viernes, 22 de marzo de 2019

Estrés postraumático.



Cuando se está en peligro, es natural sentir miedo.

Si éste nos sirve para defendernos del peligro es bueno, de lo contrario, nos paraliza. Una sana respuesta aparece con la intención de protegernos, pero si la reacción no es sana, sino que nos paraliza; causa un daño severo. Ésta reacción te salva o te mata.

Recuerdo aquella vez cuando unos cuantos pillos me pillaron mal parqueado, no solo una vez, sino dos veces. Fue tal el susto que, por poco y me matan.

Esas personas con trastorno severo, primero me tuvieron enserrado toda una noche, luego me quisieron culpar de sus fechorías, pero al no tener con que, a los pocos días me volvieron a agarrar y me quisieron torturar. Con armas en mano amenzaron mi integridad hasta hacerme orinar.

Mi realidad fue que estuve alrededor de unos cinco años con un estrés postraumático que, los primeros meses ni quería salir de casa por el temor a ser pillado de nuevo.  Y eso que había cambiado de ciudad.

El trastorno de estrés postraumático se desarrolla después de una experiencia aterradora que solo con la amenaza de daño, la persona queda traumatizada. Es el caso de la guerra, asaltos, violación, tortura, secuestro o cautiverio, abuso infantil, accidentes automovilísticos o aéreos, bombardeos, o desastres naturales como inundaciones o terremotos.

Los trastornos que se generan después de una experiencia traumática determinan si la persona responderá bien o mal a un tratamiento u otro. Se hacen necesarios programas de tratamiento un tanto personalizados, que incluyan componentes terapéuticos: psicoeducación, respiración, relajación y algún tipo de reexposición a la experiencia traumática pasada, ya sea en imaginación, en vivo, contar la experiencia directamente al terapeuta, de forma escrita, verbal o grabada en un audio. En todo caso, se trata de un trabajo teórico práctico serio, al que hay que dedicarle tiempo y mucha atención.

A través de la historia y más aun en nuestros días nadie puede considerarse exento del riesgo de exposición a algún hecho traumático a lo largo de su vida, más ahora que hay tanto loco suelto. Estudios realizados en EE. UU, ha encontrado cifras de prevalencia de exposición a situaciones traumáticas que van entre un 39 % y un 60% a lo largo de la vida. Debido al creciente aumento de la exposición de la población civil, a hechos traumáticos, existe un gran interés por el tema.

Nadie quiere escuchar en detalle los relatos de horrendos hechos traumáticos, y tampoco quien lo ha sufrido quiere estarlo contando; esto hace más evidente el hecho traumático. Debido al estado de shock emocional que presupone un desencadenante psicológico, hay que considerar que ante una situación traumática la mayoría de sujetos tendrá síntomas postraumáticos.

El estrés postraumatico se hace manifiesto por los siguientes síntomas:

Recuerdos recurrentes e invasores del acontecimiento.
Alteraciones del sueño con pesadillas del acontecimiento.
Comportamiento o sentimiento repentino, como si el acontecimiento traumático estuviera presente debido a una asociación con un estímulo ambiental o ideacional.
Disminución marcada del interés en una o más actividades significativas.
Sentimientos de separación o de extrañeza frente a los demás.
Estado de hiperalerta o respuesta de alarma exagerada.
Sentimientos de culpa por el hecho de sobrevivir cuando otros no pudieron hacerlo o remordimiento por la conducta llevada a cabo para la supervivencia.
Fallas de memoria o dificultades de concentración.
Evitación de las actividades que evocan el recuerdo del acontecimiento traumático.
Intensificación de los síntomas frente a la exposición de acontecimientos que simbolizan o recuerdan el acontecimiento traumático.

