martes, 31 de octubre de 2023

El libre albedrío y el Amor.

El libre albedrío o libre elección es la capacidad de los seres humanos de tomar decisiones autónomas, o sea, de elegir entre varias alternativas. Esto implica asumir la responsabilidad de las propias acciones.

El albedrío es un principio eterno.

Dios creo todo lo que existe y lo dio al hombre para que lo disfrutara y lo hiciera producir, más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás. No obstante, podrás escoger según tu voluntad, porque te es concedido; pero recuerda que yo lo prohíbo, porque el día en que de él comieres, de cierto morirás.

Gálatas 5-13

porque vosotros, hermanos, a libertad habéis sido llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino a servíos por amor los unos a los otros.

 Dios nos ha dicho por medio de sus profetas que somos libres de escoger entre el bien y el mal. Podemos elegir la libertad y la vida eterna al seguir a Jesucristo; también somos libres para elegir al mundo y sus malos deseos.

 Se le llama albedrío al derecho de escoger entre el bien y el mal.

 En la vida tomamos decisiones que nos pueden llevar a vivir felices y bendecidos, o a sufrir y a pasar necesidades injustificadas.

 Debido a que podemos escoger, somos responsables de nuestras propias acciones y decisiones, y esto es causa de conflicto en el cristiano, porque nos debatimos entre obedecer a Dios o hacer lo que nos parece mejor.

 Cuando elegimos vivir de acuerdo con el plan de Dios, nuestra fe se fortalece, entonces tomamos buenas decisiones.

 Cuando cedemos ante la tentación, limitamos nuestras opciones. Si tenemos muchas opciones, pero no estamos seguros de lo que nos conviene, lo mejor es tomarse el tiempo necesario hasta tener seguridad en Dios de, qué es lo mejor para mi vida. Recuerda que somos libres de hacer de todo, pero no todo nos conviene.

 Somos libres de contemplar la puesta del sol, de nadar en el mar, de caminar por la playa, también somos libres de hacer caso omiso a las advertencias y nadar en lugar prohibido; pero, una vez caigamos en la trampa seremos atrapados, luego no sé qué pueda pasar.

 Aunque somos libres de elegir, las consecuencias que conllevan nuestras acciones no las podemos controlar, ellas serán el resultado natural de nuestra decisión.

Luego de muchas décadas de mirar el comportamiento humano y el de los primates, llego a un veredicto, que los humanos somos más salvajes que los animales.

 Los babuinos salvajes de Kenia tienen mejores interacciones sociales entre ellos que las que mostramos los seres humanos entre nosotros mismos.

Según el científico Sapolsky, quien se dedicó a investigar el comportamiento en diversas especies animales, incluyendo a los humanos, ha llegado a una conclusión un tanto controvertida, y para muchos quizás un tanto desoladora, sobre la naturaleza humana: según él, prácticamente todo el comportamiento humano está fuera de nuestro control.

 En otras palabras, está firmemente convencido de que el concepto de "libre albedrío" es inexistente entre los humanos, somos ni más ni menos, la suma de lo que no podemos controlar, porque no sabemos tomar buenas decisiones en la vida.

 Si esa perspectiva es aceptada, podría implicar que las personas carecen de un control real sobre sus acciones y, por ende, no se tiene libre albedrio o no sabe elegir.

 Eso significa que todo lo que hacemos viene determinado por nuestra biología, genes, hormonas, educación, infancia y las diversas circunstancias de la vida que se extienden incluso mucho más allá de nosotros. Esta cadena interminable de causas, que se remonta a nuestros padres y más allá, crea una red casi infinita de factores que acaban traduciéndose en nuestras acciones.   

 Así, desde esta perspectiva, según Sapolsky, no somos seres autónomos como creemos ser, sino más bien una amalgama de estas influencias que se manifiestan en nuestras acciones. En esencia, nos consideramos simples "máquinas biológicas", al igual que cualquier otro organismo vivo.

 Significa que el ser humano no cree ni obedece a Dios, y solo se comporta como un animal más de la creación. Lo que socava por completo nuestra identidad y autonomía, así como la fuente de sentido de nuestras vidas.

 Entonces la idea del libre albedrío como la capacidad de ser dueños de nuestras acciones es una "definición completamente inútil", dado que en la práctica no controlamos nuestras elecciones y comportamientos.

 Nuestra falta de libertad podría convertirnos en monstruos morales, pero en realidad es una razón para vivir con profundo perdón y comprensión, y poder entender "lo absurdo de odiar a una persona por cualquier cosa que haya hecho".

 La humanidad es una criatura que no ha evolucionado.

El cristianismo va más allá de lo que ven nuestros ojos, llevando consigo un profundo significado teológico y de fe.

 Mi vida era un caos, cada vez más deprisa y al final había oscuridad. Mi visión cambió, y las paredes de mi túnel desaparecieron. Ahora vivo al aire libre.

 El cuerpo existe solo para verificar la existencia de Dios.

Por un principio espiritual, al unirse con el cuerpo, el espíritu se convierte en un ser vivo.

La sola sensación de conocer a una persona nos lleva a amar con la fuerza de lo posible.  

 El amor es posible.

Entendemos por amor la construcción de vínculos amorosos, es lo que hacen las mujeres para no ahuyentar a los hombres.

 El amor no es lo que damos por hecho, no es un fenómeno natural, en realidad el amor es pura construcción. Muchos se han empeñado en hacer del amor algo fijo y delimitado, solo estereotipos y formatos de género, de clase, incluso de vocación.

 El amor también se ha vuelto, lamentablemente, cierta tranquilidad del yo, que solo encuentra calma poseyéndolo.

 Yo prefiero un amor más humanizado, vivir la vida terrenal como si fuese celestial, bajar el cielo a la tierra. Disfrutar de las personas y de las cosas que hay en la tierra de manera natural pero trabajada con mis manos y mi ser. Me parece que se trata de encontrar a alguien con quien compartir nuestras carencias.

 Ese caminar juntos no implica dependencia, implica libertad.

 Lo mejor que le puede pasar al amor es que crezca, que sea útil, que, al estar realmente en el interior del uno, sacie también al otro. Porque el amor nos hace independientes.

 Aunque haya cielos cubiertos, lluvias y temperaturas en ligero ascenso, el amor es un superpoder que nos despeja el panorama, es una práctica útil, calmante, beneficiosa con muchas bondades más.

 Así es el amor.

El amor es empatía, porque trata de entender la perspectiva de la otra persona antes de criticar.

El amor es asertivo, se expresa cómo te sientes tú sin culpar ni juzgar.

Se enfoca en la solución, en lugar de reprochar, transforma el reproche en una oportunidad para el crecimiento.

El amor escucha, presta atención, no está a la defensiva, simplemente calma la situación.

 Es mejor investigar que conformarse con una respuesta dogmática.

Hoy es mejor tener razones para dudar que creerse seguro.

Tenemos que dudar, porque la certeza es peligrosa.

A pesar de las dudas y la falta de juicio, los pensamientos se han ido desarrollando, pues, la ciencia es escepticismo puro, siempre ha sido así.

 El mundo siempre ha estado en crisis, pero ahora pasamos por un periodo de inestabilidad emocional muy grande, y esto da miedo.

 Cuestionarlo todo en busca de la verdad para vivir una vida feliz.

 

JoseFercho ZamPer

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