Para
mí, la Biblia es el testimonio de la relación amorosa entre Dios y los hombres.
Dios
toma la iniciativa de acercarse a los seres humanos y los seres humanos respondemos
a esa invitación.
Sabemos
que la Biblia es el testimonio de la revelación de Dios en la historia de los
pueblos, y lo hace a través de palabras y acciones. Es fundamental que nosotros
entendamos el mensaje de salvación que hay en la Biblia.
En
la biblia encontramos respuestas a las preguntas más profundas que tenemos en
el alma, cuando buscamos entender el mensaje allí presente. Esto implica todo
un proceso de comprensión inspirado por el Espíritu Santo.
Buscamos
la sabiduría bíblica que nos enseña a vivir mejor cada día, a ser felices y a aprender
a confiar en Dios para obtener paz espiritual.
La
Biblia nos enseña a vivir bien, nos muestra el camino de la felicidad, el
camino de la salvación. Nos enseña a enfrentar la vida sin estrés.
Cuando
una persona siente que lo asfixian las circunstancias de su entorno, que superan
sus recursos y sus capacidades para manejarlas, generan en ella un estado de
tensión emocional fuerte, que muchas veces lo lleva a tomar malas decisiones.
Entonces,
el estrés es una reacción emocional que lo lleva a una reacción física.
La
tragedia es que nos quedamos con el estrés de la situación como si estuviésemos
siempre en peligro.
Un
creyente en Jesucristo conoce el poder de Dios, sabe de la soberanía de Dios,
por ende, vive en confianza; tiene la certeza de que pase lo que pase está seguro
en Dios.
Esa
confianza se obtiene de la relación con Dios, por medio de la intimidad espiritual
que se alcanza con una vida de oración y alabanza al padre.
En
medio de la crisis el pueblo de Dios construye una muralla de protección para
sí mismo y para los suyos.
Dios
permite que pasemos por dificultades como consecuencia de la desobediencia a Él,
con el propósito de que retomemos el camino y busquemos la verdad y el camino a
la salvación. Son lecciones de aprendizaje para mantener viva la certeza de la
soberanía de Dios y la confianza en puesta en su palabra de tal manera que
nuestro futuro sea glorioso, es decir, estas dificultades son aprendizaje para
un mañana mejor, sin tantos errores de nuestra parte.
Necesitamos
tener confianza en nuestra vida, la oración y la fe tienen que notarse en
nuestro corazón, la confianza en Dios de una vida mejor, tienen que ayudarnos a
vivir con nuestras esperanzas vivas en las propuestas de Dios Padre.
Nuestra
relación con Dios nos debe llenar de confianza y en esa medida ser liberados de
esas tensiones, de esas preocupaciones que nos enferman y nos dañan.
Desarrollar
confianza en Dios a través de la oración y los textos bíblicos son nuestra
labor diaria. Y la paz de Dios será nuestro regalo y la armonía en medio de los
problemas, o en medio de la dificultad nos mantendrá a flote, a salvo.
Si
tú crees que Dios tiene el control de todo, si tú sabes que Dios es soberano,
entonces tú labor será construir una vida armónica. Porque sabes que él está
contigo y que ningún problema va a quitarte la paz. Entonces sabrás descansar
en El.
La
vida en Cristo Jesús es un descansar de las tragedias del mundo, es una vida de
amor hacia mí mismo y hacia los demás. Pues quien ama no hace mal a nadie, entonces,
aprende a descansar en el espíritu, a soltar amarras, a dormir mejor, a comer
bien y saludable, se libera de preocupaciones.
Mi
experiencia en Cristo Jesús es que cuando me siento agobiado de las situaciones
del mundo, de tanta notica mala, donde nos muestran todo vuelto m…, entonces,
me arrodillo delante de él y lo miro desde mi espíritu, desde mi corazón, o
desde mis tripas, “entiéndase” desde mis debilidades o mis necesidades, y le
expongo todos y cada uno de mis temores y sentimientos, hasta hallar descanso o
paz en mi corazón, aun cuando me demore o me quede dormido ahí esperando, pero
siempre me levanto renovado.
Es
por eso por lo que debemos enfrentar nuestros temores, o el cómo percibimos la
vida, ese estrés que se vive a diario, hasta irlo derrotando a los pies de
Jesucristo.
Y,
no doy un paso más hasta lograrlo.
Porque,
la confianza en Dios es la clave de mi crecimiento espiritual.
No
todo debe ser por esfuerzo propio, también nos merecemos algo. Algo como el
amor, la amistad, una sonrisa, la amabilidad, la ternura y la gratitud, que nos
permite gestionar mejor las emociones.
Vale
la pena que tengas conciencia de tu crecimiento espiritual.
Establece
un tiempo de oración y de reflexión.
Una
oración personal.
Oración
compartida con otros.
Lectura
diaria de la biblia.
Meditación
y contemplación que te ayuden a tomar conciencia del por qué y el para qué vives
en el presente, sabiendo para qué y por qué existo, para qué y por qué hago
esto.
Es
fundamental la experiencia espiritual.
Ponernos
metas claras, y limitar el tiempo y lo que nos distrae de los objetivos.
Cuidarnos.
Esto es; amarnos, entonces si nos amamos, nos cuidamos. Esto significa
ejercicio físico, alimentarnos bien, descansar.
Planear
la vida desde los principios bíblicos.
Ahora comprendo lo que es el verdadero amor;
dista mucho del romanticismo, no tiene que ver demasiado con el erotismo, ni
con el sexo, más bien se vincula al trabajo, al complemento, al cuidado y,
sobre todo, al verdadero amor que se profesan dos personas realmente comprometidas.
Jesucristo te ama y
te bendice.
JoseFercho
ZamPer
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