Cuando me
detengo a analizar lo leído, tengo que volver a leer, pues lo que otros ven o
entienden no pasa por mi mente, mucho menos por mi ser.
Leo el texto
y observo las palabras y todo lo que allí hay, entonces me doy cuenta de que
solo El espíritu Santo me puede revelar el verdadero contenido de su palabra.
Pero hay
muchos tratadistas, analistas y genios sabiondos que, hacen decir todo lo que
ellos desean oír, a la palabra, esto es un obstáculo para nuestro crecimiento espiritual.
Parecemos ciegos, hijos de ciegos a la orilla del camino pidiendo limosna.
Aunque un hombre
ciego si es capaz de escuchar la voz de Jesucristo, mientras muchos con todas
sus capacidades se sientan a llorar, en vez de estar atentos al llamado del Señor
en su caminar diario.
Si somos capaces
de superar nuestras limitaciones podremos ser protagonistas de nuestra propia
vida y obra. Quiero ser quien se cuestiona sobre su propia vida y seguir
creciendo en todas las dimensiones de la vida.
Soy más que un
espectador, en este tiempo celebro la fe como lo más importante para mí. Ser
capaz de interiorizar en silencio y tratar de entender lo que pasó en la cruz, y
preguntarme si realmente lo creo; ese es mi deseo. A la manera de Dios, no a mi
manera.
Cada que
perdono a alguien, la alegría vuelve a mí, y no me abandona a pesar de los
momentos difíciles. El ser humano es un manojo de impulsos por hacer, y termina
haciendo daño a los demas sin querer. El ser humano no evoluciona solo por
querer, se necesita de un gran esfuerzo para lograrlo.
Pero si nos
negamos a cambiar, a aprender, a renunciar a cuanto nos daña o nos afecta, es
decisión de cada cual; pero si dañas o afectas para mal a los demas, a su
familia, o a su entorno, será su responsabilidad. Nuestra actitud en todo momento
debe ser de construcción.
Necesitamos
aprender a vivir como vivió Jesucristo, servir como él sirvió, vivir y trabajar
en comunidad, compartir las experiencias vividas lo mismo que los bienes
obtenidos. Para eso se necesita valentía, valor. Dios nos dice que, quien no
nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios. Esto se logra cuando uno conoce a
Jesucristo resucitado y se deja transformar por su espíritu Santo de manera integral.
Si quieres
un cambio en su vida, en su manera de pensar y vivir, es obligatorio pasar por
un proceso de conversión todos los días hasta llegar ser un hombre nuevo.
Para que la
gente nos crea es necesario que se vean los cambios en nuestra vida, por lo
que, es importante dejarnos renovar por el espíritu santo y cantarle alabanzas
a Dios.
Cuando se confía
en Dios se siente en el corazón la pertenencia a su pueblo, a su iglesia de una
manera real y se obra con honradez y fidelidad, sin vacilar.
Se que
vivimos en medio del pecado, en un mundo lleno de infamia y sobornos, pero
Jesucristo no nos deja caer en pecado.
Yo no me
siento tan bueno delante de Dios, pero me esfuerzo sin dudar en hacer las cosas
bien. Porque sé que fallo, que cometo errores y me equivoco al tratar de
interactuar con la gente, por tal razón me esfuerzo en creer y obedecer a Dios.
Dios me da confianza
a través del conocimiento de Él, de sentirse perdonado en mi ser interior, y le
pido que me examine en lo profundo e íntimo de mi ser y me muestre que debo
corregir en mi diario actuar, con tal de mejorar mi comportamiento y mi forma
de ver a los demas.
Porque como le
dijo el Centurión Romano a Jesucristo:
Señor, no
soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado
sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes
soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz
esto, y lo hace.
De tal
manera que Jesucristo me responda a mí como al centurión:
Ve, y como
creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora. (Mateo
8:5-13).
Porque a pesar
de mis limitaciones, quiero encontrarme con Jesucristo y ser exaltado conforme
a su voluntad, y sé que solo a través de la dependencia y de la obediencia a
Él, lo alcanzaré.
Me esfuerzo
por superar las limitaciones que impiden el creer en la palabra de Dios, y lo maravilloso
es que con la sabiduría que Dios me da a través de su palabra, creo que
jesucristo ya venció esos obstáculos y se quedó a vivir en mi casa.
