viernes, 22 de noviembre de 2013

Necesito Tu amistad


Jesucristo,
Necesito tu amistad,
Tu compañía al caminar
Tu palabra al hablar
Tu espíritu y verdad
Para mi vida alegrar

Caminar por este mundo
Es más fácil si tú estas
Si mi pie aquí resbala
Tu mano me sostendrá
Tu espíritu es el fuego
Que a mi vida sanará

Tu Señor, eres mi amigo
Mi más tierna amistad
Conocerte más, hoy quiero
Tus palabras escuchar
Tus concejos, tus deseos
Sean en mi realidad

Tu amistad es un tesoro
Hoy por ti, venderé todo
Ir corriendo a tu encuentro
Y entregarme por completo
En tus brazos, padre bueno
Vivir en ti, el amor eterno.

JoseFerchoZamPer


miércoles, 20 de noviembre de 2013

Pon tu confianza en el Señor Jesucristo.

Sacar fiado para comer siempre será triste, penoso y doloroso.  Pero en ocasiones nos vemos obligados  ha hacerlo. 
-Lo siento don Fercho, no puedo fiarle,  se que me comprenderá. Son negocios, y  no puedo dejarme mover por el corazón.  -Me dijo un día el tendero y me dio la espalda para atender a un cliente que tenia el dinero en su mano.
Cuando pasamos por dificultades económicas todos quieren hacerse a un lado. Es como si dijeran: "No queremos estar junto a los fracasados".
Pero no podemos dejarnos llevar por el desánimo. Debemos ir en busca de la solución con la firme convicción de que Dios nos socorre.
Los problemas amenazan con robarnos la paz. No permita que lo embargue la desesperación. Busque una salida. Está en Dios. Él está con nosotros. Nos extiende su mano brindando la ayuda que necesita.
Salmo 31:1 "En ti Señor, busco refugio; jamás permitas que me avergüencen; en tu justicia, líbrame. Inclina a mí tu oído y acude pronto a socorrerme. Sé tu mi roca protectora, la fortaleza de mi salvación"
Isaías 48:10. He aquí, te he purificado, pero no como a plata; te he probado en el crisol de la aflicción.
Proverbios 16:19  "Vale más humillarse con los oprimidos que compartir el botín con los orgullosos".
Isaías 59:2 "La mano del Señor no es corta para salvar, ni es sordo su oído para oír".
 "Ustedes saben que, en una carrera, no todos ganan el premio sino uno solo. Los que se preparan para competir en un deporte, dejan de hacer todo lo que pueda perjudicarles. ¡Y lo hacen para ganarse un premio que no dura mucho! Nosotros, en cambio, lo hacemos para recibir un premio que dura para siempre. Yo me esfuerzo por recibirlo, así que no lucho sin un propósito. Al contrario, vivo con mucha disciplina y trato de dominarme a mi mismo" (1 Corintios 9:24-27).
"Las personas de  éxito tienen el hábito de hacer cosas que a los demás no les gusta hacer”
Tales como: sacrificarse, ahorrar, hacer dieta, estudiar, ir al médico, ser amables, planificar, perdonar, arrepentirse, orar, leer la Biblia.  “Todo porque no les gusta. “
¡Pero vayan resultados que se obtienen en calidad de vida cuando se invierte tiempo y esfuerzo  en estas y muchas otras cosas!
Vale la pena vivir más allá de los gustos y vivir con propósito.
Proverbios 24:10   Si fueres flojo en el día de trabajo, Tu fuerza será reducida.

"No intentes evitar tu realidad. No trates de reducir tu dolor emocional culpando a otros.
No  justifiques tu conducta. El mejor camino siempre es rendirse a Dios y decir como el publicano: Dios, sé propicio a mí, que soy pecador
Lucas 18:13-14  Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, que soy pecador. 14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
Proverbios 10:8  El sabio de corazón aceptará mandatos, mas el necio charlatán será derribado.
Mateo 7:24  Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca;
Proverbios 16:19 "Vale más humillarse con los oprimidos que compartir el botín con los orgullosos".
Isaías 59:2 "La mano del Señor no es corta para salvar, ni es sordo su oído para oír".

Necesitamos enfocar nuestra vida espiritual  para que no perdamos el camino en el transcurso de nuestra existencia.
Recordemos, Juan 14:6  Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Vale la pena tenerlo a él para que pueda guiarnos el resto del camino.
Salmos 119:18   Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley.
Salmos 146:8   El Señor abre los ojos a los ciegos; levanta a los caídos; ama a los justos.

El Señor Jesucristo te ama.


martes, 16 de abril de 2013

Aun en la Vejez


Génesis  17.1-3
1. Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció, y le dijo:
“Yo soy Dios Todopoderoso; Anda delante de Mí, y sé perfecto. 2 Yo estableceré Mi pacto contigo, Y te multiplicaré en gran manera.”  3 Entonces Abram se postró sobre su rostro y Dios habló con él.

Salmos 92
12 El justo florecerá como la palma, Crecerá como cedro en el Líbano.
13 Plantados en la casa del Señor, Florecerán en los atrios de nuestro Dios.
14 Aun en la vejez darán fruto; Estarán vigorosos y muy verdes,
15 Para anunciar cuán recto es el Señor; Él es mi Roca, y que en El no hay injusticia.

Isaías 46:4
Aun hasta su vejez, Yo seré el mismo, Y hasta sus años avanzados, Yo los sostendré. Yo lo he hecho, y Yo los cargaré; Yo los sostendré, y Yo los libraré.


La vejez es un tiempo de mucha bendición para todo el que cree en el Señor Jesucristo, pues en esa época se dispone de todo el tiempo del mundo para hablar con Dios.

Para Dios no hay edad, él nos quiere usar hasta el último día de nuestras vidas, por tal razón no tenemos miedo a que pasen los años,  somos y seremos bendecidos  siempre por nuestro padre y Señor Dios todo poderoso.

