martes, 27 de diciembre de 2022

Sin sacrificio no hay victoria.

 ¿A dónde nos enviaste? Preguntó el pueblo.

 ¿A matarnos de sed y de hambre al desierto?  Ciertamente nos dijiste que nos llevaría a donde mana leche y miel subrayaron.

 Es cierto que Dios le dijo a Abraham hace ya mucho tiempo que un día llamaríamos a nuestra tierra, tierra de abundancia, donde fluye leche y miel, pero ¿le creyeron?

 Eso suena muy bonito, solo qué es muy fuerte el pueblo que habita en esa tierra, además, son gigantes. Entonces, qué haremos al respecto, salir corriendo sin luchar?

 Cuando se vive bajo esclavitud la cosa se pone muy fea, pero querer vivir mejor cuesta caro.

 Todos sabemos y conocemos lo que  pasa  cuando hemos soñado con algo y queremos obtenerlo, se nos presentan retos enormes delante de nosotros. Si nos paramos en el borde de esa tierra de sueños y promesas, nos paralizamos al ver que todo lo que deseamos tener nos exige un gran sacrificio. Y es tan fácil decir, conquistaremos, venceremos, etc.

 Si eres de las personas que no dudan de lo que Dios le dice, entonces sube a ese monte, y a pelear se dijo, y será tuyo. Pero si solo quieres tenerlo sin luchar, no creo que lo logres.

 Sin entrenamiento militar no podrás ir a la guerra, entonces verás que con el saldo en rojo no se puede negociar. Dios no es amigo de la gente que se hacen los tontos, que no analizan las cosas. Tenemos que estudiar y analizar la situación,  y ordenar el conocimiento de tal manera que se le puede explicar a otra persona las cosas como son.

 Esto implica usar la mente y el cerebro para captar el conocimiento, analizarlo y aplicarlo; así es cómo funcionan las cosas. Muchos creen que Dios es enemigo de los que piensan y actúan, pero la biblia nos enseña que debemos conocer a Dios para ser sabios, y nos dejó todo ordenado de tal manera que en ella hallamos toda sabiduría y conocimiento para obtener la victoria. Cuando el ser humano puede entender eso, se hace amigo de la razón y de la lógica. Revisen y analicen si los frutos propios y los ajenos dan testimonio de que esta tierra es la “tierra prometida” para los humanos, o necesitamos seguir buscando.

 El conocimiento se ha usado de manera equivocada, muchas personas usan el conocimiento para negar a Dios, cuando en verdad el da testimonio de su existencia. Cuando no podemos alcanzar la victoria por nuestros propios medios recurrimos a hacerle trampa a la vida, y esto nos lleva a sucumbir ante los temores y complejos. Claro está que, antes de sucumbir tratamos de animarnos diciendo que; “somos un pueblo pobre, esclavos, que no tenemos como hacerle frente a la situación porque ella nos supera, etc.”.

 Pero, la realidad es que uno se ve chiquito ante las situaciones, porque no se está preparado para enfrentar situaciones más grandes que nosotros. Como dice el refrán, “después de matar el tigre, le tiene miedo al cuero.”

 Simplemente queremos asegurarnos de que la gente que nos está viendo ahí parados de frente, no piensen mal de nosotros diciendo; lo dejo ir, sucumbió ante sus complejos. Necesitamos ser libres aquí en la cabeza, en la mente y en la forma de pensar para aceptar retos grandes en la vida.

 Muchos fracasaron porque ignoramos a Dios, casi nada. Ignorando sus caminos, su palabra.

Creemos que como somos hijos de Dios, El hará todo por nosotros, sin esforzarnos en nada.

 Dios se muestra a través de los milagros y señales que nos da, pues fue el señor quien mandó a sus hijos con mano poderosa, a hacer el trabajo, pues Dios es poderoso, y obra de maneras misteriosas y poderosas.

 Nosotros somos más propensos a enfocarnos en lo negativo que en lo positivo, hay personas que se ahogan en un vaso de agua porque se enfocan en el problema, más que en la solución, ponen los ojos en lo que anda mal; emocionalmente somos mucho más proclives a desfallecer ante un problema que ha sentir felicidad por la victoria. El trauma surge cuando perdemos algo, sin importar su tamaño. En otras palabras, se toma mucho más tiempo y esfuerzo enfocarse en algo bueno que nos dijeron que en algo malo, eso malo se queda dando vueltas y vueltas en la cabeza.

 Lo malo de las redes sociales es que de pronto alguien hace un comentario negativo y hay mismo sale un chorro de comentarios negativos acompañando al anterior, cosa que no sucede cuando hay un comentario a favor de las personas o de los eventos expuestos.

 Es necesario fortalecer el cerebro y la mente para manejar mejor las cosas, y eso se logra llenándonos de buenas palabras y expresiones, tanto como con buenas acciones.

 Trata de abrazar con optimismo tu futuro, piensa y espera que las cosas buenas también pasan, esto nos ayuda a enfocarnos en la verdad, y a encontrar una nueva identidad. Quienes les prestan atención a sus vidas están dejando que se encienda una luz dentro de su espíritu que los conduce a una vida agradable en Dios, y a heredar bendición. Está en ti lo que somos, tenemos una realidad con quien lidiar, nuestra humanidad.

