sábado, 7 de septiembre de 2019

Cría cuervos y te sacaran los ojos.

Al amanecer de un nuevo día, una luz tenue me despertaba del sueño que, parecía más una premonición ya que aturdía mi razón. No podía diferenciar ese sueño de la realidad, parecía ser lo mismo que me atormentaba despierto o cuando dormía.

Un llanto desconsolado susurraba en mi corazón, y una multitud de gente con sus ojos hinchados de melancolía, a quienes les habían arrebatado la ilusión, “hasta ese día le alcanzaron sus sueños”, dicen haber votado por el mejor, pero solo hasta el día siguiente fueron conscientes en realidad, de quien había ganado la elección.

Lo único que recordaban de aquél “sueño”, era que el candidato de su preferencia les iba a cambiar la situación. Unos hombres que aparentemente eran la solución entraron en sus cabezas, y con la sutileza de un buen vino, les adormecieron sus pensamientos provocando la pérdida de la razón.

No era la primera vez que sucedía esto; no señor, marcada estaba en sus caras, la vergüenza y la desazón.

La maldad con la que actuaban aquellos hombres era la misma que por años se paseaba por la región, pero que, por aproximados tres años, se camuflaba en medio de la población, disque con contratos de obras y gran cantidad de información.

Terminamos en medio de la impotente muchedumbre, sin entender lo que pasa en la alcaldía, muchos menos en la gobernación.

Y ¿Por qué tanta indignación?
Aunque el dolor sea tan grande, y ni el hambre calme la agonía, y pasaren los años como una eternidad, muy a pesar de toda esta ironía, en las próximas elecciones allí sonará la misma melodía, y se saneará todo con una santa eucaristía.

Mientras solo intentemos llenar nuestra barriga, sin que nos importen los lamentos de aquellos que, sin esperanza ni alientos de un nuevo día, ni el dolor y sufrimiento de los que lloran por un plato de comida, seguiremos actuando con cobardía.

A todos aquellos que, aunque equivocados o no, le arrebataron la paz y la alegría al pueblo, que, aunque aceptaron dicha propuesta; no tienen amor en sus vidas pues jamás han amado a nadie, solo así mismos, ¿cómo creerles cuando me hablen de paz?

Ustedes qué opinan, ¿alguno de ellos tendrá razón?

Yo me quedo con la mía.

JoseFercho ZamPer.

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