Ante la amenaza contra la vida, que puede ocurrir con ocasión de un asalto con violencia, una tortura o cualquiera otra acción en contra de una persona, el sujeto con alta probabilidad experimentará una respuesta de intenso temor, de gran desamparo e indefensión y de horror. La víctima del acontecimiento traumático muchas veces evitará el relato de lo sucedido, justamente, por la reacción emocional extrema que le provoca el recordar el hecho. Asimismo el paciente en ocasiones evita referir a su interlocutor los detalles horrendos del trauma, pero este aspecto debe ser abordado por el médico procurando que el paciente adquiera la confianza suficiente para relatar los hechos sin que la respuesta emocional del facultativo demuestre sorpresa.

También los sentimientos de vergüenza y desamparo pueden inundar a la víctima del suceso traumático, lo que es más frecuente de encontrar en los niños, especialmente cuando han sido víctimas de algún tipo de abuso. En sujetos que han sido torturados se puede perder absolutamente la confianza en otras personas y por lo tanto dificultarse mucho el tratamiento.

Pero siendo honesto, ni siquiera el tiempo es capas de sanar estas heridas, especialmente las que quedan en el alma. Cualquiera de nosotros puede pasar, sin previo aviso, por un suceso traumático insoportable, aterrador, que amenaza nuestra vida o la de otros y que escapa a nuestro control.
La mayoría de las personas no estamos preparados para que nos ocurran cosas malas, aunque se haya asistido a muchos simulacros, la angustia o el temor de que le pueda suceder algo malo, nos acompaña. 

Mucha gente usa diferentes tipos de antidepresivos con sierta frecuencia, pero estos, no tienen un efecto real sobre el trastorno. Generan algún alivio, pero no son eficaces.

La soledad forzada es un gran sufrimiento.
Se vive sobre todo de noche, cuando afloran los recuerdos, las necesidades afectivas, los miedos. Este duelo tiene que ver con los vínculos y el apego, con el dolor que producen las separaciones.

El miedo.
Se sabe que el miedo físico, el miedo a la pérdida de la integridad física tiene unos efectos mucho más desestabilizadores que el miedo de tipo psicológico, ya que en las situaciones de miedo psíquico hay muchas más posibilidades de respuesta que en las de miedo físico.

La ausencia de sensación de control.
Cuando se padece estrés, pero se conoce la manera de salirse de él reacciona de modo más sereno que cuando no ve la salida al túnel en el que se halla inmerso. Con frecuencia le asaltan recuerdos desagradables acompañados de malestar psicológico intenso. Se muestra incapaz de aceptar los hechos, en especial la muerte de su ser querido. Manifiesta sentimientos de culpa, pensando que no hizo lo suficiente para ayudarle.  

En primer lugar, el miedo y/o ansiedad es presentado como una respuesta aprendida que puede ocurrir a nivel conductual, cognitivo y autónomo. Las respuestas por miedo a una diversidad de estímulos (incluidos pensamientos) y evitación de los mismos son explicadas en términos de condicionamiento clásico, condicionamiento de orden superior, generalización de estímulos y reforzamiento negativo de las conductas de evitación.

Es necesario reforzar la confianza en Dios.
Una suposición de la terapia de procesamiento cognitivo es que los síntomas están causados normalmente por los denominados puntos de bloqueo: creencias contradictorias o fuertes creencias negativas que originan emociones desagradables y conductas desadaptativas.

Estos puntos de bloqueo tienen dos fuentes principales:
Conflictos entre las creencias previas y la nueva información extraída del trauma. Todo esto tiene repercusiones emocionales y conductuales negativas.
Deben identificarse las creencias implicadas y los sentimientos experimentados por la persona, y ver cómo afecta a sus sentimientos y conductas. Es fundamental que la persona sea capaz de ver el impacto que tal situación ha tenido en diferentes áreas de su vida.
 

        Escribir sobre la situación y leerlo es una técnica de exposición que activa los recuerdos y afectos y facilita la extinción de las emociones negativas. Además permite identificar puntos de bloqueo. Esto permite desahogar el corazón, al plasmarlo en papel, luego podré romperlo, quemarlo, tacharlo, rayarlo y muchas otras actitudes hasta sentirme liberado, al final he podido destruir todos esos sentimientos que me tenian enfrascado.