Vamos a tomar esa tierra, vamos a creer que es posible, aunque este plagada de gigantes, podemos vencer, porque el Señor está con nosotros.

 Libérate de lo que sucedió en tu pasado, simplemente perdona y se libre. El enemigo quiere destruirte, pero ese no es el plan de Dios.

 Ya no tienes que vivir así, tú puedes hacer aquello para lo cual fuiste diseñado, jesucristo preparo el camino para que triunfes.

 Dios te dice; esfuérzate y se valiente, para obedecer al Señor, tú que estás escondido, tú que piensas que no sirve para nada, el Señor está contigo, no temas.

 Dios está parado entre tu tierra y la tierra prometida, si le crees vas a tomarla, el transformará el desierto en estanques de agua y la tierra seca en manantiales.

 Debemos poner en práctica la palabra para lograr dar frutos, ella nos enseña quienes somos de verdad, nos da una manera nueva de pensar para tomar decisiones, pero necesitas creer.

 Si nuestra predicación es “fuego y azufre”, ¿cómo responderle con emoción a la vida?

 Los hechos son el resultado de la fe, pero la fe proviene de la verdad de Dios.

 Los sentimientos no pueden reemplazar la fe, pues ella es nuestra confianza en la verdad de Dios, más la fe nos alegra el alma, motiva la vida. Es necesario controlar los sentimientos.

 Dios nos demuestra con hechos su sentir por nosotros, a través de Jesucristo nos manifestó su gran amor por la humanidad.

 Las emociones son buenas cuando reflejan el carácter de Cristo.

 El miedo, la ansiedad, la depresión, la amargura nos pueden dominar, entrega todo esto al Señor, confía en él y el hará.

 El hombre está destinado a ser libre. La libertad es inherente a la condición humana, por ello, el hombre es absoluto responsable del uso que haga de ella.

 El ser humano es responsable de sus acciones y decisiones.

                                                             Jesucristo te ama y te bendice.

JoseFercho ZamPer.

viernes, 11 de noviembre de 2022

Revisa la calidad de tus pensamientos.

  


La ‘rumia mental’, mata tus sueños.

 Esa pensadera constante de, qué sucederá mañana, o qué pasará si hago tal o cual cosa, te puede llevar a un bucle de pensamientos negativos.

 Con tantas preocupaciones durante el día, con seguridad, el insomnio te atropellará en la noche. En la habitación no caben tantas cosas como parece, lo más correcto sería no llevar a la cama sino el deseo de dormir. Lo demás, hay que dejarlo fuera.

 Si nos la pasamos mastique que mastique las ideas o los pensamientos, no habrá manera alguna de poder conciliar el sueño.

 Si las muchas ideas dominan de forma persistente y recurrente su actividad mental, te provocarán ansiedad.

 Media humanidad sufre de insomnio, por lo que, necesitan ansiolíticos para conciliar el sueño. Por tanto, un patrón persistente de pensamientos negativos te llevarán a una continua e incontrolable desesperación.

 Si cuando se apagan las luces del dormitorio, la cabeza le sigue dando vueltas, estas atrapado en medio de dos fuegos.

 Entonces es cuando debemos domesticar, aplacar o tranquilizar ese cerebro tan impetuoso.

 Porque, en realidad: cuando nos vamos, todavía queda mucho por hacer.

  

JoseFercho ZamPer.

miércoles, 8 de junio de 2022

Disertación sobre El Tiempo.


 

El tiempo es un concepto amplio, vago y difuso, que no tiene principio ni fin conocido, es indeterminado, algo general y libre, impreciso, vaporoso, ligero, indefinido; que se aplica a diversos contextos.

 

El tiempo puede ser visto como una medida que permite secuenciar hechos y determinar momentos y cuya unidad de medida es el segundo.

 

Como tal, la expresión tiempo se utiliza para referirse a un determinado periodo, por lo que posee la habilidad de transportar a un individuo al pasado, presente y futuro. En este sentido, el tiempo es también la época durante la que sucede o sucedió algo o en la cual vive, vivió o sucede alguna cosa a una persona.

 

En el día a día de un ser humano el tiempo puede ser su peor enemigo, ya que no le permite llevar una vida relajada, lo mantiene ajetreado sin alcanzar a realizar todas las actividades a su debido tiempo.

 

El hombre más sabio “es el único que sabe que no sabe nada”, eso sí, el sabio es feliz incluso sin tener tiempo para nada.

 

Humanamente, el tiempo es con lo que contamos para hacer lo que tenemos por hacer para no quedarnos suspendidos en el vacío, o colgados de la brocha.

 

Casi dos mil quinientos años después, nos enfrentamos al mismo problema de los hombres de antes, y es que “todo lo dejamos para después hasta que se queda sin resolver”.

 

El tiempo es distinto para las diferentes civilizaciones, los extraterrestres cuentan con la capacidad tecnológica de invadir la Tierra en poco tiempo, podrían entrar a la Vía Láctea en donde vivimos en un abrir y cerrar de ojos, mientras los terrícolas se demoran eternidades para ir de su casa al trabajo o viceversa.