Solo nos pide que: Anda delante de Mí, y sé perfecto.   Eso es todo lo que nos exige para que su presencia este con nosotros.

Ánimo mis hermanos Dios nos ama muchísimo.

joseferchozamper

jueves, 11 de abril de 2013

Mi Identidad



¿Quién soy yo?
                                            
Un campesino crió un aguilucho junto con sus gallinas. Lo trataba de la misma forma como lo hacía con las gallinas, de modo que él estaba convencido que era una de ellas. Le daba la misma comida en el suelo, la misma agua en un bebedero y lo soltaba en el campo para complementar su alimentación, igual que si fuese una gallina. El águila creció y se comportó como si fuera una gallina.

Cierto día pasó por su casa un ecologista que, al ver al águila escarbando en el suelo, fue a hablar con el campesino.

Esto no es una gallina, ¡es un águila!

El campesino contestó: ahora ya no es más un águila porque se crió con las gallinas, aprendió a vivir como ellas y por lo tanto se cree gallina.

El ecologista dijo: No, un águila es siempre un águila. Hagamos una prueba.
Se subió con el águila al techo de la casa del campesino y la tiró a volar, mientras le decía: ¡Vuela tú eres un águila! Asume tu naturaleza.

Pero el águila no voló, batió torpemente sus alas como una gallina, y cayó al gallinero otra vez. Entonces, el campesino replicó: Le dije que ella era ahora como una más de mis gallinas. Mañana veremos, dijo el ecologista.
Al otro día fueron a una montaña cercana con el águila. El ecologista levantó el ave y le dijo: ¡Águila! ¡Mira ese horizonte, mira el sol allá a lo lejos, los campos verdes allá abajo, mira, todas esas nubes pueden ser tuyas! ¡Despierta tu naturaleza y vuela como águila que eres!

El águila comenzó a ver todo esto y fue quedando maravillada con la belleza de las cosas que nunca había visto, estuvo confusa al principio sin entender por qué había estado tanto tiempo alienada. Entonces sintió su sangre de águila correr por sus venas, sintió tensarse los músculos de sus alas y partió en un hermoso vuelo hacia el horizonte azul.

A muchos nos educan como gallinas porque con una mentalidad de gallina nos controlan más fácil. Por eso nos creemos gallinas y vivimos con la cabeza agachada y muertos de miedo. Pero podemos volar tan alto como queramos y cuando queramos.
Camina con tu cabeza erguida en la vida, respetando a los demás, pero sin miedos

Al águila le habían robado algo muy importante, lo que le hizo perder su verdadero propósito en la vida, y fue  su propia identidad.

En la iglesia hoy en día, el mismo cuento triste está sucediendo a miles y miles de cristianos. Aun cuando Dios nos ha creado para “volar en las alturas”, hemos creído la mentira del diablo que somos pobres pecadores y siempre seremos así.

Mientras no vuelva Jesucristo para llevarnos al cielo, dice el diablo, tenemos que soportar toda clase de tristezas, enfermedades, pobrezas y fracasos en la vida.

Como el águila que pensaba que era una gallina, hemos creído que somos como todos los demás en el mundo, la única diferencia es que hemos sido perdonados de nuestros pecados.

Nos han robado una verdad preciosa y poderosa; LA VERDAD DE NUESTRA IDENTIDAD EN CRISTO.

Hermanos, no somos gallinas como los demás. ¡Somos hijos de Dios, embajadores de Cristo y nuevas criaturas con una nueva identidad!

“Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida... los que reciben la abundancia de la gracia del don de la justicia” (Romanos 5:17).

La autoridad del creyente es una de las verdades más preciosas que existe en el evangelio, y una de las verdades menos entendidas.

 Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó,  y los bendijo con estas palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense;     llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo.» (Génesis 1:27-28).

El hombre recibió autoridad sobre la tierra y sobre todo lo que existía en ella. Él era el representante de Dios, creado a su imagen, y tenía autoridad para cumplir con los propósitos de Dios en el mundo. En él existía la gracia de Dios y Su justicia, entre otras cosas. Mientras el hombre caminaba con Dios en obediencia, su autoridad y dominio quedaban vigentes. Pero cuando Adán y Eva pecaron, algo profundo sucedió; algo que dejó a la humanidad en esclavitud y temor. El hombre perdió la justicia de Dios y su propósito.

Cuando Jesús vivía entre nosotros como hombre, Él nos mostraba lo que significaba la autoridad del creyente. Como Dios, él era un hombre justo, sin pecado, y lleno de gracia y verdad (Juan 1:14). Así, El dominaba las enfermedades, la escasez, el clima, los demonios, la muerte y al mismo diablo. Su justicia le mantuvo bajo la cobertura de Dios y, así, él tenía autoridad para deshacer las obras del maligno (1 Juan 3:8).

Durante su ministerio, Jesucristo entregó la misma autoridad a sus doce discípulos, y después a setenta más. Fue una tremenda demostración de la autoridad que existe para todos los que se encuentran sometidos a Jesucristo.

Es importante que entendamos que el diablo sólo ganó acceso al mundo a través del pecado del hombre. Mientras el hombre mantenga su naturaleza pecaminosa, no tiene ningún derecho legal en contra de las obras del enemigo. Tiene que sufrir enfermedades, tragedias, escasez y el fracaso, porque es un pecador y el diablo viene para “robar, matar y destruir” (Juan 10:10).
El hombre perdió la justicia por el pecado de Adán. Pero, si el poder del pecado fuera destruido, y si el hombre pudiera recibir una nueva naturaleza, una nueva identidad, entonces recibiría también la autoridad para reinar en la vida, ¡como Jesús! Las buenas Nuevas del evangelio declaran exactamente esta poderosa verdad.

“sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él (Cristo), para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.  Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.” (Romanos 6:6-7).

 “Al que no conoció pecado (Cristo), por nosotros se hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (2 Corintios 5:21).

