martes, 30 de abril de 2019

Es necesario creer en la palabra de Dios y actuar en fe.



En este momento de mi vida, ha llegado la hora de emprender el camino de rehacerlo todo, de aprender a prender, de arrepentirme, de perdonar, de olvidar y de Amar.

Ser el mejor no significa ser “el que gana o llega de primero”, las verdaderas ganancias están en lo que aprendemos para la vida.

Fuimos educados con la creencia de que todo es pecado, por lo que hemos dejado de hacer el bien a muchos por cuidarnos de lo que otros digan de nosotros.

Porqué no poder disfrutar de una buena conversación con otras personas, ¿solo por el hecho de que no son de nuestra “iglesia?”, o porque son casados, o solteros, o porque han cometido algún pecado, etc. 

Es hora de hablar de cualquier tema sin necesidad de ser expertos, ni tampoco de que sea usado en nuestra contra, o es que en verdad ¿No existe la “libertad de expresión”? 
Para muchos, el ver una película es pecado, divertirse con los amigos también lo es, leer, escuchar música, escribir, reírse y hasta burlarse de las tonteras de otros nos terminan condenando. Esto no es lo que leo en la biblia.

Creo haberme esforzado lo suficiente por atender mis responsabilidades, y creo haber hecho las cosas lo mejor posible, por estas cosas creo que Dios no me va a castigar, más bien pienso que se me va a llamar a cuentas por todo lo que he dejado de hacer.

Lo que me resta de vida lo usaré para disfrutar, para amar, para servir, y así mostrar a Jesucristo vivo en mí. Ya he asistido a varios entierros y me temo que el tiempo pasa de prisa y que aún hay mucho por hacer, y tengo que aceptar que soy un mortal.

Es hora de conversar largas horas con migo mismo, en busca de saber ¿A quién y qué es lo que en verdad creo? Con tal de hallar a Dios.

Son pocos los seres humanos a quienes amamos en verdad, y más pocos los que nos aman, por lo que se hace muy necesario dedicarles tiempo y atención.

Quien encuentra una sonrisa o una mirada sincera, tierna y comprensiva, ha hallado un amigo, alguien con quien en verdad vale la pena pasar el rato.

No enciendes un fuego simplemente porque quiere uno, sino porque tienes frío, o necesidad de calentar algo.

Estoy totalmente seguro de la necesidad de Dios en nuestras vidas, por lo cual deseo ser sensible a su voz, para saber cuándo me habla, para reconocerlo en la voz de mi hermano, en su necesidad.
Muchos, en lo secreto del corazón estamos amargos por no saber oír la voz de Dios. Estamos esperando a que se nos aparezca un hombre vestido de blanco, con largas y blancas barbas, y nos diga qué y cómo hacer las cosas. Pero dejamos pasar el tiempo sin hacer nada por nosotros mismos, y menos por los demás.

Hay muchas personas que se sientan a orar y ha esperar que Dios construya su casa, y se encargue de educar a sus hijos, a cambio de dedicar tiempo para orar y luego ir a hacer lo que Dios ya estipuló que debemos hacer. Dios provee la madera para el fuego, para hacer muebles, para construir casas, y para toda obra donde la madera se ve y queda bien.

Me pregunto, ¿Cuántas cosas en mi vida Dios ya ha provisto para mi bien, pero yo no las he sabido aprovechar, por estar esperando a que Dios las haga por mi?

Hay muchos momentos en que no podemos hacer mayor cosa, pero hay muchos más momentos en que debemos hacer más. Hoy pido a Dios sabiduría sobre mi situación para saber qué debo hacer al respecto.

Busca si hay algo que puedas hacer para mejorar su situación, y entonces ¡hazlo!

Jesucristo te ama y te bendice.
JoseFercho ZamPer




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me faltó amarme primero.

  Me faltó amarme, en vez de esperar a que otros lo hicieran por mí.   Mateo 22:37-39   —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, co...