 

Buscando pistas en la historia humana se estima que llevamos unos 200.000 años en este bello planeta, pero nos lo hemos pasado perdiendo el tiempo que tenemos para vivir.

 

Actualmente No existe ninguna probabilidad de que los humanos invadan una civilización extraterrestre, solo el 0,028% de probabilidad; pero la mayor cantidad de recursos y tiempo invertidos en investigación mundial está enfocada en los viajes al espacio y en armas para atacarnos entre nosotros mismos. Esto si que es pura pérdida de tiempo.

 

 

¿Existe el tiempo?

La respuesta a esta pregunta puede parecer obvia: ¡claro que existe! Basta con mirar un calendario o un reloj. Pero los avances de la física sugieren que la inexistencia del tiempo es una posibilidad abierta que deberíamos tomar en serio.

 

“Pero nada de nervios, aunque el tiempo no exista, nuestras vidas seguirán como siempre”.

 

Resulta que elaborar teorías sobre cualquier tema es muy fácil, lo realmente difícil es demostrarlo. Supongamos que se deduce que el tiempo no existe, entonces quedamos colgados de la brocha con nuestras edades, pues entonces no tendremos años y seremos hombres sin tiempo.

 

La Ficción cae al lado oscuro de la nostalgia.

El pasado y el futuro se han convertido en una mina de oro para la ficción, es todo un pozo de la dicha, de buenos deseos.

 

El tiempo pasa y no vuelve atrás.

 

El tiempo es la cosa más valiosa que una persona puede gastar.

 

Olvídate de los bienes materiales. La verdadera felicidad reside en valorar el tiempo y emplearlo para vivir al máximo.

 

El amor es eterno, el tiempo puede cambiar, pero no el amor que siento por ti. Cada momento que paso sin ti es un tiempo perdido. “Yo mismo”

 

Si amas la vida no malgastes el tiempo, porque la vida se compone de tiempo.

Quien ama de verdad no le pasa el tiempo, aunque muera de viejo el amor lo rejuvenece.

De nada sirve ser ricos si nuestro tiempo se acaba.

El pasado nos limita, pero el futuro nos atemoriza. El único lugar seguro es el presente.

 

El único lugar donde tenemos poder de cambiar las cosas es el presente.

 

Tu tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida de otro, vive tu propia vida. Todo lo demás es secundario (Steve Jobs)

 

El amor es el espacio y el tiempo medido por el corazón (Marcel Proust)

 

Si dejas que pase el tiempo sin hacer nada, pronto te darás cuenta de que no has vivido.

Qué insensato es el hombre que deja transcurrir el tiempo sin producir nada.

El tiempo es el mejor autor; siempre encuentra un final perfecto (Charles Chaplin)

Malgasté el tiempo. Ahora el tiempo me malgasta a mí (William Shakespeare)

 

Cada tiempo o época tiene sus luces y sus sombras. (Jean Paul Sartre)

El tiempo es una de las pocas cosas importantes que nos quedan (Salvador Dalí)

El tiempo es una ilusión (Albert Einstein)

Cualquier momento que no se gasta en el amor, se pierde (Torquato Tasso)

El valor y respeto del tiempo determinan el éxito o el fracaso (Malcolm X)

Afortunado es el hombre que tiene tiempo para esperar (Calderón de la Barca)

 

Los niños no tienen pasado ni futuro, por eso gozan del presente.

Añorar el pasado es correr tras el viento (proverbio)

Cuenta tu edad por los amigos que tienes, no por tus años.

La juventud no es un tiempo de la vida, es un estado del espíritu (Mateo Alemán)

El presente no existe, es un punto entre la ilusión y la añoranza (Llorenç Villalonga)

 

Algunos están dispuestos a cualquier cosa, menos a vivir aquí y ahora (John Lennon)

 

La vida es eso que pasa mientras estamos haciendo otros planes (John Lennon)

 

Vive la vida y olvida tu edad (Norman Vincent Peale)

 

Bendeciré al Señor en todo tiempo, porque me ha dado amigos para ayudarme en la adversidad.

 

Todo tiene su tiempo; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo. Eclesiastés 3:1

 

No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. Gálatas 6:9

 

En resumen, parece que no tenemos mucho tiempo para preocuparnos, solo para vivir.

 

Porque, “No tengo todo tu tiempo” 

 

 

JoseFercho ZamPer

martes, 7 de junio de 2022

Mi reflexión sobre el resentimiento.

 ¿Tan poco agraciado te sientes que no crees ser gente?

 Quizás no seas una persona particularmente armoniosa, pero no ha cesado el tiempo de crecer. No te resignes a transitar por el mundo sin cambiar, sin ser mejor persona, aun cuando creas que no hay respuestas a tus inquietudes para disipar ciertas perplejidades. Todavía no existen conclusiones definitivas en tu caso.

 El mal brota de la ignorancia, los malos son criaturas equivocadas, pues nadie que conozca la verdad, puede obrar de forma perversa.