Aquí, Dios declara que por el sacrificio de Jesucristo, nosotros fuimos hechos justos. La naturaleza pecaminosa, ya no existe en el creyente. Tenemos una nueva identidad:

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).

Entonces, el creyente ahora no es un pobre pecador, era un pobre pecador, pero fue salvado y transformado por la gracia de Dios. Ahora, cada cristiano es espiritualmente una nueva creación y tiene una nueva identidad. Ya no somos gallinas. ¡Somos águilas! ¡No somos víctimas, sino, vencedores!

¿Qué pasa?”
Lo que pasa, es que has actuado como una víctima por tantos años, que sigues comportándote como víctima. La vida victoriosa y abundante depende de nosotros, no de Dios. Dios ha hecho su parte, y ahora depende de nosotros. Hemos sido como el águila que se crió junto con las gallinas en el mismo corral y en las mismas condiciones, y nos dijeron  “Tú eres una gallina y siempre vas a ser una gallina.”

El diablo nos ha dicho lo mismo por muchos siglos, y lo hemos creído. Pero, la verdad nos hace libres, y al estar armados con la revelación de nuestra nueva identidad, podemos cumplir con los mandatos de Jesús. ¿Qué quiere El de nosotros?

“Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo” (Juan 17:18).
“Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío” (Juan 20:21).

¿Cómo fue, Jesús, enviado al mundo? ¿Cómo un pobre pecador, siempre enfermo, fracasado, sin poder y autoridad? ¡No! El vino al mundo para deshacer las obras del diablo. El sanó a los enfermos, echó fuera a los demonios, suplió las necesidades de la gente, dominó la naturaleza y resistió las tentaciones del diablo. ¡Y Él dice que nos ha mandado de la misma manera!

Para hacer todo esto uno necesita autoridad. Necesita ser justo ante los ojos de Dios, porque solamente la justicia puede atar al diablo, y deshacer sus obras.

Gracias al Señor, nos ha hecho justos, nos ha mandado con su mismo mandato, y nos ha dado su autoridad, su Nombre, el Espíritu Santo, los dones del Espíritu, las promesas del Nuevo Pacto, la armadura de Dios y las llaves del Reino, para cumplir con sus propósitos.

¿Quién puede pensar de sí mismo como una víctima, cuando toda la abundancia de Dios le respalda?

La vida cristiana no debe ser una vida llena de fracaso, enfermedades y escasez. De hecho, el Señor nos ha mandado para librar al mundo de tales cosas.

El evangelio, es el poder de Dios que puede librar a los esclavos. Pero, si los mismos cristianos siguen viviendo vidas fracasadas, ¿cómo podemos predicar al mundo?

No, hermanos, la vida fracasada no es para nosotros.
Hemos recibido autoridad y debemos administrarla.

Somos responsables ante el Señor por lo que nos ha dado. ¡Levantémonos como hijos del Rey de Reyes, y tomemos nuestro puesto en el gran ejército de vencedores que Dios está levantando en estos días! Sean águilas y acaben con los trucos y las trampas del diablo en sus vidas.

“He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará” (Lucas 10:19).

“Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo” (Efesios 1:22-23).

Si tú eres cristiano, has recibido autoridad. Autoridad para sanar enfermos, echar fuera demonios, librar a los cautivos y ser una bendición en el mundo. Sólo puedes ser vencido por la ignorancia o pasividad.

Tú eres justo ante los ojos de Dios.

Él te regaló su propia justicia por el gran amor que Él tiene para con nosotros. Él ha puesto al diablo bajo tus pies. Las enfermedades tienen que rendirse por la imposición de manos y la declaración de fe. La pobreza tiene que huir cuando aplicamos los principios de la siembre y la cosecha. "

Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir". Lucas 6.38
El temor no tiene lugar en nosotros, porque no hemos recibido un espíritu de temor sino de poder, de amor y de dominio propio (2 Timoteo 1:7).

La Palabra de Dios en nuestro corazón y en nuestra boca es la espada del Espíritu, y no existe nada en el cielo ni en la tierra que pueda resistir a la Palabra de Dios. La vida abundante es nuestra herencia y hacer discípulos de Cristo es nuestro propósito.

“Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones...” (Mateo 28:19-19)

Confió que el Señor Jesucristo te revelará estas palabras, pues es su voluntad que tú y yo como cristianos seamos más que vencedores en Cristo Jesús.  Amen.

joseferchozamper



jueves, 28 de marzo de 2013

La finca de mis sueños


Adquirí un terreno en una ladera fértil. Lo cerqué, are sus tierras, y planté un cultivo de cereales escogidos, con el deseo de obtener buenas ganancias. 

¿Pero que obtuve? Los vecinos se enamoraron de mi cultivo, tan pronto como comenzó a producir, comenzaron también ellos a robar lo que iba dando, dañaron las cercas y hasta los animales se metieron a comerse mi cosecha.

Yo pensé. Eso debe ser porque a ellos les ha ido mal en sus fincas.

Han trabajado duro, pero sus cosechas se han dañado. Entonces hablé con todos ellos, uno por uno,  sobre la situación allí presentada. Cada uno me comentó la situación de necesidad por la que estaba pasando, como sus hijos pasaban hambre y que su esfuerzo por obtener buena producción no era suficiente para lograr cubrir sus gastos.

Me condolí de ellos y les propuse trabajar en comunidad, en asocio para así unificar esfuerzos y poder arreglar sus tierras y mejorar sus cultivos, yo entendí que ellos habían aceptado el acuerdo. Pero los hechos mostraban algo distinto.

Volví a cercar y ha arar mis tierras, lo mismo hice con las de ellos, todos esperaron pacientemente hasta terminar. A la hora de sembrar, ninguno tenía tiempo para trabajar, querían que les entregara sembrado el terreno. Y así lo hice, pues pensé que era mucho esfuerzo para sus brazos cansados y estropeados por el paso de los años.

