jueves, 25 de junio de 2020

Jesucristo ayer, hoy y siempre.

¡Sea la luz! Y hubo luz.

El Antiguo Testamento constantemente hace referencia a la salvación que se experimenta en jesucristo. En ÉL se da cumplimiento a las profecías del Antiguo Testamento. 

Jesucristo afirmó que Moisés habló de Él, “explicando lo que estaba escrito de Él en todas las Escrituras.”

Para encontrar luz que nos revele la Biblia a nuestro espíritu, es necesario cavar más profundamente en las verdaderas intenciones de la persona, para iluminar nuestro caminar espiritual. Conforme busquemos las raíces de la fe cristiana descubriremos que hemos desembarcado en un continente extraño y desconocido.

Muchos se afanan buscando riquezas, mientras el Espíritu Santo desea alumbrarnos el camino a la Salvación eterna, Jesucristo; quien es el camino al padre. Pero sí tú no rompes el cerco para salir del mundo, ¿cómo podrás ver la luz? 

Si como cristianos no nos escapamos del molde carnal, humano o natural, ¿cómo ver lo que los discípulos vieron? 

Gálatas 4:4-5. Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.

Gálatas 5:1
Es para libertad que Cristo nos ha hecho libres. Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”

Gálatas 5:18
Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 

La ley en el antiguo testamento fue un don de Dios para su pueblo, pero para el cristianismo puede convertirse en un yugo esclavizante, porque en el judaísmo de hoy existen oficialmente 613 mandamientos y prohibiciones.  

Isaías escribió 700 años antes de Cristo, que en lugar de ‘una palabra de reposo,’ la religión se había convertido en una exigencia; “mandato sobre mandato, renglón tras renglón, un poquito allí, otro poquito allá hasta que vayan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, enlazados y presos”

Efesios 2:14–15. “Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, DERRIBANDO LA PARED INTERMEDIA de separación, ABOLIENDO en su carne las enemistades, la LEY DE LOS MANDAMIENTOS expresados en ORDENANZAS, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz.”

Cristo, mediante el sacrificio de su muerte, ha derribado el ‘vallado alrededor de la ley.

“Dios desea revelarse en cada época según nuestras necesidades, únicamente aquello que es necesario para la Humanidad.”

La Biblia no habla de Dios como si fuera una idea abstracta, sino como una persona. Pero no podríamos concebir a Dios como un ser material. No obstante, se ha revelado a sí mismo en una forma que “la persona material puede entender.”

“¿Cuál es pues, el papel de la Ley? Porque, en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: ‘Mas el justo por la fe vivirá’.

Jesús “cumplió” con el castigo de la Ley mediante su muerte expiatoria.

I Timoteo 1:5. “El propósito de este mandamiento es el amor.” 

Jesús explicó este punto con toda claridad en el Sermón del Monte cuando dijo: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir” (Mateo 5:17). 

Con Cristo en nosotros, hay más luz que oscuridad, 

La voluntad de Dios es mucho más sencilla que los cientos de rituales y mandamientos humanos creados por la tradición. El hombre que haga estas cosas vivirá por ellas. Pero la justicia de Dios es por fe.

El “vallado” alrededor de la ley con sus tradiciones y ordenanzas de hombres ahora ha sido derribado. 

En los salmos se expone prácticamente toda la historia de la salvación. Se estima que el Antiguo Testamento contiene en total unas 456 profecías respecto a Cristo. De estas, 75 se encuentran en el Pentateuco, 243 en los Profetas, y 138 en las “Escrituras” y en los Salmos. 

Isaías 53:2 dice: “Creció delante de Él como renuevo tierno, como raíz de tierra seca.”

Dios no cuenta nuestros pecados contra nosotros, sino que los perdona por causa de Cristo. 

Muchos se sienten aturdidos cuando se les cuestiona su fe, la razón de ello es que caminan por un terreno desconocido, posiblemente porque su fe no está en Jesucristo sino en las razones de este tiempo. Estos son “cristianos gentiles.”

Jesucristo te ama y te bendice.

JoseFercho ZamPer 

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