En
algún momento de la vida muchos de nosotros queremos un cambio, porque no estamos
satisfechos con nuestra situación actual.
Cambiar
es posible, a veces difícil, pero si nos lo proponemos, se puede.
Lo
que debemos cambiar son nuestros deseos carnales, por la voluntad de Dios.
Gálatas 5:19-21. Y
manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación,
inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos,
iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras,
orgías, y cosas semejantes a estas. Porque quienes practican tales cosas no
heredarán el reino de Dios.
Las
necesidades de la carne en los seres humanos, provienen de una vida sin Dios; de la tendencia humana a hacer lo malo, o a
pecar.
Todos
los procesos para: crear, producir, o realizar algo, pasan primero por la
mente.
Filipenses 4:8. Por lo
demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo
lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna,
si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Efesios 1:13. En él
también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa.
¿Cuál
será la conducta de una persona que piensa en los deseos de la carne, y cuál la
de uno que “siempre” medita o piensa en la palabra de Dios, antes de actuar?
Efesios 4:22-24. En cuanto
a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado
conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y
vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la
verdad.
Romanos 12:1-2. Por tanto,
hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes
mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Éste es el verdadero culto
que deben ofrecer. No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al
contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y
lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que es agradable,
lo que es perfecto.
2 Corintios 5:17. De modo que
si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí
todas son hechas nuevas.
Como cristianos debemos exaltar a Jesucristo, el solo
hecho de estar inconformes con el mundo, no significa que estemos
engrandeciendo el nombre de Dios.
Revisemos nuestra conducta, de qué manera nos estamos
comportando. Aunque estemos evitando algunos comportamientos mundanos, eso no
nos transforma.
La transformación no es algo meramente carnal, cambiar
la manera de pensar significa dejar de pensar como carnales y pensar como
cristianos.
La alternativa no es crear una nueva lista de
comportamientos, sino que es el poder triunfante del Espíritu Santo de
Jesucristo en nosotros.
La vida cristiana es una vida libre de ataduras
mundanas.
Mi anhelo es ser transformado por dentro, volverme un hombre
nuevo.
Efesios
4:23-24. Ser renovados en la
actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a
imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad. Y que seáis renovados en el
espíritu de vuestra mente.
1Pedro
1:13-14. Por eso, dispónganse para
actuar con inteligencia; tengan dominio propio; pongan su esperanza
completamente en la gracia que se les dará cuando se revele Jesucristo. Como
hijos obedientes, no se amolden a los malos deseos que tenían antes, cuando
vivían en la ignorancia.
Tito
3:5 Pablo dice: “El nos salvó, no
por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su
misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por
el Espíritu Santo”.
Solo el Espíritu Santo puede renovar la mente.
Efesios
4: 22-24. En cuanto a la pasada manera de
vivir, despojaos del viejo hombre, que está corrompido por los deseos
engañosos, renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo
hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Ser cristiano significa vivir un estilo de vida que glorifique
a Jesucristo, despojarnos del viejo hombre, o cambiar nuestra forma de pensar. La
forma de pensar del cristiano es conforme a Jesucristo, no conforme al mundo.
Esto lo encontramos en la biblia, ella nos enseña esta nueva manera de pensar, a
medida que vamos conociendo la Palabra de Dios, descubrimos cual es la voluntad
de Dios para nuestra vida.
La nueva creación es espiritual, y tu forma de pensar debe
ser cambiada y formada de acuerdo al diseño que Dios tiene para tu vida.
Juan
14: 16-17. Si me amáis,
guardad mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para
que este con vosotros para siempre. El Espíritu de verdad, al cual el mundo no
puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce; pero vosotros lo conoceréis,
porque vive con vosotros y estará en vosotros.
Colosenses
3:5. Haced morir, pues, lo terrenal
en vosotros: fornicación, impurezas, pasiones deshonestas, malos deseos y
avaricia, que es idolatría.
