jueves, 21 de febrero de 2013

YO SOY PASTOR


Cuando era niño, durante  varios años fui pastor de las vacas de mi padre.  En las épocas de verano el pasto se secaba y había poca agua, razón por la cual nos tocaba sacar el ganado al camino para que comiera pasto, y llevarlo a una quebrada a tomar agua. Por tales  razones el precio del ganado se bajaba demasiado y nadie compraba ni vendía.  Se hacía obligatorio buscar la manera de alimentar las vacas hasta que volviera a llover.

Nos turnábamos con los demás hermanos para realizar dicha labor, los que estudiaban lo hacían los fines de semana y los otros entre semana. 

Este pastoreo se tenía que hacer en  el camino por donde pasaban campesinos con sus caballos de carga y también las vacas que sacaban a vender y a pastorea, pues no solo nosotros teníamos tal necesidad.

 Esto nos mantenía activos todo el tiempo de labor, pues era necesario cambiarlas de lugar a donde el pasto estuviese más tierno y evitar que se nos escabulleran a otros potreros  vecinos o a las labranzas ajenas. En algunas ocasiones pasaban lotes de ganado que llevaban los  ganaderos al mercado o  a sus fincas, y nos tocaba separarlas y dar paso para evitar se confundieran entre sí.

Muchas veces nos poníamos a jugar con mis hermanos y las vacas se nos escapaban y nos tocaba luego ir corriendo a alcanzarlas o a sacarlas de donde se metían en busca de mejores cosas para comer.  Otras veces nos tocó ir hasta la carretera pavimentada pues se nos escapaban mientras almorzábamos o hacíamos alguna otra necesidad. Esto nos asustaba mucho pues fuera de los problemas que nos podía traer con los carros, mis padres nos castigaban por no cuidar bien el rebaño. 

Día a día fu conociendo mejor el comportamiento de las vacas, su forma  de actuar, y qué las hacía  moverse, etc.  Entonces ya fui actuando con anticipación y comencé a realizar algunas otras labores como leer y hasta hacer tareas escolares.

El pastor se estrega al cuidado de su rebaño, a conocerlo y a ayudarlo a ir hasta donde halle  mejores condiciones para vivir.  El rebaño tiene su propia personalidad, piensan y actúan como son, esto nos obliga a conocerlas, a entender su comportamiento, pues nos han puesto al frente para cuidarlos.

Varias veces me castigaron por dejarlos extraviar, y me toco caminar largos caminos hasta de noche, buscando alguna novilla que se nos había escapado del rebaño, porque me había  descuidado, o me había quedado sentado dormido  mirando.
Aprendí que ser pastor exigía entrega y sacrificio, pues el rebaño que cuidaba era de mi padre, por lo tanto también era mío.  Y si lo hacía mal recibía castigo y pérdida. Y si lo hacía bien obtenía  recompensa, pues algunas veces me dieron una de las crías para mí.

Jesucristo el Verdadero Pastor.
Salmos 23:1 Jehová es mi pastor, nada me faltará.2 En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará.

La palabra pastor, se encuentra en la Biblia unas cuarenta y cuatro veces.
La palabra original significa: Apacentador, Guía de ovejas, Uno que cuida, Uno que dirige, Uno que atiende, Uno que alimenta y Uno que protege.
A excepción de los textos donde se refiere al pastor de ovejas típico de aquellos tiempos, siempre se refiere a Dios el Señor, y a Jesucristo; nunca a un hombre.
Hebreos 13:17.  Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.

Ya de viejo, y con varios años de cristiano, me inquieta mucho el servicio que prestan algunos pastores,  pues hoy día hay muchos que se hacen llamar pastores por que estudiaron para eso  o porque formaron su propia iglesia y se auto-nombran así.  Pero su ministerio es cuestión de hombres y no un  llamado de Dios.

No hay entrega para con su rebaño ni para su propia familia. No existe cuidado ni atención real para defender de los peligros del mundo ni de la carne a las ovejas.
Hoy día podemos notar como el ser pastor es una profesión, más  que una vocación.  He oído a varias personas decir que quieren ser pastores de talla internacional, para ir a predicar la palabra a todo el mundo. Y varios reparten tarjetas de presentación con esos ofrecimientos. ¡Que tristeza, ¡ pues así mismo es como se ofrece cualquier otro bien o servicio.  

Hasta donde conozco y veo en la palabra de Dios, el ser pastor y muchos otros dones, son llamados que Nuestro Señor y Dios hace a sus siervos: Efesios 4:11-12.  Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo. 
Y este llamado se debe llevar a cabo nos guste  o no, pues quien diga ser Cristiano debe demostrarlo con la sumisión y obediencia a Jesucristo Señor y Dios nuestro. Hechos 4:19 Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; Hechos 5:29 Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.  Romanos 6:16  ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerlo  sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?

