¿Qué es amar?
“Toda relación
humana es imperfecta” ya que tiende a basarse solo en el beneficio.
Amar de
verdad es amar sin esperar nada a cambio.
El amor que
se basa solo en sentirse atraído por el otro, no produce felicidad. Amar a
alguien solo por el hecho de que es “alguien” que me puede aportar algo, no es
verdadero amor. Amar a quien me ama por mi propia felicidad es conveniencia.
El amor humano
será siempre frágil, débil, egoísta y pasajero; ya que el amor verdadero es y
será siempre “El Amor de Dios”, ese amor que nos manifestó a través de su hijo Jesucristo
al entregarlo por nosotros.
Juan 15:13. No
hay amor más grande o nadie tiene mayor amor que aquel que da su vida por los
amigos.
Este es el
verdadero y supremo amor. Y eso nosotros
aun éramos enemigos de Jesucristo, pues no creíamos en Él, pero de todas formas
se entregó a cambio nuestro.
En una
relación sana, las personas pueden compartir sus sentimientos, ayudarse uno al
otro, servirse en todo lo que esté al alcance, más allá de sus cualidades o
defectos. El amor es una decisión donde sacrificamos parte de nuestra persona en
favor de la otra.
En verdad,
si nuestra relación con el otro es una decisión libre y voluntaria, podrá
afianzarse en El amor, de lo contrario se da y ya. ahí acaba todo.
El amor se
construye en la relación o en la convivencia con las personas, y con el tiempo se
va afianzando, va creciendo. El amor como cualquier otra cualidad humana, se debe cuidar, renovar, alimentar, cultivar, motivar
cada día.
Las dificultades
o necesidades, las penas y alegrías, cuando se viven en compañía de quienes nos
aman, fortalecen la relación y nos hacen crecer en amor, haciéndose mucho más fácil
vencerlas y superarlas. El amor es una entrega mutua entre los que se aman, de corazón,
alma y espíritu, así como todo lo demás de nuestra vida.
Un amor así,
llena el corazón. Y éste es el bien
supremo que tanto necesitamos.
Te quiero porque me siento bien a tu lado, contigo me siento yo
mismo.
Si las razones
por las que dices amar a alguien son:
Porque a tu
lado me siento feliz y cuando estoy contigo me haces sentir bien, contigo puedo
mostrarme tal y como soy, porque me haces sentir cómodo y sé que me aceptas como
soy sin juzgarme, porque sé que puedo contar contigo incluso en los malos
momentos; porque siento gran admiración por ti; porque me haces reír, porque
tienes sentido del humor y me sacas una sonrisa en cualquier momento. Te quiero
porque confías en mí, crees en mí y en mis capacidades, etc., y tantas otras
razones de índole personal, quiero decirte que todas esas razones son meramente
egoístas y de beneficios personales, esto
no es amor.
Cualquier ser
humano o animal se siente bien al lado de alguien que le ofrezca estos y más beneficios,
pero cuando le exigen dar lo mismo, entregarse de igual manera, es cuando
sabremos que es amar.
La gran
mayoría de los seres humanos tenemos poca autoestima, y esta es una de las importantes necesidades humanas, siendo
superada sólo por la comida, la vivienda y las relaciones interpersonales. Debido
a esta necesidad, muchos nos acomodamos a la mejor sombra que nos cobije, y si
alguien nos trata mejor que otro queremos estar con él más que con el otro. Pero
esto no es por amor, sino lo contrario, por puro desamor.
Un enfoque distinto
al del Amor nos reduce las posibilidades de lograr una autoestima genuina. Quien
no se ama a si mismo está destinado al fracaso.
Los logros
externos no dan autoestima, el Amor sí. La profesión o carrera ya no impresionan
a nadie, pues hoy día, todos deseamos ser importantes, y nos esforzamos por
mostrarnos así. El problema es que los logros externos solo alimentan nuestro
miedo al fracaso; el miedo a no impresionar a los demás. Y nuestro castillo de naipes
se derrumba y nos deja en la calle.
Las personas
“importantes” se sienten importantes con un automóvil de marca, pero andan temiendo
que alguien lo raye, y sufren. Y cuando ya lo ven anticuado y los demás no se impresionan,
se sienten inseguros y su autoestima es aplastada por un nuevo modelo.
El "Éxito"
siendo algo satisfactorio a nuestro esfuerzo, en la mayoría de los casos
termina siendo la única opción de auto respeto, entonces muchos se quedan en
una lucha eterna por obtener logros y esperando que lo respeten por eso, por
sus logros.
Pero aun el ser
humano más talentoso puede tropezar y caer, mas solo se levanta aquel que ama y
se siente amado, el amor viene desde la cuna.
El auto-respeto
o autoestima es una gracia que nos es dada por Dios desde nuestro nacimiento,
porque es el mismo Amor de Dios por el ser humano.
El problema
es que si en un hogar no se cree en Dios, el amor o autoestima tampoco podrá
habitar entre ellos. Por ende no se puede heredar o transmitir a los hijos.
De ahí que Dios
nos pide que: esfuérzate y se valiente para obedecer al Señor; ya que el
resultado final de todas formas está en manos de Dios. Si estamos haciendo
nuestro mejor esfuerzo, Dios nos dará la satisfacción.
El amor nos
mantiene alegres y agradecidos con todos y con todo, aun cuando lleguemos en
segundo lugar en la competencia, o fracasemos en ella; el Amor estará fortaleciéndonos
en todas las circunstancias de la vida.
No midamos el
valor de las personas por sus logros, el que tiene mucho o poco vale igual. El esfuerzo
que hacemos es más importante que los logros alcanzados.
Jesucristo te
ama y te bendice.
“El Amor, la
autoestima o el éxito son un regalo de Dios, no un logro del hombre”.
JoseFercho
ZamPer.
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