Efesios
2:10. Porque somos hechura de Dios, creados en
Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de
que las pongamos en práctica.
Tenemos que dejar atrás la antigua manera de vivir, los
deseos engañosos de la carne, las bajas pasiones, y todo lo que nos hace como
los incrédulos.
Este proceso de cambio se basa en la Palabra de Dios,
se trata de ajustarnos a ella, de hacer lo que le agrada a Dios, y esto duele;
ya que se trata de morir a nosotros mismos, para dejar crecer a Jesucristo.
Nuestros pensamientos deben cambiar y dejar fluir la
palabra de Dios en nuestra mente y corazón.
Este cambio viene como resultado de un sometimiento a
Jesucristo, tus palabras cambian, tu conducta cambia, tu forma de pensar
cambia, todo cambia para bien.
Yo
soy el primero, y yo soy el último, y fuera de mí no hay
Dios.
Yo he escuchado tu oración, y he escogido este tiempo
para manifestar mi gloria, Por tanto, así dice El Señor:
Porque
se han vuelto a mí, y han separado lo precioso de lo vil, yo los he restaurado.
Les he traído sanidad y medicina a
todo su cuerpo, los he curado y los he limpiado de toda su maldad con que
pecaron contra mí; y los he perdonado.
Porque yo sé muy bien los planes que tengo para
ustedes, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro lleno
de esperanza.
Me buscaron y me encontraron, porque lo hicieron de
todo corazón, y yo me dejé encontrar.
Como mi pueblo se humilla y ora, yo los escucho desde
el cielo y restauro sus vidas.
Mis ojos están abiertos y atentos mis oídos a sus
oraciones.
Como obedecen mi palabra, “Nunca les faltará nada”
Hasta ahora han sido el hazmerreír de los demás, y se
preguntan ¿Por qué el SEÑOR nos ha tratado así?”
Yo les respondo: Porque abandonaron al SEÑOR, Dios de
sus antepasados, que los sacó de Egipto, y se echaron en los brazos de otros
dioses, a los cuales adoraron y sirvieron. Por eso el SEÑOR ha dejado que les
sobrevenga tanto desastre.
¿Cómo debe pensar un cristiano?
Esto es muy fácil, debe pensar como Jesucristo piensa.
Así de sencillo.
¿De qué se trata la vida cristiana?
Conocer a Jesucristo, rendirle la vida a Él, y obedecerlo
en todo. Esa es la vida del cristiano.
Juan 15:16. No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y
os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para
que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
Fue Dios quien nos escogió, por eso es que en verdad
es un privilegio ser cristiano, esto no es para cualesquiera, solo para quien
recibe a Jesucristo en su corazón.
No todos entienden la palabra de Dios, muchas gentes
hoy día escuchan por diversos medios las prédicas o sermones que trasmiten por
tan variados medios de comunicación, muchos otros asisten a tan distinguidas y
variadas iglesias existen, pero el evangelio de Jesucristo no les entra por ningún
lado.
Esto es muy fácil de notarlo, pues “quien oye y
entiende la Palabra, da frutos de amor”
Este amor significa obrar en favor de los demás, no es
solo creer sin cambio alguno.
Dios está muy interesado en que nosotros seamos personas
nuevas, no los mismos de antes, que demos frutos, Dios anhela que sus hijos vayan
por la vida esparciendo su aroma fragante.
Juan
15:8. En esto es glorificado mi
Padre, en que llevéis mucho fruto.
Juan
15:1-2. Yo soy la vid verdadera, y mi
Padre es el labrador, todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve
más fruto.
Y solo podemos
dar frutos en Jesucristo por medio del amor, con una vida transformada y
centrada en El, muriendo a nosotros mismos para que Cristo viva en nosotros,. Vida y así agradar a Dios.
