viernes, 22 de abril de 2022

Libres pero esclavos.

 Cuando me detengo a analizar lo leído, tengo que volver a leer, pues lo que otros ven o entienden no pasa por mi mente, mucho menos por mi ser.

 Leo el texto y observo las palabras y todo lo que allí hay, entonces me doy cuenta de que solo El espíritu Santo me puede revelar el verdadero contenido de su palabra.

 Pero hay muchos tratadistas, analistas y genios sabiondos que, hacen decir todo lo que ellos desean oír, a la palabra, esto es un obstáculo para nuestro crecimiento espiritual. Parecemos ciegos, hijos de ciegos a la orilla del camino pidiendo limosna.

 Aunque un hombre ciego si es capaz de escuchar la voz de Jesucristo, mientras muchos con todas sus capacidades se sientan a llorar, en vez de estar atentos al llamado del Señor en su caminar diario.

 Si somos capaces de superar nuestras limitaciones podremos ser protagonistas de nuestra propia vida y obra. Quiero ser quien se cuestiona sobre su propia vida y seguir creciendo en todas las dimensiones de la vida.

 Soy más que un espectador, en este tiempo celebro la fe como lo más importante para mí. Ser capaz de interiorizar en silencio y tratar de entender lo que pasó en la cruz, y preguntarme si realmente lo creo; ese es mi deseo. A la manera de Dios, no a mi manera.

 Cada que perdono a alguien, la alegría vuelve a mí, y no me abandona a pesar de los momentos difíciles. El ser humano es un manojo de impulsos por hacer, y termina haciendo daño a los demas sin querer. El ser humano no evoluciona solo por querer, se necesita de un gran esfuerzo para lograrlo.

 Pero si nos negamos a cambiar, a aprender, a renunciar a cuanto nos daña o nos afecta, es decisión de cada cual; pero si dañas o afectas para mal a los demas, a su familia, o a su entorno, será su responsabilidad. Nuestra actitud en todo momento debe ser de construcción.  

 Necesitamos aprender a vivir como vivió Jesucristo, servir como él sirvió, vivir y trabajar en comunidad, compartir las experiencias vividas lo mismo que los bienes obtenidos. Para eso se necesita valentía, valor. Dios nos dice que, quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios. Esto se logra cuando uno conoce a Jesucristo resucitado y se deja transformar por su espíritu Santo de manera integral.

 Si quieres un cambio en su vida, en su manera de pensar y vivir, es obligatorio pasar por un proceso de conversión todos los días hasta llegar ser un hombre nuevo.

 Para que la gente nos crea es necesario que se vean los cambios en nuestra vida, por lo que, es importante dejarnos renovar por el espíritu santo y cantarle alabanzas a Dios.

 Cuando se confía en Dios se siente en el corazón la pertenencia a su pueblo, a su iglesia de una manera real y se obra con honradez y fidelidad, sin vacilar.

 Se que vivimos en medio del pecado, en un mundo lleno de infamia y sobornos, pero Jesucristo no nos deja caer en pecado.

 Yo no me siento tan bueno delante de Dios, pero me esfuerzo sin dudar en hacer las cosas bien. Porque sé que fallo, que cometo errores y me equivoco al tratar de interactuar con la gente, por tal razón me esfuerzo en creer y obedecer a Dios.

 Dios me da confianza a través del conocimiento de Él, de sentirse perdonado en mi ser interior, y le pido que me examine en lo profundo e íntimo de mi ser y me muestre que debo corregir en mi diario actuar, con tal de mejorar mi comportamiento y mi forma de ver a los demas.

 Porque como le dijo el Centurión Romano a Jesucristo:

Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.

 De tal manera que Jesucristo me responda a mí como al centurión:

Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora. (Mateo 8:5-13).

 Porque a pesar de mis limitaciones, quiero encontrarme con Jesucristo y ser exaltado conforme a su voluntad, y sé que solo a través de la dependencia y de la obediencia a Él, lo alcanzaré.

 Me esfuerzo por superar las limitaciones que impiden el creer en la palabra de Dios, y lo maravilloso es que con la sabiduría que Dios me da a través de su palabra, creo que jesucristo ya venció esos obstáculos y se quedó a vivir en mi casa.

