Hola mi
hermano, soy JoseFercho ZamPer.
El motivo de mi llamada es para comentarte un cambio
de prioridades.
En este momento tengo demasiadas batallas que deben
ser encaradas personalmente, y no las puedo pelear todas a la vez, ya que todas
ellas compiten entre sí.
Además el resto de mi vida y de mi familia, necesitan
atención.
Hay algo que me está cambiando la vida, y me obliga a
bajar la velocidad, para así estar más presente y consciente de quien soy y
para donde voy. Aunque en realidad, necesito volar como un pájaro.
No
pretendo cambiar totalmente de una, voy a hacerlo poco a poco sin prisa, pero
con berraquera.
Como afecto yo
a los demás.
Morir de amor, o con el corazón partido, significa
que si yo muero el riesgo de muerte de mi esposa puede duplicarse en el primer
año, o viceversa, por lo tanto, no pienso morir aun.
Cuando una persona cuida a un familiar enfermo, ella
se agota, su pareja se agota, su familia se agota y sus amigos se agotan, y
todo por la influencia de la cercanía social.
El efecto de mi situación sobre las demás personas
allegadas, es bastante grande, debido a que estamos mutuamente conectados con nuestros
sentimientos.
Los seres humanos como los animales, estamos tan
integrados en este mundo, que lo que afecta a uno de ellos, afecta al resto de
su comunidad.
Los seres vivos se reúnen en torno de una sociedad, o
grupo de características similares. Ejemplo: a las personas que les gusta el
licor, se reúnen en sitios donde venden licor, y se relacionan con personas que
toman licor; los deportistas se reúnen y conforman grupos para hacer deporte, y
así cada grupo de gentes se relacionan entre sí, conforme a su afinidad con el
otro.
Esto es la homofilia
o («amor a los iguales») Es la tendencia de las personas de relacionarse con
personas que se parecen a ellas. La similitud puede ser respecto a diferentes
atributos como creencias, clase social, educación, edad, etc. como dice el
dicho: “Dios los cría y ellos se juntan”. Dime con quién andas y te diré quién
eres. O quien con lobos anda a aullar aprende.
Los seres vivos construimos vínculos con quienes nos
agrada, para poder compartir nuestros logros y fracasos.
Por lo tanto, si tú engordas, aumentas el riesgo de
obesidad en los tuyos, debido a que motivas el cambio de pensamiento en los
demás, sobre todo si tú influyes en los otros, tu idea se difunde.
Existe un contagio emocional entre los seres humanos,
la función de las emociones es comunicarse con los demás, por ejemplo: cuando
uno está en la calle y saluda o le sonríe a alguien, instintivamente nos devuelven
el saludo o la sonrisa. Esto es un comportamiento humano normal.
Así mismo transmitimos nuestros disturbios emocionales,
como una estampida que se propaga por las calles, al grito de “tiene una arma”.
Las emociones son de naturaleza colectiva, no sólo individual.
Todas nuestras emociones las trasmitimos a otros con
gran facilidad, cuando se está de mal humor, contagiamos a los demás con mal
humor, y si estamos alegres, también los contagiamos.
Somos un enorme tejido humano conectados unos con
otros, mi felicidad depende de la tuya, y la tuya de la mía.
¿Qué nos hace más fuertes cada día? La forma de
interconectarnos con los demás, el vínculo entre las personas nos fortalece, ya
que la unión hace la fuerza; dos brazos pueden más que uno.
Así que la mejor manera de propagación de las cosas
buenas y valiosas como el amor y la bondad, la felicidad y las ideas, se debe
hacer entre grupos familiares y de amigos.
Esto, mi hermano, es lo que nos falta a nosotros los
cristianos, unirnos para ayudarnos y servirnos en todo lo que nos falte.
Con razón dice el Señor: en 1 Juan 4:1-12. Permanezcamos en el amor Queridos hermanos, amémonos
los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido
de él y lo conoce. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. Así
manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al
mundo para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que
nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para
que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados. Queridos
hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los
unos a los otros. Nadie ha visto jamás a Dios, pero si nos amamos los unos a
los otros, Dios permanece entre nosotros, y entre nosotros su amor se ha
manifestado plenamente.
¿Cómo puede un cristiano decir que ama a Dios, si no
ama a su hermano?
Esto es un exabrupto, un imposible, mera ficción. Debemos
tomar en cuenta que lo que nos dice el evangelio de Jesucristo, es la pura
verdad; el no está intentando cambiarnos de religión ni nada parecido, sino
mostrarnos el camino a la verdadera felicidad. O al amor verdadero quien es el
padre celestial.
Sin la sujeción a Jesucristo, sin asumir responsabilidades
con Dios, el amor siempre nos será esquivo, estaremos resistiendo al amor; sin
voluntad de ser gobernados, nunca obtendremos su gloria.
Jesucristo
te ama y te bendice.
JoseFercho ZamPer
Muy cierto. Gracias; en ocasiones uno olvida lo que genera en otro. Hay que ser comprensivo y amoroso. Un saludo!
ResponderEliminarHola Vanessa, Dios te ama y bendice.
ResponderEliminarMuy cierto, Dios te bendice.
ResponderEliminarAmén y gracias, un saludo y un abrazo muy fuerte Don José y Doña Leo . Los recuerdo mucho; pasen felices.
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