Gálatas
5:22-25. Mas el fruto del Espíritu es
amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe mansedumbre, templanza;
contra tales cosas no hay ley. Pero los que son de Cristo han crucificado la
carne con sus pasiones y deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también
por el Espíritu.”
Ese nuevo hombre es Jesucristo en nosotros.
1Pedro
2:9. Mas vosotros sois linaje
escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que
anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;”
Filipenses
1:9-11. Y esto pido en oración, que
vuestro amor abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que
aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de
Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para
gloria y alabanza de Dios.”
Únicamente por medio de Jesucristo podemos dar frutos
de amor, pues solo Él, es el amor.
Juan
15:4-5,8. Permaneced en mí, y
yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no
permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la
vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva
mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. En esto es glorificado
mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
Si nosotros decimos ser cristianos, pero estamos
separados de Jesucristo, o hacemos lo que a nosotros nos parece, y pensamos como
personas carnales, es imposible producir frutos de amor, esto presupone una
relación verdadera con Jesucristo, a quien queremos complacer.
Hebreos
12:11. Es verdad que ninguna disciplina
al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto
apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.”
Hoy más que nunca, se nos ofrecen cientos de opciones
para perder el tiempo y ser improductivos. Como nunca antes, hoy se nos ofrecen
tantas opciones o alternativas, para hacer lo que nos plazca, y así hundirnos
en el abismo de la insatisfacción.
Marcos
4: 13-20 ¿No entienden esta parábola? —Continuó
Jesús—. ¿Cómo podrán, entonces, entender las demás? 14 El sembrador siembra la
palabra. 15 Algunos son como lo sembrado junto al camino, donde se siembra la
palabra. Tan pronto como la oyen, viene Satanás y les quita la palabra sembrada
en ellos. 16 Otros son como lo sembrado en terreno pedregoso: cuando oyen la
palabra, en seguida la reciben con alegría, pero como no tienen raíz, duran
poco tiempo. Cuando surgen problemas o persecución a causa de la palabra, en seguida
se apartan de ella. 18 Otros son como lo sembrado entre espinos: oyen la
palabra, pero las preocupaciones de esta vida, el engaño de las riquezas y muchos
otros malos deseos entran hasta ahogar la palabra, de modo que ésta no llega a
dar fruto. 20 Pero otros son como lo sembrado en buen terreno: oyen la palabra,
la aceptan y producen una cosecha que rinde el treinta, el sesenta y hasta el
ciento por uno.»
Porque habiendo tantísima gente que decimos ser
cristianos, lo sembrado es tan estéril, o tan infructuosa. Las mismas iglesias están
tan divididas que ni entre sus miembros se apoyan.
Porque ocurren estas cosas, la palabra lo dice. Los
afanes del mundo, el engaño de las riquezas y los deseos de la carne.
Todo esto no es más que distracciones que nos roban los
frutos de Amor, y todos los demás.
¿Queremos que nuestras vidas produzcan frutos en Dios?
Ya sabemos lo que debemos hacer.
Debemos alcanzar la madurez espiritual, es urgente
dejar los rudimentos de la doctrina, para dar frutos para Dios.
Muchos están todavía sometidos a la ley y andan cumpliendo
mandatos para quedar bien con el pastor, o para poder reclamarle a Dios una contraprestación.
Gálatas
1:11-12. Quiero que sepan, hermanos, que
el evangelio que yo predico no es invención humana. No lo recibí ni lo aprendí
de ningún ser humano, sino que me llegó por revelación de Jesucristo.
La justicia mediante la fe
Romanos
3:21-26. Pero ahora, sin la mediación de la ley, se ha manifestado
la justicia de Dios, de la que dan testimonio la ley y los profetas. 22 Esta
justicia de Dios llega, mediante la *fe en Jesucristo, a todos los que creen.
