La fe es el destierro de la duda.
A pesar de mí
mismo, busqué un cambio para mi vida.
Desde niño en mi hogar había poco amor y mucho
caos, entonces comencé a buscar amor y aceptación en todos los lugares y
personas, pero con el tiempo pude ver que todos estábamos equivocados.
Cuando uno hace todo lo que cree que debe hacer y
las cosas no funcionan, se nos llena de dolor y resentimiento el corazón.
Toda relación superficial cansa y decepciona, por
eso necesitamos un cambio drástico en nuestras vidas. Nuestras relaciones han
estado equivocadas, por el simple hecho de hacer lo que toca, nuestra vida no
va a funcionar bien.
Pasamos de un dolor tras otro, vivimos fracasados
y pensamos que todo está bien. Pero no permitas que una época mala te desanime.
Muchas veces pensamos que los demás nos aman, pero
cuando llegamos a sentir el amor verdadero, el de Dios, nunca más nos conformaremos
con ese amor carnal. Debemos hacer que la relación con Dios sea nuestra máxima
prioridad; merece bien la pena.
Después de varios años de sufrimiento y dolor con
mi vida “normal”, tuve que huir de mi mismo, pues me era insoportable pensar
como un hombre normal, ya no me caían bien mis pensamientos, todo me parecía vacío,
sin contenido. Ya ni los negocios me daban ganancia, el sentido de lo que vivía
y hacía, no me satisfacían.
Un día cualquiera tome la decisión de huir de mi
mismo, y buscar la verdadera satisfacción, la verdadera vida, el amor puro y
sin fingimiento; “JESUCRISTO”.
Desde ese momento mi vida comenzó a cambiar, todo
comenzaba a ir de mal en peor, todo comenzó a tornarse color de hormiga, a
voltearse de cabeza; y no comprendía el porqué de tal situación. Pero comencé a
sentir una mayor sensibilidad al bien, a lo bueno, a lo bien hecho.
Se que todo esto es extraño, de ahí que muchos se echan
para atrás en esos momentos. Pero e aprendido algo muy verídico, “que el reino de los cielos sufre violencia y
lo arrebatan los violentos”.
Cuando crees y aceptas lo que dice la palabra de
Dios sobre el amor puro y el perdón de Dios hacia ti, tu conciencia será trasformada
de una vez y tu sentido de culpa desaparece. Creer y aceptar a Jesucristo, es
lo que purifica tu alma.
Cuando estaba en ese desierto pasé por momentos
muy difíciles, me sentí perdido, sentía que mi vida no valía nada para nadie, y
que todos mis esfuerzos eran insuficientes. Así fue como pude entender que solo
Dios podría darle valor a mi vida. De ahí en adelante fui entendiendo con mayor
claridad cada día, las palabras de Dios a su iglesia.
Conozco tus obras, tu duro trabajo y tu
perseverancia, tus sufrimientos y tu pobreza. Conozco tu amor y tu fe, tu
servicio, y sé que tus últimas obras son más abundantes que las primeras.
Sé que te esfuerzas por hacer el bien, y que no soportas
a los malvados, y sé que has perseverado y sufrido por mi nombre, sin
desanimarte. Y, sin embargo, sigues fiel a mi nombre.
No renegaste de tu fe en mí, ni siquiera en los
días en que sufriste la muerte, no obstante, has abandonado tu primer amor.
¡Recuerda de dónde has caído! Y vuelve a practicar las obras que hacías al
principio.
Tienes fama de estar vivo, pero en realidad estás
muerto. ¡Despierta! Reaviva lo que aún es rescatable, pues he encontrado que
tus obras no son perfectas delante de Dios.
Sé que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras
lo uno o lo otro! Por tanto, como no
eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca.
Y no te has dado cuenta de que el infeliz y miserable,
el pobre, ciego y desnudo eres tú.
Mira que delante de ti he dejado abierta una
puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas, pero has
obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre.
Deja ya de quejarte
y llorar por todo, que ya Jesucristo, ¡ha vencido!
Cuando hui al desierto, hallé un lugar que solo
Dios hubiese podido preparar para esconderme. Se desató entonces una guerra en
mi espíritu, combatí durante cuarenta días y cuarenta noches al dragón; aquella
serpiente antigua que engaña al mundo entero. Ese acusador que nos acusa día y
noche delante de nuestro Dios, aquel que pretende convencernos de que somos
pecadores y que no merecemos el perdón de Dios.
Pero, no tengas miedo de lo que puedas sufrir, sé
fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. Estas palabras me
levantaron el espíritu, y seguí hasta derrotar de dentro de mí, todas esas
mentiras y engaños en los que me había formado como persona en este mundo.
Tu pasado no
puede dictar tu futuro a menos que tú lo permitas. Me dijo el Señor.
Dios ha cambiado radicalmente mi vida. Jesucristo sanó
y liberó mi vida y mi economía, ahora quiero que otros se encuentren con el
mismo Dios que salvó mi vida.
Es hora de buscar a Dios todos los días, orando y adorándolo,
leyendo la Biblia. Solo así podremos ser
sanos y libres de ataduras pues Dios nos quiere convertir en un ser totalmente
nuevo y diferente a lo que el mundo hizo de nosotros.
Dios siempre estará contigo en tu intento de
prosperar, quiero que sepas que Dios siempre te ha amado, y lo seguirá haciendo.
Honre sus votos, honre las promesas, hónrese a sí
mismo, honrando su relación con Dios.
¡En esto consiste la perseverancia de los santos,
los cuales obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen fieles a Jesucristo!
Que la gracia del Señor Jesucristo esté contigo
siempre.
Jesucristo te
ama y te bendice.
JoseFercho
ZamPer
Cada vez me gustan más sus escritos, por supuesto llenos de la sabiduría de la palabra de Dios
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