Nuestro ánimo para el
cambio debe estar alto en todo momento y para todas las labores, desde limpiar
nuestro desorden hasta la preparación de planes y proyectos de innovación.
Nuestra tabla de valores nos lleva incluso a superar la competencia aplicando el
cambio de paradigmas hasta llegar a “cero errores”. “Es el arte de picar piedra
y competir contra ti mismo” en donde cualquier avance cuenta.
Los turistas japoneses fueron
los innovadores en el ámbito de las cámaras fotográficas, ellos viajaban por
todo el mundo fotografiando todo con un espíritu creativo, “yo veo lo que tú
haces bien, yo intento hacerlo igual o mejor que tú”.
Los procesos de
mejoramiento personal implican que, “todos podemos aprender de todos, pues, lo que
los demás hacen puede ser útil para nosotros”, y no debe ser motivo para
contradecirlos o ridiculizarlos.
La consciencia de comunidad
mejora nuestra vida en poco tiempo, y genera un cambio exponencial. El saber
que algo es posible y realizable y que ya otros lo han experimentado, nos
invita a no resignarnos; porque es lo contrario de la posición de la víctima
qué dice; “yo no puedo cambiar”.
Las personas de éxito tienen
hábitos de mejora constante en muchas dimensiones. Aspirar a la perfección es una
utopía, pero cada día que lo intentamos nos acercamos más a ella. Si deseas mejorar
en los estudios o en el arte, debes entrar de aprendiz para luego convertirse
en maestro porque, solo quien acepta ser aprendiz algún día será maestro. Con
disciplina y esfuerzo, si lo crees lo alcanzarás.
Si no te has acomodado en
exceso, si no te sientes satisfecho con lo que haces, pero te sientes
responsable de lo que hay por hacer, sabrás que un río nunca es el mismo río
porque nunca lleva la misma agua; cada día es una nueva aventura que te permite
hallar tu capacidad, te permite sentirte cómodo manteniendo la creatividad.
Lo que provoca esa
sensación de perder la noción del espacio y tiempo, es el deseo de alcanzar la
excelencia. La excelencia es algo que vas construyendo cada día, pero con
vocación de mejora continua. Muchas personas se cansan de ser felices entonces
empiezan a fastidiar a los demás.
Debemos reflexionar sobre la
belleza de la imperfección, la cual tiene mucho sentido.
El éxito es un trampolín que
nos permite impulsarnos en la vida a grandes saltos, del cual muchas personas se
aprovechan para mejorar su situación o posición social y económica. Cuando tal
éxito es real desde una perspectiva humanista, la persona se siente realizada y
en armonía consigo misma porque hay una relación entre los esfuerzos y la
recompensa como proyecto de vida; por eso el éxito que perdura es aquel que nos
lleva a una realización personal. El éxito es como la felicidad, algo diferente
para cada persona según sus valores sus prioridades.
Ojalá todos aprendamos de
esos pequeños fracasos y de las frustraciones que generan esos momentos
difíciles en la vida para aprender a gestionar bien las adversidades y así ser valorados
y reconocidos de manera positiva. Cuando tú asocias esfuerzo y recompensa con
el éxito es porque ya eres maduro, así evitaras que el cambio te coja de
sorpresa.
Es hacer de cada día ese
día perfecto, desde cuando te levantas hasta que te vuelvas a acostar, agradeciendo
y haciendo sentir bien a aquellos con quiénes charlas, con la ilusión de quién
queremos llegar a ser.
En el camino nos
encontramos con personas que no saben reconocer el éxito, se sienten frustradas,
pero cuando se les pregunta por sus hijos, están sanos, tienen un techo, tienen
sus servicios esenciales cubiertos, pueden comer bien, es decir; a veces nos sentimos
frustrados por pequeñeces o ambiciones desmedidas y perdemos de vista que ya es
un éxito estar con personas que amamos y valen la pena, haciendo cosas que nos
agradan.
La gratitud nos sirve para
tomar conciencia de que eso que tenemos y disfrutamos en la vida es el Éxito.
JoseFercho ZamPer
Así es pa, el agradecimiento es el principio de la abundancia.
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