El Vivir
cristiano es construir una relación a los pies de Cristo, como siervos que entienden
su existir desde el servir a los demás, dejando de lado la lógica de esta sociedad
donde se adora al que tiene dinero, fama o poder. Asumiendo la identidad de
Cristo, quien sirve a los más necesitados, a los marginados por la sociedad,
igual que a aquellos que nos lastiman.
Muchos conocen
bien las profecías igual que las leyes, pero de ninguna manera conocen el corazón
de Dios, porque quieren vivir su vida de una manera fastuosa. Esta manera de
vivir es una provocación al bienestar del creyente, llevándolos a caer en la tentación
de vivir valores que no son cristianos.
Un día Jesús
entra triunfante a Jerusalén, como aquel que hace del amor su manera de
expresarse y encarna las esperanzas de los hombres. Hoy, a ese rey no le
podemos adular, solo honrar, porque es un rey sencillo y humilde quien nos
invita a seguirlo y a vivir de esa manera.
No sé si te
emociona obrar de tal manera, pero date prisa a obedecer a Dios en todo y
evitaras quedar avergonzado y confundido como cristiano, porque quienes piensan
que es solo pedir cosas a Dios y nada más; que se queden esperando.
Si alguien está
enfermo debe confiar en la misericordia de Dios porque todo el que confía en
Dios y espera en El, no será avergonzado, pues nos ama con amor eterno. Él tiene
piedad de sus hijos, y no nos quiere ver sufrir.
Nadie está preparado
para enfrentar la vida tal y como nos viene, ni cuenta con las herramientas
necesarias para hacer realidad sus sueños, por tanto, tenemos que aprender a
afrontar las distintas situaciones que se nos presentan; en esos momentos es
cuando necesitamos la mano amiga de alguien que nos enseñe y nos capacite para actuar
con sabiduría y responder con eficacia ante las distintas dificultades.
Necesitamos
tener una relación con Jesucristo que no esté fuera de la razón, pero sí desde el
corazón. Teniendo al señor como nuestro ángel protector quien acampa junto a
nosotros, quien nos cuida y nos protege de forma real y nos hace más que vencedores.
Jesucristo
se entregó por mi bien y a mi favor.
Si no conocemos
o no entendemos la verdadera razón por la que jesucristo dio su vida, no aprovecharemos
realmente su sacrificio para que nuestra vida sea plena y abundante.
Dios siempre
ha estado a favor de la raza humana aquí en la tierra, mas, sin embargo, quien
escoge seguir a Dios, escoge estar en contraposición al mundo; dicho de otra
forma, el cristiano debe hacer lo que le agrada a Dios y dejar de lado lo que
el mundo ofrece a los hombres. Esto implica que debemos ser gente de paz, de
amor y servicio, aunque esto nos ponga en conflicto con los intereses que
predominan en la sociedad. Tal vez lo más maravilloso es vivir con la alegría
de quién se sabe amado por Dios.
Los religiosos
son siempre quienes condenan a los otros, porque no entienden que es más valioso
el amor que la ley. La verdadera misericordia va más allá de los rituales vacíos
a los que nos enfrentamos en las iglesias.
Jesucristo siempre
ha estado a favor de los pobres, de los marginados y despreciados, de quienes no
tienen posibilidades de vivir en plenitud desde la libertad, porque se ha hecho
de la religión una pesada carga para quienes desean conocer y seguir a
Jesucristo.
En nuestro
proceso de crecimiento tenemos que tomar decisiones, y eso sí que tiene que ver
con mi vida. Claro, se trata de vivir realizando sus sueños construyendo su propia
realidad de superar los obstáculos y resolver los nudos que se hacen en la vida;
con sinceridad y autenticidad.
Hay que
saber esperar, saber confiar y agradecer a Dios, hasta que Él nos llame por nuestro
nombre, pues Él nos conoce personalmente.
Nuestras limitaciones no son ningún obstáculo
para alcanzar un crecimiento personal y espiritual. Quien desea salir adelante
usa las habilidades y capacidades que tiene en vez de sentarse a llorar y a
quejarse por sus limitaciones.
Qué quieres
que haga por ti, nos dice el Señor.
Es impresionante
la confianza con la que Jesucristo asume las dificultades que se le presentan a
diario, confianza en él y, sobre todo, confianza en Dios. De manera que Jesucristo
hizo muchas cosas geniales y maravillosas por sus seguidores.
Jesucristo
te ama y te bendice.
JoseFercho ZamPer
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