Cuando era niño, durante varios años fui pastor de las vacas de mi
padre. En las épocas de verano el pasto
se secaba y había poca agua, razón por la cual nos tocaba sacar el ganado al
camino para que comiera pasto, y llevarlo a una quebrada a tomar agua. Por
tales razones el precio del ganado se
bajaba demasiado y nadie compraba ni vendía.
Se hacía obligatorio buscar la manera de alimentar las vacas hasta que
volviera a llover.
Nos turnábamos con los demás hermanos para
realizar dicha labor, los que estudiaban lo hacían los fines de semana y los
otros entre semana.
Este pastoreo se tenía que hacer en el camino por donde pasaban campesinos con
sus caballos de carga y también las vacas que sacaban a vender y a pastorea,
pues no solo nosotros teníamos tal necesidad.
Esto
nos mantenía activos todo el tiempo de labor, pues era necesario cambiarlas de
lugar a donde el pasto estuviese más tierno y evitar que se nos escabulleran a
otros potreros vecinos o a las labranzas
ajenas. En algunas ocasiones pasaban lotes de ganado que llevaban los ganaderos al mercado o a sus fincas, y nos tocaba separarlas y dar
paso para evitar se confundieran entre sí.
Muchas veces nos poníamos a jugar con mis
hermanos y las vacas se nos escapaban y nos tocaba luego ir corriendo a
alcanzarlas o a sacarlas de donde se metían en busca de mejores cosas para
comer. Otras veces nos tocó ir hasta la
carretera pavimentada pues se nos escapaban mientras almorzábamos o hacíamos
alguna otra necesidad. Esto nos asustaba mucho pues fuera de los problemas que
nos podía traer con los carros, mis padres nos castigaban por no cuidar bien el
rebaño.
Día a día fu conociendo mejor el
comportamiento de las vacas, su forma de
actuar, y qué las hacía moverse,
etc. Entonces ya fui actuando con
anticipación y comencé a realizar algunas otras labores como leer y hasta hacer
tareas escolares.
El pastor se estrega al cuidado de su rebaño,
a conocerlo y a ayudarlo a ir hasta donde halle mejores condiciones para vivir. El rebaño tiene su propia personalidad,
piensan y actúan como son, esto nos obliga a conocerlas, a entender su
comportamiento, pues nos han puesto al frente para cuidarlos.
Varias veces me castigaron por dejarlos
extraviar, y me toco caminar largos caminos hasta de noche, buscando alguna
novilla que se nos había escapado del rebaño, porque me había descuidado, o me había quedado sentado
dormido mirando.
Aprendí que ser pastor exigía entrega y
sacrificio, pues el rebaño que cuidaba era de mi padre, por lo tanto también
era mío. Y si lo hacía mal recibía
castigo y pérdida. Y si lo hacía bien obtenía
recompensa, pues algunas veces me dieron una de las crías para mí.
Jesucristo el Verdadero Pastor.
Salmos 23:1 Jehová es mi
pastor, nada me faltará.2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
junto a aguas de reposo me pastoreará.
La palabra pastor, se encuentra en la Biblia
unas cuarenta y cuatro veces.
La palabra original significa: Apacentador,
Guía de ovejas, Uno que cuida, Uno que dirige, Uno que atiende, Uno que
alimenta y Uno que protege.
A excepción de los textos donde se refiere al
pastor de ovejas típico de aquellos tiempos, siempre se refiere a Dios el Señor,
y a Jesucristo; nunca a un hombre.
Hebreos 13:17. Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a
ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta;
para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es
provechoso.
Ya de viejo, y con varios años de cristiano,
me inquieta mucho el servicio que prestan algunos pastores, pues hoy día hay muchos que se hacen llamar
pastores por que estudiaron para eso o
porque formaron su propia iglesia y se auto-nombran así. Pero su ministerio es cuestión de hombres y
no un llamado de Dios.
No hay entrega para con su rebaño ni para su
propia familia. No existe cuidado ni atención real para defender de los
peligros del mundo ni de la carne a las ovejas.