 Las sensaciones placenteras nos llevan a actuar de cierta manera que los sentidos se embotan, generando un júbilo o frenesí derivados de una intoxicación de sentimientos encontrados.

 Aristóteles argumentó que un borracho sabe que el vino le perjudica, pero sin embargo lo bebe porque le proporciona placer.

 Algo similar ocurre con el resentimiento, el cual nos lleva a conductas más agresivas y lesivas para nuestro bienestar. Para nuestra mentalidad es toda una calamidad.

 El resentimiento describe una particular forma de violencia afectiva.

 El resentimiento genera una cantidad incesante de ataques y contraataques contra uno mismo y contra los demas, este monstruo solo se puede derrotar a través del perdón.

 El meollo del asunto es que el perdón proviene del amor, entonces, ¿de dónde sacar amor para perdonar al agresor o al agredido? Y ¿cómo perdonarse y amarse a sí mismo’  

 ¿Qué es el resentimiento?

El resentimiento es un dolor moral que se produce como consecuencia de una ofensa. La persona que lo sufre no logra olvidar esa ofensa, de manera que lo vuelve a sentir una y otra vez (resentir). Este sentimiento va acompañado de rencor y hostilidad hacia quienes causaron el daño.

 Cuando alguien no puede olvidar una ofensa, sino que, está recordando la ofensa, se esclaviza a su pasado y no logra liberarse de esa gran carga que genera el resentimiento.

 El resentimiento genera deseo de venganza, se siente en autoridad de hacer pagar a otros el daño causado y desea realizar una acción semejante a la recibida.

 El resentimiento les amarga la vida a las personas, tanto al resentido como a los que le rodean, porque los convierte en personas desagradables, incapaces de ver lo bueno de los demas, o de las situaciones.

 Superar el resentimiento es un asunto puramente práctico.

 ¿Cómo amar a quien me ofendió, a quien me despreció, a quien me hizo objeto de burlas y escarnio público, etc.?  He ahí el trabajo sobre el perdón.

 Lo relacionado con el Espíritu, es algo que sobrepasa nuestro entendimiento natural, por tal razón, necesitamos entrar en lo espiritual. El discurso filosófico es incapaz de explicar la posibilidad de perdonar.

 Perdonar lo imperdonable es algo que sólo cabría esperar de un ser que ama infinitamente; que puede ver, más allá del daño padecido, la bondad que hay en cada ser humano hasta ofrecer la propia vida con tal de salvarla.

 Nietzsche pregunta, ¿Cuál es el origen de nuestro bien y nuestro mal?

 Y dice; no busques el mal "por detrás del mundo"; es decir, no busques el mal en la metafísica ni en la teológica, el origen está en la moralidad más allá de la manifestación humana. Así, preguntar por el bien y el mal será preguntar por las condiciones históricas y sociales de la persona humana. El origen del mal está en la limitación o privación de la criatura al bien.

 Principalmente al bien psicológico y espiritual, que determinan la "invención" de juicios morales. Haciendo un análisis de las condiciones que hicieron posible que sentimientos tan contrarios a la vida, como la compasión, el sacrificio y la mortificación fueran considerados "valores en sí". Dice Nietzsche:

 Es precisamente a través del espíritu, en un proceso de interiorización de nuestros verdaderos valores como seres humanos ante los ojos de Dios, donde se asume el rechazo a los placeres mundanos y carnales para dar paso a los valores de seguridad que alivian el alma. La moral humana genera resentimiento, porque critica el actuar ajeno como el propio.

 Una persona con buena salud espiritual se ve con un valor y una plenitud propia, que llena su existencia y que lo hace parte del universo, mientras que quien no ha conocido el amor, la espiritualidad, se siente excluido de este mundo. Se trata de un sentimiento de seguridad fundado en el ser y la existencia misma, antes de cualquier comparación con un valor específico del otro, sin ningún tipo de conflicto ni envidia.

 Amor y perdón

 El amor, en su sentido auténtico, es el antídoto más eficaz contra el resentimiento.

 Se afirma que el resentimiento nace en aquellas personas que en su niñez tienen que esforzarse en vano por lograr el cariño de sus padres, o no fueron reconocidos como hijos generando toda clase de inseguridades en su alma. Se trataría, por tanto, de un fenómeno directamente vinculado a una expectativa frustrada, a un deseo de sentirse amado que no se cumplió.

 La vida de un recién nacido "está en las manos de su madre, en gran parte”. Ese acto de amor confiado es clave de una buena actitud frente a la vida, y se alimenta de lo profundo del alma, del amor de madre, semejante al acto de amor de Dios mismo cuando nos creó.

 Se entiende, por tanto, que, para el hombre resentido, Dios sea alguien cruel que se complace en el sufrimiento de su creatura y que le abandona a su suerte.

 Una persona resentida se siente engañado por la vida, y ve su mundo como lo peor que les tocó, porque creen que los demas disfrutan de un mundo más pleno y perfecto que el suyo.

 Ahora bien, si el resentimiento ya nos tiene atrapados, ¿cómo liberarse de él y volver a confiar en sí mismos y en el amor de los demas?