Como yo tenía alguna maquinaria, me era más fácil trabajar sin agotarme tanto. Pero puramente ellos no querían colaborar con nada, les pedí semillas y no tenían, se habían comido todo lo recogido en las cosechas anteriores. Pregunté si tenían algún tipo de abono, y tampoco.

Ya no sabía ni que pensar de tal situación, entonces volví al pueblo y retiré mis últimos ahorros, los cuales eran el resultado de toda una vida laboral, pues desde joven tenía la ilusión de hacer lo que estaba tratando de hacer, y era tener una granja productora de cereales y animales para alimentar a muchos en la ciudad, y desde entonces estaba ahorrando cada centavo posible, para comprar la tierra y así realizar  mis sueños.

¿Qué más podía hacer por ellos, que no hubiese hecho? Me preguntaba. Como esperando una respuesta del cielo.

Les mostraré lo que entendí acerca de la gente de allí y el porqué de la situación en que vivían.

Ellos aprendieron a trabajar la tierra como sus padres lo hacían desde muchos años, o sea desde siempre. Y así lo seguían haciendo.

Esto no estaba nada mal, pero como sabemos, los tiempos cambian y todo se acaba, las tierras pierden su fertilidad en la medida que cultivamos y no reponemos los nutrientes extraídos de allí a través de las cosechas recogidas, y de las malas prácticas de cultivo, pero esto no lo sabían ellos, pues nunca tuvieron ese conocimiento, ellos creían que como veían la tierra ahí, todavía ella debía producir. Pero la tierra es un ser vivo como lo somos nosotros, y también necesita alimentarse para poder vivir y ser fructífera.

-          No debemos pensar siempre como los demás piensan, es necesario aprender cada día algo nuevo, interesarnos por nosotros mismos y por nuestro entorno, para alcanzar así buenos y mejores resultados.

Qué había pasado.

La tierra se había convertido en su dios, en su única posesión, por lo tanto la adoraban y la respetaban a tal punto que hacer algo por ella era como una ofensa, como si subestimaran su poder de dios, su capacidad de producción, y se habían acostumbrado a que ella les diera de comer, pues ella, la madre tierra, era la que respondía por sus hijos. Así  las cosas, ellos se habían acostumbrado a pasar hambre, pues creían que esa era la voluntad de la tierra o sea de la madre, la que les había dado la vida, la que respondía por ellos.

Se habían resignado a morir en su condición de esclavos de un pedazo de tierra, sin esforzarse demasiado para cambiar sus vidas.

Por ende la tierra estaba abandonada como cuando uno le retira las cercas o vallados, y es consumida por cuanto animal pasa por ahí. Las plagas, la maleza, el clima y muchos otros factores ajenos a ellos, estaban acabando con la única opción de vida que ellos creían tener.

Quedé aturdido con esa revelación, ellos vivían en un desierto, en medio de tanta bondad.  Su tierra no había sido podada ni cavada hacía ya muchas décadas, y crecían allí los cardos y los espinos; y aun las nubes no derramaban allí sus aguas. 

Ciertamente la viña del Señor Dios todo poderoso, somos nosotros, su pueblo.
Dios espera que demos frutos, que hagamos producir los talentos o los dones que El, en su infinita sabiduría nos ha dado. Espera de nosotros justicia, esfuerzo, unidad familiar, trabajo en equipo, y qué encuentra en su viña, hambre y desolación, injusticia, costumbrismo, pereza y hasta maldad, y lo peor, lo culpamos a Él, de todas nuestras flaquezas y de nuestras malas acciones. Decimos, si dios existe porque pasamos hambre, porque hay injusticia, porque los niños sufren, y muchas otras cosas peores decimos y pensamos de Dios, como si él fuese culpable de mis errores, de mi ignorancia.

Después del golpe recibido con tal enseñanza, empecé  a buscar soluciones.

Me di cuenta que si quería ayudar necesitaba ayuda, si quería dar, tenía que pedir, y eso comencé a hacer.

Lo primero fue reunir a las familias y decirles la verdad, con algo de tristeza les hice ver el porqué de la situación vivida, esto fue duro y difícil de asimilar, pues a nosotros los seres humanos nos molestan que nos hagan ver nuestros errores. 

Muchos de ellos se opusieron a que les ayudara, pues decían que los quería cambiar de religión, que les iba a quitar sus costumbres y que ellos no estaban dispuestos a aceptar nuevas formas de ser ni de hacer las cosas, que ellos conocían muy bien su tierra y sus costumbres y que así habían vivido por muchas generaciones y que así estaban muy bien.

Vaya lio en el que me había metido, decía yo para mis adentros.

Muchos en la vida se dedican a tener casas, carros, negocios y muchas otras cosas, pensando que eso los hará felices, pero en realidad lo que logran es añadir tristezas y sufrimientos a sus vidas y sus familias.  Otros tantos piensan que no teniendo nada se ganan el cielo, pero lo que reciben a cambio es hambre y enfermedades por la falta de alimentos, bienes y servicios.
La verdad es que todos por igual un día partimos de este mundo y nada nos llevamos, pero conforme como hayamos entendido cual es la voluntad de Dios para nosotros acá  en la tierra, o disfrutamos o sufrimos las consecuencias. Puede que uno se salve, o puede que no,  para vida eterna, pero en este mundo la pasa o muy mal o muy bien, conforme a lo aprendido para la vida, por eso es muy importante aprender de quien sabe la Verdad, y ese es Dios mismo.

Acaso ¿Habitaréis vosotros solos en medio de la tierra?  Ha dicho el Señor, que las muchas casas han de quedar asoladas, las grandes y las pequeñas. Si solo trabajamos para alimentar el vientre, de nada nos servirá pues no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Entonces ¿el trabajar es en vano? De ninguna manera, Dios nos dio un cuerpo y hay que alimentarlo, pero también nos dio un espíritu y este es más importante que el cuerpo. También debemos alimentarlo con el evangelio de Jesucristo el cual es para salvación nuestra y de todo aquel que crea.