Historia
Un joven llega con el cura y dice: - Padre no iré más a la Iglesia
El sacerdote respondió: - ¿Pero por qué?
El joven respondió: - Veo a la hermana que habla mal de otra hermana; el hermano que no lee bien; el grupo de canto que vive desafinando; las personas que durante la misa miran el celular, entre tantas y tantas otras cosas malas que veo hacer en la iglesia.
Le dice el sacerdote: - Muy bien, pero antes quiero que me hagas un favor: toma un vaso lleno de agua y da tres vueltas por la iglesia sin derramar una gota de agua en el suelo. Después de eso, puedes salir de la iglesia.
Y el joven pensó: ¡muy fácil!
Y dio las tres vueltas como le pidió el padre. Cuando terminó dijo: - Listo, padre.
Y el cura respondió: - ¿Cuando estabas dando vueltas, viste a la hermana hablar mal de la otra?
El joven: - No
¿Viste a la gente quejarse entre sí?
El joven: - No
¿Viste a alguien mirando celular?
El joven: - No
¿Sabes por qué? Estabas concentrado en el vaso para no tirar el agua. Lo mismo es en nuestra vida. Cuando nuestro enfoque sea nuestro Señor Jesucristo, no tendremos tiempo de ver los errores de la gente.
Quién sale de la iglesia por causa de la gente, nunca entró por Jesús.
Aplícalo en toda tu vida, aunque no seas creyente quédate con el mensaje. Enfócate en tus metas e ignora lo que los otros hacen y llegarás a donde quieres llegar.

¡No Hay Nada Que Temer!
Hay mucha gente que está viajando ahora mismo alrededor del mundo, pero no se han dado cuenta que Dios Padre les está pidiendo que  “Escuchen su Voz”.

Estaba orando el otro día con el dolor más fuerte que alguna vez haya tenido, que lloraba como un bebé, ¿saben por qué? Porque me sentía prisionero por todo ese estrés postraumático, que no aguanté más y reventé con toda.

Vale la pena todo el dolor cuando en verdad buscamos un cambio. Solo Jesucristo puede liberarnos de nuestros traumas y hacernos ralmente libres, ahora puedo ir y venir si ningun temor, exepto ese temor normal que nos ayuda  a estar alertas del mal.

Dios nos dice que debemos Amarlo con todo el corazón, alma, mente y fuerzas. ¿Cómo va eso en ti? En verdad este es el único tratamiento que puede sanar nuestro corazón por siempre.

Te pregunto: ¿hay música en tu vida? ¿Hay esperanza? ¿Meditas en la palabra de Dios, día y noche? En tus pensamientos, en tu modo de hablar, ¿Eres tú? O Dios. Deberíamos ser parecidos a la zarza ardiente, y no estar pensando y ardiendo solo por las cosas que queremos para nosotros mismos.

La fe comineza a funcionar a través de la obediencia a Dios, ésta obediencia trajo liberación a mi vida hace unos 20 años. Ahora me siento caminando en libertad, gracias a la obediencia de someter y rendir todos mis miedos y temores a través de la oración y alabanza  a Jesucristo.

La función del enemigo es desviarnos o alejanos de la voluntad de Dios, si entendemos esto, debemos tomar la mejor decisión, y es, seguir el camino recto, y no desviarnos ni a la derecha ni ala izquierda. Jesucristo es el camino.

Tú estas loco, me dijo alguien una vez, nadie puede simplemente liberarse de toda esa carga por si solo, sin terapias y demás tratamientos médicos. Nadie es capaz de empezar de nuevo, como si nada hubiese pasado.
Tienes razón, le respondí. Por eso necesito que Jesucristo viva en mí, siempre, de otra forma, imposible.

Mi estrategia consiste en pensar como Dios piensa, en cambiar mi forma de pensar y cambiarla por la palabra de Dios, “Jesucristo.”

Los pensamientos del mundo que entran a nuestra mente nos dicen que: tú no puedes, no eres capas, no tienes con que; porque el enemigo, tomó la palabra de Dios y la secuestró, la escondió en una caja fuerte, para que ni tú ni yo la conocieramos tal y como es. Para que no conociéramos de antemano la voluntad del padre, su amor.