 En efecto, el mero intento de rechazar el resentimiento no trae afecto ni amor a la persona, se hace necesario emprender un camino de crecimiento espiritual en donde la persona va aprendiendo a confiar en Cristo, en la gente y en sí mismo, de tal forma que vaya sanando su corazón con el amor de quienes lo rodean y lo ayudan. Este proceso es como un tratamiento afectivo amoroso y de fe, parecido a un tratamiento sicológico, pero desde las bases espirituales cristianas.

 Por ejemplo, prestar servicio social ayuda a adquirir un sentimiento de seguridad y confianza interior, que exalta nuestra propia existencia, el solo hecho de poder dar algo nuestro al otro, va llenando de amor el corazón humano, porque nos hace sentir útiles. Ese sentimiento de seguridad, de plenitud vital que caracteriza al cristiano, nos lleva a querer amar.

 La decisión del hombre resentido de cerrarse a toda forma de amor, al ser finalmente un rechazo a su orientación última a Dios, es causa de un profundo sufrimiento. La culpa de este hombre, como la de todo hombre que obra mal, reside en la lejanía con su Creador. Es precisamente esta lejanía la que lleva al hombre a arrepentirse, a realizar aquel acto por el que puede renacer a la vida y reencontrarse con su Creador.

 Solo el asombroso amor paterno que brota del corazón de Dios hacia el hombre, puede llevarnos al reconocimiento de nuestra necesidad de Amor y comunión con Dios, es decir, es un acto de amor de Dios el que puede restaurar la amistad y la confianza perdida. Esa es la ofrenda o donación amorosa de Dios para el hombre, y se llama “Jesucristo”.

 En la Persona de Cristo se pone de manifiesto el amor de Dios hacia el hombre, el sacrificio de Cristo tiene origen en el Amor de Dios por toda la humanidad. Jesucristo nos muestra que la respuesta a nuestras debilidades es el perdón, un perdón que halla su fuente en el corazón del Padre en donde pudo encontrar el consuelo al dolor del abandono, de la humillación y de la mentira.

 La redención es el intento de Dios de reconciliar al hombre con El, de renovarle su confianza, de ofrecerle nuevamente su amistad y acercarle a su Vida.

 Es aceptar que nuestra existencia es la misma existencia divina de Jesucristo, que en el somos nueva creación.

 Es desde la perspectiva del amor que el resentimiento puede hallar la posibilidad de superación. No en virtud de una decisión personal, sino de la fuerza del amor obrada en la encarnación, que expresa el deseo de Dios de "poner su morada entre nosotros”.

 Juan 1,14: La Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros, lleno de generoso amor y verdad. Vimos su esplendor, ese esplendor que pertenece al Hijo único del Padre.

 Sólo a partir de la fe que procede de Dios se puede perdonar lo que la naturaleza humana considera imperdonable.

  

Jesucristo te ama y te bendice.

                                                                                                                                 JoseFercho ZamPer

 

 

 

 

miércoles, 4 de mayo de 2022

Mi auto imagen.

 


A menudo se dice que las fortalezas de una persona son también sus debilidades.

 Quiero tratar la idea de lo que pienso y creo de mí, o cómo me veo a mí mismo.

 Los humanos somos los encargados de llevar adelante el desarrollo de nuestro propio mundo y de los recursos que se nos han encomendado, pero de alguna manera hemos alterado esta vocación por nuestro egoísmo y maldad,

 La biblia dice que; hemos sido creados a imagen de Dios, más, yo me pregunto, ¿Y Cuál es esa imagen? Si no tengo idea ni de mi propia imagen o de cuál es mi verdadera identidad.

 Cuan débiles somos los seres humanos en comparación con las demas especies de la tierra, cuanto más lo seremos delante de Dios. Por eso, no se extrañen amigos si me ven llorando por cualquier razón, como mi pequeñez en esta vida.

 Si Jesucristo es "la imagen del Dios invisible", ¿cómo ser yo la imagen de Jesucristo?

 Cuando tenía 24 años me marché de mi pueblo hacia la ciudad en busca de mejores condiciones de vida, pero, casi me muero de pena moral.

 Allí perdí el gozo de mi espíritu y la soledad me quería arruinar la vida, hasta cuando conocí el amor, de ahí en adelante, todo cambió porque mi corazón se transformó.

 ¿Qué sería de mi felicidad si no estuvieras a mi lado para iluminar mis días en esta ciudad? Nunca te has cansado de estar a mi lado, porque cada noche y mañana nos perdonamos por lo que nos hubiese afectado para mal, y nos bendecíamos por ello.

 Hoy me siento hastiado de la falta de compañía, tengo necesidad de unas manos que me acaricien, de unos brazos que me abracen, de unos labios que me besen y de una boca que me susurre al oído lo mucho que me amas.

 Me gustaría deleitarme en tu dulzura y regocijarme con tu belleza. Para ello tengo que bajar a la profundidad de mi ser, y hundirme en mi ocaso hasta volver a nacer, como el sol que se esconde en la noche y vuelve al amanecer. Bendíceme mujer, pues mi tragedia comienza cuando me alejo de ti.

