me hicieron? Esa es la cuestión. 
Me llevaron por varias calles de las feas, me metieron la cabeza en bolsa plástica, me amenazaron con sus armas, diciéndome que confesara como había sido la vuelta, que, si no me llevaban al cerro de Guadalupe y me quebraban, que nadie se daría cuenta pues ellos ya lo sabían hacer. Que lo habían hecho varias veces y que nadie se daba cuenta. Ya se podrán imaginar tamaño susto, pero como algo raro pensaba que estaba pasando por una pesadilla y que pronto despertaría.

Al final de esa aventura, y cerca a las oficinas de la SIJIN en Bogotá, uno de ellos saco una mini uci y me la puso en la cabeza, diciéndome que confesara y si no me mataba, yo simplemente pensé que era una película y que el arma estaba sin balas, y así fue, pues me hizo el disparo dos veces y en ninguna salió nada, solo me dijo el tira: tan de buenas usted.

En vista de que no dije lo que ellos querían oír, sino lo que había pasado esa noche, se aburrieron y me llevaron a la estación, por eso es por lo que quiero tanto a esos cuerpos de inteligencia, por lo inteligentes que son.

Al rato de llevaron con un fiscal, el cual me dijo que si confesaba y decía quiénes eran los demás participes, me descontaban la mitad de la pena, mi respuesta fue: eso será para los pícaros, pero para mí, no. Como vi la camaradería entre dicho fiscal y los polis, no dije más nada, por tal razón y con piedra, el fiscal solo dijo, llévenselo.

Después de una hora más o menos, llamaron al jefe de bodega de la empresa, y le dijeron que me tenían retenido, y le entregaron unas cajas que supuestamente eran de los robadas esa noche.

Cuando pude hablar con el compañero le comenté lo que me habían hecho y que le iban a hacer lo mismo al otro compañero que había estado esa famosa noche conmigo. Como en esa época no había celulares, tocaba por bíper, los de la empresa montaron todo un operativo para dar con el vendedor antes que la policía, los cuales ya lo buscaban, pero como no sabían dónde estaba, los otros le ganaron.

Al final de la tarde de ese viernes, llego la mitad de la empresa junto con la policía para entregar al compañero en dicha estación y así evitarle más males al cuerpo.

Allí en los calabozos de la policía nos tocó pasar varias noches, pues ese fin de semana era lunes festivo, o como decimos, era puente.

La persona que supuestamente nos acusaba de ser los actores intelectuales de dicho robo a la empresa donde trabajábamos, se encontraba ahí mismo justo al lado nuestro. 

Pasado un día en aquel lugar, comencé a comprender la situación, al saber que el personaje de al lado era quien nos acusaba, le hablé y le pedí explicaciones sobre el porqué de sus acusaciones, al rato me comentó y me mostró lo que le habían hecho para obligarlo a delatarnos con datos extraídos de las indagatorias posteriores al robo las cuales habíamos hecho en la fiscalía. 

Lo que me llevó a sospechar que todo eso era un montaje fue el hecho de que nos acusaban con nombres y apellidos completos, con número de cédula y hasta la dirección de la casa donde vivíamos. Eran detalles tan exactos que ni los amigos de verdad se lo saben, como para que un pillo los conozca a plenitud, además de lo que me habían hecho lo cual era tan ilegal como todo lo demás.

Lo cierto fue que, al martes, ya en indagatoria de verdad, con abogado y familia, le dije todo lo que me habían hecho y lo que había hablado con el tal acusador, ante dicha confesión de inmediato mandó traer al personaje en cuestión y confesó todo, le hicieron examen en medicina legal y así fue como echaron para atrás todo el caso; entonces nos dejaron libres. 

Mientras estábamos en la tal indagatoria, llegó la defensoría, y otros más de derechos humanos, ya que mi familia se había enterado de lo sucedido y habían puesto la queja. En ese momento los que temblaban eran otros.

Al par de meses quedamos desvinculados de todo ese proceso de mentiras y engaños. Y todo eso sucedió porque no le dejamos que se robaran el carro a los mismos personajes de la SIJIN, quienes hablando entre ellos así lo plantearon.