La mayoría de las decisiones que tomamos son motivadas por miedo o temor, los demás nos presentan opciones y escogemos la que más nos convensa, más no la que mejor nos convenga. Por tal razón lidiamos con conflictos todo el tiempo.

Conflictos en el trabajo, en la casa, en la iglesia, con los hermanos de la iglesia y de familia. La mayor parte del tiempo estamos tratando con problemas de la gente; cuando se hace una reunión es para tratar problemas con las personas, y todos dicen querer arreglar sus problemas, pero en verdad “no quieren hacer eso”, solo quieren es que les presten atención, que les den importancia. Porque se está lleno de temor, de ansiedad, más no de Cristo.

Aun no se sabe actuar de manera correcta, teniendo a un Dios poderoso, estamos tratando de solucionar problemas personales; a cambio de estar alabando y gozándonos en Jesucristo, nuestra paz y gozo.

Dios nos dice: escucha y obedece.
Jesucristo quiere cambiar tu vida, tus pensamientos y tus acciones.  El Padre nos ha dado una salida, Jesucristo.

Hebreos 6:1-3. Por eso, dejando a un lado las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos hacia la madurez. No volvamos a poner los fundamentos, tales como el *arrepentimiento de las obras que conducen a la muerte, la fe en Dios, 2 la instrucción sobre bautismos, la imposición de manos, la resurrección de los muertos y el juicio eterno. 3 Así procederemos, si Dios lo permite.

Por tanto, dejemos atrás tanta enseñanza humana y tomemos lo perfecto, la fe en Dios,  su palabra. Si ya lo entiendes, alimentate con comida sólida.

Mira en que lio andamos metidos, el 75% de los adolescentes cristianos al final de su primer año de universidad niegan a Jesucristo.

Y, ¿porque sucede esto? El asunto es que la mayoría de los padres y predicadores en las iglesias, les hablan de Dios, pero “no dan testimono; y ellos están viendo la hipocresía de sus padres y maestros cuando llegan a sus casas. Ellos ven y escuchan lo que sus padres están viendo y escuchando. Ellos ven como sus padres se tratan en el hogar.  Ellos no quieren tener nada que ver con eso. Porque no les importa lo que usted diga. A ellos les importa lo que usted hace. Ustedes saben lo que tienen que hacer. Mostrar ese “Hombre Nuevo”.

"Dios existe mi amigo. Pero no estás comprendiendo la diferencia entre la voluntad de Dios y el libre albedrío. La voluntad de Dios es que nos amemos unos a otros. Sin embargo, tenemos libre albedrío para elegir lo que haremos con nuestras vidas. Lamentablemente, muchas personas no hacen la voluntad de Dios y usan su propia voluntad para hacer el mal. Esta es la voluntad humana.

Si aceptamos a Jesucrsito como nuestro Señor y Salvador, permitamosle que Él sea el Señor sobre nuestras vidas, esto es, arrepentirnos de nuestros pecados, hacer su voluntad y tener una relación con Él. La elección es nuestra.

Nunca estamos realmente solos, cuando hay amor todo se puede, Dios nos lo ha dicho muchas veces; “tu y yo nacimos para estar juntos”. Dios nos tiene para grandes cosas y se que el mismo lo hará realidad.

Hoy, muchos estamos perdidos dentro de nosotros mismos, absortos en nuestros propios pensamientos, no escuchamos ni oímos la vos de nuestra familia, menos la de Dios.

Hay tanta inmadurez.

No hay relaciones personales con los padres, hermanos ni amigos; solo a través de aparatos impersonales. Muchos han perdido a sus hijos estando en sus propios cuartos, pues no tiene ni idea de lo que hacen. “Hoy el pecado se práctica a solas por internet”.