 En esta mi edad es cuando comienza mi peregrinar, el antagonismo entre mi espíritu y mi parecer, por las confrontaciones que entre ellos suelen suceder.

 Me es bastante conocido este camino, hace algunos años pasó por aquí mi espíritu llevando mis cenizas a la montaña, hoy vuelvo con el fuego en mi alma.

 Yo solo amaba al bosque y a sus soledades, más ahora he aprendido a amar a Dios y a sus tempestades, los hombres.

 La pureza de los ojos en numerosas ocasiones no es la del mendigo necesitado, «Pues sabéis perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en la noche».

 Todos los seres humanos deben ser superados por encima de sí mismos, hasta hacer retroceder el animal que hay en los hombres.

 Me importa mucho la felicidad, y sé que ella no es pobreza y suciedad, ni un lamentable bienestar.

 Clamar al cielo es una expresión bíblica, pero cuando estamos colgados de una cuerda sobre un abismo, en peligro de pasar al otro lado, es peligroso caminar, es peligroso mirar atrás, todo es peligroso entonces ¡clamamos al cielo!

 La grandeza del hombre está en que busca conservar su alma. “En otro tiempo todo el mundo desvariaba” - dicen los más sutiles. Hoy la gente es más inteligente y sabe todo lo que quiere.

 No me entienden, no soy yo la boca para estos oídos. Sin duda he vivido demasiado tiempo en las montañas, he escuchado demasiado a los árboles y a los pájaros. Mi alma estará muerta aún más pronto que mi cuerpo, por mera desconfianza.

 Mas todavía estoy muy lejos de ello, por eso pido a mi orgullo que camine siempre junto a mi inteligencia.

 Los peligros de sentirse poco.

 Muchas veces sentimos “No ser suficientemente buenos” en lo que hacemos, y tememos ser descubiertos.

 Esto nos suele pasar porque a veces subvaloramos nuestro talento, y otras porque sentimos inseguridad de lo que sabemos ante un nuevo proyecto.

 Hace unos años, cuando pensé en cambiar de ciudad, sentí tal inseguridad, temía no poder cumplir a cabalidad con mi nuevo trabajo y con los retos que esto me planteaba.

 Simplemente sospechaba que no estaba lo suficientemente capacitado para enfrentar mi vida de forma independiente, aunque el trabajo a realizar era lo mismo que hacía en la ciudad donde me encontraba en esos momentos. Mi temor era el de no poder administrar mi tiempo como los recursos, pues llevaba diez años como empleado.

 Sin embargo, al mismo tiempo, me sentía motivado para iniciar una nueva vida y realizar mis sueños, aunque la ansiedad a veces es difícil de ocultar. Estos comportamientos o inseguridades nos llevan muchas veces a realizar actos notoriamente autodestructivos o autosabotaje. En ocasiones nos preocupamos más de la cuenta o anticipadamente, porque el miedo y el estrés nos abruman.

 Cada ser humano debe descubrir su genuino talento, y ser reconocido por ello, y así poder tomar nuevos riesgos. Pero a veces sólo aceptamos que no somos los adecuados para llegar a algún nivel más alto de liderazgo porque, en el fondo, tememos ser el impostor que finalmente será descubierto.

 Hay grandes triunfadores que no creen serlo, aunque los demás se lo reconozcan. Esto suele pasar en muchos ámbitos de la vida, como en los negocios; no hay excepción.

 Esta es una postura neurótica, y no una falsa humildad, creer que no se merece su éxito.

 Hasta cierto punto, por supuesto, somos impostores, pues jugamos papeles en el escenario de la vida, presentando un yo público que difiere del privado, porque somos uno a solas y otro acompañado. Mostrando una fachada que es parte integrante del ser humano, sofocando así al verdadero yo.

 El otro escenario es aquel en donde nos consideramos lo mejor de lo mejor, que no hay nadie como yo, aunque en el fondo de nuestros corazones somos igual de incrédulos de sí mismos, así que, si no se nos está elogiando o felicitando por cualquier logro, también nos sentimos inseguros, es como se ve, al estar constantemente expuestos a la mirada crítica de los demás. Esta clase de inseguridades se encuentran en todos los niveles de la personalidad, así como en la sociedad.

 Cuando las personas están llenas de ansiedad e inseguros sobre su capacidad, es cuando se cae en esta trampa. A menudo, los sentimientos de duda y de ansiedad son menos notorios cuando se está bajo el amparo de otros, pero apenas aparezca la necesidad de tomar algún liderazgo, donde la persona se hace visible, reaparecen estos miedos.

 Todos estos sentimientos negativos provienen de una malformación familiar, sobre todo en aquellas en donde los padres no proveen el calor humano, tan necesario para sentirse amados y valorados. Lo que hace niños propensos a imposturas neuróticas porque ellos sienten que solo son importantes cuando sobresalen, haciendo de ellos triunfadores inseguros o personas socialmente desfavorecidos.