Hoy día podemos notar como el ser pastor es
una profesión, más que una
vocación. He oído a varias personas
decir que quieren ser pastores de talla internacional, para ir a predicar la
palabra a todo el mundo. Y varios reparten tarjetas de presentación con esos
ofrecimientos. ¡Que tristeza, ¡ pues así mismo es como se ofrece cualquier otro
bien o servicio.
Hasta donde conozco y veo en la palabra de
Dios, el ser pastor y muchos otros dones, son llamados que Nuestro Señor y Dios
hace a sus siervos: Efesios 4:11-12. Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a
otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a
fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación
del cuerpo de Cristo.
Y este llamado se debe llevar a cabo nos guste
o no, pues quien diga ser Cristiano debe
demostrarlo con la sumisión y obediencia a Jesucristo Señor y Dios nuestro. Hechos
4:19 Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; Hechos
5:29 Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios
antes que a los hombres. Romanos 6:16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como
esclavos para obedecerlo sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del
pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia?
Recuerdo bien a un hombre que pastoreaba
ganado en aquella época, era un hombre sencillo y muy entregado a su oficio.
Tocaba la dulzaina junto a sus vacas y estas se mantenían relajadas y pasteaban
cerca de él, pues les agradaba la música.
En la medida que pasamos tiempo al lado de
otros, aprendemos a conocerlos y ha agradarlos, pues nos hacemos uno con ellos,
nos untamos de ellos, establecemos una relación de igual a igual, sin
diferencias, como si fuera con nosotros mismos.
Cuando se es un asalariado, o cuando
realizamos una labor por contrato, nos esforzamos para hacerlo bien, pero esto no es suficiente cuando se trata de
una vocación o llamado. En juan 10:12-13 El Señor Jesucristo nos dice: Mas el
asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir
al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye, porque es
asalariado, y no le importan las ovejas.
El Señor, desea que hagamos todo para El, que
demos lo mejor de nosotros para El, que
entreguemos hasta nuestra propia vida a cambio de ganarlo a él. Cuando tengo
una vocación, todo lo que hago es importante, es valioso, y siempre me siento
feliz de hacerlo sin importar cuan
difícil sea. Eso equivale al amor, todo lo hago por amor a Dios y a mis
hermanos. El mismo servicio que presto a otros o donde trabajo, se hace con
gozo, con un gusto que nadie lo podría superar, pues es desde mi corazón de
donde sale el hacerlo. Vivir así, es vivir para Dios, es hacerlo con el
corazón.
Un pastor debería, por razón de su ministerio
cumplir con algunos requisitos mínimos exigidos para tan digna labor, los
cuales siempre serán mucho más exigentes que los exigidos para cualquier otra
labor dentro y fuera de la iglesia. Por ejemplo:
ü El pastor
siempre debe estar dispuesto a sacrificarse por los demás. Llevar al rebaño a
donde están las soluciones sus
necesidades.
ü Estar las 24
horas del día, al servicio de sus ovejas, sin descuidarlas.
ü Permanecer
junto a su rebaño para evitar que el lobo o algún asalariado les haga daño o
las engañe. 1 Pedro 5:8
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente,
anda alrededor buscando a quien devorar.
ü Pastorear
por amor y obediencia a su Señor quien lo llamó a ese servicio, mas no por un
salario, aunque lógicamente lo recibe pues El mismo señor dijo: No pondrás
bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario. 1 Timoteo 5:18.
El pastor se encarga de formar su propio
rebaño, toma lo que su amo le dio y lo va haciendo crecer de acuerdo a su
visión de pastor. Pues el señor llama a
un hombre y le da una misión, pero él está en la obligación de poner todo de su
parte para el buen desarrollo de la misma. Vemos como en las escrituras nos muestran
muchas situaciones en las que los hombres de Dios, con gran destreza y valentía
ejecutan grandes hazañas, hasta cumplir con la misión encomendada.