Te invito a poner en practica la palabra de Dios en cada una de las situaciones de la vida, a hablar con tus hijos, con tu pareja, y con el resto de familia y amigos; y mejor aun, te invito a que hables con Dios, a que mantengas una relacion viva y personal con Jesucristo, y comprobarás que El es real, y que su palabra es verdadera.

Esto te mantendrá sano, libre y vivo aquí en este hermoso planeta, y con muchos amigos reales, de carne y hueso.

El siempre está esperando tu regreso, por que te ama.


Jesucristo te ama y te bendice.

JoseFercho ZamPer




domingo, 17 de marzo de 2019

Tengo muchas razones para amarte.


¿Qué es amar?

“Toda relación humana es imperfecta” ya que tiende a basarse solo en el beneficio.
Amar de verdad es amar sin esperar nada a cambio.

El amor que se basa solo en sentirse atraído por el otro, no produce felicidad. Amar a alguien solo por el hecho de que es “alguien” que me puede aportar algo, no es verdadero amor. Amar a quien me ama por mi propia felicidad es conveniencia.

El amor humano será siempre frágil, débil, egoísta y pasajero; ya que el amor verdadero es y será siempre “El Amor de Dios”, ese amor que nos manifestó a través de su hijo Jesucristo al entregarlo por nosotros.

Juan 15:13. No hay amor más grande o nadie tiene mayor amor que aquel que da su vida por los amigos.

Este es el verdadero y  supremo amor. Y eso nosotros aun éramos enemigos de Jesucristo, pues no creíamos en Él, pero de todas formas se entregó a cambio nuestro.

En una relación sana, las personas pueden compartir sus sentimientos, ayudarse uno al otro, servirse en todo lo que esté al alcance, más allá de sus cualidades o defectos. El amor es una decisión donde sacrificamos parte de nuestra persona en favor de la otra.

En verdad, si nuestra relación con el otro es una decisión libre y voluntaria, podrá afianzarse en El amor, de lo contrario se da y  ya. ahí acaba todo.

El amor se construye en la relación o en la convivencia con las personas, y con el tiempo se va afianzando, va creciendo. El amor como cualquier otra cualidad humana,  se debe cuidar, renovar, alimentar, cultivar, motivar cada día.

Las dificultades o necesidades, las penas y alegrías, cuando se viven en compañía de quienes nos aman, fortalecen la relación y nos hacen crecer en amor, haciéndose mucho más fácil vencerlas y superarlas. El amor es una entrega mutua entre los que se aman, de corazón, alma y espíritu, así como todo lo demás de nuestra vida.

Un amor así, llena el corazón.  Y éste es el bien supremo que tanto necesitamos.

Te quiero porque me siento bien a tu lado, contigo me siento yo mismo.
Si las razones por las que dices amar a alguien son:
Porque a tu lado me siento feliz y cuando estoy contigo me haces sentir bien, contigo puedo mostrarme tal y como soy, porque me haces sentir cómodo y sé que me aceptas como soy sin juzgarme, porque sé que puedo contar contigo incluso en los malos momentos; porque siento gran admiración por ti; porque me haces reír, porque tienes sentido del humor y me sacas una sonrisa en cualquier momento. Te quiero porque confías en mí, crees en mí y en mis capacidades, etc., y tantas otras razones de índole personal, quiero decirte que todas esas razones son meramente egoístas y de beneficios personales, esto no es amor.

Cualquier ser humano o animal se siente bien al lado de alguien que le ofrezca estos y más beneficios, pero cuando le exigen dar lo mismo, entregarse de igual manera, es cuando sabremos que es amar.

La gran mayoría de los seres humanos tenemos poca autoestima, y esta es una de las  importantes necesidades humanas, siendo superada sólo por la comida, la vivienda y las relaciones interpersonales. Debido a esta necesidad, muchos nos acomodamos a la mejor sombra que nos cobije, y si alguien nos trata mejor que otro queremos estar con él más que con el otro. Pero esto no es por amor, sino lo contrario, por puro desamor.

Un enfoque distinto al del Amor nos reduce las posibilidades de lograr una autoestima genuina. Quien no se ama a si mismo está destinado al fracaso.

