jueves, 28 de marzo de 2013

YA NO HAY EXCUSA


Al ver Moisés que el pueblo estaba desenfrenado y que Aarón les había permitido desmandarse y convertirse en el hazmerreír de sus enemigos, “se puso a la entrada del campamento y dijo: «Todo el que esté de parte del Señor, que se pase de mi lado.» Y se le unieron todos los levitas” (Éxodo 32:25-26) 
     Esta misma pregunta que Moisés hizo a los israelitas debe ser hecha a todos los creyentes de la iglesia de hoy. ¿El que esté con el Señor Jesucristo, que se pare junto con migo, firme en su palabra para resistir al enemigo?
     Dios ya ha provisto todo lo necesario para nosotros los que anhelamos y oramos por una vida abundante, la cual Dios ha preparado desde el principio de la fundación del universo para nosotros.  Al igual que nuestra anhelada salvación ¡Ese tiempo ha llegado! Y es ahora.    

La pureza
Jesucristo nos dice: “Bienaventurados los puros de corazón porque ellos verán a Dios” mateo 5:8.  
La pureza de corazón nos hace aptos para ver al señor, para entrar al reino de los cielos.
Salmo 24:3-5. Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y los que en él habitan. 2 Porque él la fundó sobre los mares, Y la asentó sobre los ríos. 3 ¿Quién subirá al monte del Señor? ¿Y quién podrá estar en Su lugar santo? 4 El de manos limpias y corazón puro, El que no ha alzado su alma a la falsedad Ni jurado con engaño. 5 Ese recibirá bendición del Señor, Y justicia del Dios de su salvación.
La pureza es mucho más que ir a la iglesia y obedecer algunos cuantos mandatos, dichoso el que se mantiene firme en Dios, hasta alcanzar la corona de gloria.
“La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo aprovecha la luz; si es malo, el cuerpo anda ciego” (Mt. 6:22)
Podemos decir que mantenernos limpios implica cuidarnos de lo que vemos, Pero a veces, el ojo puede estar limpio más nos puede entrar mugre que provienen del caminar diario, de las acciones incluso de las buenas obras que hacemos.
La manera de evitar ese peligro es manteniendo un corazón puro, si cuando haces buenas obras no las haces con el propósito de recibir algo a cambio, sino por amor. Debo vivir haciendo el bien aunque nadie me elogie por ello.
El corazón puro obra por fe, quien se camufla haciendo cosas buenas para obtener reconocimiento no tiene un corazón puro, sino que es de doble faz, inestable en su fe.
El que está por encima de las alabanzas de otros tiene un “ojo limpio”, es decir un corazón puro. Ese mira a Dios, entre más puro de corazón seamos, menos necesitamos que nos elogien.
Jesús nos advirtió: ““Cuídense de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de otra manera no tendrán recompensa de su Padre que está en los cielos.” (Mt. 6:1)
Eso no quiere decir que vayas a perder el premio si los demás, de alguna manera, te ven haciendo el bien.
Ya no tenemos excusa para hacer la voluntad de Dios. Por muchos años hemos dado muchas excusas para no obedecer lo que Dios nos manda por medio de Jesucristo, aludiendo que estamos trabajando por el reino, ayudando a los demás, y hemos dejado de hacer la voluntad del padre. Debemos cuidar nuestra salvación.

