jueves, 25 de mayo de 2017

Jesucristo es mi Bendición.


Las palabras que pronuncien mis labios deben ser bendiciones, como agua pura para el sediento, o pan para el hambriento.

Debemos hablar en este mundo, como si estuviésemos en el cielo, como hijos de luz.

Apartándonos de las ambiciones mundanas, debemos abrirle los brazos al menesteroso y acogerlo como hermano en la fe, así como Jesucristo lo hizo, cuando dijo: "Venid a mí todos los cansados, que yo los haré descansar".

Dios mira el corazón del hombre, y en su amor infinito, ve las posibilidades que tenemos de volvernos a él, y así glorificar su nombre.

Todo lo que Dios ha hecho por la humanidad, es verdad, y son para todos los tiempos, y para todas las clases sociales. A través de la fe en él, todos los hombres pueden alcanzar la salvación.

Desde tiempos antiguos, los hombres de bien han estado proclamando bendiciones para el pueblo de Dios.

Mas ahora Jesucristo, nos trae palabra de bendición, para un mundo entristecido e insatisfecho por causa del pecado.

Miremos ahora los pensamientos y los sentimientos que llenan el corazón de los hombres, y sin comprender lo que significan las palabras de Jesucristo, seguimos sufriendo y llorando en este valle de lágrimas, pudiendo recibir de ellas la nueva vida y la belleza, que alegre nuestro existir.

Mucho de nuestro problema espiritual, es que el concepto que tenemos acerca de Jesucristo y su obra por nosotros, es tan pobre; que nos incapacita completamente para recibirlo. Estamos más orgullosos del mundo y sus atrocidades, que del mismo Señor Jesucristo.

Jesucristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, mas nosotros esperamos un león con toda su fiereza, para que nos lleve a vivir en abundancia y grandeza.

Cuando escuchamos decir que: El reino de los cielos se ha acercado, corremos apresurados, con los brazos abiertos esperando recibir todas las peticiones que en nuestra ambición le hemos hecho a Dios. Desconociendo la real bendición de Dios para nosotros que es: bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos

Quien se cree sano, o se considera bueno y está satisfecho de su condición, no necesita de Jesucristo, pues su orgullo le cierra la puerta a la gracia de Dios. En su propia opinión, es rico, está saciado de bienes, cuando a la verdad, se están quedando sin nada.

Pero cuando llega la tribulación, decimos que es el enemigo, y luchamos a ciegas en la oscuridad, hasta quedarnos sin aliento, pero no logramos el toque divino, y al llegar el día, nos sentimos impotentes. Necesitamos saber que las pruebas traen bendición, y si nos mantenemos firmes en la fe, alcanzaremos la victoria.

Dios quiere que alcemos los ojos y lo miremos a Él, pues cerca está de quien lo busca.

La felicidad que proviene de Cristo es constante, permanente, no depende de las circunstancias de la vida, ni de los bienes materiales, Él es la fuente de agua viva, y la felicidad que proviene de él no puede agotarse jamás.

Dios derramó su amor sin reserva a todas las creaturas, Dios es fuente de vida, Él no nos trata según lo merecemos, simplemente por amor nos hace dignos y merecedores de toda gracia.

La mancha que el egoísmo y la malicia dejan en el alma, es más peligrosa para la vida espiritual, que las malas costumbres, o el lenguaje vulgar. Cuando abrimos el corazón a Dios, el mismo se encarga de limpiarlo.

La pureza de corazón, no se trata de un concepto, sino de la fidelidad a Dios, del amor, la humildad, y la generosidad que hay en mí.

Cuando dejo morar al Espíritu Santo en mi corazón, todo cambia en mí, se me revela la gloria de Dios, o sea Jesucristo mismo, tan sólo cuando estamos en Cristo, conocemos el amor del padre. Solo Jesucristo apacigua la lucha y llena el alma de amor.  

Jesucristo es la vida del alma que acepta la gracia de Dios, la fe viva nos capacita para bendecir y engrandecer al hermano.