Recuerdo bien a un hombre que pastoreaba ganado en aquella época, era un hombre sencillo y muy entregado a su oficio. Tocaba la dulzaina junto a sus vacas y estas se mantenían relajadas y pasteaban cerca de él, pues les agradaba la música.
En la medida que pasamos tiempo al lado de otros, aprendemos a conocerlos y ha agradarlos, pues nos hacemos uno con ellos, nos untamos de ellos, establecemos una relación de igual a igual, sin diferencias, como si fuera con nosotros mismos.

Cuando se es un asalariado, o cuando realizamos  una labor por  contrato, nos esforzamos para hacerlo bien,  pero esto no es suficiente cuando se trata de una vocación o llamado. En juan 10:12-13 El Señor Jesucristo nos dice: Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.  Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.

El Señor, desea que hagamos todo para El, que demos lo mejor de nosotros para El,  que entreguemos hasta nuestra propia vida a cambio de ganarlo a él. Cuando tengo una vocación, todo lo que hago es importante, es valioso, y siempre me siento feliz de hacerlo  sin importar cuan difícil sea. Eso equivale al amor, todo lo hago por amor a Dios y a mis hermanos. El mismo servicio que presto a otros o donde trabajo, se hace con gozo, con un gusto que nadie lo podría superar, pues es desde mi corazón de donde sale el hacerlo. Vivir así, es vivir para Dios, es hacerlo con el corazón.

Un pastor debería, por razón de su ministerio cumplir con algunos requisitos mínimos exigidos para tan digna labor, los cuales siempre serán mucho más exigentes que los exigidos para cualquier otra labor dentro y fuera de la iglesia.  Por ejemplo:
ü  El pastor siempre debe estar dispuesto a sacrificarse por los demás. Llevar al rebaño a donde están las soluciones  sus necesidades. 
ü  Estar las 24 horas del día, al servicio de sus ovejas, sin descuidarlas.
ü  Permanecer junto a su rebaño para evitar que el lobo o algún asalariado les haga daño o las engañe.  1 Pedro 5:8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.

ü  Pastorear por amor y obediencia a su Señor quien lo llamó a ese servicio, mas no por un salario, aunque lógicamente lo recibe pues El mismo señor dijo: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario. 1 Timoteo 5:18.

El pastor se encarga de formar su propio rebaño, toma lo que su amo le dio y lo va haciendo crecer de acuerdo a su visión de pastor.  Pues el señor llama a un hombre y le da una misión, pero él está en la obligación de poner todo de su parte para el buen desarrollo de la misma. Vemos como en las escrituras nos muestran muchas situaciones en las que los hombres de Dios, con gran destreza y valentía ejecutan grandes hazañas, hasta cumplir con la misión encomendada.

Si Dios me da un talento, el mismo me exige que lo haga producir y no que lo entierre. Hermano, esto mismo aplica hoy para ti y para mí, Dios quiere que pongamos a producir esos dones y talentos que él nos dio desde mucho antes de haber nacido pero que ahora estamos descubriendo en nosotros. Entonces, ya sea que comas, que bebas, o que hagas cualquier otra cosa, hágalo todo para la gloria de Dios. 1 Corintios 10:31, esto es lo que Dios desea, cualquiera sea tu oficio o labor es un don o un talento El mismo te dio para llevarlo a cabo, para hacerlo producir. Póngalo en las manos de Dios y trabaje para agradarlo a Él y no a sí mismo, buscando siempre la ganancia del cielo y no la de la tierra. Dios nunca te dejará ni te desamparará. El cuida de ti, Él es el mejor patrón que podemos tener en este mundo. Él es quien paga los mejores sueldos, pues estos son eternos, perduran para siempre.

En estos tiempos modernos todo se maneja por resultados tangibles, por ganancias materiales, y esto está formando parte de las iglesias Cristianas, infortunadamente. Ya vemos como un pastor es un gerente, sus resultados son evaluados por el crecimiento del número de miembros y de sus cuentas bancarias.  Por estas razones ya usamos la publicidad para todo, ofrecemos grandes beneficios para quienes desean formar parte de nuestras empresas, digo de nuestras iglesias.  Ofrecemos milagros, sanaciones, prosperidad y hasta salvación para tratar de conquistar gente, también preparamos o capacitamos a otros para hacer campañas para atraer miembros a nuestros lugares de encuentro. Les ponemos tarea a los fieles de traer un número determinado de personas a la iglesia, muchas veces les anunciamos desgracias si no los traen.