Romanos 10:16-19
16 Más no todos, los israelitas aceptaron las buenas nuevas (El evangelio). Isaías dice: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro mensaje?»17 Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo. 18 Pero pregunto: ¿Acaso no oyeron? ¡Claro que sí!    «Por toda la tierra se difundió su voz, ¡sus palabras llegan hasta los confines del mundo!» 19 Pero insisto: ¿Acaso no entendió Israel?
Desde tiempos muy antiguos Dios nos ha mostrado cuál es su voluntad para con nosotros, por medio de sus profetas, de sus siervos y hasta por medio de reyes y gobernantes del pueblo de  Israel. Solo con el propósito de darnos un futuro lleno de esperanza, de paz y amor, pero a nosotros su pueblo parece no interesarle su propuesta y hemos sido tan sordos y necios  que aun después de demostrarnos su gran amor por medio de Jesucristo su hijo, no hemos sabido aprovechar todo lo que vino a traernos para nuestro bien. Y seguimos como si no tuviésemos nada a nuestro favor, como en el antiguo pacto donde me tocaba ganarme toda bendición por  esfuerzo propio.
Todo lo que Jesucristo hizo por mí, lo dejo escrito en su palabra, el evangelio. Y aun mejor nos dio su Espíritu Santo para revelarnos su palabra y darnos a conocer a Jesús.
Juan 14:26   Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho.
Juan 16:12-15 »Muchas cosas me quedan aún por decirles, que por ahora no podrían soportar.13 Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir.14 Él me glorificará porque tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes.15 Todo cuanto tiene el Padre es mío. Por eso les dije que el Espíritu tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes.
Pero que ha pasado con su pueblo, seguimos como ovejas sin pastor, teniendo su palabra pero sin obedecerla, porque es más fácil creer en las personas que hablan de Dios que Dios mismo.
Quien no ha oído, visto o leído sobre Jesucristo en este mundo te tantos avances tecnológicos e informáticos, donde hay tantísimas iglesias  predicando su palabra y dando testimonios de su amor.  Creo que toda la humanidad ha oído hablar de Jesucristo, hasta los que viven en las selvas vírgenes y en los desiertos, pues  hasta allí han ido muchos siervos evangelistas y  misioneros para llevar la salvación a la humanidad hasta en los confines de la tierra.
Por lo tanto ya no hay más escusas  para dejar que Jesucristo sea en nuestras vidas lo que El mismo desea ser, lo más importante, lo más valioso, el bien más preciado, mi padre, mi hermano, mi amigo, mi familia, mi señor, mi Dios, mi salvador el  todo de mi vida.
Todo lo que yo necesito, lo bueno, lo agradable, lo perfecto,  todo eso y mucho más quiere ser Dios para mí, por tal razón nos dio toda la creación junto con su espíritu, para tener unidad Jesucristo  y con el Padre santo, y así no nos faltara nada para vivir bien en este mundo, y alcanzar la vida eterna. 
Abre tus ojos al señor, al amor de Dios, a su paz a sus maravillas, la vida no es solo lo de este mundo, debemos trabajar por lo verdadero, lo eterno, lo imperecedero, lo perfecto. Hagamos tesoros en  el cielo, sembremos para el reino, para vida eterna. 
Debemos ser conscientes de la necesidad de Cristo en nuestras vidas, para esta vida y para la eternidad, que sea como el aire que  respiramos, el alimento para nuestro espíritu el cual tomamos  varias veces al día, el agua que necesitamos para  calmar la sed, y esto como algo real no como un ideal sino como lo más real y verdadero para  nosotros.
Dios es quien me da vida, me dignifica, me enseña a amar, a perdonar, a dar, a servir ya todo lo importante de la vida.  Esforcémonos más para agradar a Dios, hagamos nuestro mejor esfuerzo por obedecer al Rey de reyes Señor de señores, Dios de dioses, y veremos los resultados.
Examínate a ti mismo, mira en tu interior como estas  con Dios, cuáles son tus prioridades, tus metas, tus anhelos,  si son los mismos de cualquier persona del mundo significa que no estas agradando a Jesucristo de la gloria, si no a ti mismo, a la carne o al mundo.
Nuestro padre eterno busca adoradores en espíritu y verdad, ¿quieres ser uno de ellos? Dedícale tiempo a la oración, a alabar al Señor, a la lectura de la palaba de vida, busca crecer en fe, en amor, en obediencia y servicio a Jesucristo.  No te conformes solo con trabajar para llevar a casa el sustento diario, debemos también llevar crecimiento  espiritual a nuestra esposa he hijos.  Darle a  Cristo a sus corazones.



