viernes, 26 de enero de 2024

La resiliencia y la felicidad.


 

Hay quien se realiza a través del arte, en una carrera, a través de la invención desarrollando algo que es importante para él o para otros, hay quien lo logra en el plano espiritual. Todo depende de donde o en que pongamos nuestros objetivos para la vida. Lo cierto es que siempre iremos de un lado para otro en busca de nuestros logros lo que nos llevará a hallar ciertas dificultades con las personas. En el desarrollo personal, todo aquello tiene que ser superado para bien, con tal de alcanzar las metas; y para ello necesitamos de algo muy importante y es, la resiliencia en todos los campos.

 

El arte, la ciencia, lo material o lo espiritual necesitan que le demos prioridad. En la vida de las personas nacen y mueren las necesidades, las ideas, los problemas y las soluciones. Van cambiando las prioridades, los objetivos de la vida. Lo que nos lleva a entender la prioridad de hacer un buen uso del tiempo que nos ha sido dado para cumplir con la misión de ayudar a otros a encontrar la felicidad, tanto como la propia.

 

El azar nos marca caminos que quizás no hemos buscado, mas es necesario hallar la conexión del desarrollo personal en las circunstancias de la vida misma, aunque a veces hay que dejarse sorprender. Nada en la vida está asegurado, puede suceder cualquier cosa, una enfermedad, un enamoramiento, un cambio de país, una nueva perspectiva que nos cambia lo ya planteado. Nuestro éxito depende de saber manejar todas estas variables. Sin formación es posible quedarse a mitad de camino.

 

Cuando pienses haber fracasado en casi todo, puedes tener nuevas visiones o claves de lo que necesitas hacer y creer para lograr otro tipo de resultados en su vida.

 

Cada persona tiene su talento, algunos saben hablar, otros saben escuchar, alguien tiene un talento creativo, otro resuelve problemas, pero solo funcionan si lo hallamos dentro de nosotros mismos para alumbrar a los demás con ellos, o ponerlos a su servicio. Siempre seremos muy buenos en aquello que nos apasiona. Estar donde quieres estar haciendo lo que te gusta hacer, no hay mayor satisfacción, cuando podemos decir “mi vida, no la cambio por la de ninguna otro”.

 

Cuando se hace una lectura negativa de la realidad no favorecemos a la buena suerte, la recomendación es trabajar de manera proactiva al servicio de los objetivos conociendo bien nuestras aspiraciones y las posibilidades. Un pesimista ve la calamidad en toda oportunidad y un optimista ve una oportunidad en toda calamidad.

 

Hay una relación muy clara entre el pesimismo y la resignación e incluso entre el pesimismo y la holgazanería. Pues, quien llama repetidamente a la puerta acaba entrando. Cuando se está preparado para que las cosas sucedan empiezan a suceder.

 

Es imposible tener éxito sin antes haber fracasado en muchas cosas, pero esto sucede cuando superamos lo que salió mal, cuando superamos el duelo y aprendemos a seguir adelante. Si Edison se hubiera cansado con el primer filamento que se quemó no tendríamos la luz que nos está iluminando ahora. Por lo tanto, debemos seguir adelante y aprender de los fracasos como una lección que hay que asimilar para no volver a caer en ellos.

 

¿Cómo puedo superar eso sin honestidad?

No nos hagamos trampas jugando al solitario, no atribuyamos la responsabilidad de nuestra mala suerte siempre a los demás a los políticos o al diablo. Debemos adquirir sabiduría para poder gestionar o adquirir poder. Hay quien lo tiene todo y de la noche a la mañana lo pierde, por falta de sabiduría.

 

Cada uno puede encontrar su camino en buscas de ser libre, pero si se escucha a sí mismo puede andar por el camino correcto porque la felicidad no tiene edad. Se concluye que lo que da sentido a la vida es el amor.

 

Quien escribe notas y las guarda, un día tendrá un libro. No puede haber sabiduría sin reflexión y no puede haber reflexión sin inquietudes. El sentido de la vida se encuentra cuando reflexionamos, y le ponemos atención a ese diálogo interno y tenemos una comunicación constructiva con nosotros mismos.

 

Importante es aprender a levantarse cuando se cae, y resistir una gran presión sin romperse. Esto es, saber recuperar su forma original. El humanismo defiende que nadie es superior o mejor que nadie pero que uno puede ser mejor cada día.

 

Freud dijo que el niño es el padre del hombre o sea yo soy como adulto aquello que me ocurrió de niño. Pero, el hombre a partir de cierta edad puede ser padre de sí mismo. Significa que de adultos podemos cambiar o corregir nuestro pasado.

 

Muchos adultos dicen que, aunque sus padres no eran afectivos o acogedores siempre tenemos la posibilidad de trabajar por sanar las heridas. Tenemos que vincular el concepto de resiliencia al sufrimiento, para obtener grandeza, constancia, benignidad, clemencia y generosidad de ánimo en la adversidad.

 

Las personas bondadosas y entregadas tienen mayor capacidad de resiliencia, de ser capaz de levantarse sostenidamente en los momentos difíciles de la vida. De compartir con las amigas y amigos y una adecuada aceptación superadora de las dificultades de la vida.

 

Debemos mantenemos con los ojos abiertos aprovechando la sabiduría que tenemos, pero asumiendo que estamos naciendo cada día, porque la vida es un conjunto de altibajos, como una montaña rusa. Van a ver platos que serán de nuestro gusto y otros que no lo serán, van a haber sufrimientos, alegrías, regalos y todo tipo de situaciones, pero si lo miramos de lejos nos damos cuenta de que los instantes de dolor nos llevaron a muchos instantes de felicidad. La alegría no existiera sin la tristeza.

 

Dichoso aquel que cree en las palabras sabias de Dios.

 

 

JoseFercho ZamPer

2 comentarios:

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