Si Dios me da un talento, el mismo me exige
que lo haga producir y no que lo entierre. Hermano, esto mismo aplica hoy para
ti y para mí, Dios quiere que pongamos a producir esos dones y talentos que él
nos dio desde mucho antes de haber nacido pero que ahora estamos descubriendo
en nosotros. Entonces, ya sea que comas, que bebas, o que hagas cualquier otra
cosa, hágalo todo para la gloria de Dios. 1 Corintios 10:31, esto es lo que
Dios desea, cualquiera sea tu oficio o labor es un don o un talento El mismo te
dio para llevarlo a cabo, para hacerlo producir. Póngalo en las manos de Dios y
trabaje para agradarlo a Él y no a sí mismo, buscando siempre la ganancia del
cielo y no la de la tierra. Dios nunca te dejará ni te desamparará. El cuida de
ti, Él es el mejor patrón que podemos tener en este mundo. Él es quien paga los
mejores sueldos, pues estos son eternos, perduran para siempre.
En estos tiempos modernos todo se maneja por
resultados tangibles, por ganancias materiales, y esto está formando parte de
las iglesias Cristianas, infortunadamente. Ya vemos como un pastor es un
gerente, sus resultados son evaluados por el crecimiento del número de miembros
y de sus cuentas bancarias. Por estas
razones ya usamos la publicidad para todo, ofrecemos grandes beneficios para
quienes desean formar parte de nuestras empresas, digo de nuestras
iglesias. Ofrecemos milagros, sanaciones,
prosperidad y hasta salvación para tratar de conquistar gente, también
preparamos o capacitamos a otros para hacer campañas para atraer miembros a
nuestros lugares de encuentro. Les ponemos tarea a los fieles de traer un
número determinado de personas a la iglesia, muchas veces les anunciamos
desgracias si no los traen.
Vemos pastores que han sido enviados a
iglesias a levantarla, a restaurarlas porque algún otro pastor la dejo caer,
la llevo a la quiebra. Pero más grave
aún, he sabido de pastores que han vendido su iglesia a otros como tratándose
de un negocio cualquiera. Hacen trueques
por fincas o casas. ¿Alguien puede creer
que esto sea un llamado de Dios para un pastor? Jamás hermano, lo de Dios no se compra ni se
vende.
También
he visto otros pastores que actúan más como un guardia de seguridad o como el
jefe de la manada que como pastor.
Soy el pastor, me dijo un hombre aquellas ves que
asistí a una iglesia Cristiana, tratando
de congraciarme con una joven muy bonita
la cual yo pretendía. Lo sentí como el gallo que salta a defender sus
gallinas, cuando otro gallo llega al gallinero. Así lo recuerdo aún.
También recuerdo que salí de allí asustado, y sin
ganas de cortejar aquella chica, pues
casi me comprometieron a casarme con ella por el hecho de asistir a esa iglesia
con ella, pretendían que me hiciera miembro de la iglesia y que cumpliera con
una serie de compromisos si quería seguir viéndola.
Aun esto no ha cambiado mayor cosa, pues conozco
personas que les ha tocado casarse por estas mismas razones y afiliarse y todo
lo demás, lo grave es que muchos de ellos realmente no se amaban y ahora tienen
serios líos como pareja.
Desde aquella vez me quedó sonando esa forma de
llamarse así mismo de aquel hombre, pues
yo conocía varios pastores y ninguno de ellos tenía el aspecto ni la forma de ser
de él. Años más tarde, y después de asistir a varias iglesias me interesó
conocer que significa ser pastor.
Yo me considero un explorador, y por eso de
cuando en vez asisto a iglesias diferentes, con el propósito de conocer más de
cerca estos asuntos. Creo que como seres humanos todos tenemos debilidades y
actuamos mucho en nuestras fuerzas, pero esto no es problema pues tenemos a
nuestro favor al que todo lo puede, al que llama las cosas que no son como si
fueran, al Rey de reyes y Señor de señores. Él está para fortalecernos, corregirnos,
perfeccionarnos. Si acudimos a Él,
podemos sacar adelante nuestras vidas y nuestros ministerios, aunque con
tropiezos y a veces con descalabros, pero con la certeza que Dios nos levanta y
nos lleva a feliz término.