La persona sin Dios, no tiene luz, es como una vela apagada, sin cómo disipar la oscuridad del mundo. Pero cuando aceptamos a Jesucristo, recibimos la luz divina.

Vosotros sois la luz del mundo, así como los rayos del sol iluminan la tierra, Dios quiere que sus hijos lleven su luz a los hombres, y el evangelio a sus almas.

Cuando el amor de Dios mora en nosotros, lo manifestamos en todas las formas posibles, en las dificultades, buscando soluciones, resolviéndolas con amor cristiano.

Jesucristo no obliga a los hombres, los atrae con su amor.

Hay personas que proclaman que Cristo es su Señor y, profesan hacer grandes cosas en su nombre, pero son obradores de iniquidad. Hacen halagos con sus bocas y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia".

La obediencia es la prueba del discipulado.

JoseFercho ZamPer 

miércoles, 10 de mayo de 2017

Nuestra mente es el campo de batalla espiritual

Un elemento esencial en nuestra vida son los pensamientos, un viejo amigo mío dijo una vez: el hombre es lo que piensa.

Nuestros pensamientos determinan lo que seremos a futuro, pues así como pensamos así actuamos.

La mente es el lugar donde se originan los pensamientos, por lo que allí está la opción de superarnos o de destruirnos. El único problema es que  la mente le pone límites a la Fe. Pues con la mente se piensa más con la fe se cree.

Por eso es que hay que tener cuidado con que estamos alimentando nuestra mente.
Si tratamos de entender con la mente lo que Dios nos dice, perdemos la fe, ya que lo espiritual solo se discierne con el espíritu.

El hombre es lo que piensa, y este pensar se convierte en hechos, y esos hechos o acciones determinan mi forma de vida.

Mi vida entonces, depende claramente de mi forma de pensar. Podemos conocer como es y será la vida de alguien, por su manera de pensar.

¿De dónde se originan tus pensamientos? ¿De lo que ves y oyes en el mundo, o de la palabra de Dios?

Jeremías 29:11Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el SEÑOR—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.

El ser humano de hoy, crece bajo la influencia de los medios de comunicación, por ejemplo: propagandas, anuncios, campañas publicitarias, películas y demás programas radiales y televisivos; los cuales desencadenan una reacción en nuestro cerebro que provocan acciones como órdenes a ejecutar, y este es nuestro aprendizaje.

El Señor conoce muy bien  nuestro corazón y sentimientos, él ve mis acciones.
Jeremías 17:10. Yo, El Señor, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.

2 Corintios 10: 3-5. Pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo. Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo.

Romanos 8:5-6. Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz.

Los problemas del ser humano se originan en su forma ver las cosas, debemos saber identificar qué pensamientos o ideas son buenas y cuales son malas, de acuerdo al concepto de Dios, no a los de los hombres. Para esto es necesario conocer la Palabra de Dios, la cual es su pensamiento.
Debemos comprender que satanás nos manda ideas o pensamientos que nos mantienen atados o prisioneros, debido a cierta manera de pensar del hombre, y es ahí donde debemos pelear la buena batalla de la fe.

Esta lucha, consiste en no negociar nada con el enemigo, dejar de lado todos los argumentos carnales y aferrarnos a la palabra de Dios, sometiendo nuestros pensamientos a Cristo para que le obedezcan a Él y solo a Él.

Todo pensamiento que no esté de acuerdo con la Palabra de Dios no es de Dios. Si le ponemos freno a lo que pensamos, si nos ajustamos a la forma de pensar de Dios, entonces y solo entonces, podremos comenzar a  cambiar nuestra manera de pensar.
Es por eso que debemos renovar nuestra mente con la Palabra de Dios, vestirnos con su vestidura o armadura espiritual, que es la fe.

