Cuando se está en peligro, es
natural sentir miedo.
Si
éste nos sirve para defendernos del peligro es bueno, de lo contrario, nos paraliza.
Una sana respuesta aparece con la intención de protegernos, pero si la reacción
no es sana, sino que nos paraliza; causa un daño severo. Ésta reacción te salva
o te mata.
Recuerdo
aquella vez cuando unos cuantos pillos me pillaron mal parqueado, no solo una
vez, sino dos veces. Fue tal el susto que, por poco y me matan.
Esas
personas con trastorno severo, primero me tuvieron enserrado toda una noche,
luego me quisieron culpar de sus fechorías, pero al no tener con que, a los
pocos días me volvieron a agarrar y me quisieron torturar. Con armas en mano amenzaron
mi integridad hasta hacerme orinar.
Mi
realidad fue que estuve alrededor de unos cinco años con un estrés
postraumático que, los primeros meses ni quería salir de casa por el temor a
ser pillado de nuevo. Y eso que había
cambiado de ciudad.
El
trastorno de estrés postraumático se desarrolla después de una experiencia
aterradora que solo con la amenaza de daño, la persona queda traumatizada. Es el
caso de la guerra, asaltos, violación, tortura, secuestro o cautiverio, abuso
infantil, accidentes automovilísticos o aéreos, bombardeos, o desastres
naturales como inundaciones o terremotos.
Los
trastornos que se generan después de una experiencia traumática determinan si la
persona responderá bien o mal a un tratamiento u otro. Se hacen necesarios programas
de tratamiento un tanto personalizados, que incluyan componentes terapéuticos:
psicoeducación, respiración, relajación y algún tipo de reexposición a la
experiencia traumática pasada, ya sea en imaginación, en vivo, contar la
experiencia directamente al terapeuta, de forma escrita, verbal o grabada en un
audio. En todo caso, se trata de un trabajo teórico práctico serio, al que hay
que dedicarle tiempo y mucha atención.
A
través de la historia y más aun en nuestros días nadie puede considerarse
exento del riesgo de exposición a algún hecho traumático a lo largo de su vida,
más ahora que hay tanto loco suelto. Estudios realizados en EE. UU, ha encontrado
cifras de prevalencia de exposición a situaciones traumáticas que van entre un
39 % y un 60% a lo largo de la vida. Debido al creciente aumento de la
exposición de la población civil, a hechos traumáticos, existe un gran interés
por el tema.
Nadie
quiere escuchar en detalle los relatos de horrendos hechos traumáticos, y
tampoco quien lo ha sufrido quiere estarlo contando; esto hace más evidente el
hecho traumático. Debido al estado de shock emocional que presupone un
desencadenante psicológico, hay que considerar que ante una situación
traumática la mayoría de sujetos tendrá síntomas postraumáticos.
El
estrés postraumatico se hace manifiesto por los siguientes síntomas:
Recuerdos
recurrentes e invasores del acontecimiento.
Alteraciones
del sueño con pesadillas del acontecimiento.
Comportamiento
o sentimiento repentino, como si el acontecimiento traumático estuviera
presente debido a una asociación con un estímulo ambiental o ideacional.
Disminución
marcada del interés en una o más actividades significativas.
Sentimientos
de separación o de extrañeza frente a los demás.
Estado
de hiperalerta o respuesta de alarma exagerada.
Sentimientos
de culpa por el hecho de sobrevivir cuando otros no pudieron hacerlo o
remordimiento por la conducta llevada a cabo para la supervivencia.
Fallas
de memoria o dificultades de concentración.
Evitación
de las actividades que evocan el recuerdo del acontecimiento traumático.
Intensificación
de los síntomas frente a la exposición de acontecimientos que simbolizan o
recuerdan el acontecimiento traumático.
Ante
la amenaza contra la vida, que puede ocurrir con ocasión de un asalto con
violencia, una tortura o cualquiera otra acción en contra de una persona, el
sujeto con alta probabilidad experimentará una respuesta de intenso temor, de
gran desamparo e indefensión y de horror. La víctima del acontecimiento
traumático muchas veces evitará el relato de lo sucedido, justamente, por la
reacción emocional extrema que le provoca el recordar el hecho. Asimismo el
paciente en ocasiones evita referir a su interlocutor los detalles horrendos
del trauma, pero este aspecto debe ser abordado por el médico procurando que el
paciente adquiera la confianza suficiente para relatar los hechos sin que la
respuesta emocional del facultativo demuestre sorpresa.