De hecho, no hay distinción, 23 pues todos han pecado y están privados de la
gloria de Dios, 24 pero por su gracia son *justificados
gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó. Dios lo
ofreció como un sacrificio de *expiación que se recibe por la fe en su sangre,
para así demostrar su justicia. Anteriormente, en su paciencia, Dios había
pasado por alto los pecados; pero en el tiempo presente ha ofrecido a
Jesucristo para manifestar su justicia. De este modo Dios es justo y, a la vez,
el que justifica a los que tienen fe en Jesús.
Si usted continúa cumpliendo lo que se estipula en la
ley de Moisés, está en la carne, ya que en ella se operan las pasiones
pecaminosas en nosotros, dando frutos de muerte.
Dar frutos en amor,
está directamente relacionado con el conocimiento de Jesucristo, a
través de su palabra y de su espíritu.
La mayoría de
la iglesias prohíben el Bailar, fumar, beber, ver televisión y otra gran
cantidad de actos, que aunque no son cosa buena, ellos se conforman con eso
para creerse muy espirituales.
El servir a Dios con prohibiciones o mandamientos, y no
de corazón, es en la carne, o cosa de hombres.
Marcos
7:6-9. Él les contestó: —Tenía razón
Isaías cuando profetizó acerca de ustedes, *hipócritas, según está escrito: »“Este
pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. 7 En vano me
adoran; sus enseñanzas no son más que reglas *humanas.” Ustedes han desechado
los mandamientos divinos y se aferran a las tradiciones humanas. 9 Y añadió: —¡Qué
buena manera tienen ustedes de dejar a un lado los mandamientos de Dios para
mantener sus propias tradiciones!
Al obedecer en la carne para agradar a Dios, nos pone
en vergüenza con el Señor, pues él conoce nuestro corazón.
Romanos
7:18 “Y yo sé que en mí, esto es en
mi carne, no mora el bien; porque el querer hacer el bien está en mí, pero no
el hacerlo”
Vivir en el espíritu, es vivir alabando a Dios en todo
lugar y en todo tiempo, dando frutos de alabanza, creyendo en la obra gloriosa
de Jesucristo por nosotros.
Dios quiere nuestra obediencia y nuestro sometimiento,
no solo asistir a cultos o reuniones, sino poner en práctica el evangelio de Jesucristo.
Hay que vivir la fe, llamar las cosas que no son como
si fuesen, confesando su palabra.
Durante muchos años hemos orado por los enfermos, pero
en muchos casos estos no han sanado; y nos preguntamos ¿Señor porque?
Después de leer miles de veces la cita de Santiago 5:15
nos damos cuenta que nos ha hecho falta la fe, que no solo era la oración.
Santiago
5:14-15. ¿Está enfermo alguno de
ustedes? Haga llamar a los *ancianos de la iglesia para que oren por él y lo
unjan con aceite en el nombre del Señor. La oración de fe sanará al enfermo y
el Señor lo levantará. Y si ha pecado, su pecado se le perdonará.
Tantas cosas de ese estilo son las que hoy me tienen
replanteando mi fe y mi conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
Estoy rebobinando y repasando todo con mucha calma,
con la fe de aprender del verdadero y único maestro y pastor quien es
Jesucristo. Llenando mi mente con la buena nueva de salvación, para dejar
entrar a nuestro salvador y redentor, en quien hay verdadera vida y salvación.
Como El me lo dijo un buen día, lea mi evangelio con
el propósito de aprender y conocerme, a Jesucristo.
Hoy, después de haber pasado por una gran cantidad de valles
de muerte y oscuridad, aun me encuentro en el desierto tratando de huir de Egipto,
y de sus consecuencias.
La ganancia que tengo es que ya entiendo que solo en Jesucristo
hay salvación, y que solo a él sea la gloria la honra y la adoración, solo a El
obedeceré y solo ante El me postrare.
Porque.
Jesucristo es la porción de mi herencia, Él cambia mi vida,
como cambian los desiertos con la lluvia.
Jesucristo
te ama y te bendice.
JoseFercho
ZamPer
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