Cuando uno desea comprar algún artículo,
recomiendan primero conocer algo más
sobre dicho elemento. Por tal razón buscamos información y pedimos
recomendaciones de quienes ya lo conocen, hasta tanto no nos sintamos
convencidos y tengamos con que comprarlo, entonces si lo hacemos. Al menos así
actuó yo, eso mismo trato de hacer en mi vida espiritual, lo que oigo o veo, o
de lo que otro me habla lo pongo en análisis, lo estudio, lo analizo desde la palabra de Dios y comparto
con otros que saben más que yo, y hasta que Dios no me lo revele, o me la haga
entender no me siento satisfecho. Pues
muchas veces creemos a la primera y luego no vemos resultados y entonces nos
vamos en contra de quien nos lo dijo, o más grave aún, en contra de Dios, como
si Él nos hubiese engañado.
Según la palabra de Dios, primero somos niños
y después adultos. Y esto aplica para toda la vida, por lo tanto primero nos
enseñan, nos forman, nos alimentan y luego si vamos a aplicar lo aprendido y
después ayudamos y enseñamos a otros.
Razón por la cual necesitamos ancianos en las iglesias, gente capacitada
para ayudar en la formación del pueblo de Dios.
El señor Jesucristo está muy interesado en su
pueblo, en su familia. Por tal razón nos dice:
Mateo 9:35-36. Recorría Jesús todas las
ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el
evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 36
Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y
dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A
la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos. 38 Rogad, pues, al Señor de
la mies, que envíe obreros a su mies.
Marcos 6:34. Y salió Jesús y vio una gran
multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían
pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas.
Dios siente compasión por su pueblo en
necesidad y él mismo se encarga de enviar obreros, de llamar y formar pastores,
maestros y demás personas para colocarlos al servicio del pueblo, para darles
de comer y de beber tanto en lo material como en lo espiritual. Jesucristo mismo fue uno de ellos nuestro
gran maestro y ejemplo a seguir. Dios padre nos lo envió a nosotros a darnos
ejemplo y su amor para hacernos aptos.
El Señor del rebano en Dios mismo, a Él es a
quien debemos pedirle obreros, y después de que los mande unirnos con ellos
para ayudar a su ministerio. Nuestra tarea no es de la hacer pastores, si no la
de pedirle al dueño de la mies, al patrón, al jefe. Cuando en el campo se siembra una labranza,
el dueño del terreno o el arrendatario es quien busca quien le ayude a
trabajar, y quien paga los jornales, no son los vecinos ni los mismos
obreros. Nosotros como obreros del Señor
estamos para servirle a Él, para ser colaboradores en su obra. Para ayudarle al señor a sacar adelante sus planes.
1 Corintios 9:7 ¿Quién fue jamás soldado a
sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién
apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño?
De todo hay en la viña del señor, vemos
ovejas a la pata de los asalariados y además los llaman pastores, como si
fueran estos los enviados. Porqué solo
están buscando quien les endulce el oído y les pinten pajaritos de oro, para
irse con ellos. Se tiene de todo, como
en botica, muchos ofrecen bendiciones
económicas, otros milagros, otros sanación, y así sucesivamente de acuerdo a
las necesidades del cliente, como en una campaña electoral. Así consiguen
adeptos quienes los patrocinan y después los vemos llorando y hablando mal de los
cristianos y lo más grave culpan a Dios de sus desgracias, porque nada de lo
prometido se les dio.
Muchos ofrecen solución a todos los problemas
de la gente diciéndoles que se entreguen a Dios
y él les dará solución, y esto es cierto siempre y cuando al que se
entreguen sea a Jesucristo pero para dejarlo obrar y para obedecerlo, no para
que El me solucione mis problemas y yo pueda seguir haciendo lo que me
agrada. Casi nunca le decimos a la gente
lo que cuesta seguir a Jesucristo, si no lo que nos dará el a cambio de
seguirlo. Grabe error, por eso hay tanto
ocioso en las iglesias esperando que allí les den de comer y para llevar a
casa.
Jesucristo dice: Mateo 20:16. Así, los primeros serán los últimos, y los últimos,
primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.
Jesucristo conoce muy bien a su pueblo, y
sabe de sus necesidades y el mismo en persona nos dice “pidan al dueño de la
mies, que envíe obreros”. Ni siquiera el mismo los envía, sino que nos manda a pedírselos al padre, o al
dueño.