Si El Señor te dio un trabajo en una empresa, haz producir ese talento al ciento por uno, o al sesenta o al menos al treinta por uno, pero hazlo  producir, no te duermas esperando que otros trabajen por ti, pues muy pronto te quitarán lo que tienes y de patitas a la calle, a sufrir y a llorar por la leche derramada.

Dios te dio una parcela. Lo mismo, trabájala, labre sus tierras, siembre que comer y cuídala, que cuando los demás pasen por allí se den cuenta que esa tierra tiene dueño, que aquí vive uno que está  vivo, un hombre capaz, y entonces deseen entrar y aprender algo de ti.

En esa región a donde fui a realizar mis sueños, pude ver como la ignorancia nos incapacita para vivir bien, pues allí en realidad no hacía falta nada, habían tierras, había agua, y también personas, unos jóvenes, otros adultos y bastantes viejos de por sí, solo faltaba conocimiento para hacer producir, no había enseñanza sobre agricultura y ganadería, pero tampoco sabían otras cosas básicas para la vida. Por eso era normal ver a los niños y ancianos desnutridos y enfermos, además de las tierras  abandonadas y los pocos animales de corral así como las vacas y ovejas y demás, flacos y con desaliento. 

Aquellas tierras, las que alguna vez produjeron grandes hombres y mujeres, quienes ayudaron a edificar una gran nación, con su gran valor y esfuerzo inagotable, ahora solo eran la sombra de un vago recuerdo, como si se tratara de una leyenda muy antigua que ya nadie podía recordar.  Pues se habían dedicado a vivir de la historia mas no para la historia, algo que sucede con frecuencia en nuestras vidas.

Una hectárea de café solo daba dos cargas del grano, pues estaba lleno de broca, de roya y hasta la gota lo estaba secando, todo por el abandono en que se encontraba, pues decían allí que no se podía tumbar ningún árbol del cafetal, que los castigaban si lo hacían, que dios no los bendecía por acabar con la vegetación. Si ustedes vieran el cacao, todo chamuscado por  la sombra, las ardillas se comían cuanta pepa salía, los hongos lo estaban pudriendo, y para qué sigo enumerando todas las tristezas que se paseaban por esas familias, dan ganas de llorar.

Pobres aquellos que teniendo riquezas, no las disfrutan. Madrugan a trabajar pero no reconocen ni pueden ver la obra del Señor, ni valoran el trabajo de sus manos.  Por tanto, comen su pan con tristeza, se sienten solos, cautivos por sus temores y su gloria se seca y la multitud padece necesidad.  Porque teniendo un Dios tan grande y amoroso, prefirieron la gloria de los hombres, y creyeron que sus antepasados tenían la razón, y que sus enseñanzas eran de sus propias experiencias y no provenientes de la palabra dada por los enviados del cielo para edificación de sus vidas. 

Como es de fácil creer que por que obtuvimos algún triunfo en la vida, ya somos unos verracos, y que nos podemos defender solos.  Por tal razón se nos abre la tarraya y caemos en su interior, la avaricia nos hace ambiciosos sin medida y caemos como cocos al abismo y hasta allí desciende nuestra gloria y junto con ella, nosotros mismos, nuestras familias y todo aquel se nos une.

Y todo hombre será humillado, y el varón será abatido, y serán bajados los ojos de los altivos. Pero el Señor todo poderoso exaltado en juicio, y el Dios Santo será santificado con justicia. Y los corderos serán apacentados según su costumbre; y extraños devorarán los campos desolados de los ricos.  Isaías 5:15-17.


Comencé mi tarea.

Como yo viví en la ciudad por muchos años, a pesar de haber nacido en el campo, mi experiencia sobre trabajar la tierra y demás labores del campo era casi nula, por tal razón necesitaba de lo vivido por los campesinos de la región. Me dediqué a hablar con ellos a la vez que íbamos trabajando,  para de esta forma tratar de entender muchas de las razones por las que las cosas no funcionaban allí.

Yo había leído mucho sobre agricultura y ganadería y demás temas del campo, pero como la mayoría del tiempo de mi labor era en el área de sistemas y computadores, muchísimas de las cosas que trataba de aplicar no me salían como decían los libros, la experiencia en la vida me había enseñado que en la práctica se hacía al maestro, y así fue como aprendí varias cosas en mi trabajo, leyendo y practicando.  Eso mismo hacía en la finca, además de eso buscaba no cometer los mismos errores por los que ya habían pasado los que allí vivían.

El deseo de aprender y el observar con cuidado nos dan paciencia. Si esperamos hasta aprender, no caeremos tan fácil.  

Lo más difícil es ponernos de acuerdo con los demás. En esto trabajé y trabajé. Y fui viendo el resultado, pero primero me tocó hacer las cosas a mí solo.

La unión hace la fuerza, dicen los que saben, y es cierto pues cada vez que se quedaba enterrado el carro en el barro tenía  que recurrir a una pila de gente para empujarlo y así lo sacábamos del charco.   Esto mismo comenzó a funcionar con la siembra, pues el tractor solo no puede hacerlo todo, se necesita quien tale un árbol para que entre el sol a la labranza, quien quite la maleza, regar la labranza en época de sequía, etc. Todas esas cosas se hacen con las manos para evitar daño a los cultivos, sobre todo en  las tierras quebradas, o no planas, como era nuestro caso.

Que hermoso es ver cómo cambia el ambiente de trabajo y los resultados, cuando se trabaja en unidad con los demás, la misma vida se hace sencilla, pues si usted no tiene algo, otro lo suple y así es en todo. Si uno se cae, el otro lo ayuda a levantar.

La lengua es un fuego, con ella bendecimos a Dios, y también maldecimos a los hombres, los cuales son hechos a la semejanza de DiosSantiago 3:9

Por tanto no podemos usar los dones dados por Dios, para saciarnos a nosotros mismos, sino para ponerlos al servicio de los demás, para que den frutos y que todos nos suplamos. De esta manera Dios dará la bendición a las naciones a las cuales hemos sido enviados, a las familias donde habitamos; con seguridad que vendrá pronto no tardará.