También
los sentimientos de vergüenza y desamparo pueden inundar a la víctima del
suceso traumático, lo que es más frecuente de encontrar en los niños,
especialmente cuando han sido víctimas de algún tipo de abuso. En sujetos que
han sido torturados se puede perder absolutamente la confianza en otras
personas y por lo tanto dificultarse mucho el tratamiento.
Pero
siendo honesto, ni siquiera el tiempo es capas de sanar estas heridas,
especialmente las que quedan en el alma. Cualquiera de nosotros puede pasar,
sin previo aviso, por un suceso traumático insoportable, aterrador, que amenaza
nuestra vida o la de otros y que escapa a nuestro control.
La
mayoría de las personas no estamos preparados para que nos ocurran cosas malas,
aunque se haya asistido a muchos simulacros, la angustia o el temor de que le
pueda suceder algo malo, nos acompaña.
Mucha
gente usa diferentes tipos de antidepresivos con sierta frecuencia, pero estos,
no tienen un efecto real sobre el trastorno. Generan algún alivio, pero no son
eficaces.
La soledad forzada es un gran
sufrimiento.
Se
vive sobre todo de noche, cuando afloran los recuerdos, las necesidades
afectivas, los miedos. Este duelo tiene que ver con los vínculos y el apego,
con el dolor que producen las separaciones.
El miedo.
Se
sabe que el miedo físico, el miedo a la pérdida de la integridad física tiene
unos efectos mucho más desestabilizadores que el miedo de tipo psicológico, ya que
en las situaciones de miedo psíquico hay muchas más posibilidades de respuesta
que en las de miedo físico.
La ausencia de sensación de
control.
Cuando
se padece estrés, pero se conoce la manera de salirse de él reacciona de modo más
sereno que cuando no ve la salida al túnel en el que se halla inmerso. Con
frecuencia le asaltan recuerdos desagradables acompañados de malestar
psicológico intenso. Se muestra incapaz de aceptar los hechos, en especial la
muerte de su ser querido. Manifiesta sentimientos de culpa, pensando que no
hizo lo suficiente para ayudarle.
En
primer lugar, el miedo y/o ansiedad es presentado como una respuesta aprendida
que puede ocurrir a nivel conductual, cognitivo y autónomo. Las respuestas por
miedo a una diversidad de estímulos (incluidos pensamientos) y evitación de los
mismos son explicadas en términos de condicionamiento clásico, condicionamiento
de orden superior, generalización de estímulos y reforzamiento negativo de las
conductas de evitación.
Es necesario reforzar la
confianza en Dios.
Una
suposición de la terapia de procesamiento cognitivo es que los síntomas están
causados normalmente por los denominados puntos de bloqueo: creencias
contradictorias o fuertes creencias negativas que originan emociones
desagradables y conductas desadaptativas.
Estos
puntos de bloqueo tienen dos fuentes principales:
Conflictos
entre las creencias previas y la nueva información extraída del trauma. Todo
esto tiene repercusiones emocionales y conductuales negativas.
Deben
identificarse las creencias implicadas y los sentimientos experimentados por la
persona, y ver cómo afecta a sus sentimientos y conductas. Es fundamental que
la persona sea capaz de ver el impacto que tal situación ha tenido en
diferentes áreas de su vida.
Escribir sobre la situación y leerlo es
una técnica de exposición que activa los recuerdos y afectos y facilita la
extinción de las emociones negativas. Además permite identificar puntos de
bloqueo. Esto permite desahogar el corazón, al plasmarlo en papel, luego podré
romperlo, quemarlo, tacharlo, rayarlo y muchas otras actitudes hasta sentirme
liberado, al final he podido destruir todos esos sentimientos que me tenian
enfrascado.
Historia
Un
joven llega con el cura y dice: - Padre no iré más a la Iglesia
El
sacerdote respondió: - ¿Pero por qué?
El
joven respondió: - Veo a la hermana que habla mal de otra hermana; el hermano
que no lee bien; el grupo de canto que vive desafinando; las personas que
durante la misa miran el celular, entre tantas y tantas otras cosas malas que
veo hacer en la iglesia.