Los logros externos no dan autoestima, el Amor sí. La profesión o carrera ya no impresionan a nadie, pues hoy día, todos deseamos ser importantes, y nos esforzamos por mostrarnos así. El problema es que los logros externos solo alimentan nuestro miedo al fracaso; el miedo a no impresionar a los demás. Y nuestro castillo de naipes se derrumba y nos deja en la calle.

Las personas “importantes” se sienten importantes con un automóvil de marca, pero andan temiendo que alguien lo raye, y sufren. Y cuando ya lo ven anticuado y los demás no se impresionan, se sienten inseguros y su autoestima es aplastada por un nuevo modelo.

El "Éxito" siendo algo satisfactorio a nuestro esfuerzo, en la mayoría de los casos termina siendo la única opción de auto respeto, entonces muchos se quedan en una lucha eterna por obtener logros y esperando que lo respeten por eso, por sus logros.

Pero aun el ser humano más talentoso puede tropezar y caer, mas solo se levanta aquel que ama y se siente amado, el amor viene desde la cuna.

El auto-respeto o autoestima es una gracia que nos es dada por Dios desde nuestro nacimiento, porque es el mismo Amor de Dios por el ser humano.

El problema es que si en un hogar no se cree en Dios, el amor o autoestima tampoco podrá habitar entre ellos. Por ende no se puede heredar o transmitir a los hijos.

De ahí que Dios nos pide que: esfuérzate y se valiente para obedecer al Señor; ya que el resultado final de todas formas está en manos de Dios. Si estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo, Dios nos dará la satisfacción.

El amor nos mantiene alegres y agradecidos con todos y con todo, aun cuando lleguemos en segundo lugar en la competencia, o fracasemos en ella; el Amor estará fortaleciéndonos en todas las circunstancias de la vida.

No midamos el valor de las personas por sus logros, el que tiene mucho o poco vale igual. El esfuerzo que hacemos es más importante que los logros alcanzados.


Jesucristo te ama y te bendice.

“El Amor, la autoestima o el éxito son un regalo de Dios, no un logro del hombre”.

JoseFercho ZamPer.


jueves, 14 de marzo de 2019

Sobre el orgullo y la altivez


¿Y cuál es tu gloria?
Por mucho tiempo me mantuve postrado orando, clamando y ayunando al Señor, para que El me respondiera a mis necesidades, para que me solucionara tantos problemas en los que yo solito me había metido, por mi necedad y falta de fe. En algunos casos vi respuesta favorable, en otros, por el contrario, me hundía más y mas.

Muchos de nosotros hacemos altares para que otros nos alaben, nos mostramos como unos grandes oradores y hacedores de buenas obras, pero en realidad, solo estamos a la caza de que “Dios nos bendiga”, o mejor, “que Dios nos conceda el milagrito”.

“El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro que medía veintisiete metros de altura y dos metros y medio de ancho y la levantó sobre la llanura de Dura, en la provincia de Babilonia. Luego envió mensajes a los altos funcionarios, autoridades, gobernadores, asesores, tesoreros, jueces y magistrados y a todos los funcionarios provinciales para que asistieran a la dedicación de la estatua que había levantado…
…Entonces un vocero proclamó: «¡Gente de todas las razas, naciones y lenguas escuchen el mandato del rey! Cuando oigan tocar la trompeta, la flauta, la cítara, la lira, el arpa, la zampoña y otros instrumentos musicales, inclínense rostro en tierra y rindan culto a la estatua de oro del rey Nabucodonosor. ¡Cualquiera que se rehúse a obedecer, será arrojado inmediatamente a un horno ardiente!”

Esta es la realidad de muchos; asistimos a la iglesia y hacemos todo lo que nos mandan hacer. Nos inclinamos rostro en tierra y rendimos culto a las estatuas de oro, plata, hierro o madera, y peor aún, al pastor o sacerdote de turno en la congregación. Y con esto nos sentimos convencidos de que Dios nos tiene que solucionar todo aquello por lo que le oramos y pedimos.
Sin embargo, muchos consultan a los astrólogos, adivinos y hasta hechiceros en busca de la suerte y el bienestar.