Ni el cansancio, ni la pereza, ni el desánimo, ni ninguna otra cosa nos hará desfallecer ante las dificultades de la vida cuando hay unidad entre nosotros.

Ni mis errores ni los tuyos harán que nuestro creador cambie sus designios. Dios es sabio y el hombre es necio. Fijemos la mirada en Jesucristo el autor y consumador de la fe. 

Muchos dicen que Jesús fue un carpintero, que no tuvo ni donde recostar su cabeza, que no nos dejó ni un taburete como recuerdo de su gran obra, - o me dirás que tú tienes una mesita de noche elaborada por el-, aunque ese era su oficio aquí en la tierra para ayudar a su familia y para dar ejemplo de trabajo y de amor por los suyos, su verdadera misión fue la de darnos la salvación por medio de su muerte y resurrección,   labor que creo que muchos de sus parientes no hemos comprendido.

Para nosotros los cristianos no debe ser suficiente decir que lo somos, sino que debemos demostrarlo con hechos. Tenemos que participar de esa vida abundante que Cristo vino a darnos, y además debemos llevarla a otros.

Creo que estamos desperdiciando nuestras vidas espirituales encerrados en prejuicios y absurdas enseñanzas de hombres debido a la falta de conocimiento de Dios.    

Ya han pasado unos cinco años y los cambios son radicales, hay abundancia de todo bien, y el amor, la amistad y la sabiduría se manifiestan en todo.  
Amen.   Dios te siga bendiciendo.                      JoseFerchoZamPer

YA NO HAY EXCUSA


Al ver Moisés que el pueblo estaba desenfrenado y que Aarón les había permitido desmandarse y convertirse en el hazmerreír de sus enemigos, “se puso a la entrada del campamento y dijo: «Todo el que esté de parte del Señor, que se pase de mi lado.» Y se le unieron todos los levitas” (Éxodo 32:25-26) 
     Esta misma pregunta que Moisés hizo a los israelitas debe ser hecha a todos los creyentes de la iglesia de hoy. ¿El que esté con el Señor Jesucristo, que se pare junto con migo, firme en su palabra para resistir al enemigo?
     Dios ya ha provisto todo lo necesario para nosotros los que anhelamos y oramos por una vida abundante, la cual Dios ha preparado desde el principio de la fundación del universo para nosotros.  Al igual que nuestra anhelada salvación ¡Ese tiempo ha llegado! Y es ahora.    

La pureza
Jesucristo nos dice: “Bienaventurados los puros de corazón porque ellos verán a Dios” mateo 5:8.  
La pureza de corazón nos hace aptos para ver al señor, para entrar al reino de los cielos.
Salmo 24:3-5. Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y los que en él habitan. 2 Porque él la fundó sobre los mares, Y la asentó sobre los ríos. 3 ¿Quién subirá al monte del Señor? ¿Y quién podrá estar en Su lugar santo? 4 El de manos limpias y corazón puro, El que no ha alzado su alma a la falsedad Ni jurado con engaño. 5 Ese recibirá bendición del Señor, Y justicia del Dios de su salvación.
La pureza es mucho más que ir a la iglesia y obedecer algunos cuantos mandatos, dichoso el que se mantiene firme en Dios, hasta alcanzar la corona de gloria.
“La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo aprovecha la luz; si es malo, el cuerpo anda ciego” (Mt. 6:22)
Podemos decir que mantenernos limpios implica cuidarnos de lo que vemos, Pero a veces, el ojo puede estar limpio más nos puede entrar mugre que provienen del caminar diario, de las acciones incluso de las buenas obras que hacemos.
La manera de evitar ese peligro es manteniendo un corazón puro, si cuando haces buenas obras no las haces con el propósito de recibir algo a cambio, sino por amor. Debo vivir haciendo el bien aunque nadie me elogie por ello.
El corazón puro obra por fe, quien se camufla haciendo cosas buenas para obtener reconocimiento no tiene un corazón puro, sino que es de doble faz, inestable en su fe.
El que está por encima de las alabanzas de otros tiene un “ojo limpio”, es decir un corazón puro. Ese mira a Dios, entre más puro de corazón seamos, menos necesitamos que nos elogien.
Jesús nos advirtió: ““Cuídense de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de otra manera no tendrán recompensa de su Padre que está en los cielos.” (Mt. 6:1)
Eso no quiere decir que vayas a perder el premio si los demás, de alguna manera, te ven haciendo el bien.
Ya no tenemos excusa para hacer la voluntad de Dios. Por muchos años hemos dado muchas excusas para no obedecer lo que Dios nos manda por medio de Jesucristo, aludiendo que estamos trabajando por el reino, ayudando a los demás, y hemos dejado de hacer la voluntad del padre. Debemos cuidar nuestra salvación.