Romanos 1:18-25
18 Ciertamente, la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los *seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad.   19 Me explico: lo que se puede conocer acerca de Dios es evidente para ellos, pues él mismo se lo ha revelado.    20 Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa.   21 A pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron en sus inútiles razonamientos, y se les oscureció su insensato corazón.   22 Aunque afirmaban ser sabios, se volvieron necios   23 y cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes que eran réplicas del hombre mortal, de las aves, de los cuadrúpedos y de los reptiles.   24 Por eso Dios los entregó a los malos deseos de sus corazones, que conducen a la impureza sexual, de modo que degradaron sus cuerpos los unos con los otros.   25 Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, adorando y sirviendo a los seres creados antes que al Creador, quien es bendito por siempre. Amén.
¿Por qué el hombre perdió el lugar de privilegio que Dios le había asignado? 
Dios  mismo  colocó al hombre como cabeza y le dio autoridad sobre la creación. Pero este vendió su primogenitura por un plato de lentejas,  cambio la  gloria de Dios por las riquezas materiales, la fama y el poder.  Creyéndose dios, hizo lo que le vino en gana, y perdió toda bendición del cielo, lo  que es verdadero.  Para quedarse con lo material, con lo carnal, lo vano, lo que lo lleva a la muerte. Se dejó engañar del enemigo y e hizo prisionero de su propia vanidad y de su ambición, creyendo ganarlo todo, perdió su alma y se la entregó al mal.  
Así mismo perdió frente a la mujer su lugar de privilegio, de ser cabeza paso a ser cola, y la mujer como derecho propio  quedó delante del hombre y ahora el hombre sigue a la mujer, y en muchos casos está siendo usado como un fetiche, solo para satisfacción, el hombre está siendo arrastrado por el maligno a lo malo, a liderar la delincuencia, mientras en casa a la que le toca todo el trabajo y la responsabilidad es a la mujer, y según el  orden de Dios, ella no puede asumir el rol de padre, por tal razón hay tanto desorden en la sociedad, tanto hijo sin identidad paternal, sin una formación clara lo que es ser un hombre de verdad.
Al hombre de hoy, ya ni su mujer lo respeta, ni los hijos le obedecen, pues no tiene ni la autoridad ni el amor para con ellos, por tal razón lo cambian fácilmente como cambiar de ropa o de lugar de residencia.
Fácilmente vemos que al hombre se le hecha de su trabajo y lo reemplazan por una mujer, pues ella no se emborracha ni llega a su trabajo enguayabada, ni ha abandonado su casa, ahora la mujer es más  responsable que el hombre, entiende mejor el valor de las cosas y de la vida misma, valora más lo que Dios le ha dado. Ella sabe cuidar mejor a sus hijos y a su familia, pero todo esto no es suficiente para llenar el vacío que deja la falta de un hombre de valor en su casa, que la ame y la respete, la cuide y la valore, que ame y forme a sus hijos en el amor de Dios, en los valores  para la vida.
¿Qué nos pasa hermanos, esta no es la voluntad de Dios para nosotros? ¿Vamos a permitir que la obra de Dios se pierda por nuestra irresponsabilidad?   No puede ser así.
Que espera usted, hombre de Dios, para doblar rodilla en la presencia de Jesucristo y pedir perdón por toda desobediencia, y levantarse en autoridad sobre toda maldad del mundo y proclamar la victoria de Cristo en su vida.
Teniendo muy claro que la mujer no nos ha quitado nada, nosotros se lo regalamos todo al engañador, al padre de la mentira.  Ahora nos  corresponde someternos a Dios, resistir al diablo hasta que el huya de nuestro lado, por el poder de Dios en nuestras  vidas, por el sometimiento a la  voluntad del Padre. 
Nada mas que de esa manera, recuperaremos lo perdido, la lucha no es contra carne y sangre si no contra huestes  espirituales de maldad,  por tal razón retomemos el camino trazado por Dios para nosotros y seremos restaurados por el Dios de la gloria, Jesucristo el Victorioso.