 El Vivir cristiano es construir una relación a los pies de Cristo, como siervos que entienden su existir desde el servir a los demás, dejando de lado la lógica de esta sociedad donde se adora al que tiene dinero, fama o poder. Asumiendo la identidad de Cristo, quien sirve a los más necesitados, a los marginados por la sociedad, igual que a aquellos que nos lastiman.

 Muchos conocen bien las profecías igual que las leyes, pero de ninguna manera conocen el corazón de Dios, porque quieren vivir su vida de una manera fastuosa. Esta manera de vivir es una provocación al bienestar del creyente, llevándolos a caer en la tentación de vivir valores que no son cristianos.

 Un día Jesús entra triunfante a Jerusalén, como aquel que hace del amor su manera de expresarse y encarna las esperanzas de los hombres. Hoy, a ese rey no le podemos adular, solo honrar, porque es un rey sencillo y humilde quien nos invita a seguirlo y a vivir de esa manera.

 No sé si te emociona obrar de tal manera, pero date prisa a obedecer a Dios en todo y evitaras quedar avergonzado y confundido como cristiano, porque quienes piensan que es solo pedir cosas a Dios y nada más; que se queden esperando.

 Si alguien está enfermo debe confiar en la misericordia de Dios porque todo el que confía en Dios y espera en El, no será avergonzado, pues nos ama con amor eterno. Él tiene piedad de sus hijos, y no nos quiere ver sufrir.

 Nadie está preparado para enfrentar la vida tal y como nos viene, ni cuenta con las herramientas necesarias para hacer realidad sus sueños, por tanto, tenemos que aprender a afrontar las distintas situaciones que se nos presentan; en esos momentos es cuando necesitamos la mano amiga de alguien que nos enseñe y nos capacite para actuar con sabiduría y responder con eficacia ante las distintas dificultades.

 Necesitamos tener una relación con Jesucristo que no esté fuera de la razón, pero sí desde el corazón. Teniendo al señor como nuestro ángel protector quien acampa junto a nosotros, quien nos cuida y nos protege de forma real y nos hace más que vencedores.

 Jesucristo se entregó por mi bien y a mi favor.

Si no conocemos o no entendemos la verdadera razón por la que jesucristo dio su vida, no aprovecharemos realmente su sacrificio para que nuestra vida sea plena y abundante.

 Dios siempre ha estado a favor de la raza humana aquí en la tierra, mas, sin embargo, quien escoge seguir a Dios, escoge estar en contraposición al mundo; dicho de otra forma, el cristiano debe hacer lo que le agrada a Dios y dejar de lado lo que el mundo ofrece a los hombres. Esto implica que debemos ser gente de paz, de amor y servicio, aunque esto nos ponga en conflicto con los intereses que predominan en la sociedad. Tal vez lo más maravilloso es vivir con la alegría de quién se sabe amado por Dios.

 Los religiosos son siempre quienes condenan a los otros, porque no entienden que es más valioso el amor que la ley. La verdadera misericordia va más allá de los rituales vacíos a los que nos enfrentamos en las iglesias.

 Jesucristo siempre ha estado a favor de los pobres, de los marginados y despreciados, de quienes no tienen posibilidades de vivir en plenitud desde la libertad, porque se ha hecho de la religión una pesada carga para quienes desean conocer y seguir a Jesucristo.

 En nuestro proceso de crecimiento tenemos que tomar decisiones, y eso sí que tiene que ver con mi vida. Claro, se trata de vivir realizando sus sueños construyendo su propia realidad de superar los obstáculos y resolver los nudos que se hacen en la vida; con sinceridad y autenticidad.

 Hay que saber esperar, saber confiar y agradecer a Dios, hasta que Él nos llame por nuestro nombre, pues Él nos conoce personalmente.

 Nuestras limitaciones no son ningún obstáculo para alcanzar un crecimiento personal y espiritual. Quien desea salir adelante usa las habilidades y capacidades que tiene en vez de sentarse a llorar y a quejarse por sus limitaciones.

 Qué quieres que haga por ti, nos dice el Señor.

 Es impresionante la confianza con la que Jesucristo asume las dificultades que se le presentan a diario, confianza en él y, sobre todo, confianza en Dios. De manera que Jesucristo hizo muchas cosas geniales y maravillosas por sus seguidores.