Le
dice el sacerdote: - Muy bien, pero antes quiero que me hagas un favor: toma un
vaso lleno de agua y da tres vueltas por la iglesia sin derramar una gota de
agua en el suelo. Después de eso, puedes salir de la iglesia.
Y
el joven pensó: ¡muy fácil!
Y
dio las tres vueltas como le pidió el padre. Cuando terminó dijo: - Listo,
padre.
Y
el cura respondió: - ¿Cuando estabas dando vueltas, viste a la hermana hablar
mal de la otra?
El
joven: - No
¿Viste
a la gente quejarse entre sí?
El
joven: - No
¿Viste
a alguien mirando celular?
El
joven: - No
¿Sabes
por qué? Estabas concentrado en el vaso para no tirar el agua. Lo mismo es en
nuestra vida. Cuando nuestro enfoque sea nuestro Señor Jesucristo, no tendremos
tiempo de ver los errores de la gente.
Quién
sale de la iglesia por causa de la gente, nunca entró por Jesús.
Aplícalo
en toda tu vida, aunque no seas creyente quédate con el mensaje. Enfócate en
tus metas e ignora lo que los otros hacen y llegarás a donde quieres llegar.
¡No Hay Nada Que Temer!
Hay
mucha gente que está viajando ahora mismo alrededor del mundo, pero no se han
dado cuenta que Dios Padre les está pidiendo que “Escuchen su Voz”.
Estaba
orando el otro día con el dolor más fuerte que alguna vez haya tenido, que
lloraba como un bebé, ¿saben por qué? Porque me sentía prisionero por todo ese
estrés postraumático, que no aguanté más y reventé con toda.
Vale
la pena todo el dolor cuando en verdad buscamos un cambio. Solo Jesucristo
puede liberarnos de nuestros traumas y hacernos ralmente libres, ahora puedo ir
y venir si ningun temor, exepto ese temor normal que nos ayuda a estar alertas del mal.
Dios
nos dice que debemos Amarlo con todo el corazón, alma, mente y fuerzas. ¿Cómo va
eso en ti? En verdad este es el único tratamiento que puede sanar nuestro
corazón por siempre.
Te
pregunto: ¿hay música en tu vida? ¿Hay esperanza? ¿Meditas en la palabra de Dios,
día y noche? En tus pensamientos, en tu modo de hablar, ¿Eres tú? O Dios. Deberíamos
ser parecidos a la zarza ardiente, y no estar pensando y ardiendo solo por las
cosas que queremos para nosotros mismos.
La
fe comineza a funcionar a través de la obediencia a Dios, ésta obediencia trajo
liberación a mi vida hace unos 20 años. Ahora me siento caminando en libertad,
gracias a la obediencia de someter y rendir todos mis miedos y temores a través
de la oración y alabanza a Jesucristo.
La
función del enemigo es desviarnos o alejanos de la voluntad de Dios, si entendemos
esto, debemos tomar la mejor decisión, y es, seguir el camino recto, y no
desviarnos ni a la derecha ni ala izquierda. Jesucristo es el camino.
Tú
estas loco, me dijo alguien una vez, nadie puede simplemente liberarse de toda
esa carga por si solo, sin terapias y demás tratamientos médicos. Nadie es
capaz de empezar de nuevo, como si nada hubiese pasado.
Tienes
razón, le respondí. Por eso necesito que Jesucristo viva en mí, siempre, de
otra forma, imposible.
Mi
estrategia consiste en pensar como Dios piensa, en cambiar mi forma de pensar y
cambiarla por la palabra de Dios, “Jesucristo.”
Los
pensamientos del mundo que entran a nuestra mente nos dicen que: tú no puedes,
no eres capas, no tienes con que; porque el enemigo, tomó la palabra de Dios y
la secuestró, la escondió en una caja fuerte, para que ni tú ni yo la
conocieramos tal y como es. Para que no conociéramos de antemano la voluntad
del padre, su amor.
La
mayoría de las decisiones que tomamos son motivadas por miedo o temor, los demás
nos presentan opciones y escogemos la que más nos convensa, más no la que mejor
nos convenga. Por tal razón lidiamos con conflictos todo el tiempo.