Vemos pastores que han sido enviados a iglesias a levantarla, a restaurarlas porque algún otro pastor la dejo caer, la llevo a la quiebra.  Pero más grave aún, he sabido de pastores que han vendido su iglesia a otros como tratándose de un negocio cualquiera.  Hacen trueques por fincas o casas.  ¿Alguien puede creer que esto sea un llamado de Dios para un pastor?   Jamás hermano, lo de Dios no se compra ni se vende.
También he visto otros pastores que actúan más como un guardia de seguridad o como el jefe de la manada que como pastor. 
Soy el pastor, me dijo un hombre aquellas ves que asistí a una iglesia Cristiana,  tratando de congraciarme con una joven muy bonita  la cual yo pretendía. Lo sentí como el gallo que salta a defender sus gallinas, cuando otro gallo llega al gallinero. Así lo recuerdo aún.
También recuerdo que salí de allí asustado, y sin ganas  de cortejar aquella chica, pues casi me comprometieron a casarme con ella por el hecho de asistir a esa iglesia con ella, pretendían que me hiciera miembro de la iglesia y que cumpliera con una serie de compromisos si quería seguir viéndola.
Aun esto no ha cambiado mayor cosa, pues conozco personas que les ha tocado casarse por estas mismas razones y afiliarse y todo lo demás, lo grave es que muchos de ellos realmente no se amaban y ahora tienen serios líos como pareja.

Desde aquella vez me quedó sonando esa forma de llamarse así  mismo de aquel hombre, pues yo conocía varios pastores y ninguno de ellos tenía el aspecto ni la forma de ser de él. Años más tarde, y después de asistir a varias iglesias me interesó conocer que significa ser pastor.

Yo me considero un explorador, y por eso de cuando en vez asisto a iglesias diferentes, con el propósito de conocer más de cerca estos asuntos. Creo que como seres humanos todos tenemos debilidades y actuamos mucho en nuestras fuerzas, pero esto no es problema pues tenemos a nuestro favor al que todo lo puede, al que llama las cosas que no son como si fueran, al Rey de reyes y Señor de señores. Él está  para fortalecernos, corregirnos, perfeccionarnos.  Si acudimos a Él, podemos sacar adelante nuestras vidas y nuestros ministerios, aunque con tropiezos y a veces con descalabros, pero con la certeza que Dios nos levanta y nos lleva a feliz término.

Cuando uno desea comprar algún artículo, recomiendan primero  conocer algo más sobre dicho elemento. Por tal razón buscamos información y pedimos recomendaciones de quienes ya lo conocen, hasta tanto no nos sintamos convencidos y tengamos con que comprarlo, entonces si lo hacemos. Al menos así actuó yo, eso mismo trato de hacer en mi vida espiritual, lo que oigo o veo, o de lo que otro me habla lo pongo en análisis, lo estudio, lo  analizo desde la palabra de Dios y comparto con otros que saben más que yo, y hasta que Dios no me lo revele, o me la haga entender no me siento satisfecho.  Pues muchas veces creemos a la primera y luego no vemos resultados y entonces nos vamos en contra de quien nos lo dijo, o más grave aún, en contra de Dios, como si Él nos hubiese engañado.

Según la palabra de Dios, primero somos niños y después adultos. Y esto aplica para toda la vida, por lo tanto primero nos enseñan, nos forman, nos alimentan y luego si vamos a aplicar lo aprendido y después ayudamos y enseñamos a otros.  Razón por la cual necesitamos ancianos en las iglesias, gente capacitada para ayudar en la formación del pueblo de Dios.
El señor Jesucristo está muy interesado en su pueblo, en su familia. Por tal razón nos dice:
Mateo 9:35-36. Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos. 38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.  
Marcos 6:34. Y salió Jesús y vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.
Dios siente compasión por su pueblo en necesidad y él mismo se encarga de enviar obreros, de llamar y formar pastores, maestros y demás personas para colocarlos al servicio del pueblo, para darles de comer y de beber tanto en lo material como en lo espiritual.  Jesucristo mismo fue uno de ellos nuestro gran maestro y ejemplo a seguir. Dios padre nos lo envió a nosotros a darnos ejemplo y su amor para hacernos aptos.
El Señor del rebano en Dios mismo, a Él es a quien debemos pedirle obreros, y después de que los mande unirnos con ellos para ayudar a su ministerio. Nuestra tarea no es de la hacer pastores, si no la de pedirle al dueño de la mies, al patrón, al jefe.  Cuando en el campo se siembra una labranza, el dueño del terreno o el arrendatario es quien busca quien le ayude a trabajar, y quien paga los jornales, no son los vecinos ni los mismos obreros.  Nosotros como obreros del Señor estamos para servirle a Él, para ser colaboradores en su obra.  Para ayudarle al señor a sacar adelante sus planes.  