 

Jesucristo te ama y te bendice.

 

JoseFercho ZamPer

jueves, 7 de abril de 2022

La palabra de Dios y yo.

El primer libro de la Biblia se llama el Génesis “Origen”. Donde se narra la creación de todo lo que existe…

“Dijo Dios, y fue creado… Y Dios vio que todo era bueno. Día y noche, luz y oscuridad, animales y árboles, tierra y agua, hombre y mujer; todo fue creado por Dios, como una bendición divina.

En estas páginas hay enseñanzas para todos, para niños, jóvenes y viejos de todos los siglos. Todo lo que Dios hizo es bueno.

Dios ha hablado a los hombres por medio de las escrituras, es necesario que quien la lea, pida al espíritu santo el discernimiento para entender lo que Dios quiere comunicarle. De lo contrario, no entenderá el sentido profundo escondido bajo la letra, porque “la letra mata, más el Espíritu da Vida”.

Cada lector querrá obtener respuestas a sus preguntas planteadas en la medida de su fe, y la biblia tiene un mensaje para los hombres de todos los tiempos.

Antes que todo lo creado, antes que se formase la tierra y el mundo, desde siempre y hasta siempre ha existido Dios. 

En el principio la Palabra existía… y la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre nosotros, y hemos visto su Gloria, Gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. (Juan 1, 1 y 14)

Desde el principio el hombre y la tierra mantiene una relación muy estrecha; porque el hombre proviene de la tierra, vive de la tierra y a ella regresa al final de sus días.

La creación está subordinada al hombre, pero éste a su vez está subordinado a Dios, a quien debe obediencia. Dios sometió bajo la autoridad del hombre a toda la creación.

Siendo un estado espiritual, la felicidad del hombre puede estar en el lugar donde el hombre esté.

¿De dónde proceden el mal, el dolor y la muerte? 

Desde el principio, la obra de Dios ha sido trastornada por la culpa. Pero Dios, siempre ha sido fiel a su promesa, amó a los pecadores hasta el punto de ofrendar a su hijo por la humanidad.

El primer pecado nos contagió a todos, pero Cristo es el vencedor de la muerte.

El llamado de Dios es fundamental, es el inicio de nuestra historia de salvación.  

El llamado de Dios implica un desprenderse de lo que consideramos sagrado en nuestro mundo. Un desprenderse de toda seguridad humana y acercarse a Dios de manera tranquila y segura, Jesucristo nos dice: “El que ama a su padre o a su madre…. a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí”. 

Si Dios exige tanto es porque Él lo dio todo por mí. 

Sólo con el caminar en Cristo se entiende de lo que trata esto, sobre la promesa, el ser heredero en la fe. Es emprender un caminar a lo desconocido sin más seguridad que la Palabra de Dios. 

Ante todo, es aceptar la Palabra de Dios tal como se presenta, permitiendo que ella transforme nuestra vida según el plan de Dios, aun cuando éste contradiga nuestros proyectos, es andar en presencia del Señor.

Si comenzamos a caminar en Cristo, pero en el camino nos arrepentimos, debemos evaluar su conto.

 Dios cumplirá la promesa a pesar del tiempo y las circunstancias. Luego de ello Dios nos llenará de días y de esperanza. 

De ahí la importancia de escuchar la Palabra de Dios siempre, y obedecerle, por qué; “Si 

Dios no construye la casa, en vano se fatigan los constructores”.

Los hombres nos cuentan varios relatos sobre la creación, cada uno conforme a su formación o tradición. Cada uno tiene su modo de hablar de Dios.

Por fe, obedezco y salgo al lugar de encuentro, aun siendo peregrinó por la Tierra como un extranjero, pues esperamos con paciencia el tiempo apropiado para ser exaltados conforme a lo prometido. Así Abraham creyó en Dios y le fue contado como justicia. 

Por fe cuidamos la bendición recibida y la transmitimos a otros con alegría, en un mundo lleno de peleas, engaños, mentiras, de tal forma que el plan de Dios se haga notorio en todos los escogidos.  

Dion invita a quien quiera ser primero a que se haga el último, es decir el servidor de otros, a cambio de estar vagando y temeroso por el mundo. Si bien, la fe es don gratuito, hay que trabajar para conservarla. 

