jueves, 28 de febrero de 2019

Sobre el matrimonio.



A medida que conocemos personas y compartimos sus alegrías y tristezas, podemos ayudar a construir sus vidas y matrimonios.

EL hacer la voluntad de Dios y experimentar su perdón son consecuencias necesarias de una relación personal plena con Jesucristo.

 “Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.” Juan 15:5

El consejo bíblico en contra del sexo prematrimonial es un buen consejo para todos, el plan es que nos mantengamos puros antes del matrimonio, como una cobertura de protección.

Recuerden que su testimonio es muy útil para todos los que los conocen, por eso, tengan dominio propio, y cultiven la amistad entre ustedes. Entonces, al resistir juntos las tormentas, tendrán más fuerza para perseverar. Hagan de la lectura de la Biblia, la oración y la asistencia a la iglesia, elementos permanentes en su agenda. Si quieren que su matrimonio sea bendecido por Dios, obedezcan su Palabra.

¿Cómo encarar las dificultades que seguramente tendremos?
Tienes que perdonar y olvidar hasta donde te sea posible, todos los defectos y pecados que vayas encontrando en su pareja, hasta que Dios los borre completamente.  Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesucristo efectuó. Romanos 3:23-24.

Estén dispuestos a aprender el uno del otro, reconozcan que se han equivocado, pídanse perdón y perdónense mutuamente.

Con frecuencia, las personas en conflicto se niegan a acercarse en actitud humilde. Elijan perdonarse, acepten la responsabilidad por sus errores y solicítense el perdón.
Practiquen la honestidad y reclámense honestidad.

Definan qué es realmente lo más importante. Establezcan sus prioridades y vivan de acuerdo con ellas. Recuerden sus limitaciones.  

Hagan que Dios forme parte de su relación. Cuando edifiquen su matrimonio sobre las palabras y promesas de Dios, soportarán las tormentas más fuertes. Formen el hábito de orar el uno por el otro. Agradézcanle a Dios mutuamente el uno por el otro. Adoren y sirvan juntos. El egoísmo se combate con servicio, aprender a servir nos sostiene en tiempos de dificultad.

Tú eres la única persona para mí. El matrimonio se fortalece entre mas oren juntos y se bendigan con palabras amorosas y verdaderas.

1 Corintios 13:7: El Amor… Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

No te descuides, dedica tiempo para que Dios renueve tu vida interior con el Espíritu Santo.

Nadie es perfecto en este mundo, pero eso no es excusa para conformarnos con lo que somos; de los contrario, nos estamos engañando a nosotros mismos. No es suficiente con estar atento a las dificultades, es necesario ir delante de ellas, evitándolas.

Nada se arruina de la noche a la mañana, todo tiene un proceso, por lo general es debido a la pereza y a la falta de esfuerzo. O a confiarse en…

1 Pedro 5:8-9. Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de sufrimientos.

Los matrimonios que perduran y prosperan son aquellos que se sirven mutuamente, manteniendo su lealtad a Jesucristo. Si haces esto, podrás superar cualquier dificultad.

El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien. Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente. Romanos 12:9-10

Ayude a sobrellevar la carga de tu cónyuge.
Muestra a los demás con tus actos lo feliz que te sientes con tu cónyuge.
Habla siempre bien de tu cónyuge delante de los demás, especialmente de los tuyos.
Halaga a tu pareja, Jamás la humilles ni en privado ni en público.
Se amable y cortes siempre con tu cónyuge, trata a tu pareja como quieres que ella te trate a ti. Haz del tiempo a solas con Dios como con tu pareja una prioridad. Lo importante siempre merece nuestra atención. Todo cristiano está casado, tanto con Dios, como con su pareja. Debemos dedicar suficiente tiempo a diario para orar y charlar a solas con nuestro cónyuge.

Jesucristo siempre debe ser el centro de nuestro matrimonio, todo debe girar alrededor de Él. Si queremos que nuestro matrimonio dure en el tiempo, y sea  ejemplo para otros, es necesario darle la prioridad a Dios sobre nuestras vidas.

Muchos se dedican a cuidar la convivencia matrimonial, y descuidan su relación con Jesucristo, quien es y debe ser el centro, quien los una en verdadero amor. Sin esta firme unión con Cristo, tu matrimonio estará expuesto a fallar en cualquier momento. Recuerda que: Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡Pero una cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente! Eclesiastés 4:12.

Su matrimonio estará protegido siempre y cuando te comprometas a conocer la profunda seguridad y confianza que Dios quiere darte, necesitas estar seguro de que la relación está arraigada en el amor que nunca falla; Jesucristo.

Nuestro compromiso ante Dios el día de la boda es muy serio y lo es para toda la vida. Honremos este compromiso.

El amor perdona multitud de pecados. El amor sirve al otro. El amor persevera. El amor protege. El amor edifica. El amor se renueva.

Si nos comprometimos a amarnos, honrarnos y ayudarnos mutuamente en todo tiempo y situación, debemos mantener la palabra empeñada.

Si tu pareja no es cristiana, recuerda que la oración del justo puede mucho. Tu testimonio lo puede ayudar a salvarse.

Un verdadero cristiano nunca abandonaría a un ser querido,  mucho menos a su familia. Dios es siempre fiel, y quiere cambiar nuestro corazón, no te preguntes si estás casado con la persona correcta, en vez de eso, ora por tu pareja. Mientras oras por tu crecimiento espiritual, hazlo también por el de tu pareja, el andarte quejando no lo cambiará.

Si algunos de ellos no creen en la palabra, puedan ser ganados más por el comportamiento de ustedes que por sus palabras, al observar su conducta íntegra y respetuosa. 1 Pedro 3:1-2

Mantén amistad con tu pareja, esta los ayudará a reavivar los votos matrimoniales.

El cumplir con las obligaciones no es suficiente para mantener un buen matrimonio, Dios desea que seamos felices, no unos legalistas.

Cuando uno ama a otra persona, elige servirla y complacerla, dándolo todo por hallar el gozo y la realización como persona. Y esto no tiene nada que ver con que sean o no de la misma religión o política. La humildad de Cristo venció hasta la muerte, sea flexible sin perder tu fe, su matrimonio lo vale.

Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo. Efesios 5:21

El cristiano debe ser líder, firme y estable en su relación matrimonial, tanto como en su relación con Dios. Y no basarse en lo que otros opinen, sino en lo que Dios nos pide en su palabra.

En la vida siempre habrá conflictos, evite estar en medio de ellos, mírelos desde la barrera, desde fuera, no permitas que la pasión por el tema lo lleve a ser parte del problema, aunque así lo sea; necesitamos hacer parte de la solución.

 Anime a las personas que están luchando con algunos problemas matrimoniales a que busquen soluciones, y no culparse mutuamente, que analicen el porqué de la situación, así podrán ver las posibles soluciones. Ellos mismos deben ser conscientes tanto de sus dificultades como de las formas de solución. Luego te lo agradecerán.

Jesucristo te ama y te bendice.


JoseFercho ZamPer



1 comentario:

  1. Muchas gracias Joseph, para tener en cuenta todos esos consejos, principalmente porque proceden de la Palabra de Dios. Qué gran talento le ha dado el Señor como escritor!!

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