Romanos 10:16-19
16 Más no todos, los israelitas aceptaron las buenas nuevas (El evangelio). Isaías dice: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro mensaje?»17 Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo. 18 Pero pregunto: ¿Acaso no oyeron? ¡Claro que sí!    «Por toda la tierra se difundió su voz, ¡sus palabras llegan hasta los confines del mundo!» 19 Pero insisto: ¿Acaso no entendió Israel?
Desde tiempos muy antiguos Dios nos ha mostrado cuál es su voluntad para con nosotros, por medio de sus profetas, de sus siervos y hasta por medio de reyes y gobernantes del pueblo de  Israel. Solo con el propósito de darnos un futuro lleno de esperanza, de paz y amor, pero a nosotros su pueblo parece no interesarle su propuesta y hemos sido tan sordos y necios  que aun después de demostrarnos su gran amor por medio de Jesucristo su hijo, no hemos sabido aprovechar todo lo que vino a traernos para nuestro bien. Y seguimos como si no tuviésemos nada a nuestro favor, como en el antiguo pacto donde me tocaba ganarme toda bendición por  esfuerzo propio.
Todo lo que Jesucristo hizo por mí, lo dejo escrito en su palabra, el evangelio. Y aun mejor nos dio su Espíritu Santo para revelarnos su palabra y darnos a conocer a Jesús.
Juan 14:26   Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho.
Juan 16:12-15 »Muchas cosas me quedan aún por decirles, que por ahora no podrían soportar.13 Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir.14 Él me glorificará porque tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes.15 Todo cuanto tiene el Padre es mío. Por eso les dije que el Espíritu tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes.
Pero que ha pasado con su pueblo, seguimos como ovejas sin pastor, teniendo su palabra pero sin obedecerla, porque es más fácil creer en las personas que hablan de Dios que Dios mismo.
Quien no ha oído, visto o leído sobre Jesucristo en este mundo te tantos avances tecnológicos e informáticos, donde hay tantísimas iglesias  predicando su palabra y dando testimonios de su amor.  Creo que toda la humanidad ha oído hablar de Jesucristo, hasta los que viven en las selvas vírgenes y en los desiertos, pues  hasta allí han ido muchos siervos evangelistas y  misioneros para llevar la salvación a la humanidad hasta en los confines de la tierra.
Por lo tanto ya no hay más escusas  para dejar que Jesucristo sea en nuestras vidas lo que El mismo desea ser, lo más importante, lo más valioso, el bien más preciado, mi padre, mi hermano, mi amigo, mi familia, mi señor, mi Dios, mi salvador el  todo de mi vida.
Todo lo que yo necesito, lo bueno, lo agradable, lo perfecto,  todo eso y mucho más quiere ser Dios para mí, por tal razón nos dio toda la creación junto con su espíritu, para tener unidad Jesucristo  y con el Padre santo, y así no nos faltara nada para vivir bien en este mundo, y alcanzar la vida eterna. 
Abre tus ojos al señor, al amor de Dios, a su paz a sus maravillas, la vida no es solo lo de este mundo, debemos trabajar por lo verdadero, lo eterno, lo imperecedero, lo perfecto. Hagamos tesoros en  el cielo, sembremos para el reino, para vida eterna. 
Debemos ser conscientes de la necesidad de Cristo en nuestras vidas, para esta vida y para la eternidad, que sea como el aire que  respiramos, el alimento para nuestro espíritu el cual tomamos  varias veces al día, el agua que necesitamos para  calmar la sed, y esto como algo real no como un ideal sino como lo más real y verdadero para  nosotros.
Dios es quien me da vida, me dignifica, me enseña a amar, a perdonar, a dar, a servir ya todo lo importante de la vida.  Esforcémonos más para agradar a Dios, hagamos nuestro mejor esfuerzo por obedecer al Rey de reyes Señor de señores, Dios de dioses, y veremos los resultados.
Examínate a ti mismo, mira en tu interior como estas  con Dios, cuáles son tus prioridades, tus metas, tus anhelos,  si son los mismos de cualquier persona del mundo significa que no estas agradando a Jesucristo de la gloria, si no a ti mismo, a la carne o al mundo.
Nuestro padre eterno busca adoradores en espíritu y verdad, ¿quieres ser uno de ellos? Dedícale tiempo a la oración, a alabar al Señor, a la lectura de la palaba de vida, busca crecer en fe, en amor, en obediencia y servicio a Jesucristo.  No te conformes solo con trabajar para llevar a casa el sustento diario, debemos también llevar crecimiento  espiritual a nuestra esposa he hijos.  Darle a  Cristo a sus corazones.