Hay que continuar alimentando nuestra mente con palabra de Dios, y a su debido tiempo cosecharemos victorias espirituales, debemos rescatar nuestra mente para Cristo, todo aquello que el enemigo ha invadido en nosotros, hay que expulsarlo de nuestra casa, del templo del Espíritu Santo, para que solo habite Dios en nosotros.

Mucho de aquello que llamamos cultura, no son más que patrones de pensamientos opuestos a la Palabra de Dios. Ej. las fiestas al diablo, a los muertos, carnavales, etc.

El enemigo ha estado programando la mente del ser humano, desde los principios de la humanidad, miremos la televisión, todo lo que pasan allí no es más que un verdadero lavado de cerebro para el televidiota, (televidente).

La humanidad ha adquirido una mentalidad pobre y ruin, de sí mismo, pero Dios quiere, que tengamos la mente de Jesucristo. No la del mundo.
Deuteronomio 7:22 dice: El Señor tu Dios expulsará a las naciones que te salgan al paso, pero lo hará poco a poco. No las eliminarás a todas de una sola vez, para que los animales salvajes no se multipliquen ni invadan tu territorio.

Él quiere renovar nuestra mente poco a poco para que podamos entrar y poseer todo lo que Dios tiene para nosotros.

Nuestros pensamientos son el resultado de vanas y huecas filosofías mundanas, de recuerdos de las vivencias negativas o positivas que hemos vivido, pero estas no nos dejan crecer en la fe del hijo de Dios. 

En esta lucha, que solo se da en nuestras mentes, el principal enemigos somos nosotros mismos, porque son nuestros pensamientos los que no nos dejan avanzar. Para ser liberados de esta mentalidad carnal, debemos reconocer que nosotros no somos quienes tenemos la razón, sino el Señor.

No esperemos a llegar delante del Padre, con una mente vieja o antigua, sino que debemos reconocer ahora mismo, que necesitamos la ayuda de Dios, para ser transformados por El.
Como todo nace de un pensamiento, si éste persiste, se convierte en una acción, y esta acción da como fruto una obra, la que puede ser buena o mala según lo que pensamos.
Isaías 55:8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos ni vuestros caminos mis caminos”, dice El Señor.

Por causa de nuestros pensamientos, podemos estar o muy lejos de Dios, o cerca de Él.
Debemos hacer consciencia y conocer ¿de dónde viene nuestra manera de penar?, quien motiva nuestro pensar, ¿Es Dios o es el mundo y la carne? Porque los pensamientos pueden ser nuestro peor enemigo.

Pidámosle a Dios que nos revele esta situación a nuestro corazón.
 Salmo 26:2. Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos.

Efesios 4:22-24. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está corrompido por los deseos engañosos, renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Ser renovados en la actitud de vuestra mente; es complicado renovar la mente, pero se puede lograr, a base de oración y ayuno.

2 Timoteo 3:16-17. Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

Hebreos 4:12 La palabra de Dios es viva, eficaz y más cortante que toda espada de dos filos: penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

Entonces desde ahora desafía tu mente y abre tu corazón; conoce al Dios de la Palabra, Lee la Biblia. Dios tiene pensamientos para nosotros, pensamientos de bien y no de mal.
Dios conoce nuestros pensamientos, por eso no es bueno tratar de engañarlo, pues a quien engañamos es a nosotros mismos.

Mateo 9:3-4. Entonces algunos de los escribas se decían a sí mismos: “Este blasfema”. Conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: –¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones?
Lucas 9:47-48 Jesús, percibiendo los pensamientos de sus corazones, tomó a un niño, lo puso junto a sí y les dijo: Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió, porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ese es el más grande.

 Mateo 22:35-37. Y uno de ellos, intérprete de la Ley, preguntó para tentarlo, diciendo: –Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la Ley? Jesús le dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”.

Ahora sabemos que podemos cambiar nuestro futuro en base a nuestros pensamientos, con la Palabra de Dios podemos obtener tan maravilloso milagro.
¿Estamos amando a Dios con toda la mente?, o solo con los labios, ojo que dice: con toda tu mente y todo es todo.

