Hablo de corazón: El tiempo de sufrimiento ya ha pasado, tu pecado ha sido perdonado.
Haz clamado en tu desierto, y has enderezado tu camino, obedeciendo así a nuestro Dios.
Todo aquello que te impedía avanzar, ha sido allanado, y lo torcido ha sido enderezado.
La gloria de Dios se hará visible a toda persona junto a ti.
Tu que pensabas, Dios no escucha mi oración, se ha olvidado de mi, mi vida se ha marchitado; mas el viento del Señor sopló sobre mi, y su aliento de vida me levanto.
Como al árbol cuando la lluvia vuelve, lo reverdece, así tu presencia me ha levantado de la muerte; anunciaré tu palabra con voz fuerte, mostraré la obra de nuestro Dios.
Su brazo me ha sostenido, su rostro ha resplandecido, me ha apacentado como a cordero recién nacido, y muy suavemente me ha conducido.
Las naciones no comprenden el actuar de nuestro Dios; al pobre enriquece, al necio le da sabiduría, al débil le da nuevas fuerzas, sana al enfermo y salva a quien se arrepiente.
El convierte en nada a los orgullosos, son como si nunca hubiesen existido, el camino está escondido para ellos, como ciegos tropiezan y caen, pues no han entendido que Jesucristo es el Señor.
Desfallecen en angustias, el entendimiento se esconde de ellos, se esfuerzan y se cansan, se quedan sin aliento.
Mas los que esperan en el Señor, tendrán nuevas fuerzas; remontaran las alturas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
Ellos verán la gloria de nuestro Dios.
JoseFercho ZamPer
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