El asunto es que como no servimos a Dios, sino que nos queremos servir de Él, en verdad no hay quien pueda salvarnos.

Entonces, ante cualquier dificultad, hacemos todo lo que nos pide en jefe de turno, con tal de no tener que pasar por el horno de las pruebas.
Pero, “Alabado sea nuestro Dios poderoso y Amoroso, que envió a su hijo Jesucristo para rescatar y salvar a todo aquel que confía en él”.
Cuán grandiosas son sus señales y cuán poderosas sus maravillas, su reino y su dominio permanecen para siempre.

Muchos de nosotros tenemos sueños y deseamos sacarlos avante, pero, ni los magos, ni los brujos, ni los astrólogos mucho menos los adivinos, los podrán hacer realidad.
Pues los planes son del hombre más su realización le pertenece a Dios.
Si un ser humano se cree dueño y señor de su vida, su familia, su economía o su futuro; ¿Cuál dios podrá ayudarlo?

Cuando uno se atreve a proclamar a los cuatro vientos frases como: “Miren todo lo que yo he hecho, yo edifiqué esta hermosa iglesia, casa, empresa o familia, con mi gran poder, y todo es mío”. ¿Con que humildad podré postrarme a los pies del maestro?

Por ese comportamiento es que muchos han sido expulsados de sus trabajos, de sus familias, y han acabado con sus empresas, por su vano orgullo y altivez.

Cuantos han sido presa de las drogas, el alcohol, el sexo y todas sus aberraciones, solo por creerse los dueños y señores de todo, hasta de su propio destino.
En las calles del cartucho se encontraron muchos en peores condiciones que ratas de alcantarilla, comiendo basura y perdidos en las drogas, que en tiempos pasados fueron o se creyeron “grandes hombres”.

¿Cuándo recobraremos la razón?
¿Hasta cuándo seguiremos desafiando con soberbia al Señor?
Diciendo: ¿Si Dios existe?, ¿entonces por qué permite esto y lo otro?

Pero si somos pesados en la balanza y no damos ni la talla ni la medida, ¿que podremos esperar a nuestro favor? Si la fe solo es probada en el horno de las dificultades.
Solo cuando reconocemos que Jesucristo gobierna los cielos y la tierra, lo visible e invisible, lo material y lo espiritual, y rendimos ante El, nuestro ser entero, solo en esos momentos podremos ser exaltados.

No se trata de que nos mantengamos atados a las leyes o mandatos que ofrecen promesas, para estar pelándonos las rodillas o la frente en busca de ellas.
Se trata de ser humildes y sencillos; Puestos los ojos en Jesucristo, el autor y perfeccionador de la fe, para recibir junto con Él, todo lo que necesitamos.

Por eso hermanos la palabra de vida nos dice en:
1 de Pedro 5: 5-9. Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.

Jesucristo te ama y te bendice.
JoseFercho ZamPer

sábado, 9 de marzo de 2019

Quien gobierna tu vida.



Después de tanto sufrimiento por las necesidades del diario vivir, el Señor Jesucristo me hizo ver cuán grande era mi incredulidad y mi falta de fe en su palabra y en Él mismo.

Los líderes de este mundo se consideran soberanos; “se alimentan a sí mismos con el sudor y la sangre de su pueblo”, en lugar de ayudarlos.

Ustedes, pueblo mío, se visten con los harapos y se alimentan de las sobras que desechan sus gobernantes, pasan hambre y frio por no seguirme a mí, El Dios Vivo, que vive por siempre y desea bendecirlos.

¿A quién salieron a buscar en medio de sus necesidades, al mundo, o a Cristo?

Andan perdidos buscando abrigo en sus gobernantes, quienes los tratan con mano dura y con crueldad. Por eso mi pueblo anda disperso sin quien los proteja, y son presa fácil de cualquier salvaje que deambula en busca de los débiles para devorarlos.