La Legalidad del procedimiento de captura y supuesto allanamiento e Incautación de los elementos hallados por funcionarios de la SIJIN, en contra del acusador, fueron en contra de la ley, o, mejor dicho, ilegal.

La Fiscalía General de la Nación, a través de su delegado, en audiencia preliminar celebrada, solicita no tener en cuenta los elementos materiales probatorios y evidencia física recolectada por no ser validas y por tanto dichos elementos materiales deben ser excluidos.

Solicita, por consiguiente, que se revoquen las órdenes de captura y providencia proferida en primera instancia, en el sentido de no declarar la legalidad de las capturas y de los elementos materiales incautadas. 

Esa misma tarde nos dieron la salida. 

El abogado que llevaba nuestro caso solicitó la Preclusión de la Investigación a favor de sus defendidos, explicando en detalle todo lo sucedido y anexando las pruebas que demostraría la inocencia ante tales acusaciones, como: certificación del School college English la cual mostraba que el vendedor estaba en clase ese día a esa hora de la acusaban de haber participado de una  reunión para planear el ilícito, el vigilante demostró que él trabajaba un turno en otra empresa, y yo tal vez no demostré nada porque las pruebas anteriores no dejaban dudas de tal reunión, sabiendo por demás que como meros seres humanos que somos no tenemos el don de la ubicuidad, no podíamos estar al mismo tiempo en dos lugares tan distantes.

Por lo anterior y teniendo en cuenta que la decisión para ordenar la captura de mis dos defendidos solo se basó en la acusación hecha por el señor D. R., inculpación esta que con la retractación quedó sin piso jurídico debido a que fue hecha bajo amenazas y tortura, las cuales quedaron demostradas con dictamen médico de la fiscalía General de la Nación.

Como segundo punto solicito a la fiscalía sean compulsadas copias a las autoridades competentes para que investiguen al grupo de agentes y oficiales que intervinieron en las preliminares, por las torturas síquicas y materiales que fueron víctimas tanto mi defendido como el acusador.

Para Resolver:

El estatuto adjetivo penal en su artículo 36 señala que: en cualquier momento de la investigación en que aparezca plenamente que el hecho no ha existido, o que el sindicado no lo ha cometido, o que la conducta es atípica, o que está plenamente demostrado una causal excluyente de antijuricidad o de culpabilidad, o que la actuación no podía iniciarse o no puede proseguirse, el fiscal declarará extinguida la acción penal mediante providencia interlocutoria. 

Consideraciones de la Fiscalía.

Al observar los hechos y tal como lo señala acertadamente el defensor de los incriminados, tanto las acusaciones sobre la reunión para planear el ilícito como los procedimientos en el momento del robo dan a entender que sí existe un montaje sobre tales imputaciones.  

La versión dada por los empleados muestra que los delincuentes llegaron como a las 8 pm, y los camones arribaron unas dos horas más tarde, mientras el inculpado acusador manifiesta haber llegado a las ocho en un camión y que allí se encontraban los demás camiones y personal. Hay aquí una contradicción que en sana lógica se debe resolver a favor de quienes dicen que los camiones llegaron tiempo después, es lógico pensar que los camiones lleguen cuando ya haya control de la situación, y no desde el principio cuando todo es un alea.

Sin más consideraciones la fiscalía,

RESUELVE:

1. Precluir la investigación a favor de los implicados, JoseFercho ZamPer, H. L. C.  E. y M. A. B. B. conforme a lo expuesto en la parte motiva de la presente resolución.
2. Levantar toda medida que en contra de los encartados se encontrare vigente con ocasión de la presente investigación.
3. Librar las comunicaciones de ley.
4. Continuar la investigación contra los demás encartados.
1. Notifíquese y cúmplase.

El Fiscal.