Conflictos
en el trabajo, en la casa, en la iglesia, con los hermanos de la iglesia y de
familia. La mayor parte del tiempo estamos tratando con problemas de la gente; cuando
se hace una reunión es para tratar problemas con las personas, y todos dicen
querer arreglar sus problemas, pero en verdad “no quieren hacer eso”, solo
quieren es que les presten atención, que les den importancia. Porque se está
lleno de temor, de ansiedad, más no de Cristo.
Aun
no se sabe actuar de manera correcta, teniendo a un Dios poderoso, estamos
tratando de solucionar problemas personales; a cambio de estar alabando y gozándonos
en Jesucristo, nuestra paz y gozo.
Dios nos dice: escucha y
obedece.
Jesucristo
quiere cambiar tu vida, tus pensamientos y tus acciones. El Padre nos ha dado una salida, Jesucristo.
Hebreos
6:1-3. Por eso, dejando a un lado las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos
hacia la madurez. No volvamos a poner los fundamentos, tales como el
*arrepentimiento de las obras que conducen a la muerte, la fe en Dios, 2 la
instrucción sobre bautismos, la imposición de manos, la resurrección de los muertos
y el juicio eterno. 3 Así procederemos, si Dios lo permite.
Por
tanto, dejemos atrás tanta enseñanza humana y tomemos lo perfecto, la fe en
Dios, su palabra. Si ya lo entiendes,
alimentate con comida sólida.
Mira
en que lio andamos metidos, el 75% de los adolescentes cristianos al final de
su primer año de universidad niegan a Jesucristo.
Y,
¿porque sucede esto? El asunto es que la mayoría de los padres y predicadores
en las iglesias, les hablan de Dios, pero “no dan testimono; y ellos están
viendo la hipocresía de sus padres y maestros cuando llegan a sus casas. Ellos
ven y escuchan lo que sus padres están viendo y escuchando. Ellos ven como sus
padres se tratan en el hogar. Ellos no
quieren tener nada que ver con eso. Porque no les importa lo que usted diga. A
ellos les importa lo que usted hace. Ustedes saben lo que tienen que hacer. Mostrar
ese “Hombre Nuevo”.
"Dios existe mi
amigo. Pero no estás comprendiendo la diferencia entre la voluntad de Dios y el
libre albedrío. La voluntad de Dios es que nos amemos unos a otros. Sin
embargo, tenemos libre albedrío para elegir lo que haremos con nuestras vidas.
Lamentablemente, muchas personas no hacen la voluntad de Dios y usan su propia
voluntad para hacer el mal. Esta es la voluntad humana.
Si aceptamos a Jesucrsito
como nuestro Señor y Salvador, permitamosle que Él sea el Señor sobre nuestras
vidas, esto es, arrepentirnos de nuestros pecados, hacer su voluntad y tener una
relación con Él. La elección es nuestra.
Nunca estamos
realmente solos, cuando hay amor todo se puede, Dios nos lo ha dicho muchas veces;
“tu y yo nacimos para estar juntos”. Dios nos tiene para grandes cosas y se que
el mismo lo hará realidad.
Hoy, muchos estamos
perdidos dentro de nosotros mismos, absortos en nuestros propios pensamientos, no
escuchamos ni oímos la vos de nuestra familia, menos la de Dios.
Hay tanta inmadurez.
No hay relaciones personales
con los padres, hermanos ni amigos; solo a través de aparatos impersonales.
Muchos han perdido a sus hijos estando en sus propios cuartos, pues no tiene ni
idea de lo que hacen. “Hoy el pecado se
práctica a solas por internet”.
Te
invito a poner en practica la palabra de Dios en cada una de las situaciones de
la vida, a hablar con tus hijos, con tu pareja, y con el resto de familia y
amigos; y mejor aun, te invito a que hables con Dios, a que mantengas una
relacion viva y personal con Jesucristo, y comprobarás que El es real, y que su
palabra es verdadera.
Esto te mantendrá
sano, libre y vivo aquí en este hermoso planeta, y con muchos amigos reales, de
carne y hueso.
El siempre está esperando
tu regreso, por que te ama.
Jesucristo te ama y te bendice.
JoseFercho ZamPer