Ustedes abandonaron mi enseñanza y se expusieron al ataque de esa clase de víboras  salvajes que hay en el mundo. Se ocuparon de seguir a cuanto politiquero que endulzara sus oídos y dejaron de seguirme a mí, y ahora pasan hambre.

Por seguir enseñanzas de hombres, son responsables de lo que les sucede, y ahora son su presa.

Dice el Señor, Yo mismo salí a buscar a mis ovejas y las encontré. Fui su pastor y las rescaté de todos los lugares por donde estaban esparcidas en ese día oscuro y nublado de la diáspora.

Los saqué de entre los demás pueblos y naciones y los traje de regreso a casa. Yo mismo los cuidé y los alimenté, les di un lugar para que vivieran en paz, pero tan pronto regresé a mi casa, al lado de mi Padre, ustedes se acobardaron y se dejaron conquistar de sus enemigos. Dejaron de ser ovejas y se fueron convirtiendo en cabras. Por eso ahora tienen que comer lo pisoteado y beber agua sucia.

Sin duda alguna, entre ustedes mismos se han empujado y embestido, hasta se han  esparcido de nuevo por tierras extrañas, como ovejas sin pastor.

Si se vuelven a mí, a Jesucristo, podrán acampar seguros en cualquier lugar, y dormir sin temor alguno. Tendrán las lluvias que necesiten, lluvias de bendición para que sus campos cosechen abundancia, y todos vivan seguros. Serán rotas las cadenas de esclavitud las cuales los tienen atados al mundo sin ni siquiera haberlo notado.

Un día, El Señor, me permitió ver todas esas situaciones en las que andaba yo en el mundo, y cómo estaba enredado y destrozado por todas estas dificultades y aflicciones.

Me dijo.
Hombre, tú qué dices ser mi hijo,  ¿crees realmente que puedas volver a la vida?
¿Tú crees que en medio de esta podredumbre en que dices vivir, puedas hallar vida?

—No lo sé, Señor —respondí—, solo tú lo sabes.

Entonces me dijo: Sí tú escuchas mi palabra y la pones en práctica, yo haré que vuelvas a la vida.

Quitaré de encima tuyo, todas esas raposas, sanguijuelas, tenias, lampreas y garrapatas que te están desangrando y secando lentamente hasta la muerte. Entonces sabrás que yo soy el Señor tu Dios.

De repente, mientras Él me hablaba, yo observaba como huían de mí una cantidad de demonios y espantos que me tenían prisionero de miedos y temores.

Vi como mis problemas comenzaban a tener solución, que envés de lamentos, de mi boca salían alabanzas y bendiciones a Dios y a todos quienes estaban en rededor mío.

Luego me dijo: Hombre, anuncia este mensaje profético a todos. Diles que la vida solo viene del Señor Dios Poderoso, que el ánimo solo proviene de la palabra de vida, Jesucristo. Así que si tú quieres volver a vivir, deja atrás esos dichos tuyos de que ya estás viejo y seco, que ya no tienes esperanza, que ya estás acabado.

Nunca más te contamines con las ideas repugnantes de esos ídolos apóstatas y pecaminosos del mundo. Entonces y solo entonces, serás mi hijo y yo seré tu Dios.

En cuanto eso hagas, hijo mío, sabrás que yo soy el Señor. Pondré mi Espíritu en ti, volverás a vivir y regresarás a tu propia tierra. Entonces sabrás que yo, el Señor, he hablado y que he cumplido mi palabra.

Esto me dijo el Señor Soberano, el día que yo me postré realmente a sus pies y comencé a rendirle todas mis tristezas, temores y dificultades en las que me estaba ahogando. Cuando expuse mi corazón delante de Él, con toda sinceridad y verdadera humildad. 

Jesucristo te ama y e bendice.

JoseFercho ZamPer.

Sobre lo que crees.

Lo que se puede saber de la biblia se remonta a miles de años atrás. Jesucristo es el personaje central de la historia bíblica, su vida y ...