Romanos 1:18-25
18 Ciertamente, la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los *seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad.   19 Me explico: lo que se puede conocer acerca de Dios es evidente para ellos, pues él mismo se lo ha revelado.    20 Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa.   21 A pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron en sus inútiles razonamientos, y se les oscureció su insensato corazón.   22 Aunque afirmaban ser sabios, se volvieron necios   23 y cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes que eran réplicas del hombre mortal, de las aves, de los cuadrúpedos y de los reptiles.   24 Por eso Dios los entregó a los malos deseos de sus corazones, que conducen a la impureza sexual, de modo que degradaron sus cuerpos los unos con los otros.   25 Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, adorando y sirviendo a los seres creados antes que al Creador, quien es bendito por siempre. Amén.
¿Por qué el hombre perdió el lugar de privilegio que Dios le había asignado? 
Dios  mismo  colocó al hombre como cabeza y le dio autoridad sobre la creación. Pero este vendió su primogenitura por un plato de lentejas,  cambio la  gloria de Dios por las riquezas materiales, la fama y el poder.  Creyéndose dios, hizo lo que le vino en gana, y perdió toda bendición del cielo, lo  que es verdadero.  Para quedarse con lo material, con lo carnal, lo vano, lo que lo lleva a la muerte. Se dejó engañar del enemigo y e hizo prisionero de su propia vanidad y de su ambición, creyendo ganarlo todo, perdió su alma y se la entregó al mal.  
Así mismo perdió frente a la mujer su lugar de privilegio, de ser cabeza paso a ser cola, y la mujer como derecho propio  quedó delante del hombre y ahora el hombre sigue a la mujer, y en muchos casos está siendo usado como un fetiche, solo para satisfacción, el hombre está siendo arrastrado por el maligno a lo malo, a liderar la delincuencia, mientras en casa a la que le toca todo el trabajo y la responsabilidad es a la mujer, y según el  orden de Dios, ella no puede asumir el rol de padre, por tal razón hay tanto desorden en la sociedad, tanto hijo sin identidad paternal, sin una formación clara lo que es ser un hombre de verdad.
Al hombre de hoy, ya ni su mujer lo respeta, ni los hijos le obedecen, pues no tiene ni la autoridad ni el amor para con ellos, por tal razón lo cambian fácilmente como cambiar de ropa o de lugar de residencia.
Fácilmente vemos que al hombre se le hecha de su trabajo y lo reemplazan por una mujer, pues ella no se emborracha ni llega a su trabajo enguayabada, ni ha abandonado su casa, ahora la mujer es más  responsable que el hombre, entiende mejor el valor de las cosas y de la vida misma, valora más lo que Dios le ha dado. Ella sabe cuidar mejor a sus hijos y a su familia, pero todo esto no es suficiente para llenar el vacío que deja la falta de un hombre de valor en su casa, que la ame y la respete, la cuide y la valore, que ame y forme a sus hijos en el amor de Dios, en los valores  para la vida.
¿Qué nos pasa hermanos, esta no es la voluntad de Dios para nosotros? ¿Vamos a permitir que la obra de Dios se pierda por nuestra irresponsabilidad?   No puede ser así.
Que espera usted, hombre de Dios, para doblar rodilla en la presencia de Jesucristo y pedir perdón por toda desobediencia, y levantarse en autoridad sobre toda maldad del mundo y proclamar la victoria de Cristo en su vida.
Teniendo muy claro que la mujer no nos ha quitado nada, nosotros se lo regalamos todo al engañador, al padre de la mentira.  Ahora nos  corresponde someternos a Dios, resistir al diablo hasta que el huya de nuestro lado, por el poder de Dios en nuestras  vidas, por el sometimiento a la  voluntad del Padre. 
Nada mas que de esa manera, recuperaremos lo perdido, la lucha no es contra carne y sangre si no contra huestes  espirituales de maldad,  por tal razón retomemos el camino trazado por Dios para nosotros y seremos restaurados por el Dios de la gloria, Jesucristo el Victorioso.
Mujer,  tu  que estas en la iglesia, tu que tienes el mando de su casa, tu que sabes lo importante de la oración,  ora por tu esposo, por tus hijos, por los hombres en general, para que Dios te recompense, para así agradar a tu padre celestial y alcanzar la corona de gloria que Él tiene para ti.  No permitas que el mundo se siga acabando en una guerra sin cuartel, en una batalla de nunca acabar, donde los hombres pagan con sus vidas, dejando viudas y huérfanos abandonados  a la suerte del mundo, del pecado, de la violencia. 
Y mucho menos que sigamos luchando mujeres contra hombres en una competencia por quien es mejor o más importante, pues Dios ya estableció su orden y nadie podrá nunca jamás cambiarlo.
Ahora tu mujer, tienes la obligación con Dios y con la humanidad, de orar y clamar por lo que te pertenece a ti y a tus hijos, a tu casa, a tu familia, y es un hogar conforme a la voluntad del Señor Dios todo poderoso, al creador del cielo y de la tierra, quien hablo y se hizo.  Mujer, sé  ese instrumento en las manos de Dios para salvación del hombre, ahora mismo que aún hay tiempo.
Recurro  ti mujer,  a su amor de madre, a su generosidad, a su sumisión a Dios, a todo lo bueno que el señor te dio, para que clame por mí, quien ahora mismo soy un hombre débil  y sometido a tentación, para que ore y clame no solo por mí, sino por todos los hombres que tu conozcas y tus ojos podrán ver  grandes maravillas, pues eres privilegiada por Dios sobre los hombres, y sabes  llegar al corazón con amor.  Yo, y todos los hombres necesitamos de tu ayuda  y de todos en la iglesia de Cristo extendida por toda la tierra para volver a florecer, para volver a ser productivos para el Señor.
La palabra de Dios dice: Efesios 5:23-33  Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza y salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo.   24 Así como la iglesia se somete a Cristo, también las esposas deben someterse a sus esposos en todo.   25 Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella  26 para hacerla santa.
Esto me hace pensar que si nuestros hogares no funcionan así, no estamos obedeciendo al señor, pero también puedo ver mucha gente en las iglesias ocupando butacas los días de  culto, para oír y ver  predicaciones donde hay milagros y maravillas, ¿pero sus vidas cómo están? En nuestras casas, en los lugares de trabajo, en las calles, ¿Vivimos a Cristo?  ¿Vemos su gloria?  Vaya preguntas. 
Son muchos los llamados y pocos los escogidos,  ¿de cuál grupo te consideras, de los que se salvan por obedecer a Dios, de los que se pierden por hacer lo que les parece? Confío en mi Señor Jesucristo que tú y yo y todo aquel que asista a una iglesia, este salvo por su fe y obediencia al Padre, recuerda que Jesucristo dice:
Mateo 7:21 »No todo el que me dice: "Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Pues mi hermano, mi hermana y mi madre son los que hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.  Mateo 12:50
No es solo asistir a una iglesia o lugar de culto, sino obedecer a Dios en lo que a el le agrada, o sea hacer su voluntad.
Muchos hombres por su ambición y codicia arruinan a otros con tal de hacerse ricos, pero esto los lleva al fracaso.
Hermano, no te dejes engañar, “Tengan cuidado y estén siempre alertas, pues su enemigo, el diablo, anda como león rugiente buscando a quién devorar.” – 1 Pedro 5:8.
Los triunfadores en el mundo son enemigos de Dios, entonces  sirvámosle a Nuestro Dios como conviene, para así vivir su justicia y poder proclamar su victoria. 
Mantengámonos firmes en su palabra, sin desviarnos ni a derecha ni  ha izquierda, Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6:33.
A la verdad, este es el único método que hay para obtener la vida eterna y además vivir bien en este mundo, obedeciendo al Señor, haciendo su voluntad, y de esta  manera obtendremos además de la salvación, una vida digna aquí en la tierra.

Que El Señor Jesucristo, Dios todo poderoso nos siga bendiciendo por siempre amen.

By JoseferchoZamPer

El cambio es ahora.

El éxito consiste en hacer cada día aquello que amamos, con la misma energía e ilusión. Nuestro ánimo para el cambio debe estar alto en to...