La cuestión central de la Biblia es, cómo obra Dios con el hombre y cómo obra el hombre con Dios.  Dios quiere la salvación del hombre y que al fin la realiza, aun cuando el hombre no cesa de poner obstáculos a los planes de Dios.

El pecado destruye la felicidad y ponen en peligro la salvación, pero si Dios toma el timón de tu vida le dará un nuevo rumbo a tu historia.

En el desierto te espera Dios.

No conviene tomar cada detalle al pie de la letra, porque para los cristianos, la nueva y verdadera Pascua celebra el paso de este mundo al Padre, que hizo Jesucristo.

Si no estamos de acuerdo sobre qué camino tomar, la conquista de la vida será imposible alcanzar.

Nos enojamos por la falta de alimentos, en aquellas circunstancias lo mejor es con la fe en Cristo, reconocer nuestras faltas para ser salvos, inspirado por el Espíritu de Dios, más bien bendecimos. Dios Dijo: “Estaré contigo”. 

Cuando tus enemigos te acosen, si tú eres Justo, habrás de orar “hasta que el sol se vaya a dormir y la luna salga a iluminar tu desvelo” de esta manera te vengaras de ellos. 

En muchas situaciones de la vida, las explicaciones forman una verdadera legión; más todas ellas son insuficientes, por cuanto no conservan el debido proceder de Dios.

Hay que distinguir muy bien entre la cita del libro y la interpretación que se da de ella.

Ahora mismo muchos sacan todo de contexto original, lo que hace muy difícil determinar qué es lo que El Señor nos quiere decir en su palabra.

Invocar al Altísimo cuando los problemas están por todas partes, es lo correcto; pero si tal situación es producto de “no hacer nada”, significa que su tal fe no lo mueve a nada.

Quedarse quieto no significa necesariamente “No hacer nada, ni ser una estatua”; esto es una figura poética por la cual se invita a quedarse atónito ante la presencia sagrada.

Pero si lo entendió de otra forma y se quedó esperando un milagro físico sin su intervención, puede ser que lo recibas o que te quedes sin nada, todo depende de tu fe.

Esto se trata de conquistar la tierra prometida, no de esperar a que alguien no la regale, ni esperemos hasta que, al cabo de los siglos se den las cosas.

La Biblia enumera muchos sucesos que afectaron a los Israelitas en su caminar por el desierto, pero, ante todo, su capacidad de enfrentarse a las dificultades los sacó victoriosos porque habían entendido que su patria era la que Dios les había prometido, así se provo su fidelidad. 

Jesucristo en su oración habló así: “No te pido que los saques del mundo, sino que los guardes del malo”. Porque la fidelidad al Evangelio y a Cristo significa “trabajo y perseverancia “pues el trigo crece junto a la mala hierba.

No esperes que los Jueces te liberen de la esclavitud de tu pecado, solo el Espíritu de Dios lo hará en ti. La victoria no depende del número de combatientes, sino de tu fe y unidad en Dios.  

Todos hemos pecado, hemos faltado a la verdad, se nos ha endurecido el corazón al amor, pero, Jesucristo ya tomó todo nuestro pecado y cargó con la consecuencia de ello, es la hora de creer y de obedecerle, no de echar culpas ni de culparnos.

Por la fe en Jesucristo, Dios ha hecho muchos milagros en sus hijos. El seguir a Cristo no se trata de guerras ni de conquistar naciones; se trata de rendirnos ante El y dejarlo actuar en nuestros corazones. Hay que encaminarse, sin perder tiempo, hacia la tierra prometida, pero recuerda que, para llegar hasta allá, es necesario atravesar el desierto. 

Lo que significa que es obligatorio sacrificar nuestros deseos y ambiciones para hallar la libertad.

Pero en esos momentos cuando parece imposible lograrlo, si recurrimos a la gracia de Dios, a su misericordia; lo amargo cambiara su sabor. Dios da siempre los medios para triunfar, abrirá el mar para que caminemos sin tropiezos.

En medio de las dificultades, recuerda cuantas veces Dios te ha sacado de problemas y te ha dado luz para seguir por medio de su palabra. Porque el Señor es un Dios grande, Él mismo hizo la tierra y todo lo que existe.