1 Corintios 9:7 ¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño?
De todo hay en la viña del señor, vemos ovejas a la pata de los asalariados y además los llaman pastores, como si fueran estos los enviados.  Porqué solo están buscando quien les endulce el oído y les pinten pajaritos de oro, para irse con ellos.  Se tiene de todo, como en botica,  muchos ofrecen bendiciones económicas, otros milagros, otros sanación, y así sucesivamente de acuerdo a las necesidades del cliente, como en una campaña electoral. Así consiguen adeptos quienes los patrocinan y después los vemos llorando y hablando mal de los cristianos y lo más grave culpan a Dios de sus desgracias, porque nada de lo prometido se les dio.
Muchos ofrecen solución a todos los problemas de la gente diciéndoles que se entreguen a Dios  y él les dará solución, y esto es cierto siempre y cuando al que se entreguen sea a Jesucristo pero para dejarlo obrar y para obedecerlo, no para que El me solucione mis problemas y yo pueda seguir haciendo lo que me agrada.  Casi nunca le decimos a la gente lo que cuesta seguir a Jesucristo, si no lo que nos dará el a cambio de seguirlo.  Grabe error, por eso hay tanto ocioso en las iglesias esperando que allí les den de comer y para llevar a casa.
Jesucristo dice: Mateo 20:16.  Así, los primeros serán los últimos, y los últimos, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.
Jesucristo conoce muy bien a su pueblo, y sabe de sus necesidades y el mismo en persona nos dice “pidan al dueño de la mies, que envíe obreros”. Ni siquiera el mismo los envía, sino  que nos manda a pedírselos al padre, o al dueño.

Ser pastor es un encargo o una misión dada por Dios, para el beneficio de su pueblo, no una empresa para nuestro beneficio. La razón de que haya iglesias en ruinas es porque allí no hay pastor, uno de verdad, sino que hay comerciantes que compran y venden bienes o servicios.  Hay muchos que defraudan a Cristo, lo hacen quedar mal, porque trasquilan las ovejas y se quedan con la lana, para enriquecerse.
Es tal la falta de discernimiento que a estos asalariados, los siguen y los llaman pastores, maestros o hermanos, o algún nombre parecido a los de Cristo. Necesitamos clamarle al señor por discernimiento para poder ver la diferencia entre el día y la noche, para saber que es de Dios y que es del mundo o la carne.
El Señor Dios, ya hizo su parte, ahora nos toca  nosotros hacer lo nuestro, entregarnos de verdad a Jesucristo y servirle con verdadero sometimiento y humildad, de lo contrario seguiremos sin ver l gloria de Dios en nuestras vidas. La iglesia de Cristo en espiritual no carnal, esta se conforma por personas rendidas a Él, obedientes a su palabra y fieles a su llamado.   

Juan 1:12 nos dice: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.  13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón sino de Dios.
También nos dice: Lucas 8:21. Él entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios, y la ponen en práctica. O los que hacen la voluntad de mi padre.
Mateo 18:20. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.    
Esta es la verdadera familia de Jesucristo, la iglesia de Dios, la que Dios padre forma a través y Jesucristo y nosotros los que hacemos la voluntad del padre, no solo del que lo nombra o asiste a un lugar llamado iglesia.

Efesios 4:7 y 11 al 13.  7 Pero a cada uno de nosotros se nos ha dado la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, 12 a fin de capacitar al *pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo. 13 De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una *humanidad *perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo.

El pastor predica el evangelio de Jesucristo, o la palabra de Dios, Siempre dice la verdad, bendice y busca a las ovejas perdidas en el mundo, no en otros corrales, conquista almas para Cristo, no para sí, como David, arrebata de las garras del lobo las ovejas que se quería comer. Se las saca de las fauces del devorador, se para en la brecha para interceder por las almas perdidas sin pensar en cuantas llegarán a su toldo.  Ezequiel 22:30 “Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.
Podemos ver por las calles, puerta a puerta gentes buscando adeptos para sus iglesias diciendo que allí si hay salvación y muchas veces dicen que donde uno asiste no la hay, o que allá no está el Espíritu de Dios. ¿En que palabra se habla esto,  En cual biblia dan el nombre de esa iglesia, acaso Jesucristo  fundó alguna?
Él nos dijo en:

Hechos 4:12.   Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro Nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” Jesucristo.
Juan 3:16.  “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
Juan 4:21-24. Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. 22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

1 Juan 5:12.  El que tiene al hijo, tiene la vida; el que no tiene al hijo de Dios no tiene la vida”
Juan 14:6.   Jesús dijo: yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al padre, sino por mi”

1 Timoteo 2:5. “Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios, y los hombres, Jesucristo hombre”

Hermanos, Jesucristo es el verdadero pastor, a Él es a quien debemos seguir y obedecer de todo corazón.  Somos hermanos en Cristo y nos amamos y respetamos, nos ayudamos y servimos. Cada uno haga lo que Dios le ha encomendado hacer. 

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