Hasta ese momento habían pasado unos seis meses después del hecho primero. A los pocos días renuncie a mi trabajo y me marche de vuelta a mi pueblo con mis hijos y mi mujer. Pues, solo se ama una vez en la vida, me dijo un amigo, y los hijos no retoñan después de…


Todo sucede por algo

Yo era un hombre de infinitos e interminables pensamientos, y pocas palabras. 
Me rascaba la cabeza pensando lo mismo cada día, deambulando de un lado para otro sin ningún rumbo fijo ni dirección.

En las mañanas caminaba un par de kilómetros para el trabajo, con el aire fresco de la mañana bañando mi rostro, me sentía libre, tenía una vida común y solitaria, pero me gustaba caminar para poder orar y pedir a Dios por cada cosa que me sucedía; y también por los que me ofendían o me sacaban la piedra. 

Caminaba sólo cada día, en el transcurso de tres meses vi grandes cambios en las personas por quienes oraba, en mi familia, mis compañeros de trabajo y en mí, claro. 

Muchos decían de mí, que era el tipo más aburrido que existía en el planeta tierra. Más yo decía ser feliz. 

Generalmente damos por sentado que todo lo que vemos con los ojos es así, tal como lo vemos. Aunque en realidad por dentro, nuestro corazón diga otra cosa. 

Desde antes de irme para Bogotá, ya estaba interesado en hablar con Dios, en orar y pedirle a Él, por mis necesidades y las de la familia. 

Pero debo reconocer que mis pensamientos andaban esparcidos por todos lados, más pensaba que Dios podría ayudarme a salir de mi atolladero. Por lo que trato de pensar en cosas bonitas, pues necesito inspiración para animarme.

Nos disgusta el trabajo, el tráfico, y toda esta locura en la que vivimos. Mas, buscamos hacer del mundo un mejor lugar. La vida está llena de momentos, debemos guardar en algún lugar del corazón esos momentos importantes para obtener el milagro. 

Nadie desea morir, pero desafortunadamente lo hacemos. En la constancia en la desesperanza y la tragedia podemos agradecerle a Dios, todavía podemos hallar seguridad en una mano conocida, o un gesto amable y cariñoso.

Debemos recordar que todas estas cosas que asumimos como meros accesorios de nuestra vida, están aquí, de hecho, para salvarnos la vida. Sé que es verdad 

Muchas veces confundimos el amor con la pasión, y esto nos genera dificultades con los demás, principalmente con las mujeres. Para ellas el amor es mucho más que un compromiso pasajero o de momento, se trata de una entrega real y verdadera, y para toda la vida. Al menos en mi mundo.

De alguna manera no siento ser el héroe de mi propia historia, pero ante la inminencia de la muerte, quiero ver la luz de la vida, cada día. 

JoseFercho ZamPer 

martes, 12 de mayo de 2020

¿Quién es Dios para mí?

Dios es cada acto de bondad y de amor en mi vida.

Es compasión y misericordia, es la sabiduría y la verdad, es el creador de todo el universo y a su vez de nuestra especie, es la respuesta a cualquier pregunta, es la fidelidad, es la única esperanza a nuestro espíritu o alma, es el tiempo y el espacio, es la existencia misma.

Es amor, es misericordia, es verdad, es bondad, es justicia, es paz, es esperanza, es refugio, creador, salvador, amigo fiel mi confidente.
Es mi fe viva, la luz que me guía, mi esperanza, alguien que me quiere tal como soy. 
Es mi sabiduría y verdad, es la fortaleza de mi vida, 
Es el Principio y el fin, es la Gloria 

Muchos piensan que Dios no existe, que es una invención del hombre hecho para tratar de llenar ese vacío existencial que tenemos en el interior, por no saber “de dónde venimos o para donde vamos”. O para calmar el miedo a la muerte o a lo desconocido; o incluso para controlar a las masas y mantenerlas en un alto nivel de estupidez y así dominarlas como un mecanismo de poder. O que es una persona sentada en un trono sin nada que hacer, solo el estar juzgándote.

Pero, en realidad, todo eso es “religión”, No, Dios.

Si ese es tu concepto de Dios, comprendo tu enojo. Porque en realidad, ese dios, no sirve para nada.