Alzo los ojos a los montes: ¿de dónde vendrá mi auxilio? Mi auxilio viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. El Señor te custodia y te da sombra, está siempre a tu diestra. Te protege de cualquier mal, Él te cuida al salir y al regresar, ahora y para siempre. Amen. 

La narración bíblica es tan importante que ha tocado la vida de millones de personas durante la historia. Los cristianos celebramos la liberación del pecado y de la muerte por el sacrificio de Jesucristo. Su palabra ilumina a los creyentes, endereza los pasos con sus leyes.

La historia deja al cristiano en una cierta perplejidad, ya que lo pone frente a la inflexibilidad de la ley, y ante la gracia por amor de Jesucristo.  

El pueblo siempre está dispuesto a aceptar sacrificios, pero no acepta nunca perder su libertad, porque esa es la voluntad de Dios para su pueblo. Tener una vocación es sentir una cierta tendencia a hacer lo que Dios manda. 

Nuestra fe molesta la propaganda fanática que hace abiertamente el mundo, esa propaganda que se esfuerza por derribar los valores, el amor y la fidelidad, en busca de destruir matrimonios y hogares que le sirven al Señor. 

Existen profetas falsos o mentirosos que profetizan en nombre de Dios sin que tal misión les haya sido asignada o, lo que es peor, falsifican el mensaje divino.

Sin embargo, esta escogencia podía ser una trampa y fomentar una falsa seguridad. Dios no cierra los ojos ante las infidelidades de su pueblo. Es falsa la confianza en Dios de aquel que es infiel, si no va acompañado de una verdadera obediencia a sus mandamientos. ¡No basta con ser bautizado para estar en armonía con Dios y los hombres! 

Debemos cuidarnos de las falsas garantías de la religión, ellas no garantizan nada. Son bien conocidas sus desilusiones, sus dirigentes no son perfectos ni desde el punto de vista moral ni desde el punto de visto religioso. No se aguantan ni una amonestación. 

Un día al mirar en retrospectiva su historia, constatará con melancolía que, “Fuera de Dios, nada vale”. Solo la mano de Dios colmará su necesidad y hará realidad sus sueños.

El pueblo que andaba en tinieblas vio la luz, y su resplandor iluminó a los que vivían en un país de sombras. 

No se trata de hablar de Dios, se trata de amar con su amor, porque Dios decidió mostrarnos su amor por medio de Jesucristo. 

Por lo tanto, no se fíen de palabras engañosas que de nada sirven, porque vivirán de pérdida en pérdida, echándole la culpa a los demás.

La Biblia de alguna forma ha pasado a ser parte de la humanidad, como el arte de vivir de los pueblos. Si está en la Biblia, algo tiene que ver con nuestra fe. En consecuencia, no es sólo la iglesia y la Biblia, sino también las personas que dan testimonio de Dios, en donde podemos hallar su imagen.

“En el año 15 del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y Herodes príncipe de Galilea; sucedió un acontecimiento muy significativo para el Pueblo de Dios, la Palabra de Dios fue dirigida a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto” (Lucas 3, 1-2). Se volvía a tomar el hilo de los profetas, que había sido interrumpido más de trescientos cincuenta años atrás.

Mientras la corriente popular esperaba un mesías “triunfalista” llegando al poder por un golpe de estado, juan anunciaba un mesías manso y pacífico. Malaquías había hablado de un misterioso mensajero de Dios que iba a preparar el camino al Mesías. 

En el año 33 se produjo en el mundo un cambio radical que iba a tener efectos importantes en la humanidad por la eternidad, “Jesucristo dio su vida por todos”. Generando así una nueva manera de ver a Dios, de pensar y de vivir.

Un grupo de personas animadas por el amor de Dios a través de Jesucristo, nos cuentan los sucesos de esa época heroica, dando origen a una serie de escritos que al reunirlos conforman el libro de libros, “la Biblia”. 

Y, henos aquí, dos mil años después, y seguimos creyendo y esperando lo mismo que otros ya creyeron y esperaron pero que ya vivieron, su propia experiencia de Dios.

                                                                         JoseFercho ZamPer 


Sobre lo que crees.

Lo que se puede saber de la biblia se remonta a miles de años atrás. Jesucristo es el personaje central de la historia bíblica, su vida y ...