martes, 12 de mayo de 2020

¿Quién es Dios para mí?

Dios es cada acto de bondad y de amor en mi vida.

Es compasión y misericordia, es la sabiduría y la verdad, es el creador de todo el universo y a su vez de nuestra especie, es la respuesta a cualquier pregunta, es la fidelidad, es la única esperanza a nuestro espíritu o alma, es el tiempo y el espacio, es la existencia misma.

Es amor, es misericordia, es verdad, es bondad, es justicia, es paz, es esperanza, es refugio, creador, salvador, amigo fiel mi confidente.
Es mi fe viva, la luz que me guía, mi esperanza, alguien que me quiere tal como soy. 
Es mi sabiduría y verdad, es la fortaleza de mi vida, 
Es el Principio y el fin, es la Gloria 

Muchos piensan que Dios no existe, que es una invención del hombre hecho para tratar de llenar ese vacío existencial que tenemos en el interior, por no saber “de dónde venimos o para donde vamos”. O para calmar el miedo a la muerte o a lo desconocido; o incluso para controlar a las masas y mantenerlas en un alto nivel de estupidez y así dominarlas como un mecanismo de poder. O que es una persona sentada en un trono sin nada que hacer, solo el estar juzgándote.

Pero, en realidad, todo eso es “religión”, No, Dios.

Si ese es tu concepto de Dios, comprendo tu enojo. Porque en realidad, ese dios, no sirve para nada.

Si por todo eso has decidido odiar a Dios o rechazarlo, te comprendo, yo también lo haría.

Dios es de naturaleza espiritual, los otros dioses don de manufactura humana. 

Estoy convencido que, en aquel día, cuando sea la hora de comparecer ante Dios, en el lugar que sea, en lo que se conoce como el día del juicio; nos veremos la cara con personas de cualquiera de las religiones de este mundo. Da lo mismo si eras cristiano, islamista, hinduista, budista o de cualquier otra creencia; Dios es el mismo en cualquier cultura que lo abrace. 

Porque “Dios es uno solo” 
Marcos 12:32 — Entonces el escriba le dijo: Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él. 
“Tienes razón al decir que Dios es uno solo y que no hay otro fuera de él”.
No te preocupes tanto por averiguar ¿Quién es Dios para las religiones? Solo decide dar crédito a la existencia de un ser superior que mueve los hilos del universo. 

Albert Einstein se refería al universo como a "Dios", una forma de hablar que compartía Stephen Hawking. 

La frase de Albert Einstein "Dios no juega a los dados con el universo", tampoco quería decir que creyera en algún tipo de destino. La metáfora es tan sólo una crítica a la mecánica cuántica, porque él rechazaba el principio de incertidumbre de Heisenberg que para él era como; un sapo demasiado grande de digerir. 

Puede que seas teísta. Has investigado e intelectualizado la idea de un creador y diseñador del universo a partir de consideraciones filosóficas e incluso científicas. Estás capacitado para debatir con ateos y agnósticos, pues te has preparado lo suficiente para defender la existencia de un ser superior al cual le atribuyes poder, perfección, inteligencia sobrenatural e infinita. Pero ¿le concedes características como santidad, bondad, fidelidad? ¿Le reconoces como salvador?

Probablemente te sometes a los rituales de alguna religión. Y al lado de Dios levantas a otras deidades o ídolos. Les prendes velitas a los santos o adoras imágenes. Da igual si le rezas a Dios mismo o a San Juan Crisóstomo. Has igualado el inconmensurable poder de Dios a la limitada capacidad espiritual de otro hombre. Participas en procesiones y, de nuevo, te da lo mismo si la imagen que pasea por las calles es la de Jesús, la de María o la de cualquier otro hombre con supuesta aureola.

Y posiblemente tienes a Dios como un asistente invisible al que solo recurres en momentos de desesperación. No piensas en Él, no oras, no le agradeces, no lo alabas. Tu vida discurre en una cotidianidad en la que Él no toma parte. Pero llegado el momento, te acuerdas de que existe: una enfermedad, una pérdida, una situación financiera alarmante, etc., son cosas que te hacen volver a tu Creador. Lo sacas de la caja donde lo tenías guardado para llorarle y suplicarle. Ah, pero cuando todo pasa, vuelves a ocultarlo en el olvido… hasta nuevo aviso.

Sin Dios no hay esperanzas. La vida sin Él es un hueco vacío. Nada tendría sentido. Todo se reduciría a lo que ocurra en esta vida, sin el amparo de una justicia genuina, sin la certeza de que luego de esta vida viviremos en su gloria por la eternidad. Estaríamos sujetos a un sufrimiento sin propósito, permeables a eventos aleatorios que nos afectarían dejándonos en una situación de abandono total, merced a una adversidad sin retorno.

Incluso si lográramos una vida exitosa por cuenta nuestra, de qué nos valdría si al morir todo se reduciría a polvo bajo la tierra.

Dios es por quién y para quién vivimos. Quien nos liberó del pecado y de la segunda muerte.

En fin, Dios puede ser tan solo un concepto para los humanos en general, o una excusa para discutir con otros; pero con seguridad que, conforme al concepto que tengas de Él, será tu manera de vivir y de disfrutar la vida aquí en la tierra.

Jesucristo te ama y te bendice.

JoseFercho ZamPer. 



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