 Muchas veces nuestras ambiciones son incompatibles con las expectativas de la familia, porque de niños logramos avanzar como adultos, sin embargo, a menudo sentimos una inseguridad permanente porque estamos esperando la aprobación de la familia, y si ella no aparece, o vemos señales contradictorias, nos preguntamos si tal éxito durará. Tales sentimientos de impostura son más comunes entre los hijos mayores, ya que los padres esperan que los hijos mayores se comporten como adultos con sus hermanos menores, creando la expectativa en ellos como modelos de madurez.

 Esta confusión interna se convierte en una verdadera impostura neurótica para muchos

cuando llegan coyunturas críticas en sus vidas, entonces vemos cómo nuestros miedos se hacen realidad; y como dijo Job: “me sucedió lo que tanto temía”.

 Generalmente no nos damos cuenta de forma clara sobre dichas presiones a sí mismos, porque lo camuflamos en una autoexigencia o motivación legitima para alcanzar metas, pero si nos ponemos metas imposibles, o somos perfeccionistas y competitivos en todas las actividades de la vida, sería bueno detenernos a observar hasta donde es algo bueno para mi desarrollo personal y familiar.

 En muchas personas creyentes en Dios, es algo normal ver cómo les han hecho creer que tener éxito es un pecado contra el prójimo, logrando muchas veces que se fracase en su propia carrera o que se conformen con las malas situaciones que viven, generando así una sensación de alivio.

 Sin embargo, la mejor y más adecuada forma de manejar tales sentimientos es la de evaluarte a sí mismo. Después de todo, eres la persona que mejor te conoce.

 Haz un viaje interior de autodescubrimiento y conocimiento en buscas de un cambio.

 Para esto contamos con un muy buen amigo y maestro, Jesucristo.

  

Jesucristo te ama y te bendice.

 JoseFercho ZamPer

viernes, 22 de abril de 2022

Libres pero esclavos.

 Cuando me detengo a analizar lo leído, tengo que volver a leer, pues lo que otros ven o entienden no pasa por mi mente, mucho menos por mi ser.

 Leo el texto y observo las palabras y todo lo que allí hay, entonces me doy cuenta de que solo El espíritu Santo me puede revelar el verdadero contenido de su palabra.

 Pero hay muchos tratadistas, analistas y genios sabiondos que, hacen decir todo lo que ellos desean oír, a la palabra, esto es un obstáculo para nuestro crecimiento espiritual. Parecemos ciegos, hijos de ciegos a la orilla del camino pidiendo limosna.

 Aunque un hombre ciego si es capaz de escuchar la voz de Jesucristo, mientras muchos con todas sus capacidades se sientan a llorar, en vez de estar atentos al llamado del Señor en su caminar diario.

 Si somos capaces de superar nuestras limitaciones podremos ser protagonistas de nuestra propia vida y obra. Quiero ser quien se cuestiona sobre su propia vida y seguir creciendo en todas las dimensiones de la vida.

 Soy más que un espectador, en este tiempo celebro la fe como lo más importante para mí. Ser capaz de interiorizar en silencio y tratar de entender lo que pasó en la cruz, y preguntarme si realmente lo creo; ese es mi deseo. A la manera de Dios, no a mi manera.

 Cada que perdono a alguien, la alegría vuelve a mí, y no me abandona a pesar de los momentos difíciles. El ser humano es un manojo de impulsos por hacer, y termina haciendo daño a los demas sin querer. El ser humano no evoluciona solo por querer, se necesita de un gran esfuerzo para lograrlo.

 Pero si nos negamos a cambiar, a aprender, a renunciar a cuanto nos daña o nos afecta, es decisión de cada cual; pero si dañas o afectas para mal a los demas, a su familia, o a su entorno, será su responsabilidad. Nuestra actitud en todo momento debe ser de construcción.  

 Necesitamos aprender a vivir como vivió Jesucristo, servir como él sirvió, vivir y trabajar en comunidad, compartir las experiencias vividas lo mismo que los bienes obtenidos. Para eso se necesita valentía, valor. Dios nos dice que, quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios. Esto se logra cuando uno conoce a Jesucristo resucitado y se deja transformar por su espíritu Santo de manera integral.

 Si quieres un cambio en su vida, en su manera de pensar y vivir, es obligatorio pasar por un proceso de conversión todos los días hasta llegar ser un hombre nuevo.

 Para que la gente nos crea es necesario que se vean los cambios en nuestra vida, por lo que, es importante dejarnos renovar por el espíritu santo y cantarle alabanzas a Dios.

 Cuando se confía en Dios se siente en el corazón la pertenencia a su pueblo, a su iglesia de una manera real y se obra con honradez y fidelidad, sin vacilar.

 Se que vivimos en medio del pecado, en un mundo lleno de infamia y sobornos, pero Jesucristo no nos deja caer en pecado.

 Yo no me siento tan bueno delante de Dios, pero me esfuerzo sin dudar en hacer las cosas bien. Porque sé que fallo, que cometo errores y me equivoco al tratar de interactuar con la gente, por tal razón me esfuerzo en creer y obedecer a Dios.

 Dios me da confianza a través del conocimiento de Él, de sentirse perdonado en mi ser interior, y le pido que me examine en lo profundo e íntimo de mi ser y me muestre que debo corregir en mi diario actuar, con tal de mejorar mi comportamiento y mi forma de ver a los demas.