Los pensamientos determinan el desarrollo de la vida, ¿será que ese desarrollo es el que le agrada a Dios? Recuerda, debemos agradar a Dios con nuestros pensamientos y con nuestras acciones.

Filipenses 4:6-8. Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

No permitas que satanás gobierne tu mente.
Romanos 12:2. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.
 
Efesios 6:12. Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.
¿Y como es que satanás puede dominar mi mente?  

Nuestra mente es una de las áreas que deben guardarse intactas para Dios, nuestra mente forma parte esencial del pensar, del obedecer para ser fieles a Dios.
Si no sometemos la mente al Señor, nos hacemos enemigos de Dios.

Efesios 2:3. En ese tiempo también todos nosotros vivíamos como ellos, impulsados por nuestros deseos pecaminosos, siguiendo nuestra propia voluntad y nuestros propósitos. Como los demás, éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios.
Nuestro crecimiento espiritual puede estar estancado por las batallas en la mente.  Para conquistar las fortalezas espirituales es necesario que primero ganemos la batalla en nuestra mente.

Por la obra del Espíritu Santo en nosotros, Dios renueva nuestra mente y nos permite disfrutar de sus bendiciones gracias a la obra del Señor Jesucristo.

Si Dios no mora en nuestra mente, Satanás batallará por dominarla.
1 Juan 5:18-21. Sabemos que el que ha nacido de Dios no está en pecado: Jesucristo, que nació de Dios, lo protege, y el maligno no llega a tocarlo. 19 Sabemos que somos hijos de Dios, y que el mundo entero está bajo el control del maligno. También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y estamos con el Verdadero, con su Hijo Jesucristo. Éste es el Dios verdadero y la vida eterna. Queridos hijos, apártense de los ídolos.
 
Al liberar nuestra mente, nos liberamos de los pensamientos pecaminosos, y de la vieja naturaleza.

Romanos 8: 5-8.  Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz. La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo. Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios.

El orgullo nos lleva a desplazar a Cristo para exaltarnos a nosotros mismos. El espíritu del nuevo hombre debe prevalecer en nuestra mente.
Renovar la mente implica cambiar todo el cúmulo de enseñanzas y prácticas en las que fuimos criados por muchos años, por las enseñanzas de Jesucristo.
Efesios 2:13. Pero ahora en Cristo Jesús, a ustedes que antes estaban lejos, Dios los ha acercado mediante la sangre de Jesucristo.

El cristiano está llamado a cuidar celosamente su mente, hoy se habla mucho del manejo del tiempo, de las finanzas y de muchas otras cosas, ¿y del manejo de la mente, qué?
La gran mayoría de lo que el mundo nos da, es para atacar nuestra mente, el enemigo sabe muy bien que los pensamientos gobiernan nuestra vida.
Santiago 4:7. Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes.
Para manejar tu mente con éxito, lo único que tienes que hacer es someter tus pensamientos a la autoridad de Cristo.

Talvez algunos te hayan dicho que no vales nada, pero Jesús dice que tienes un valor incalculable.

A lo mejor te has convencido de que eres demasiado malo para ser perdonado, pero Jesucristo tiene una opinión diferente.

Mateo 7:24. Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.

Juan 14:26 Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.

1 Corintios 2:11-13. Porque entre los hombres, ¿quién conoce los pensamientos de un hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Asimismo, nadie conoce los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente, de lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por el Espíritu, combinando {pensamientos} espirituales con palabras espirituales.

1 Corintios 2:14-16. Pero el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque se disciernen espiritualmente. En cambio, el que es espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado por nadie. Porque ¿quién ha conocido la mente del señor, para que le instruya? Más nosotros tenemos la mente de Cristo.

Por lo general muchas personas no tienen conciencia del importante papel que juega la mente en nuestras emociones y decisiones. Dios coloco en el hombre este poderoso órgano para su desarrollo y crecimiento espiritual, intelectual, económico.