Si por todo eso has decidido odiar a Dios o rechazarlo, te comprendo, yo también lo haría.

Dios es de naturaleza espiritual, los otros dioses don de manufactura humana. 

Estoy convencido que, en aquel día, cuando sea la hora de comparecer ante Dios, en el lugar que sea, en lo que se conoce como el día del juicio; nos veremos la cara con personas de cualquiera de las religiones de este mundo. Da lo mismo si eras cristiano, islamista, hinduista, budista o de cualquier otra creencia; Dios es el mismo en cualquier cultura que lo abrace. 

Porque “Dios es uno solo” 
Marcos 12:32 — Entonces el escriba le dijo: Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él. 
“Tienes razón al decir que Dios es uno solo y que no hay otro fuera de él”.
No te preocupes tanto por averiguar ¿Quién es Dios para las religiones? Solo decide dar crédito a la existencia de un ser superior que mueve los hilos del universo. 

Albert Einstein se refería al universo como a "Dios", una forma de hablar que compartía Stephen Hawking. 

La frase de Albert Einstein "Dios no juega a los dados con el universo", tampoco quería decir que creyera en algún tipo de destino. La metáfora es tan sólo una crítica a la mecánica cuántica, porque él rechazaba el principio de incertidumbre de Heisenberg que para él era como; un sapo demasiado grande de digerir. 

Puede que seas teísta. Has investigado e intelectualizado la idea de un creador y diseñador del universo a partir de consideraciones filosóficas e incluso científicas. Estás capacitado para debatir con ateos y agnósticos, pues te has preparado lo suficiente para defender la existencia de un ser superior al cual le atribuyes poder, perfección, inteligencia sobrenatural e infinita. Pero ¿le concedes características como santidad, bondad, fidelidad? ¿Le reconoces como salvador?

Probablemente te sometes a los rituales de alguna religión. Y al lado de Dios levantas a otras deidades o ídolos. Les prendes velitas a los santos o adoras imágenes. Da igual si le rezas a Dios mismo o a San Juan Crisóstomo. Has igualado el inconmensurable poder de Dios a la limitada capacidad espiritual de otro hombre. Participas en procesiones y, de nuevo, te da lo mismo si la imagen que pasea por las calles es la de Jesús, la de María o la de cualquier otro hombre con supuesta aureola.

Y posiblemente tienes a Dios como un asistente invisible al que solo recurres en momentos de desesperación. No piensas en Él, no oras, no le agradeces, no lo alabas. Tu vida discurre en una cotidianidad en la que Él no toma parte. Pero llegado el momento, te acuerdas de que existe: una enfermedad, una pérdida, una situación financiera alarmante, etc., son cosas que te hacen volver a tu Creador. Lo sacas de la caja donde lo tenías guardado para llorarle y suplicarle. Ah, pero cuando todo pasa, vuelves a ocultarlo en el olvido… hasta nuevo aviso.

Sin Dios no hay esperanzas. La vida sin Él es un hueco vacío. Nada tendría sentido. Todo se reduciría a lo que ocurra en esta vida, sin el amparo de una justicia genuina, sin la certeza de que luego de esta vida viviremos en su gloria por la eternidad. Estaríamos sujetos a un sufrimiento sin propósito, permeables a eventos aleatorios que nos afectarían dejándonos en una situación de abandono total, merced a una adversidad sin retorno.

Incluso si lográramos una vida exitosa por cuenta nuestra, de qué nos valdría si al morir todo se reduciría a polvo bajo la tierra.

Dios es por quién y para quién vivimos. Quien nos liberó del pecado y de la segunda muerte.

En fin, Dios puede ser tan solo un concepto para los humanos en general, o una excusa para discutir con otros; pero con seguridad que, conforme al concepto que tengas de Él, será tu manera de vivir y de disfrutar la vida aquí en la tierra.

Jesucristo te ama y te bendice.

JoseFercho ZamPer. 



Sobre lo que crees.

Lo que se puede saber de la biblia se remonta a miles de años atrás. Jesucristo es el personaje central de la historia bíblica, su vida y ...