 Porque como le dijo el Centurión Romano a Jesucristo:

Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.

 De tal manera que Jesucristo me responda a mí como al centurión:

Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora. (Mateo 8:5-13).

 Porque a pesar de mis limitaciones, quiero encontrarme con Jesucristo y ser exaltado conforme a su voluntad, y sé que solo a través de la dependencia y de la obediencia a Él, lo alcanzaré.

 Me esfuerzo por superar las limitaciones que impiden el creer en la palabra de Dios, y lo maravilloso es que con la sabiduría que Dios me da a través de su palabra, creo que jesucristo ya venció esos obstáculos y se quedó a vivir en mi casa.

 El Vivir cristiano es construir una relación a los pies de Cristo, como siervos que entienden su existir desde el servir a los demás, dejando de lado la lógica de esta sociedad donde se adora al que tiene dinero, fama o poder. Asumiendo la identidad de Cristo, quien sirve a los más necesitados, a los marginados por la sociedad, igual que a aquellos que nos lastiman.

 Muchos conocen bien las profecías igual que las leyes, pero de ninguna manera conocen el corazón de Dios, porque quieren vivir su vida de una manera fastuosa. Esta manera de vivir es una provocación al bienestar del creyente, llevándolos a caer en la tentación de vivir valores que no son cristianos.

 Un día Jesús entra triunfante a Jerusalén, como aquel que hace del amor su manera de expresarse y encarna las esperanzas de los hombres. Hoy, a ese rey no le podemos adular, solo honrar, porque es un rey sencillo y humilde quien nos invita a seguirlo y a vivir de esa manera.

 No sé si te emociona obrar de tal manera, pero date prisa a obedecer a Dios en todo y evitaras quedar avergonzado y confundido como cristiano, porque quienes piensan que es solo pedir cosas a Dios y nada más; que se queden esperando.

 Si alguien está enfermo debe confiar en la misericordia de Dios porque todo el que confía en Dios y espera en El, no será avergonzado, pues nos ama con amor eterno. Él tiene piedad de sus hijos, y no nos quiere ver sufrir.

 Nadie está preparado para enfrentar la vida tal y como nos viene, ni cuenta con las herramientas necesarias para hacer realidad sus sueños, por tanto, tenemos que aprender a afrontar las distintas situaciones que se nos presentan; en esos momentos es cuando necesitamos la mano amiga de alguien que nos enseñe y nos capacite para actuar con sabiduría y responder con eficacia ante las distintas dificultades.

 Necesitamos tener una relación con Jesucristo que no esté fuera de la razón, pero sí desde el corazón. Teniendo al señor como nuestro ángel protector quien acampa junto a nosotros, quien nos cuida y nos protege de forma real y nos hace más que vencedores.

 Jesucristo se entregó por mi bien y a mi favor.

Si no conocemos o no entendemos la verdadera razón por la que jesucristo dio su vida, no aprovecharemos realmente su sacrificio para que nuestra vida sea plena y abundante.

 Dios siempre ha estado a favor de la raza humana aquí en la tierra, mas, sin embargo, quien escoge seguir a Dios, escoge estar en contraposición al mundo; dicho de otra forma, el cristiano debe hacer lo que le agrada a Dios y dejar de lado lo que el mundo ofrece a los hombres. Esto implica que debemos ser gente de paz, de amor y servicio, aunque esto nos ponga en conflicto con los intereses que predominan en la sociedad. Tal vez lo más maravilloso es vivir con la alegría de quién se sabe amado por Dios.

 Los religiosos son siempre quienes condenan a los otros, porque no entienden que es más valioso el amor que la ley. La verdadera misericordia va más allá de los rituales vacíos a los que nos enfrentamos en las iglesias.

 Jesucristo siempre ha estado a favor de los pobres, de los marginados y despreciados, de quienes no tienen posibilidades de vivir en plenitud desde la libertad, porque se ha hecho de la religión una pesada carga para quienes desean conocer y seguir a Jesucristo.

 En nuestro proceso de crecimiento tenemos que tomar decisiones, y eso sí que tiene que ver con mi vida. Claro, se trata de vivir realizando sus sueños construyendo su propia realidad de superar los obstáculos y resolver los nudos que se hacen en la vida; con sinceridad y autenticidad.

 Hay que saber esperar, saber confiar y agradecer a Dios, hasta que Él nos llame por nuestro nombre, pues Él nos conoce personalmente.

 Nuestras limitaciones no son ningún obstáculo para alcanzar un crecimiento personal y espiritual. Quien desea salir adelante usa las habilidades y capacidades que tiene en vez de sentarse a llorar y a quejarse por sus limitaciones.

 Qué quieres que haga por ti, nos dice el Señor.

 Es impresionante la confianza con la que Jesucristo asume las dificultades que se le presentan a diario, confianza en él y, sobre todo, confianza en Dios. De manera que Jesucristo hizo muchas cosas geniales y maravillosas por sus seguidores.

 

Jesucristo te ama y te bendice.

 

JoseFercho ZamPer

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