La palabra mente es un término psicológico, en tanto que la palabra cerebro es un término fisiológico. La mente es el órgano del hombre que está equipado para: Pensar, Imaginar, Conocer, Recordar y Entender.

Ahora usted   entenderá   por que los medios audiovisuales son tan poderosos y tienen tanto  éxito.  

 “Dios, examina la mente del hombre”
Las escrituras bíblicas nos indican que Dios tiene la capacidad de probar y saber lo que está dentro de la mente del hombre.

Salmo 7:9. “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso, ¿quién lo conocerá? Yo el Señor, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar cada uno según su camino, según el fruto de sus obras”.

La mente carnal no es aquella que le vienen pensamientos carnales, sino la que medita en dichos pensamientos. El vivir en la carne, es el resultado de tener una mente carnal, y el tener una mente carnal es el resultado de meditar en las cosas de la carne.

Tito 1:15. Para los puros todo es puro, pero para los corruptos e incrédulos no hay nada puro. Al contrario, tienen corrompidas la mente y la conciencia.

La mente corrompida es aquella, que ha llegado al más alto nivel de carnalidad mental. Es cuando en la mente hay un porcentaje superior de pensamientos carnal que del Espíritu.
La mente entenebrecida es aquella que está totalmente escasa del conocimiento de Dios producto de la falta de iluminación de la palabra.

La mente espiritual es aquella que piensa, medita y utiliza todas sus capacidades mentales para las cosas del Espíritu de Dios y la palabra de Dios.

Cuando estudiamos y meditamos en la palabra de Dios a diario estamos pensando en las cosas del Espíritu de Dios.
No conformarse al sistema de pensamiento que proyecta hoy el mundo, alejado de los preceptos de DIOS, lleno de orgullo, odio, egoísmo, suicidio, robo, astucia del ser humano, sin depender de los principios y valores de DIOS.

La responsabilidad del cambio de mentalidad es de la persona.
La transformación que usted espera ver en su vida, va a empezar en el momento que decidas llevarla a cabo por medio de aprender día a día lo que DIOS quiere decir para tu vida y para tu ser.

Solo Dios es el único que cambia nuestras vidas, dándonos una nueva manera de pensar. La Biblia nos enseña esta nueva manera de pensar y a medida que vamos conociendo la Palabra de Dios, descubrimos que la voluntad de nuestro Padre Dios para nuestra vida es buena, agradable y perfecta.

¿Por qué tengo que renovar mi mente y vestirme del nuevo hombre si soy nueva creación y todo mi pasado quedo atrás?

La nueva creación se produjo en tu espíritu y es ahí donde viene a vivir contigo el Espíritu Santo. Ahora tu espíritu es nuevo, y santo, pero tu forma de pensar necesita ser cambiada con los pensamientos de Dios.

Juan 14:16-17. Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que este con vosotros para siempre. El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce; pero vosotros lo conoceréis, porque vive con vosotros y estará en vosotros.

¿Cómo tiene que ser mi nueva forma de pensar y estilo de vida? Dios ha provisto para ti una nueva forma de pensar y estilo de vida de acuerdo a su voluntad. Dios quiere lo mejor para ti, y esto involucra que el cambio que se produce en ti comienza desde tu interior hacia a fuera.
Colosenses 3:5. Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impurezas, pasiones deshonestas, malos deseos y avaricia, que es idolatría.

Recuerda que la Biblia, nos fue dada para enseñarnos lo que es verdad, para hacernos comprender lo que está equivocado en nuestras vidas; para reprendernos y hacernos ver nuestro error, para ponernos en el camino correcto, para ayudarnos a llevar una vida recta y justa delante de Dios y delante de las personas.


Jesucristo te ama y te bendice.


JoseFercho ZamPer 

Sobre lo que crees.

Lo que se puede saber de la biblia se remonta a miles de años atrás. Jesucristo es el personaje central de la historia bíblica, su vida y ...