jueves, 6 de abril de 2017

Como afecto yo, a los demás.

Hola mi hermano, soy JoseFercho ZamPer.

El motivo de mi llamada es para comentarte un cambio de prioridades.
En este momento tengo demasiadas batallas que deben ser encaradas personalmente, y no las puedo pelear todas a la vez, ya que todas ellas compiten entre sí.
Además el resto de mi vida y de mi familia, necesitan atención.
Hay algo que me está cambiando la vida, y me obliga a bajar la velocidad, para así estar más presente y consciente de quien soy y para donde voy. Aunque en realidad, necesito volar como un pájaro.

No pretendo cambiar totalmente de una, voy a hacerlo poco a poco sin prisa, pero con berraquera.

Como afecto yo a los demás.
Morir de amor, o con el corazón partido, significa que si yo muero el riesgo de muerte de mi esposa puede duplicarse en el primer año, o viceversa, por lo tanto, no pienso morir aun.

Cuando una persona cuida a un familiar enfermo, ella se agota, su pareja se agota, su familia se agota y sus amigos se agotan, y todo por la influencia de la cercanía social.
El efecto de mi situación sobre las demás personas allegadas, es bastante grande, debido a que estamos mutuamente conectados con nuestros sentimientos.

Los seres humanos como los animales, estamos tan integrados en este mundo, que lo que afecta a uno de ellos, afecta al resto de su comunidad.

Los seres vivos se reúnen en torno de una sociedad, o grupo de características similares. Ejemplo: a las personas que les gusta el licor, se reúnen en sitios donde venden licor, y se relacionan con personas que toman licor; los deportistas se reúnen y conforman grupos para hacer deporte, y así cada grupo de gentes se relacionan entre sí, conforme a su afinidad con el otro.
Esto es la homofilia o («amor a los iguales») Es la tendencia de las personas de relacionarse con personas que se parecen a ellas. La similitud puede ser respecto a diferentes atributos como creencias, clase social, educación, edad, etc. como dice el dicho: “Dios los cría y ellos se juntan”. Dime con quién andas y te diré quién eres. O quien con lobos anda a aullar aprende.

Los seres vivos construimos vínculos con quienes nos agrada, para poder compartir nuestros logros y fracasos.

Por lo tanto, si tú engordas, aumentas el riesgo de obesidad en los tuyos, debido a que motivas el cambio de pensamiento en los demás, sobre todo si tú influyes en los otros, tu idea se difunde.

Existe un contagio emocional entre los seres humanos, la función de las emociones es comunicarse con los demás, por ejemplo: cuando uno está en la calle y saluda o le sonríe a alguien, instintivamente nos devuelven el saludo o la sonrisa. Esto es un comportamiento humano normal.

Así mismo transmitimos nuestros disturbios emocionales, como una estampida que se propaga por las calles, al grito de “tiene una arma”. Las emociones son de naturaleza colectiva, no sólo individual.

Todas nuestras emociones las trasmitimos a otros con gran facilidad, cuando se está de mal humor, contagiamos a los demás con mal humor, y si estamos alegres, también los contagiamos.

Somos un enorme tejido humano conectados unos con otros, mi felicidad depende de la tuya, y la tuya de la mía.

¿Qué nos hace más fuertes cada día? La forma de interconectarnos con los demás, el vínculo entre las personas nos fortalece, ya que la unión hace la fuerza; dos brazos pueden más que uno.

Así que la mejor manera de propagación de las cosas buenas y valiosas como el amor y la bondad, la felicidad y las ideas, se debe hacer entre grupos familiares y de amigos.

Esto, mi hermano, es lo que nos falta a nosotros los cristianos, unirnos para ayudarnos y servirnos en todo lo que nos falte.

Con razón dice el Señor: en 1 Juan 4:1-12. Permanezcamos en el amor Queridos hermanos, amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de él y lo conoce. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados. Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. Nadie ha visto jamás a Dios, pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros, y entre nosotros su amor se ha manifestado plenamente.

¿Cómo puede un cristiano decir que ama a Dios, si no ama a su hermano?
Esto es un exabrupto, un imposible, mera ficción. Debemos tomar en cuenta que lo que nos dice el evangelio de Jesucristo, es la pura verdad; el no está intentando cambiarnos de religión ni nada parecido, sino mostrarnos el camino a la verdadera felicidad. O al amor verdadero quien es el padre celestial.
Sin la sujeción a Jesucristo, sin asumir responsabilidades con Dios, el amor siempre nos será esquivo, estaremos resistiendo al amor; sin voluntad de ser gobernados, nunca obtendremos su gloria.

Jesucristo te ama y te bendice.

JoseFercho ZamPer

Sobre lo que crees.

Lo que se puede saber de la biblia se remonta a miles de años atrás. Jesucristo es el personaje central de la historia bíblica, su vida y ...