Ser pastor es un encargo o una misión dada
por Dios, para el beneficio de su pueblo, no una empresa para nuestro
beneficio. La razón de que haya iglesias en ruinas es porque allí no hay
pastor, uno de verdad, sino que hay comerciantes que compran y venden bienes o
servicios. Hay muchos que defraudan a
Cristo, lo hacen quedar mal, porque trasquilan las ovejas y se quedan con la
lana, para enriquecerse.
Es tal la falta de discernimiento que a estos
asalariados, los siguen y los llaman pastores, maestros o hermanos, o algún
nombre parecido a los de Cristo. Necesitamos clamarle al señor por
discernimiento para poder ver la diferencia entre el día y la noche, para saber
que es de Dios y que es del mundo o la carne.
El Señor Dios, ya hizo su parte, ahora nos toca nosotros hacer lo nuestro, entregarnos de
verdad a Jesucristo y servirle con verdadero sometimiento y humildad, de lo
contrario seguiremos sin ver l gloria de Dios en nuestras vidas. La iglesia de
Cristo en espiritual no carnal, esta se conforma por personas rendidas a Él,
obedientes a su palabra y fieles a su llamado.
Juan 1:12 nos dice: Mas a todos los que le
recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos
de Dios. 13 los cuales no son
engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón sino de
Dios.
También nos dice: Lucas 8:21. Él entonces
respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de
Dios, y la ponen en práctica. O los que hacen la voluntad de mi padre.
Mateo 18:20. Porque donde dos o tres se
reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
Esta es la verdadera familia de Jesucristo,
la iglesia de Dios, la que Dios padre forma a través y Jesucristo y nosotros
los que hacemos la voluntad del padre, no solo del que lo nombra o asiste a un
lugar llamado iglesia.
Efesios 4:7 y 11 al 13. 7 Pero a cada uno de nosotros se nos ha dado
la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a
otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, 12 a
fin de capacitar al *pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el
cuerpo de Cristo. 13 De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a una *humanidad *perfecta que se conforme a la
plena estatura de Cristo.
El pastor predica el
evangelio de Jesucristo, o la palabra de Dios, Siempre dice la verdad, bendice
y busca a las ovejas perdidas en el mundo, no en otros corrales, conquista
almas para Cristo, no para sí, como David, arrebata de las garras del lobo las
ovejas que se quería comer. Se las saca de las fauces del devorador, se para en
la brecha para interceder por las almas perdidas sin pensar en cuantas llegarán
a su toldo. Ezequiel 22:30 “Y busqué
entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de
mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.
Podemos ver por las calles, puerta a puerta
gentes buscando adeptos para sus iglesias diciendo que allí si hay salvación y
muchas veces dicen que donde uno asiste no la hay, o que allá no está el
Espíritu de Dios. ¿En que palabra se habla esto, En cual biblia dan el nombre de esa iglesia,
acaso Jesucristo fundó alguna?
Él nos dijo en:
Hechos
4:12. Y en ningún otro hay salvación,
porque no hay otro Nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser
salvos.” Jesucristo.
Juan 3:16. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que
ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna”
Juan 4:21-24. Jesús le dijo: Mujer, créeme,
que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. 22
Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la
salvación viene de los judíos. Más la hora viene, y ahora es, cuando los
verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también
el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24 Dios es Espíritu; y los que
le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
1 Juan 5:12.
El que tiene al hijo, tiene la vida; el que no tiene al hijo de Dios no
tiene la vida”
Juan 14:6. Jesús dijo: yo soy el camino y la verdad y la
vida. Nadie viene al padre, sino por mi”
1 Timoteo 2:5. “Porque hay un solo Dios y un
solo mediador entre Dios, y los hombres, Jesucristo hombre”
Hermanos, Jesucristo es el verdadero pastor,
a Él es a quien debemos seguir y obedecer de todo corazón. Somos hermanos en Cristo y nos amamos y
respetamos, nos ayudamos y servimos. Cada uno haga lo que Dios le ha
encomendado hacer.
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