Mujer,  tu  que estas en la iglesia, tu que tienes el mando de su casa, tu que sabes lo importante de la oración,  ora por tu esposo, por tus hijos, por los hombres en general, para que Dios te recompense, para así agradar a tu padre celestial y alcanzar la corona de gloria que Él tiene para ti.  No permitas que el mundo se siga acabando en una guerra sin cuartel, en una batalla de nunca acabar, donde los hombres pagan con sus vidas, dejando viudas y huérfanos abandonados  a la suerte del mundo, del pecado, de la violencia. 
Y mucho menos que sigamos luchando mujeres contra hombres en una competencia por quien es mejor o más importante, pues Dios ya estableció su orden y nadie podrá nunca jamás cambiarlo.
Ahora tu mujer, tienes la obligación con Dios y con la humanidad, de orar y clamar por lo que te pertenece a ti y a tus hijos, a tu casa, a tu familia, y es un hogar conforme a la voluntad del Señor Dios todo poderoso, al creador del cielo y de la tierra, quien hablo y se hizo.  Mujer, sé  ese instrumento en las manos de Dios para salvación del hombre, ahora mismo que aún hay tiempo.
Recurro  ti mujer,  a su amor de madre, a su generosidad, a su sumisión a Dios, a todo lo bueno que el señor te dio, para que clame por mí, quien ahora mismo soy un hombre débil  y sometido a tentación, para que ore y clame no solo por mí, sino por todos los hombres que tu conozcas y tus ojos podrán ver  grandes maravillas, pues eres privilegiada por Dios sobre los hombres, y sabes  llegar al corazón con amor.  Yo, y todos los hombres necesitamos de tu ayuda  y de todos en la iglesia de Cristo extendida por toda la tierra para volver a florecer, para volver a ser productivos para el Señor.
La palabra de Dios dice: Efesios 5:23-33  Porque el esposo es cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza y salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo.   24 Así como la iglesia se somete a Cristo, también las esposas deben someterse a sus esposos en todo.   25 Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella  26 para hacerla santa.
Esto me hace pensar que si nuestros hogares no funcionan así, no estamos obedeciendo al señor, pero también puedo ver mucha gente en las iglesias ocupando butacas los días de  culto, para oír y ver  predicaciones donde hay milagros y maravillas, ¿pero sus vidas cómo están? En nuestras casas, en los lugares de trabajo, en las calles, ¿Vivimos a Cristo?  ¿Vemos su gloria?  Vaya preguntas. 
Son muchos los llamados y pocos los escogidos,  ¿de cuál grupo te consideras, de los que se salvan por obedecer a Dios, de los que se pierden por hacer lo que les parece? Confío en mi Señor Jesucristo que tú y yo y todo aquel que asista a una iglesia, este salvo por su fe y obediencia al Padre, recuerda que Jesucristo dice:
Mateo 7:21 »No todo el que me dice: "Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Pues mi hermano, mi hermana y mi madre son los que hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.  Mateo 12:50
No es solo asistir a una iglesia o lugar de culto, sino obedecer a Dios en lo que a el le agrada, o sea hacer su voluntad.
Muchos hombres por su ambición y codicia arruinan a otros con tal de hacerse ricos, pero esto los lleva al fracaso.
Hermano, no te dejes engañar, “Tengan cuidado y estén siempre alertas, pues su enemigo, el diablo, anda como león rugiente buscando a quién devorar.” – 1 Pedro 5:8.
Los triunfadores en el mundo son enemigos de Dios, entonces  sirvámosle a Nuestro Dios como conviene, para así vivir su justicia y poder proclamar su victoria. 
Mantengámonos firmes en su palabra, sin desviarnos ni a derecha ni  ha izquierda, Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Mateo 6:33.
A la verdad, este es el único método que hay para obtener la vida eterna y además vivir bien en este mundo, obedeciendo al Señor, haciendo su voluntad, y de esta  manera obtendremos además de la salvación, una vida digna aquí en la tierra.

Que El Señor Jesucristo, Dios todo poderoso nos siga bendiciendo por siempre amen.

By JoseferchoZamPer

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